Spy Kyoushitsu (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: Conciliación

Parte 6

Al mediodía de ese día, se terminó de cocinar. Siguiendo las instrucciones de Grete, Lily se las arregló para atar un repollo relleno. En lugar de carne de cerdo, usaron hígado y otros intestinos. Para ocultar el hedor, no usaron salsa blanca, sino una sopa étnica con muchas especias. Finalmente, Lily lo probó un poco y consideró que era perfecto. Sin embargo, había un gran problema en todo esto: Zibia no había regresado todavía.

…No podemos esperar más, ¿verdad?

Lily consideró eso, y llevó el repollo relleno al comedor. Tenía confianza en que su plato no le desagradaría a nadie. Sin embargo, Uwe una vez más actuó en contra de sus planes.

“¡Asqueroso!”

“¿Eh…?”

“¡Está mejor que la comida de ayer, pero no puedo comer esto! ¡Cómetelo tú mejor!”

Su expresión se endureció, mientras escupía la comida en el plato. Todo lo que comió después de eso fue pan seco, y tampoco con el mayor disfrute. La comida terminó bastante rápido debido a eso.

Lily estaba todavía un poco desconcertada, y probó otro bocado de la comida que cocinó, pero no encontró ningún problema en ella. Tal vez este viejo sólo tenía deseos inalcanzables.

Uwe resopló y cruzó los brazos.

“Hmpf, no importa. Después de todo, todas serán desp—”

“—No, definitivamente debería estar deliciosa. Esa comida.”

Cuando Lily se dio la vuelta, vio a Zibia de pie en el marco de la puerta, con los hombros subiendo y bajando debido a la falta de aliento. Debió haber regresado apresuradamente, sobrepasando sus límites.

“Oiga, Uwe-san. ¿Tal vez debería dejar de ser tan egoísta y comer de una vez

por todas?”

“¿Qué es lo que…?”

“Vi los resultados de sus análisis de sangre en el hospital. El número de sus glóbulos rojos es significativamente más bajo de lo que debería ser. Un caso de falta de vitaminas.” Declaró Zibia. “Lo estaba considerando, ¿verdad? Que sufre de un trastorno del gusto.”

“¡…! ¡No seas ridícula!” Uwe le respondió con un grito enfurecido. “¿Cómo te

atreves a asumir que sufro un trastorno del gusto—”

“Es la única persona que calificó este platillo como ‘asqueroso’, ¿sabe? Por supuesto que nos quedaríamos con dudas.” Zibia mantuvo su mirada fija en Uwe, continuando sus palabras. “Después de la Guerra Mundial, estuvo ahorrando mucho dinero sin tener en cuenta su propio cuerpo. En los documentos de anoche, había una foto, cierto. Visitaba orfanatos en la posguerra, proporcionándoles comida. Para que incluso los niños pobres puedan tener algo para comer. Un acto noble, ¿pero no estaba yendo demasiado lejos?” Zibia entrecerró los ojos. “Incluso donaba su propia comida, ¿verdad?”

“Hmpf, ¿y qué hay de malo en eso?”

“Todo. No recibó los nutrientes necesarios que su cuerpo necesita. Por eso tiene este trastorno del gusto. Sumado a una dieta desequilibrada, se puso cada vez peor. Tanto que ya no puede degustar nada nunca más.”

Lily recordó que Uwe sólo comía pan todo el tiempo, a pesar de que lo hacía parecer asqueroso. Eso no era exactamente una dieta equilibrada.

“Lily, dime. ¿Qué dijo Uwe-san sobre ese plato hace un momento?”

“Que estaba mejor que el de ayer.”

“Me lo imaginaba. Él no puede saborear nada, pero eso significa que disfrutará

de las comidas con más especias.” Zibia mostró una sonrisa victoriosa.

“Uwe-san, no hay necesidad de que un asesino venga a este lugar. A este ritmo, morirá de cualquier manera.”

“…………”

“Contrátenos. No dejaremos que nos llame ‘pérdida’ nunca más. Haremos comidas equilibradas y nutritivas para usted, para que pueda recuperar el gusto, y luego le daremos algo realmente delicioso.” Aunque la voz de Zibia todavía estaba un poco sin aliento, tenía un tono suave y amable.

—Quiero que coma una comida deliciosa.

Ella no dijo estas palabras para tratarlo como algo excepcional, sino para devolverle una alegría diaria que había perdido. Directamente, como siempre actuaba. Al menos, así es como se sintió Lily.

Uwe por su parte solo cerró la boca, apretando los dientes. Recogió el plato con la col rellena y le dio un mordisco. Una vez más, su cara se tensó.

“…Es tal como lo dijiste.” Suspiró. “Naturalmente, me di cuenta. Pero ahora

tiene sentido… trastorno del gusto, eh…”

“Si tuvo una corazonada, ¿por qué no hizo nada?”

“No quería admitir mi edad… esa es otra razón para hacerlo, ¿verdad?”

“Es muy probable.”

“Deténgase. Lo sabe, así que escúpalo.” Las mejillas de Uwe se suavizaron.

Mostró la primera sonrisa tranquila que las chicas habían visto hasta ahora.

“Pero, Zibia… aun así, tengo que evitar cualquier gasto innecesario.” Uwe anunció. “No son sólo los orfanatos. Todavía hay demasiadas personas en este país que terminan su cena con sólo una rebanada de pan. ¿Qué pensaría el mundo si supiera que empleo a cuatro maids, a pesar de que promociono la asistencia social?”

“…Realmente usted es un político noble.” Zibia se encogió de hombros. “Entonces, simplemente despida a una de nosotras. Con eso, todavía podremos hacer nuestro trabajo, aunque sea mínimamente.”

Ese era probablemente el mejor compromiso para ambas partes. Uwe mantendría su confianza como político, mientras que las chicas podrían centrarse en su trabajo como espías. Después de dar esa idea hubo un breve momento de silencio, Uwe asintió profundamente.

Así, gracias al trabajo de Zibia, se evitaron dos despidos. Con una persona menos, la misión continuó.

***

Alrededor de una hora de caminata desde el yashiki, finalmente llegó a la ciudad a la que se dirigía. Zibia suspiró levemente, dirigiéndose hacia el lugar donde había sido designada.

Era una tienda de cigarrillos en la esquina del pueblo, pequeña y desordenada como una tienda de artículos variados.

La entrada en el interior probablemente llenaba la capacidad de los posibles clientes. Las ventanas existían en esa pequeña tienda, pero debido a los paquetes de cigarrillos o latas de jugo, no se podía ver el interior.

Klaus estaba sentado en el mostrador, escondiendo la mitad de su cara con un periódico. Incluso dentro de su país natal, no planeaba bajar la guardia en absoluto. Hablando honestamente, Zibia no sabía muy bien lo que hacía exactamente. Podría estar fuera recolectando información por su cuenta.

“Recibí el informe por parte de Grete.” Klaus habló. “Escuché que hiciste un

maravilloso trabajo. Ella te alabó.”

“Bueno, gracias.” Zibia sacudió la cabeza. “Pero, aun así, fui despedida. Perdón

por eso.”

A las que se les permitió continuar como maids fueron Grete y Lily. Una vez que llegó la pregunta de quién sería despedida, Zibia dio el paso adelante y se ofreció a ser la persona. Aunque él estaba un poco insatisfecho con eso, la decisión de Zibia estaba escrita en piedra.

“Ya veo, pero tu trabajo para ganarte a Lord Uwe fue maravilloso.”

“…Bueno, no fue solo mi trabajo.”

“¿Ah sí?”

“Es gracias a la pista que me usted me dio.”

Klaus no parecía ser capaz de recordar de lo que Zibia estaba hablando.

“Siempre me he preguntado sobre eso. Intenté hacer repollo relleno de la misma manera que usted. Pero, sin importar lo que hiciera, el suyo siempre fue más delicioso.”

Incluso después de fracasar, lo pensó mucho. Donde estaba la diferencia, aunque usaba los mismos métodos, los mismos ingredientes. Como explicación, se le ocurrió una infinidad de posibilidades.

“¿Recuerdas cómo serviste el repollo relleno?”

“Apenas.”

“Después de dividirlo en ocho platos, los condimentaste más.”

Zibia no dejó pasar eso. Si quería cambiar el sabor de todo el plato, podría haber usado la salsa. Sin embargo, Klaus condimentó cada plato individualmente.

“Pensaste en la nutrición de cada una, agregando vinagre o especias.”

Por supuesto, esa era sólo otra explicación. Si la propia acción de Klaus ocurrió subconscientemente, no había forma de encontrar pruebas definitivas. Puede que sólo haya añadido sus propias preferencias. Pero, Sara lo dijo—Que le dio a su cuerpo una sensación de alegría. Él dio la debida importancia a la salud de todas. Esa idea había permanecido en la cabeza de Zibia.

“Bueno, traté de dar una explicación autoritaria, pero al final me despidieron. Por otra parte, por lo menos no fue a las tres, así que deme ese mérito, ¿sí?”

“………”

Por un momento, Klaus no dijo ni una palabra. Su expresión no revelaba nada.

¿Sería ella reprendida, estaría él decepcionado? Esta era la primera vez que tenía que reportar el fracaso de un trabajo. No sabía qué tipo de reacción mostraría, por lo que su cuerpo estaba completamente tenso.

“Me disculpo por arruinarlo de esa manera.” Zibia empujó su cuerpo hacia adelante. “Pero, me recuperaré. Dándoles apoyo, ayudaré a que la misión sea un éxito.”

“No.” Klaus abrió la boca. “No lo entiendes.”

“!”

Eran palabras frías, sin emociones, sin siquiera en la medida que él continuaba.

“Tenemos suficiente apoyo con Sara. Fuera de la residencia, también estoy a

la espera. No se necesita más que eso.”

“Eso…” Zibia sintió que la sangre se le escurría de la cara.

Pensar que se le negaría a esta altura.

“…Sé que soy patética, pero por favor.” Zibia le dio a Klaus una mirada determinada. “Deme otra oportunidad. Esta vez, definitivamente—”

“Hay algo que me gustaría preguntarte.” Klaus dio un paso adelante. “¿Cuánto

tiempo tendré que participar en este juego de niños?”

“¿Eh?” Una voz desconcertada se filtró de la boca de Zibia.

Él señaló su error de una manera más moderada de lo que normalmente lo haría.

“Parece que estás malentendiendo algo.” Klaus entrecerró los ojos, pero dirigió una mirada amable a Zibia. “¿Por qué abandonaría a una excelente subordinada mía? ¿Cobertura? Eso no tiene sentido. No cometiste ni un solo error. ¿Actuar como apoyo? No es necesario. Deberías estar en la línea frontal.” Declaró Klaus. “Magnífico—Es la única evaluación posible que puedo hacer al respecto.”

“Eh…”

Aparentemente, ella fue elogiada. Pero, en lugar de sentirse feliz, Zibia no podía aceptar esto.

“¿No se lo dije? Me despidieron, no puedo volver a—”

“Puedes hacerlo. Véndete aún más al Señor Uwe.”

“¿Eh? ¿Venderme?”

“Un trastorno del gusto debido a su falta de vitaminas… ¿Era el único trastorno que tenía?”

Zibia inclinó la cabeza, ligeramente desconcertada. ¿Eso significa que había algo más? Mal temperamento. ¿Su lado más grosero? Probablemente no estaba refiriéndose a nada relacionado con la personalidad.

Ahora que lo pensaba, la primera vez que se encontró con Zibia y las demás, dijo algo extraño.

En la entrada de la residencia durante la puesta de sol, asumió que una chica con un color de cabello completamente diferente era la hermana pequeña de Olivia. Cuando encontró a Zibia en la biblioteca de noche, no pudo caminar hasta que encendió las luces.

“—No me digas, Nictalopía?”

“Eso podría ser otra parte.”

Un trastorno que deterioraba la capacidad de visión drásticamente una vez que se tornaba oscuro: Nictalopía. O en términos generales, ceguera nocturna. Otro trastorno causado por la falta de vitaminas. Trastorno del gusto debido a una dieta desequilibrada. Como el diagnóstico se hizo en una habitación iluminada, el doctor no se dio cuenta.

Sin embargo, Klaus dedujo eso sólo a partir de escuchas. No, eso no debería ser posible. Él debe haber vigilado el interior de la residencia de alguna manera.

“Lord Uwe siempre conduce a sus propias reuniones, pero tal y como están las cosas, sería mejor que fuera escoltado. En una situación como esta, no puede llamarse un desperdicio.” Declaró Klaus.

“Vuelve rápido a la residencia. Tu simple honestidad es necesaria para el equipo.”

Siguiendo estas palabras, Klaus sacó una botella de jugo del escritorio, abrió la tapa con la esquina de dicho escritorio y se la entregó a Zibia. Echando un vistazo dentro, vio que era sidra, lo que aceptó agradecida.

A pesar de que era un regalo sencillo, Zibia no pudo evitar sonreír al respecto.

Él la estaba observando apropiadamente. Aunque la mayoría de las veces no se expresaba con palabras, reconoció los esfuerzos de las chicas.

“Eres realmente increíble. Una vez más, no puedo evitar admirarte.”

—Y es por eso que estaba feliz de haber sido elegida para esta misión. Aunque se tragó esta última parte de sus palabras, tomó un sorbo de la sidra. “Gracias. Le pagaré el doble por esto.”

Klaus entrecerró los ojos. Y después de eso, Zibia reanudó su trabajo como empleada doméstica.

***

En un  abrir y cerrar de ojos, pasaron dos semanas. La  recopilación  de información se desarrollaba sin problemas.

“Tu forma de conducir tiene mucho estilo innecesario. ¡Sigue avanzando con

más calma!”

“¡Cállese! ¡Si sigue parloteando, se morderá la lengua!”

El intercambio venenoso entre uno y otro, Uwe y Zibia convirtieron la residencia en su hogar. Más que una relación de amo y maid, parecía más bien una nieta descarada y un abuelo testarudo, pero como Uwe era indiferente a la cortesía, no se molestaba en quejarse, siempre y cuando no se desperdiciara el dinero.

“Además, ¿quién era el tipo que me llamó hoy? Me dio esa mirada dudosa.”

“Un viejo amigo. Nadie por el que tengas que estar cuidadosa.”

“De acuerdo.”

“Te enfadas por las cosas más pequeñas. ¿Quizás se estaba preguntando si

eras más bien una novata como conductora?”

“Qué grosero. Conseguí mi licencia correctamente… aunque no oficialmente.”

“¿Hm? ¿Dijiste algo al final?”

Tan pronto como Zibia comenzó a actuar como el conductor de Uwe, se las arregló para reunir más información sobre él.

Ella siempre estaría con él si salía, siendo capaz de vigilarlo, y protegerlo si era necesario. Uwe por su parte empezó a suavizarse un poco también, permitiendo a las chicas actividades de espionaje más fáciles.

Además de los que estaban dentro de la residencia, los que entraban y salían, los investigaban a fondo. Escuchando cualquier conversación en el baño, o en la recepción, Sara podría seguir a cualquiera de serlo necesario.

“Aun así, el día a día pasó, pero no encontramos a nadie sospechoso.” Zibia se

dirigió silenciosamente a Lily, que estaba preparando un aperitivo nocturno.

“Tampoco hay nada dentro de la residencia. Aunque no es necesariamente algo malo.” Ella respondió con una voz un poco apagada. “Sí.” Agregó Zibia.

Al principio estaban un poco rencorosas por ser obligadas a trabajar como maids, pero ahora se sentían cómodas con esto. Uwe era un político que trabajaba por un mundo ideal, e incluso si tenía sus partes difíciles, era una persona noble.

No se quejaban de trabajar como sus maids, aunque fuera una carga pesada para sus hombros. Por eso esperaban que este asesino nunca llegara, que estos días continuaran.

—Pero, ambas sabían que el mundo no iba a ser así.

Un grito, vino desde el jardín. Sonaba como una mujer. Pero no fue Grete. Un poco mayor a ella. Probablemente, Olivia.

Zibia y Lily empezaron a correr al mismo tiempo. Después de eso, pisadas pesadas bajaron las escaleras.

“¡¿Olivia?! ¿Qué pasó?”

Uwe. Sosteniendo su orgullo y alegría, el rifle, él vino corriendo con su ropa de dormir. Aunque deseaban que se abstuviera de ser tan imprudente, ayudaba que el objetivo a proteger estuviera con ellas. Corriendo tras Uwe, Zibia y Lily se dirigieron hacia el jardín. La que los recibió fue Olivia, sobre su espalda, ya que había caído al suelo.

Con una expresión pálida, señaló al cielo.

“E-Eso…” La voz de Olivia temblaba. “Desde allí… una bala…”

Zibia dirigió su mirada hacia ese lugar por reflejo. De pie se encontraba un árbol alto, con lo que parecía una persona en la punta, sosteniendo un rifle.

“¿Qué demonios es eso…?” Zibia se quejó.

—Una marca de nacimiento.

Aunque la persona llevaba una sudadera con capucha, la luna llena brillaba, mostrando su boca. Una marca de nacimiento suficiente para cubrir la boca. Parecía una quemadura. Negro fangoso, modificando el color de la piel. Casi como un cadáver. Las chicas recordaron los detalles de la misión.

—Ese es…[Shikabane]…?

“Me siento enferma…” Olivia soltó una queja.

Con sólo mirar a esa persona, uno sentía que el contenido de la cena subía de nuevo, una marca horrible.

“¡Cómete esto!”

Mientras las chicas estaban desconcertadas, Uwe preparó su arma, y disparó. Inesperadamente, ese viejo era bastante valiente. Sin embargo, [Shikabane] no tuvo que esquivar, ya que la bala golpeó el árbol debajo de él. La ceguera nocturna realmente se demostró aquí. Cuando Shikabane saltó del árbol, desapareció en la oscuridad de los matorrales.

Las chicas dudaron por un segundo.

“Los perseguiremos. Uwe-san, vuelve dentro con Olivia-san y llama a la policía.”

Tomando el rifle de Uwe, Zibia y las otras se dirigieron hacia los matorrales. Aunque las maids normales no se comportarían así de ninguna manera, tampoco podían dejar pasar esta oportunidad.

Ya sea matar, atrapar al perpetrador o, en el peor de los casos, obtener cualquier tipo de información que les permita investigar. Justo cuando decidieron estas medidas, se produjo cuando pusieron el pie en los matorrales.

Los pies de Zibia se atascaron en cables. Pero, tan pronto como buscó ayuda de Lily, sufrió el mismo destino. Una trampa clásica. Hábilmente instalada en la oscuridad.

Sin  mencionar  que  ambas  chicas  fueron  atrapadas,  eso  requería bastante habilidad. Casi como si los movimientos de las chicas fueran anticipados.

Los cables fueron levantados, y ambas quedaron suspendidas en el aire. Sin nada que pudieran agarrar para liberarse. Ni siquiera se les dio tiempo para usar las herramientas en sus faldas. Si les dispararan ahora, no podrían evadirlo.

El peor de los escenarios se les pasó por la cabeza. Escucharon los gritos de Uwe y Olivia.

Muerte.

“—Magnífico.”

Justo cuando se preparaban, una voz familiar se escuchó y los cables se cortaron. Las piernas de Zibia fueron liberadas y aterrizó a salvo en el suelo. Lily, por otro lado, aterrizó sobre su trasero, soltando un chillido.

“Así que comenzó, eh.” Dijo Klaus, con un cuchillo en la mano.

Sus ojos miraban hacia la oscuridad del bosque.

“Zibia, Lily, prepárense. El asesino empezó a moverse.” Con esas palabras, se desvaneció como si no hubiera estado allí en primer lugar.

De esta forma, la batalla entre [Tomoshibi] y [Shikabane] comenzó.