Assassins Pride (NL)

Volumen 4

Lección 05: El Vapor Ríe Secretamente

Parte 5

Kufa movió su mirada hacia el exterior de la ventana.

–Después de esa vez, el hecho de que no hubiera ningún movimiento de los asaltantes—los murciélagos negros—por el contrario, es preocupante. Probablemente pensaron en colocar algo en este último tren.

–Pero, incluso el enemigo sabe que el Rey es un doble de cuerpo… ¿Cierto?

–Aun así, puedo pensar en algunos motivos que le añaden peligro. Especialmente ya que Salacha-sama está aquí. Probablemente están observando alguna apertura de la que tomar ventaja.

Sus almendrados ojos se estrecharon suavemente, reflejando una amenaza potencial.

–De cualquier modo, hay una cosa más que no logro entender. Nos atacaron precisamente cuando partimos desde el Distrito Educacional Cardinal a pesar de que la ruta de la peregrinación era un secreto. Es justo como si lo hubieran sabido desde el principio… o posiblemente—

Las primas se miraron entre sí y se encogieron de hombros. Arreglando sus faldas, se sentaron correctamente.

–… Ahora parece estar en su <modo de trabajo>. ¿Lo dejamos así, Elly?

–Kufa-sensei siempre parece ocupado después de todo, no tenemos oportunidad.

Si pudieran, me ayudaría mucho que siempre se comporten como <buenas niñas> que saben escuchar. Pero sintiendo que si les decía eso tendría el efecto contrario, Kufa cerro su boca.

*Toc-toc*

La puerta del compartimiento sonó.

–Lamento la interrupción, Su Majestad. Y sus acompañantes también.

Kufa rápidamente Senaku puso su sombrero. Quien mostro su rostro era el joven que los había guiado antes. Jalando hacia abajo el ala de su gorra, les dio un respetuoso saludo y les mostro el pasillo.

–Se ha determinado que la cena se realizará en el salón de fiestas, ¿Asistirá? Todos los otros invitados también están esperando tu llegada, Su Majestad.

De cierta manera, había llegado un problema mayor que los asaltantes. Era el momento de mostrar los

<Modales de Rey> que había practicado ininterrumpidamente, y Kufa se levantó mientras que se motivaba a sí mismo.

–Estaremos encantados de asistir. Vengan conmigo, Melida. Elise.

***

En el salón de fiestas del vagón de primera clase ya estaban reunidas todas las personas, desde damas engalanadas hasta hombres de mediana edad con ropas normales, que habían montado en el tren.

Era una escena rara en la que se demolía la valla de la posición social. Su objetivo naturalmente era el chico en ropa ceremonial que vestía un sombrero de ala ancha.

–¡Su Majestad, déjanos escuchar sobre la peregrinación!

Cuando una chica noble llevando un vestido se acercó, desde el lado opuesto se interpuso una mujer madura llevando un abanico como si compitiera. Desde su pecho abierto audazmente se propagaba el aroma del perfume se propagaba.

–¡No! ¿Bailarías una pieza conmigo, Su Majestad?

–¡Su Majestad acaba de terminar un largo viaje, Madame!

Incluso mujeres vistiendo simples ropas de viaje se añadieron a los seguidores sin ser intimidadas por el aura de los nobles.

–¡Nosotras vamos a entretenerte!

–¡Nosotras también vamos al Distrito del Rey Santo! ¡Por fortuna nuestros parientes consiguieron un ticket y después de esto, iremos a la ceremonia de coronación… así es! ¡Sin duda, iremos a ver tu ceremonia de coronación, Su Majestad!

–El barco volador que estaba en Posta… un bote que vuela por el cielo, ¿Cómo funciona exactamente?

–¡Esperen, ahora es mi turno! ¡Yo estaba hablando con él!

–S-Señoras. Por favor cálmense. El banquete solo acaba de empezar.

Una voz profunda resonó desde debajo del sombrero y los ojos del escuadrón femenino se humedecieron frente a sus gráciles labios.

–Todas las personas que conocí en mi peregrinación, eran maravillosas. Y agradezco esta buena fortuna por poder abordar este tren junto con ustedes.

–“ “  “ “ “ “¡Si, Su Majestad~!” ” ” ” ” ”

–… Es increíble, ¿No? Las mujeres están siendo atraídas hacia él.

Desde una mesa vacía, un hombre con aire de comerciante estaba aprovechando esta oportunidad para dividir el festín. A su lado, un hombre delgado que parecía su socio miro fijamente su ropa ceremonial con su sombrero que cubría hasta sus ojos e inclino la cabeza.

–Pero, ¿Por qué el Rey está usando un sombrero a pesar de que estamos en el interior?

–Fácil, en medio de la peregrinación se determinó que, de ser posible, no debía mostrar su rostro descubierto.

–Fu~n… sin embargo, no había escuchado sobre eso.

Y entonces, aún más distanciado del Rey, en el borde de la pared del salón de fiesta estaban cuatro chicas. Mule y Salacha llevando pulcros y ordenados vestidos y Melida con Elise vistiendo uniformes de servicio. Ya que las otras invitadas eran demasiado poderosas, no podían siquiera acercarse al Rey.

Mientras inclinaba su copa, Mule vestida con un vestido negro le envió una mirada coqueta.

–Sense sí que está siendo mimado, pero, ¿No estás celosa, Melida-chan?

–Para nada. Porque esas personas están viendo solo a <Su Majestad>.

–Ciertamente. Entonces, el estar celosa sería el rol de Sala-chan, ¿No es así?

–¡M-M-Mule-chan!

En el momento que Salacha en un vestido de fiesta se sonrojo, Elise repentinamente jalo de la manga de su prima.

–Mira allí, Lita. Son Emmy y las demás.

–¿¡Eh!?

Al mirar en la dirección que señalaba el delicado dedo de su prima, Melida estiro su espalda por reflejo.

Por lo que parecía, estaban en el lado opuesto del salón de fiestas. Tal vez porque habían sido empujadas por los seguidores del Rey, los cuatro rostros conocidos estaba alineados en la pared de la misma manera. Dicho eso, Melida recordó que le habían dicho que se dirigirían al Distrito del Rey Santo por una ruta diferente mientras hacían turismo.

Cuando sus ojos parecieron encontrarse inadvertidamente con los de su querida Jefa de Sirvientas, Melida se encogió nerviosamente.

–¿Por qué te ocultas, Melida-chan?

–¡¡Porque ahora estoy trabajando como la sirvienta de Sensei!! Si supieran eso… ¡Sería como suministrarles el mejor material para bromas para el nuevo periodo escolar!

–Ara, ara. Entonces Melida-san, ¿Podrías tráeme otro jugo?

–Yo, no soy tu sirvienta, Mule-san.

En ese momento, la puerta del salón de fiestas se abrió. Cuando se dieron cuenta, incluso otros empleados, incluyendo el chef de la cocina y los asistentes de cabina se habían reunido, vigilando la fiesta con miradas sonrientes en una de las paredes del salón al lado de Emmy y las demás, como para no estorbar a los pasajeros.

Y entonces, después de hacer un saludo reverente, los dos que estaba de pie frente a las puertas abiertas se pararon con sus manos en la espalda.

En el momento en que el lugar se puso aún más animado, uno de aquellos que rodeaban al Rey dijo.

–¡Eso es Su Majestad, tengo cierto interés en lo que llaman las <Cuatro Piedras Sagradas>!

–¡Yo también! Por favor, ¿¡Podría dejarnos verlas!?

–Eh, no… eso es, err…

Como era de esperar, incluso aunque hasta ahora había continuado respondiendo sin ningún obstáculo, Kufa dudo ligeramente frente a esta petición. Justo cuando sus pensamientos sobre cómo debería evitar la investigación corrían sin parar, una voz resonó.

–Ara~ ¿¡No está bien!? ¡Vamos a exponer por adelantado los frutos de tu viaje, Su Majestad!

Era Derby quien vestía un traje inusualmente llamativo. Pero lo que más sorprendió a Kufa fue que en sus manos llevaba un joyero cerrado con llave. Ciertamente, su carga debería haber sido mantenida junta, pero… Kufa obviamente no pudo evitar soltar una voz de reproche.

–Derby-san.

–¡No seas tacaño, Su Majestad! ¡No es como si fueran a desaparecer!

–……

Habiendo dicho eso, no era algo bueno presumirlas demasiado, y, en primer lugar, no tenía como responder si preguntaban por la cuarta piedra. En el momento en que Kufa estaba en esa encrucijada, un sonido de pasos se acercó desde su espalda.

–Perfecto. Su Majestad, déjame este lugar a mí.

No sabía que era lo “perfecto”, pero fue el conductor del tren quien dijo eso y comenzó a caminar. Subiendo al escenario instalado en el fondo del salón, aplaudió atrayendo la atención de todos los presentes.

–¡Todos los pasajeros! ¿Están disfrutando su viaje?

Las miradas de los pasajeros se reunieron y el hombre con aire de comerciante levanto su copa de champagne. El conductor torció sus labios debajo de su gorra y continuó.

–¡Este tren ahora trae muchas bendiciones! ¡La bendición de que su Majestad regresa sano y salvo, la bendición de poder viajar junto con todos ustedes, y entonces, la bendición de que todos nosotros podamos compartir esta felicidad! Bien, no obstante—

Tragando una vez, el conductor continuó.

–No obstante, si se inclina la balanza solo hacia un lado, este tren perderá su balance, saliéndose de los rieles y cayendo hacia el hades. Allí habrá cosas extremadamente dolorosas, pero nosotros, al igual que con las bendiciones, dejaremos a la desdicha montar en este tren.

Los pasajeros que habían estado escuchando tranquilamente hasta la mitad del discurso comenzaron a fruncir el ceño. Viendo a través de las personas en el salón que intercambiaban miradas de duda, el conductor levanto sus labios aún más y—

Sin que nadie pudiera dar alcance al cambio en la atmosfera, declaro claramente.

–El operador y el maquinista de este tren, ya están muertos.

El salón de fiesta se quedó en silencio como si le hubieran arrojado agua fría.

*Gatan-goton*

El sonido de los rieles se repetía, y repentinamente, “¡Haha!, estallo una risa.

–¡Seguro es parte del entretenimiento!

El hombre con apariencia de comerciante rio, pero nadie lo siguió. Mientras que todos aún tenían dificultades para comprender la situación, el conductor continuo mientras mostraba una sonrisa.

–Aunque es una lástima, es la verdad. No solo el operador. <Nosotros> eliminamos a todo el personal de este tren que estaba trabajando en la compañía ferroviaria. Era necesario después de todo. Sin embargo, pensamos que eso era demasiado lamentable, por eso estamos moviendo este tren en remplazo de aquellos que murieron, y llevándolos a todos ustedes. El sombrero de este conductor también lo tome prestado desde su cabeza que estaba rodando por el piso. Como los cadáveres los amontonamos en el último vagón, seguramente no notaron el hedor a sangre.

—¡Hiii!

Un grito se escapó de una de las mujeres, sin embargo, el <enemigo> aun no comenzaba a moverse.

Mientras el sudor corría por su mejilla, Kufa había tensado los músculos de todo su cuerpo sin que nadie lo notara. El hombre que imitaba al conductor finalmente rio una vez más sobre el escenario.

–Se los diré claramente. Este tren actualmente es nuestro. Las vidas de todos ustedes están en nuestro poder. Si muevo la punta de mi dedo como una batuta, el destino de este tren cambiara hacia el infierno, así que—será mejor que se preparen.

Justo después, los empleados que rodeaban el salón se movieron al unísono. Borrando sus sonrisas, sacaron sus armas desde sus bolsillos. Entre ellas estaban mescladas Espadas Mecánicas que recordaba haber visto.

–¡¡Todo el mundo!! No los dejen escapar de este lugar—

Más rápido que las palabras, Kufa se movió como un rayo. Recogió 2 tenedores desde la mesa y los arrojo fluidamente. Los 2 cubiertos que dibujaron una trayectoria como balas, atravesaron los hombros de los dos hombres que estaban tomando posición frente a la puerta.

–“ “¿¡Gua…!?” ”

Los hombres dejaron caer sus armas y gimieron sin poder hacer nada. Sin dejar pasar un segundo, Kufa grito.

–¡¡Melida!!

*¡Pikun!*

La chica de cabello dorado levantó su rostro y capto sus intenciones desde la mirada de Kufa. Inmediatamente se giró y agarró las muñecas de sus amigas que seguían atónitas sin moverse del lugar.

–¡Salacha-san, Mule-san! ¡Por aquí!

Mirando de reojo a los vigilantes que seguían agachados, las tres salieron corriendo desde el salón de fiestas. Elise quien las siguió un instante después, cerró la puerta de golpe.

El conductor que se había subido al escenario mordió sus dientes. Y dio un grito que casi estremeció el salón.

–¡¡No se queden ahí mirando!!

La tripulación que había sido tomada con la guardia baja nuevamente comenzó a moverse. Sacando sus armas sin ninguna intención de ocultarlas, ataron a los pasajeros cercanos con sus brazos en la espalda y les apuntaron con sus cuchillas. Incluso las 4 sirvientas que estaban congeladas junto a la pared tenían la punta de una atroz Espada Mecánica apuntándoles.

El conductor que bajo de un salto desde el escenario dirigió hacia Kufa el arma que el mismo había sacado.

–No habrá una siguiente oportunidad, Rey falso… ¡¡Captúrenlo!!

Los tripulantes se apiñaron desde las cuatro direcciones, atando sus manos en su espalda. Las mujeres de los alrededores aun no procesaban la situación. Uno de los tripulantes que había mostrado su verdadera naturaleza completamente, se acercó corriendo hacia el hombre en el traje de conductor, quien seguramente era su líder.

–Cuatro escaparon. ¿Las capturamos?

–No las subestimes. Esas eran Salacha-sama y Mule-sama. Existe el peligro de que la situación se revierta contra nosotros por una de ellas o ambas, pero no quiero dividir demasiado nuestro poder de combate. Por ahora, déjalas. De cualquier manera, ellas mismas tendrán que regresar aquí.

Mirando al Rey que fue atado firmemente con cadenas, el hombre rio con deleite. Comenzó a caminar con grandes zancadas y fijo sus ojos en uno de los pasajeros que estaba completamente tragado por la atmosfera. Y entonces, arrebato la caja cerrada desde las manos de Derby cuyos labios temblaban de miedo.

Bajo su gorra de conductor que llevaba hasta sus ojos, los ojos del hombre brillaron cruelmente.

–Todo lo que necesitábamos ya está en nuestras manos.

***

Luego de asomar su rostro en el pasillo algunas veces, Melida nuevamente cerró la puerta del cuarto de carga. Mientras construía una barricada provisional apilando materiales, giro la cabeza.

–No nos persiguen. Tampoco parece que nos estén buscando. … ¿Por qué será?

–Nos tratan como tontas. De cualquier manera, unas niñas como nosotras—No pueden hacer nada, ¿¡Cierto!? Mientras ponía fuerza en la parte final de su oración, Mule rompió los tacones de sus zapatos de tacón alto.

Enrollando su vestido de fiesta, bajo sus caderas sobre el piso lleno de polvo.

–… ¿¡Que es todo esto!? ¿¡Cómo es que el tren cayo completamente en manos enemigas!?

–¿Pero, como lo hicieron? Kufa-sensei dijo que había elegido una ruta indirecta deliberadamente. Para hacer algo a gran escala como esto, tendrían que haber estado al tanto de nuestros planes.

–… El enemigo quizás no sea solo la casa secundaria de los Shicksal.

Elise dijo eso y todas las demás guardaron silencio. El silencio envolvió la estrecha habitación.

— —Dejemos eso para después. Lo que tenemos que pensar es en que haremos nosotras.

La sirvienta de cabello dorado que estaba mirando la puerta dijo hacia su espalda. La chica con cabello color flor de cerezo levanto su rostro sorprendida.

–¿N-Nosotras…?

–Así es. Solo nosotras pudimos escapar, pero Emmy y las demás, junto con los otros pasajeros fueron capturados—¡Se convirtieron en rehenes! Incluso si Sensei es fuerte, ya no puede moverse.

Melida se dio la vuelta y miro los ojos de sus 3 amigas en turnos. Justo como si se lo estuviera diciendo a sí misma, su voz llena de una firme voluntad comenzó a hilarse desde sus temblorosos labios.

–De ahora en adelante no podremos pedir la ayuda de Sensei. Ningún aliado vendrá a este tren en movimiento. Solo nosotras cuatro tenemos que hacer algo con esta situación.