Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 1: La Hija De Un Soldado I

Capítulo 24: Encuentro con el Comerciante

Tenía razón al limpiar a Lutz contra su voluntad y enseñarle cómo funcionaban las entrevistas. Otto y su amigo estaban bien vestidos y arreglados, mucho más que la mayoría de las personas que pasaban por la plaza.

Realmente desearía que Lutz hubiera conseguido la buena vestimenta de Ralph. Su ropa se ve un poco rara… O, simplemente, no estaba acostumbrada al estilo. Usaron una gran cantidad de telas que formaban cortinas grandes, y no pude encontrar ninguna mancha o parte del remiendo, una gran diferencia con respecto a la ropa que estaba acostumbrada a ver. A juzgar por su ropa solo, podía suponer que el amigo de Otto estaba ganando dinero decente. Su ropa, postura y aspecto afilado eran leguas por encima de los comerciantes que veía en el mercado.

Pero aunque era un comerciante exitoso, no era como un presidente de la compañía. Tenía la intensidad de un CEO que dirigía una firma de capital de riesgo. De un vistazo, su rizado cabello de té con leche le dio una suave impresión, pero sus ojos de color marrón rojizo estaban llenos de confianza y relucían con la aguda ferocidad de un carnívoro.

«Heya, Myne. ¿Supongo que él es Lutz?»

«Buenos días, Otto. Este es Lutz, mi amigo. Gracias por hacer el tiempo para reunirse con nosotros hoy».

No sabía qué saludo funcionaría aquí, así que simplemente hice mi saludo normal de golpecitos en el pecho. Otto saludó a cambio, por lo que no podría haber sido demasiado malo.

«Hola, soy Lutz. Es un placer conocerte.»

Lutz se veía nervioso, pero no se derrumbó bajo la mirada intensa de los dos adultos. Logró terminar el saludo que le había enseñado sin tropezar o dejar que su voz temblara. Desafía uno, completa.

“Benno, esta es Myne, mi asistente y la hija de mi capitán. Myne, este es Benno. Un asociado de mis días como comerciante ambulante”.

«Encantada de conocerte, soy Myne».

No era una costumbre inclinar la cabeza en este mundo, así que me aseguré de mantener la mía mientras lo saludaba con una sonrisa.

«Qué educada. Yo soy Benno Es un placer conocerte también. Hm… Eres una niña bastante educada, eh».

«Ella no es tan joven como parece. Ella tiene seis años».

Otto hizo un seguimiento de mi edad para Benno, ya que probablemente me veía como una niña de cuatro años. Benno abrió mucho los ojos, miró a Otto con diversión, luego curvó sus labios en una sonrisa.

«… ¿Tu asistente ni siquiera ha sido bautizada?»

«Aah, bueno, en realidad. Estoy enseñándole a leer y escribir para que pueda ser mi asistente».

«Seguro que lo hiciste sonar como si ya te estuviera ayudando un poco».

«… Déjalo ir, hombre».

El subtexto de su conversación hizo que un escalofrío me recorriera la espalda. ¿Podríamos Lutz y yo realizar una entrevista que estos dos aceptarían? Por alguna razón… Tengo la sensación de que ninguno de los dos nos mostraría misericordia, aunque seamos niños antes del bautismo.

Benno me miró desde arriba, con suspicacia, y comenzó a hablar.

«Hay algo de lo que estoy realmente curioso. ¿Te importa si empiezo con una pregunta?”

«De ningún modo. ¿Qué es?»

«¿Qué es ese palo pegado en tu cabeza?»

Hm… Entiendo. Estás preguntando eso ahora porque sería incómodo sacar a la luz cosas casuales después de rechazarnos, ¿verdad? ¿La entrevista ni siquiera ha comenzado y ya estás a punto de rechazarnos?

Con una sonrisa falsa pegada en mi cara, me saqué el bastón del cabello y se lo tendí a Benno mientras mantenía mis ojos fijos en él para intentar recopilar cualquier información que pudiera sobre su reacción.

«Este es un (palo de pelo). Se usa para mantener el cabello recogido».

Otto también parecía tener curiosidad al respecto, dado que tanto él como Benno lo examinaron con curiosidad. Lo levantaron, lo giraron y lo miraron fijamente. Um… Es solo un palo. No hay trucos ni nada.

«Parece un palo simple».

«UH Huh. Es un palo de madera que mi papá me talló de una rama».

«¿Puedes atar tu cabello solo con esto?»

«Sí». Me devolvió el bastoncillo y me puse el pelo en su estilo habitual. Recogí un poco de mi cabello, lo envolví alrededor del palo, lo giré y luego lo empujé hacia adelante para asegurarlo en su lugar. Lo hice todos los días, así que estaba acostumbrada.

«Oh, hoh… Impresionante».

Era la primera vez que alguno de ellos me veía hacer mi cabello, así que tanto Lutz como Otto lo miraron con los ojos muy abiertos.

Benno de repente extendió la mano y tocó mi cabello, luego frunció el ceño.

«Oye. Tu cabello también es bastante impresionante. ¿Qué diablos te estás poniendo?”

A diferencia de sus dedos, que me tocaban el pelo con suavidad, como si se diera cuenta de su valor, su mirada era tan aguda que casi me quedé sin aliento por la sorpresa.

Podía decir por sus ojos que había encontrado algo para obtener beneficios, y teniendo en cuenta cómo todas las señoras mayores se lanzaron sobre el champú en el bautismo de Tuuli, podía imaginar que mi simple champú todo en uno sería muy valioso.

«Es una combinación de cosas comunes, pero los detalles son un secreto».

«Chico, ¿tienes las mismas cosas en tu pelo?»

«Myne me lo dijo, diciendo que necesitaba verme limpio para esto…»

Ah… Sr. Benno. ¿Acabas de hacer clic en tu lengua? ¿Me tomaste a la ligera, pensando que te lo diría de inmediato porque soy una niña? Demasiado. Tu entrevista con Lutz aún no ha comenzado. No soltaré una carta valiosa en mi mano durante esta escaramuza preliminar. Benno y yo nos dimos sonrisas falsas, con chispas volando, hasta que Otto dejó escapar un suspiro y se rascó la cabeza.

«Así que. ¿Quieres convertirte en un comerciante ambulante, Lutz?”

La entrevista finalmente estaba comenzando. Oí a Lutz tragar fuerte a mi lado. Has estado pensando en esto desde ayer, ¿verdad? Ahora es tu momento de brillar. ¡Diles tu motivación y consigue el éxito! Apreté sigilosamente la mano de Lutz, esperando poder transmitir que lo estaba apoyando desde un costado.

«Ah. Correcto. YO…»

«Renuncia».

Fue detenido antes de que pudiera siquiera explicarse. ¡Al menos déjale que te cuente en qué trabajó tan duro para pensar! Grité por dentro mientras Otto miraba a Lutz con una mirada incómoda y amarga.

«Sólo un idiota renunciaría a la ciudadanía de su ciudad».

«…Señor Otto, ¿qué es la ciudadanía de la ciudad?»

Dejo que una pregunta salga por accidente. Nunca había escuchado esa frase antes. Podría imaginar que significaba el derecho de uno a ser un ciudadano que vive en una ciudad. Pero no sabía si era o no similar a la ciudadanía japonesa, que se otorgó a cualquier persona nacida en Japón, incluso si no lo sabían hasta que aprendieron en la escuela.

«Es el derecho a vivir en esta ciudad. Al mismo tiempo, es una prueba de su identidad. Cuando cumples siete años y te bautizas en el templo, te registras como ciudadano de la ciudad. La ciudadanía lo cambia todo, ya sea para conseguir un trabajo, casarse o alquilar una casa. Cuesta una cantidad ridícula de dinero para que un extranjero se registre en el templo, obtenga la ciudadanía y gane el derecho a vivir en la ciudad propiamente dicha».

«Señor Otto, ¿pagaste ese dinero?”

«Claro que sí».

Otto asintió con el ceño fruncido, probablemente recordando cómo era eso.

Benno sonrió y señaló a Otto.

«Este tipo abandonó todos sus ahorros para poder casarse con Corinna».

«Quería quedarme lo suficiente como para comprar una tienda aquí, pero me costó todo lo que tenía para pagar la ciudadanía».

No tenía idea de cuánto dinero habría ahorrado un comerciante ambulante, pero tuve la sensación de que nada sería suficiente para pagar la ciudadanía, el matrimonio y abrir una tienda.

“Además, vivir en una ciudad y vivir en la carretera son completamente diferentes. Escucha, Lutz. ¿Sabes cómo es vivir la mayor parte de tu vida en un carruaje tirado por caballos?»

«… No».

Lutz negó con la cabeza. Tomó como máximo dos horas caminar de un lado a otro de la ciudad, por lo que los niños de la ciudad caminaron fundamentalmente por todas partes. Lutz probablemente nunca había montado en un carruaje en su vida, por lo que probablemente no podía imaginar una vida así.

«Tomar agua, por ejemplo. ¿Qué haces si necesitas agua?”

«La sacaría del pozo».

«Correcto. Pero no hay pozos en la carretera. Tienes que encontrar tus propias fuentes de agua».

«Un río podría…»

Lutz se imaginó de inmediato el uso de un río como fuente de agua, como el del bosque. Pero no es como si estuviera viajando junto a un río todo el tiempo. Y dado lo caro que era el papel, no podía imaginar que todos los comerciantes ambulantes tuvieran un buen mapa.

«Cuando un comerciante ambulante abandona la ciudad por primera vez, no sabrán dónde están los ríos, Lutz. No viajará al lado de uno todo el tiempo, así que…» dije.

«Myne tiene razón. Por lo general, siempre sigues las mismas rutas. Aprende más a medida que pasan los años, intercambias información y, gradualmente, llegas a saber qué carreteras son seguras y dónde están las fuentes de agua utilizables. Tú pasa esa información a sus hijos y ellos heredan sus rutas. No hay espacio para otras personas en el medio del carruaje estrecho en el que vives. Y ahora, la parte más importante: donde terminan los comerciantes ambulantes. ¿Sabes lo que quieren los comerciantes ambulantes más que cualquier otra cosa?”

Lutz se calló y negó con la cabeza.

“La ciudadanía de la ciudad”.

«¡¿Qué?!”

“Quieren terminar su dura vida en la carretera y vivir en una ciudad algún día. Quieren tener una tienda en una ciudad y hacer negocios de manera segura. Para eso ahorran dinero. Ese es el sueño de un comerciante ambulante. Ningún comerciante ambulante se llevará a un niño que ya tiene una ciudadanía. Si quieres seguir este camino en la vida, debes comenzar por tu cuenta. No hay un sistema de aprendizaje para comerciantes ambulantes».

Si el sueño de un comerciante ambulante era la ciudadanía, Otto ya había logrado su sueño. No consiguió la tienda que aparentemente quería, pero aún así, no sabía por qué un comerciante se habría convertido en un soldado.

«Señor. Otto, ¿por qué elegiste convertirte en un soldado?”

«¡Espera! Detente. ¡No preguntes a eso— mahggh!»

Benno comenzó a decir algo, pero Otto se tapó la boca con la mano e hizo una audaz proclamación.

«Para casarse con Corinna».

«¡Yo-yo quiero saber los detalles!»

«Escucha, niña, no quiero escucharlos. Nunca se callará una vez que comienza.»

Benno intentó apresuradamente detenerme, pero los ojos de Otto ya estaban brillando.

«En efecto. Todo comenzó poco después de que entré en la edad adulta. Vine a esta ciudad y me enamoré de Corinna a primera vista. Era como una flecha que perfora mi corazón, o los propios cielos brillando sobre nosotros. En cualquier caso, no pude ver nada más que a Corinna. Sabía en mi corazón que ella era la única con la que me gustaría casarme, e inmediatamente la cortejé».

«… No esperaba que usted fuera tan apasionado, Señor Otto».

Aparentemente, incluso un antiguo comerciante con ideas oscuras que se esconden detrás de una cálida sonrisa podría enloquecerse con amor. Sus ojos marrones y su cabello castaño oscuro le dieron un aura tranquila y realista, por lo que me costó imaginármelo apasionado por el amor.

«Eso es lo maravilloso que es Corinna. Bueno, lancé un ataque bastante impresionante, pero ella me rechazó al principio. Es una costurera famosa y hábil y quería preservar las relaciones laborales que había formado en la ciudad. Me dijo que no podía vivir una vida de viaje, como recuerdo».

Es cierto que necesitas valorar a tus clientes habituales, y si ella es hábil, probablemente gane suficiente dinero para tener una vida satisfactoria. No puedo culparla por no tirar su vida estable para convertirse en un viajero. Sin mencionar que desde su perspectiva, Otto saliendo de la nada y tratando de coquetear con ella se vería bastante sospechoso. Podía imaginarla sospechando que él estaba tratando de engañarla.

Asentí con interés mientras escuchaba, y los relatos de amor de Otto se intensificaron gradualmente. Él habló más fuerte con más fuerza y comenzó a agitar sus brazos alrededor.

“Cuando Corinna me dijo que planeaba casarse con un hombre de esta ciudad, me sorprendió tanto que fue como si un rayo me hubiera golpeado. Ni siquiera podía imaginar a otro hombre casándose con Corinna, y después de pensar desesperadamente en una solución, fui directamente al templo y compré mi ciudadanía».

«¿Qué? Espera un segundo. ¿No es un poco repentino?”

Miré a Benno para ver si el comportamiento de Otto era normal en este mundo y lo vi frotándose las sienes con una expresión agotada.

«… Sí, incluso un niño se daría cuenta de eso. Y eso no es todo. El dinero que Otto gastó en la ciudadanía aquí fue el dinero que planeaba gastar en abrir una tienda en la ciudad donde sus padres compraron su ciudadanía».

“¡¿Qué?!”

El precio de comprar la ciudadanía en una ciudad se redujo a la mitad si sus padres tenían la ciudadanía en la ciudad, y Otto había estado planeando usar el resto para abrir una tienda, según Benno. Usar los ahorros de tu vida para tener una oportunidad con una chica que acabas de conocer en lugar de abrir una tienda no era algo que un comerciante calculador haría. Era algo que haría un toro arrasador con solo su objetivo a la vista.

«Quería abrir una tienda en esta ciudad, pero no tenía dinero ni tenía conexiones en ese momento. Sabía que convertirme en un soldado le mostraría a Corinna que estaba decidido a abandonar mi vida de comerciante y comenzar una vida aquí con ella, así que le pregunté a su padre, a quien había llegado a conocer al pasar por la puerta, y me contrató como Un soldado que se ocuparía de su papeleo. Aaah… Pensando en eso ahora, Corinna se sorprendió cuando le propuse matrimonio después de comprar mi ciudadanía y convertirme en un soldado».

Bueno, quiero decir… Naturalmente. No hay una mujer joven en el mundo que no se sorprenda al ver a alguien deshacerse de sus ahorros y cambiar su vida solo para casarse con ella. Quiero preguntarle a Corinna su perspectiva. ¿Dijo que sí porque sintió la necesidad de mantener a Otto en control, o porque su corazón se agitó ante la gran intensidad de su amor por ella? Siento que su historia será completamente diferente a la de Otto.

“Pasé días cortejándola, y eventualmente me casé con su familia, en lugar de ella con la mía. ¡No tienes idea de lo linda que se veía Corinna cuando se rió y me llamó el hombre más persistente que había conocido! Y ahora…»

Otto comenzó a hablar largamente sobre lo linda que era su esposa. Él simplemente no se detendría. Deseé que no usara las excelentes habilidades de comunicación que acumuló durante años como comerciante solo para alardear de su esposa. Quiero decir, Lutz estaba sentado allí, abrumado por la interminable inundación de jactarse. Había oído que Otto era todo acerca de su esposa, pero pensaba que papá solo estaba exagerando. Él no lo era.

… ¿Qué tengo que hacer? No pensé que Otto fuera este tipo de persona. Miré a Benno en busca de ayuda, y después de hacer contacto visual, él se encogió de hombros. Parecía acostumbrado a esto.

«Otto, no olvides por qué estamos aquí. Deja de hablar de la esposa y vuelve al tema».

«¡Ejem! Lo siento. De todos modos, eso es todo. Renuncia a ser un comerciante ambulante”.

¿Qué quieres decir con eso? Quería burlarme de él un poco, pero me tragué el impulso. Se salió del tema, pero nos enteramos de que los comerciantes ambulantes no tenían un sistema de aprendices, que ser un comerciante ambulante es rudo, que la ciudadanía que tenemos es importante y que caer enamorado en el amor es demasiado aterrador.

Lutz, habiendo sido dicho que abandonara sus sueños, agachó la cabeza hasta un punto deprimente. Había pensado mucho acerca de sus motivaciones, pero fue rechazado antes de que pudiera siquiera decirlas, y luego se dio cuenta de la dura realidad de ser un comerciante ambulante que se estrelló contra su cara junto con interminables alardes. Cualquiera se deprimiría.

«… Lutz, esto es algo que Myne sugirió, ¿por qué no intentas convertirte en un aprendiz de comerciante normal? Al menos podrás salir de la ciudad para comprar mercancía».

«¡¿Myne?!» La cabeza de Lutz se alzó y me miró. Sus ojos ardiendo de ira dejaron en claro que estaba pensando: «¿Sabías que no sería capaz de convertirme en un comerciante ambulante?»

«Pensé que sería mejor para ti si lo escucharas directamente de un antiguo comerciante ambulante. Creerás a Otto antes de lo que me creerías, ¿verdad? Ya que hemos crecido en la misma ciudad».

«… Ah».

Debo haber estado exactamente en lo cierto, dado que Lutz desvió la mirada incómodamente.

«Sabía por Otto que ser un comerciante ambulante sería difícil, así que pensé que sería mejor si inicia un trabajo que le permita salir de la ciudad y que tu familia no lo rechace. Además, no sabía nada de esto hasta ahora, pero no creo que debas tomar un trabajo que te haga perder la ciudadanía de tu ciudad».

«… Sí.»

El discurso de Otto definitivamente le había dado a Lutz algo en que pensar. Escuchar la experiencia de la vida real de Otto fue definitivamente más influyente para él que cualquier otra cosa que pudiera haber dicho.

«Papá me dijo que el Sr. Otto tenía algunas conexiones con comerciantes de esta ciudad, así que solo le estaba pidiendo que te presentara a uno de ellos si terminabas deseando eso. Puedes rechazarlo si quieres, Lutz”.

«… Huh. Realmente lo pensaste bien”.

Lutz dejó escapar un suspiro y buscó a Benno. Yo también lo miré. Si Lutz quisiera ser aprendiz de comerciante, tendríamos que tratar con Benno, no con Otto.

«Y es por eso que estoy aquí. ¿Quieres ser un comerciante, muchacho?”

«Sí».

Lutz asintió, y Benno entrecerró sus ojos rojos. El ambiente informal que tenía al escuchar a Otto alardear de su esposa había desaparecido por completo. Miró a Lutz con los ojos entrecerrados de un depredador que había encontrado una presa para conquistar.

«Hm. Entonces, ¿qué tienes que vender? ¿Qué te gustaría vender como comerciante?”

«¿Qué?»

Era normal que los entrevistadores preguntaran por qué el solicitante quería trabajar para ellos, pero Lutz había estado pensando en las razones por las que quería convertirse en un comerciante ambulante. No fue tan fácil para él encontrar una nueva razón para convertirse en un comerciante normal en el acto.

«Le pregunto qué quiere hacer como comerciante y qué puedes hacer».

«YO…»

¡Gyaaah! ¡Esta entrevista es demasiado intensa para un niño de seis años! Quería decirle a Benno que se relajara un poco, pero para los comerciantes, cada aprendiz involucraba una cantidad significativa de tiempo y dinero gastado. No tenía ninguna razón para tomar a Lutz bajo su ala y perder una conexión tan débil como «el ayudante de Otto». Si Lutz no tenía algo útil para Benno, como la determinación, la motivación o la información adecuadas sobre un producto que valdría la pena, no sería sorprendente para él ser rechazado de inmediato. Realmente, deberíamos estar agradecidos de que él estuviera dispuesto a reunirse con nosotros.

«Si no tiene una respuesta, hemos terminado aquí».

Pude ver a Lutz bajar un poco los ojos y morderse el labio con frustración. No sabía si lo que iba a decir ayudaría a Lutz o lo empujaría a un camino de lucha innecesaria. Dependería de él.

Le susurré en voz baja a Lutz para que solo él pudiera oír.

«… ¿Harías mi papel, Lutz?»

«Lo haré.»

Lutz levantó su cabeza. Me apretó la mano con fuerza. Podía sentirlo temblar, pero Lutz estaba mirando a Benno con una expresión feroz.

«¡Sí, tengo algo que quiero hacer! ¡Quiero hacer todas las cosas que Myne piensa!»

«UH, Huh. Eso es lo que has estado haciendo durante mucho tiempo».

«Myne ‘se presionará demasiado sin mí’, así que haré las cosas para ella».

 Lutz… estoy orgullosa de ti. Dijiste lo que necesitabas decir. Benno se ve realmente sorprendido en este momento.

Al final, no sabía si metí a Lutz en esto o si Lutz me metió en esto, pero si Lutz estaba dispuesto a hacer lo que yo no podía, entonces estaba dispuesto a hacer lo que Lutz no podía. Y a diferencia de él, tenía mucha experiencia en entrevistas de trabajo.

Sin dejar de mirar a Benno, sonreí alegremente. Respiré hondo, lo dejé salir y comencé a hablar.

«Quiero hacer y vender papel que no esté hecho de piel de animal. Será más barato de hacer que el pergamino, por lo que creo que será muy rentable».

Al oír eso, Benno hizo una mueca. Me miró con una mirada mucho más intensa de lo que había mirado a Lutz y habló en voz baja y áspera.

«… ¿Quieres ser un comerciante también, niña?»

«Sí. Es mi segunda opción.» Asentí con una sonrisa, y Otto parpadeó confundido.

«¿Es tu primera opción hacer el papeleo en la puerta?»

«No, quiero ser (bibliotecaria)».

Los tres parecían confundidos. Como se esperaba, no habían entendido lo que dije.

«… Nunca he oído hablar de eso antes».

«Quiero trabajar en un trabajo donde administro una gran cantidad de libros».

Después de explicar lo que era un bibliotecario en términos simples, Benno se echó a reír.

«Pfff… Jaja, lo siento, pero ese es un trabajo que solo los nobles pueden hacer».

«… Lo sabía».

Maldita sean, nobles. Pensé que si solo los nobles tuvieran libros, entonces los bibliotecarios que los manejaban también serían nobles. La discriminación basada en el estado me enfureció.

«Pero espera. ¿Papel que no es pergamino, dices? ¿Tienes algo a mano?”

Me miró, visiblemente en guardia. Podía adivinar que estaba calculando los efectos y el beneficio potencial que tendría la introducción de un papel distinto del pergamino en el mercado.

«Aún no.»

«Entonces hemos terminado aquí».

Dijo que habíamos terminado, pero definitivamente estaba interesado. Probablemente podría empujarlo a un compromiso en ningún momento. Amplié mi sonrisa.

“Si solo quieres un ejemplo de la vida real, puedo hacer uno. Nuestro bautismo es el verano del próximo año, así que haré prototipos de mi papel para la primavera. Entonces puedes decidir si puedes usarlos o no».

«… Está bien».

Benno tenía la intención de rechazarnos, pero al final logré posponer su decisión. Una victoria clara y espléndida.

«Muchas gracias, señor Benno».

«Todavía no he dicho que sí».

«Pero aún así, nos has dado la oportunidad de intentarlo».

Ahora Lutz y yo tuvimos que hacer nuestro mejor esfuerzo. Su trabajo y su futuro estaban en juego aquí, por lo que probablemente trabajaría duro. No pude evitar sonreír después de darme cuenta de que ahora, de la nada, tenía la oportunidad de conseguir finalmente el papel.

«Vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo, Lutz».

«Sí.»

«Señor Otto, muchas gracias por presentarnos al Sr. Benno”.

Expresé mi gratitud a Otto, que nos estaba mirando mientras sonreía. Gracias a sus esfuerzos, Lutz había renunciado sabiamente a convertirse en comerciante ambulante y había dado el primer paso para convertirse en aprendiz de comerciante. Ese fue el mejor resultado posible que había previsto para esta reunión.

«Este día de descanso terminó muy divertido. Espero con ansias la próxima vez que pases por la puerta».

«Yo también».

Parecía que Otto también nos dio una calificación aprobatoria. Suspiré de alivio y, habiendo notado que Otto estaba sugiriendo sutilmente que termináramos la reunión aquí, comencé a caminar con Lutz. Ah… espera. Casi lo olvido.

«¡Um! Acabo de recordar que tengo algo que quiero preguntarles, Sr. Otto. ¡Señor Benno!”

Me detuve, me di la vuelta y vi que Otto y Benno también habían comenzado a caminar. Ambos se dieron vuelta al mismo tiempo.

«¿Sí? ¿Qué pasa?» Dijo Otto.

«¿Alguno de ustedes sabe de una enfermedad en la que hay calor dentro de usted que crece y se contrae rápidamente?» Otto había viajado por el mundo y Benno parecía un tipo con conexiones en todas partes, por lo que era posible que uno de ellos supiera sobre el calor dentro de mi «Se siente como el calor está consumiendo tu propio ser, y si lo presionas desesperadamente, se contrae. Lo siento por la explicación subjetiva, pero…»

«Ninguna pista. Nunca he oído hablar de algo así». Otto se encogió de hombros.

Miré hacia Benno. Bajó los ojos brevemente y luego sacudió la cabeza lentamente.

«…Nunca lo oí.»

Si ninguno de los dos estaba familiarizado con él, entonces era seguro para mí asumir que nadie en mi esfera de interacción sabía lo que era. Al parecer, estaba enfermo con algo bastante raro.

«…Bueno. Gracias.»

Lutz y yo reanudamos la marcha, cogidos de la mano. No aprendí nada nuevo sobre mi enfermedad, pero gané un empleo condicional y obtuve una ayuda para hacer papel. Un paso adelante.

«Hagamos papel juntos, Lutz».

«¡Sí!» Lutz, habiendo logrado seguir un camino en la vida sin la ayuda de su familia, me dio una sonrisa llena de esperanza y emoción.