Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 9

Capitulo 1: El Retorno del Príncipe

Parte 5

“Me llaman así, pero no sé si el Bourgine que estás buscando soy yo”.

“¿Conoces a Jean Roland de Tiraso Laverde?”

Sus ojos se ensancharon un poco. Ella suspiró.

“Ese niño está estudiando en el extranjero en High Britannia”.

“Sí, conocimos a Roland en High Britannia”.

“¿Roland me está buscando?”

“Erm… En realidad no, pero me preocupa… me tomará un tiempo explicarlo”. Bastian se sintió dolido cuando pensó en Roland. Elise bajó la mirada.

Bourgine señaló dentro del bar. “¿Puedes decirme más?”

Los clientes que habían estado observando con cautela mostraron expresiones de sorpresa.

“¿¡Professeur!? ¿¡Está bien!?”

“… Solo quiero escuchar lo que tiene que decir. ¿Alguna vez le he tenido miedo a alguien?

Nadie la refutó.

***

Había una mesa redonda detrás de la cortina, y además había un sofá de dos plazas.

Más adentro del bar había barriles, ladrillos y trozos de madera desperdigados. Bastian y Elise se sentaron en un sofá.

Ella se presentó como Morgane Bourgine. Ella era una plebeya que solía trabajar como maestra en una determinada escuela en la capital, y ahora vivía en reclusión.

Bastian y Elise estaban usando el alias que usaron en High Britannia. Aún no confiaban completamente en la otra parte.

“Si estás viviendo en reclusión, ¿eso significa que alguien está detrás de tu vida?”

“Bueno, los nobles me están apuntando… Porque exclamé públicamente mi objeción a las políticas de la nación”.

“¿Qué tipo de objeción?”

“Fufu… En la plaza pública hace tres años, grité ‘Este país se está pudriendo’.”

“¿¡Eh!?”

“La clase dominante minoritaria está oprimiendo a los plebeyos que constituyen la mayoría de la población, tenemos que cambiar esta situación. Los humanos deberían tener los derechos inalienables para buscar la felicidad”.

“¿La plaza pública? ¿Te refieres a la que está frente al palacio?

“Ese es el lugar donde se reúne la mayor cantidad de personas, ¿cierto?” Bourgine asintió, haciendo que Bastian estallara en sudor frío.

La ideología que estaba propagando se conocía como ‘Liberalismo’.

Dado que Roland era un liberal, entonces quien le enseñó esa ideología sería un filósofo.

Pero gritarlo en público… “¿No es eso imprudente?”

“Pero no va contra la ley”.

“Cierto… ¿Pero no serás blanco de los nobles y te ganarás su ira?”

“Fui despedida por la escuela ese día. Dijeron que había un problema con mi actitud laboral”.

Elise levantó su ceja. “¡Qué tiránico!” Bastian suspiró.

“Eso es lo que pasa si vas contra los aristócratas en el Imperio…”

“Está bien. Creen que oprimir a los plebeyos y eliminar a los disidentes es natural. Al igual que cosechar del campo y arrancar las malas hierbas”.

“Si supieras que esas personas serían tu enemigo, ¿era necesario hacer un discurso tan fuerte en la plaza pública?”

Ella asintió.

Qué mujer de gran voluntad.

“Aunque perdí mi trabajo, pero gracias al apoyo de aquellos que están de acuerdo conmigo, el movimiento del liberalismo pudo continuar. He estado en High Britannia varias veces porque mi madre es nativa de allí. Compartí lo que experimenté allí con la gente que me rodea”.

“Todos tienen derecho a buscar la felicidad… eh”.

“Así es, y mientras continuaba con ese movimiento, ese niño me visitó”.

Ella estaba hablando de Roland.

Cuando él tenía 13 años, llegó a la capital con su abuelo mercante, y escuchó el discurso que dio Bourgine en la plaza pública.

Después de eso, regresó al sur y realizó autoestudio durante un año. Para aprender más, usó todos los medios para buscarla.

Eso realmente se adecua al estilo fanático de Roland, Bastian asintió.

“Ese niño era muy inteligente, aprendiendo incansablemente como la arena absorbiendo agua. Aprendió High Britanno por su cuenta en casa también. Después de eso, quería estudiar aún más a fondo el conocimiento”.

“Entonces, ¿fue a estudiar al extranjero?”

“Sí… Aunque traté de detenerlo, ya que sería peligroso si estallaba la guerra”. Bastian se sorprendió.

“¿¡Sabías que la guerra estallaría!?”

“Así es. Sabía que la facción proguerra en High Britannia estaba ganando popularidad, así que era solo cuestión de tiempo antes de que estallara la guerra”.

La expresión de Elise se hizo sombría.

“La guerra estalló, por lo que tu predicción fue correcta… Pero también hay muchos que se oponían a la guerra”.

“Sí, lo sé también. Sin embargo, no creía que pudieran detener la marea de la guerra. Es muy lamentable”.

“… Es verdad.”

Bastian hizo todo lo posible para evitar que High Britannia declarara la guerra contra Belgaria, pero al final fracasaron. El rostro de Elise se oscureció al recordar todo eso.

Bourgine se encogió de hombros.

“Bien entonces… Así es mi relación con Roland. ¿Bien? ¿Soy el Bourgine que estás buscando?”

“Sí, no conseguimos a la persona equivocada”.

Él nunca dudó de que ella lo fuera, pero de todos modos se calló. Bastian luego respiró profundamente.

Para ser honesto, estaba más nervioso que la vez que se batió en duelo con Oswald, o cuando saltó de la torre.

Bourgine era la maestra de Roland. La maestra que influyó mucho en su vida y pensamientos.

Y estaba muy preocupada por el bienestar de su estudiante. Tenía que decirle.

No era la primera vez que informaba a otra persona sobre una muerte, pero nunca antes había sentido tanta presión y un corazón tan pesado.

Él la miró a los ojos. “Roland… está muerto…”

Bourgine cerró los ojos y guardó silencio. Ella lamentó su muerte por un momento.

Al abrir los ojos, ella simplemente asintió sin pedir más detalles.

“… Roland tenía sus ambiciones. No importa cuál fuera el resultado, es el resultado de su decisión. Si escucho las circunstancias de su muerte y digo ‘ese era su deseo’ o ‘debía arrepentirse’… sería sacrílego a su voluntad.”

“Así es como te sientes”.

Bastian solía pensar que Roland estaba triste y lleno de remordimientos. Fue difícil aceptar la forma en que murió.

Sin embargo, podría estar equivocado al pensar de esa manera. Bourgine dijo:

“Más importante sería lo que ustedes dos piensan”.

“… Yo… quiero heredar su voluntad. Lo que me confió fue dejar que el mundo progrese. Progreso en un mundo donde todos puedan perseguir su propia felicidad”.

“¿Por el bien de tu amigo?”

“Esa es parte de la razón. Pero estoy pensando, que tal vez lo que dice podría ser cierto. Así es como me siento después de leer esto”.

Bastian sacó el libro de su bolsa. Este era el libro dejado por Roland. Lo colocó sobre la mesa.

Bourgine tomó el libro.

Ella lo hojeó lentamente y suspiró.

“Es como ese niño escribe sus ideales”.

“¿Está mal?”

“No… En primer lugar, no hay ningún bien o mal para los ideales. Después de leer esto, ¿crees que esto es correcto?”

“Sí, pero… no creo que lo entiendo por completo. Entonces, necesito que alguien me enseñe. Si es posible, espero que seas tú”.

Ella sonrió con ironía.

“No estoy seguro de cómo debería entender esto… Pero el liberalismo es un ideal que sería desfavorable para ustedes, nobles”.

“¿Cómo sería una desventaja? ¿Perder el privilegio que me transmitieron mis antepasados? Esas cosas no me importan. Apuesto mi vida a esto… No tendré ningún reparo si eso es todo lo que perderé, incluso estoy dispuesto a dar mi vida si es necesario. Aunque fallo…”

Su deseo de llevar a Elise al castillo real y mantener vivo a Roland había fracasado. “… Sin embargo las personas a tu alrededor se opondrán fuertemente”.

“Estoy acostumbrado a ser criticado por otros. Lo que necesito no son esas cosas”.

“¿Quieres aprender de mí? ¿Hablas en serio?”

“¿Me veo como si estuviera bromeando?” Bastian ya se decidió.

Ughh… Elise solo podía mostrar una expresión disidente.

Bastian ya sabía lo que iba a decir. A diferencia de High Britannia, el Imperio de Belgaria trataba el liberalismo como una ideología peligrosa y lo reprimía, a pesar de que no había ninguna restricción oficial contra el liberalismo.

Si la gente a su alrededor sabía que él era liberal, perdería su posición en la sociedad. Después de todo, ningún príncipe había tenido tal ideología antes.

Y con su hermano Latreille en el poder, no había forma de saber qué haría con Bastian, que era liberal.

A pesar de todo eso —

“Tengo que aprenderlo. Si quiero heredar su voluntad, tengo que aprender lo mismo que él, ¿verdad?

“Pero, un niño de la nobleza…”

“No soy un niño, y Roland también es un noble”.

“Eso es verdad… En aquel entonces, él también me preocupaba profundamente. ¿Le estaba enseñando para hacer lo correcto…?” Bourgine frunció el ceño.

Bastian se enderezó la espalda.

“¡Si solo puedes enseñarle a los plebeyos, romperé los lazos con mi familia! ¿Es eso lo suficientemente bueno?

En este momento, el ruido vino del otro lado de la cortina.

***

“Alguien le dijo a la policía que había una conmoción en este bar”. Por el tono, los que entraron fueron los guardias.

Bastian bajó la voz.

“… ¿Creé un disturbio?”

“… No. Ellos son enviados por los nobles… a buscarme. Hablaremos de esto la próxima vez”.

Bourgine recogió su bastón y caminó hacia las pilas de artículos al azar. Y extendió la mano.

El lado del barril se abrió.

— ¡Se convirtió en una puerta!

El barril aparentemente inútil se utilizó para ocultar una puerta. Tenía escaleras que llevaban hacia abajo.Algunos clientes estaban hablando con los guardias en la tienda.

“Ara ~ nada ~ pasó aquí ¿bien?”

“¡Veremos después de que nuestras investigaciones hayan terminado! ¡Cedan el paso!”

“¿Que estás buscando? Explícanos adecuadamente. Te ayudaremos.” Estaban perdiendo el tiempo.

Bourgine bajó las escaleras en el barril en sus cuatro extremidades*. Ella se movió lentamente porque sus piernas no estaban bien.

*(Supongo que se refiere al hecho de que baja afirmándose con sus brazos…) “… No planeo mostrarme a la policía. ¿Y ustedes dos?”

“Seguiré.”

Se suponía que la policía atrapaba criminales. Sin embargo, ser un liberal no estaba en contra de la ley. Bastian no entendió.

¿Esta mujer cometió algún crimen y estaba huyendo? Aun así, finalmente pudo conocer al maestro de Roland. Él necesitaba hablar con ella.

Bastian también subió la escalera.

“Elise, tenemos prisa, pero aquí está mojado, ten cuidado de no resbalarte”.

“E-entiendo”.

Ella también bajó tímidamente. Estaba oscuro aquí abajo.

Bourgine susurró: “Por aquí.”

“Ahh, ya veo”.

“… ¿No hay luz aquí?”

“Así es. Por eso me quité las gafas de sol”.

Bastian solo podía ver vagamente la figura de Bourgine caminando hacia adelante mientras se agarraba a la pared.

Sostuvo la mano de Elise y avanzó en la oscuridad. Olía a moho.

Y olía a vino

Esta era probablemente la bodega subterránea. Pero el aire estaba lleno de polvo, así que tal vez ya no estaba en uso.

Continuaron más profundo.

Bastian podía medir la dirección y la distancia con la que se movía con precisión, incluso si cerraba los ojos.

Estaban dejando el bar por este pasaje subterráneo.

¿Qué edificio estaba detrás del bar?

De todos modos, sabía que se estaban moviendo a la parte inferior de ese edificio.

Caminaron a lo largo de la pared, subieron un tramo de escaleras de madera y volvieron al nivel de la calle.

“Hmm… Ya veo… Es un túnel secreto para escapar. Qué bueno”.

“No violé ninguna ley, pero la policía es peligrosa. Tengo que tener mucho cuidado con ellos”.

Esta era el piso bajo de otro edificio.

Después de salir de la habitación oscura, salieron afuera, que estaba bien iluminada por la luna,

Bourgine se estremeció. “… ¿¡!?”

Después de salir del almacén sin decoración, llegaron a un callejón estrecho.

A diferencia del resto de la capital, el suelo no estaba pavimentado con piedra, y solo se usaba para transportar carga.

Las figuras aparecieron en la tenue noche iluminada por la luna. Soldados con uniforme negro.

La policía.

Bastian se puso sus gafas rápidamente y se paró al lado de Bourgine. No debería ser peligroso ya que los oponentes eran policías que respetan la ley. Pero él tomó medidas después de ver lo asustada que estaba.

“… Parece una emboscada”.

“En realidad…”

Su voz temblaba.

Había cinco policías, y uno de ellos se adelantó. Un hombre con una cara amable.

“¿Supongo que madame Bourgine?”

“Sí…”

“¿A dónde va a esta hora?”

“E-estoy de camino a casa…”

“Fufu, ¿dónde se queda? Es peligroso por la noche. Permítame acompañarle a casa”.

“Gracias, pero no.”

Ese policía miró a Bastian y Elise. Bastian rara vez aparecía en público, por lo que no mucha gente sabía cómo era. Era difícil imaginar que el Tercer Príncipe apareciera en un lugar como este.

Su objetivo parecía ser Bourgine, por lo que no les prestaron atención a los dos. “Madame, tenemos informes de ladrones actuando por aquí”.

“Ya veo… qué miedo”.

“Para estar seguros, ¿puede dejarnos revisar sus pertenencias?”

“S-sí…”

Bourgine asintió.

Bastian nunca antes había sido inspeccionado por la policía. Probablemente odian a los liberales.

Las únicas pertenencias que Bourgine tenía eran solo un bastón. No debería haber ningún problema.

Ella llegará a casa un poco tarde. Bastian pensó ingenuamente. Cuando el policía le acarició la cintura,

Parecían sorprendidos. “¿¡Que es esto!?”

El policía abrió sus manos, mostrando un par de pendientes de oro incrustados con gemas.

Bourgine negó con la cabeza.

“No lo sé.”