Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 1: La Hija De Un Soldado I

Epílogo: En Casa De Otto

 

 

Otto regresó a casa con su amada esposa después de la reunión con Myne y Lutz.

«Estoy en casa, Corinna. Acabo de regresar. Benno está conmigo».

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«Bienvenido a casa, Otto. Espero que hayas vigilado bien a mi hermano. Aunque no puedo decir que apruebo que vuelvas a casa con una sonrisa después de molestar a esos jóvenes niños antes del bautismo».

«Te ves linda incluso cuando estás haciendo pucheros».

Otto envolvió sus brazos alrededor de las caderas de su adorable esposa y besó su cabello color crema varias veces antes de dirigirse a la sala. Benno le dio un golpe en la cabeza y le dijo: «Haz eso cuando no esté cerca».

Otto, que estaba tan completamente dedicado a su esposa como él, quería responder con «No interrumpas nuestro dulce tiempo juntos», pero si decía que frente a Corinna ella probablemente se enojaría y diría que no la avergonzaría. Frente a su hermano, por lo que tuvo que tragarlo.

El salón de la casa de Otto generalmente se usaba como una sala para que Corinna tuviera reuniones con sus clientes. El centro de la habitación tenía una mesa circular, a diferencia del comedor, y tenía sillas de cuatro patas alrededor. El lado derecho de la habitación tenía un estante con muestras de ropa que había cosido antes. En la pared izquierda colgaban tapices que ella había cosido con telas sobrantes.

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«Maaan, no esperaba que las cosas fueran así en absoluto. Pensar que ella forzaría a Benno a negociar así…”

Otto, sentado en una de las sillas, sonrió al fruncir el ceño a Benno que estaba sentado frente a él.

«¿Oh? Mi hermano, ¿obligado a negociar? Por favor, comparte los detalles conmigo, querido Otto”.

Los ojos grises de Corinna brillaron y acercó un poco su silla hacia Otto mientras pedía detalles con una dulce voz. Era raro que ella actuara tan dulce, así que mientras aplaudía con entusiasmo por Myne en el interior, Otto le contó casualmente lo que había sucedido.

«… Y así, Myne hizo que la reunión fuera mucho más interesante de lo que pensé que sería».

«Myne es la hija de tu capitán, ¿verdad? El que dijiste era increíblemente inteligente».

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«Sí, esa es la única. Pero ya sabes, ha pasado casi medio año desde que se convirtió en mi asistente y todavía no la entiendo. Ella es tan anormal que realmente no tengo idea de qué tipo de crianza haría a una niña como ella».

Otto había conocido a todo tipo de personas de diversos estados en todo el mundo como comerciante ambulante, por lo que la anomalía de Myne se destacó aún más para él. Lo mismo sucedió con Benno, que lo había acompañado hoy a su encuentro. Benno conocía a personas de todos los rangos de la sociedad gracias a la variedad de su trabajo como comerciante. Mientras que Otto, el antiguo comerciante ambulante, tenía un amplio pero escaso conocimiento, Benno, el rico comerciante de la ciudad, tenía un profundo y profundo conocimiento de la gente de su ciudad.

«Oye, Otto. ¿Era realmente la hija de un soldado?”

«Sí. Ni una sola duda al respecto. Pero estoy contigo en pensar que eso es extraño».

«¿Qué quieren decir ustedes dos?» Corinna inclinó la cabeza, curiosa.

Otto pensó en lo que hacía que Myne pareciera raro y dijo lo que se le ocurría.

“Primero, sus mirada. Ella es demasiado limpia para ser la hija de un soldado. Su ropa es el tipo de manos desaliñadas que usted esperaría, pero su piel y su cabello están limpios como un silbato. El capitán es un hombre mayor como cualquier otro soldado, pero ninguna de sus hijas está sucia en absoluto».

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«¿Tal vez su madre solo los cuida?»

Corinna había sido criada como la hija de un rico comerciante, y aunque había visto a personas pobres en la ciudad, no entendía bien su estilo de vida. Tomó tiempo, dinero y recursos para cuidar la piel y el cabello. Ella no entendía que aquellos en la pobreza no tenían el margen de maniobra para ahorrar nada de eso.

«Mmm, la vi durante el invierno, y no parecía que su madre estuviera poniendo tanto esfuerzo en el aseo. Aunque ella y Myne se parecen. Es una verdadera belleza, totalmente malgastada con el capitán.»


A Myne le habían dicho que esperara en la puerta durante el invierno, una vez que la familia salía a reunirse. Otto vio a su madre cuando vino a buscar a Myne, pero no tuvo la impresión de que estaba particularmente más limpia que el promedio.

«… ¿Crees que Myne también es rara, hermano?»

Benno dejó su taza, miró al techo y dejó escapar un suspiro lento.

«Sí. Su cabello era el color de la noche, tan sedoso que la luz brillaba en él. Su piel era de un blanco puro sin que se encontrara una mota de suciedad. Sus manos eran suaves como las de un noble que no sabe nada de trabajo o tareas domésticas. Incluso sus dientes eran blancos. Todo en ella estaba en conflicto con su ropa harapienta. No importa cómo lo mire, las cosas no se suman».

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«¡¿Un pelo tan sedoso que la luz brilla fuera de él, dices?! ¡¿Qué hace ella para hacerlo así?!”

«¿Qué? Corinna, ya eres bastante bonita».

«Tranquilo, Otto. Le estoy preguntando a mi hermano».

Otto parpadeó sorprendido de lo sería que era. A las mujeres realmente les importaba lo sedoso que era su cabello. Corinna rara vez mostraba tanto interés en nada más que en coser.

«Parece que le está poniendo algo, pero no me dijo nada». La respuesta de Benno llevó a Corinna a mirar a Otto con los ojos llenos de esperanza.

«¿Ella te lo diría, Otto?»


«… Ella probablemente está en guardia ahora. No creo que ella me lo diga”.

Sin embargo, Otto resolvió preguntarle a Myne la próxima vez que la viera, por el bien de su esposa, que quería conocer el secreto del cabello sedoso. Era un hombre que haría cualquier cosa por su amada.

Otto continuó: «Bueno, además de su cabello, tiene las manos limpias ya que es demasiado pequeña y débil para ayudar mucho en la casa. Es probable que su piel sea tan blanca porque está en cama con fiebres todo el tiempo y no sale mucho al sol».

«… Ahora que lo mencionas, nuestra reunión originalmente se pospuso porque ella se enfermó», murmuró Benno para sí mismo. Otto asintió con el ceño fruncido, recordando lo doloroso que había sido lidiar con el hecho de que el capitán se había puesto en pie después de cinco días de fiebre fuerte de Myne.

«Si Myne se ve como se ve debido a que está enferma, ¿deberían ustedes dos realmente llamarla anormal?»

Corinna determinó a partir de su conversación que Myne no era un gran problema. Ella se encogió de hombros como si hubiera perdido interés, pero Benno negó con la cabeza.

«No, no es sólo su apariencia. Lo que realmente me llamó la atención fue su actitud y tono. Ella se comportó de una manera que solo aquellos entrenados para hacerlo lo harían. Esto es un tramo, pero sus padres no son nobles caídos que son estrictos con su crianza, ¿verdad?»

«El capitán tiene otra hija, y ella es normal. Ella también tiene el pelo sedoso y la piel relativamente limpia, pero eso es todo. Ella no se queda como Myne».

Benno asintió ante la explicación de Otto y miró a Corinna de frente.

«Corinna, había mucho más sobre esa chica que su apariencia. Tenía las agallas suficientes para no mirar hacia otro lado cuando la miraba, la inteligencia para ocultarme los detalles de su cabello y darle la vuelta a las cosas a su favor, el coraje de apostar por hacer un prototipo con una fecha límite, las habilidades de negociación para agregar condiciones, a sus términos… Nada acerca de ella era como una niña que aún no ha sido bautizada».

«¿Existe un niño que no apartó la mirada después de que los miraste? Esa chica es ciertamente extraña, ¡no hay duda!”

Exclamó Corinna, con los ojos muy abiertos. Benno era el hijo mayor de la familia y Corinna la menor, de modo que cuando su padre murió poco después de su nacimiento, Benno había ocupado su lugar de muchas maneras. Ella había crecido siendo regañada por Benno y, por lo tanto, sabía muy bien lo aterradora que podía ser su mirada.

«Aaaah, ya sabes, ella tiene una gran memoria y mente para las matemáticas también. No podía creerlo cuando le di esa pizarra. Ella sabía cómo sostener el lápiz y usarlo sin ninguna instrucción. Casi como si ya supiera escribir, de alguna manera”.

«¿Tal vez aprendió de mirarte?» Sugirió Corinna mientras le servía más vino a Otto, habiendo notado que su taza estaba vacía.

Otto tomó un sorbo mientras pensaba cómo expresar su respuesta.


«Bueno, le mostré cómo lo hice, pero no es tan sencillo escribir sin tener que practicar. Podría explicar cómo sostener un lápiz a un niño durante cien años y al principio todavía tendría dificultades para dibujar líneas. letras, tanto más».

«Tienes un punto…»

Corinna supo por haber enseñado a sus propios aprendices que las explicaciones verbales por sí solas no eran suficientes para que los niños aprendieran.

«Las habilidades matemáticas de Myne también son extrañas. Ella dijo que su madre le enseñó sus números en el mercado, pero que saber sus números no significa que sepa cómo hacer matemáticas, ¿no?»

«Espera», dijo Benno.

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“Los aprendices en mi casa saben cómo hacer un poco de matemáticas. Aprenden de pasar tiempo con sus padres”.

La mayoría de los aprendices de comerciantes eran hijos de comerciantes, por lo que muchos de ellos sabían leer, escribir y hacer matemáticas en algún nivel en el momento de su bautismo. Otto mismo había aprendido a leer y hacer matemáticas mientras viajaba por el mundo con sus padres comerciantes. Pero la matemática que Myne podía hacer era en un nivel completamente diferente.

“Myne sabe mucho más que un poco de matemáticas. Los informes de presupuesto implican calcular el stock y el precio de todas las cosas que usamos en la puerta sur, ¿sí? Los números se vuelven mucho más grandes que los pequeños en el mercado. Dígitos múltiples más grandes. Pero puede calcularlos sin problemas, como si fuera la cosa más natural del mundo. Y ella ni siquiera usa una calculadora. Ella solo escribe los números uno al lado del otro en la pizarra».

«… Lo sabía, has estado haciéndola trabajar como tu asistente. ¿Cómo puedes hacer que a un niño pequeño le guste esa ayuda con los informes de presupuesto? Vergonzoso.»

Otto, mirando a la sonrisa divertida de Benno, bajó la voz.

«Nunca le he dicho esto a nadie, pero escucha. Ella está haciendo la mayor parte de mi papeleo por mí. El setenta por ciento, al menos”.

«… ¡¿Qué?!»

«… ¿Setenta por ciento? Querido…»

Ambos se sorprendieron. Benno se congeló brevemente, los ojos se abrieron de par en par en shock y Corinna no era muy diferente.

Otto no pudo evitar reír.

«Si ella supiera leer más palabras, lo estaría haciendo todo. Ella es otra cosa. Una vez, fui a una reunión y ella se ocupó perfectamente de la carta de presentación de un noble».

Ese incidente realmente lo sorprendió. Otto había recibido el informe de Myne después de la reunión. Ella le dijo que un comerciante con una carta de presentación de un laico estaba esperando.

Normalmente, los visitantes con cartas de un noble que les presenta a otro noble reciben la máxima prioridad, y sus necesidades se acomodaron de inmediato para que pudieran enviarse a las puertas del castillo tan pronto como sea posible. Incluso los plebeyos son tratados como laicos.

Ese día, sin embargo, una reunión estaba siendo celebrada por un archinoble. Era obvio que el archinoble debía ser priorizado. Pero un error en el tratamiento y el visitante podría potencialmente enfurecerse lo suficiente como para usar su carta de presentación como un escudo para forzar su entrada a la reunión, lo que provocaría la ira de los archinoble y la espiral fuera de control.

La situación era compleja, y en medio de esa complejidad, Myne explotó el orgullo del comerciante común enviándolos a la sala de espera para los nobles, y enmarcó la situación de una manera agradable al decirles que se está llevando a cabo una reunión de archinoble.

Para colmo, ella dio un informe sobre la situación tan pronto como terminó la reunión, lo que evitó hábilmente una situación en la que el comandante se fue antes de dar la firma adecuada. La situación se resolvió rápidamente y de tal manera que el comandante podría reprender al soldado confundido por confiar en la ayuda de un niño. Fue perfecto.

«Ella debe ser increíble, entonces.»

«Es una forma increíble de decirlo, pero es más como… ella es anormal. Algo es raro en ella. Pero no creo que su papá, el capitán, haya notado eso en absoluto. La trata como si fuera una hija linda y enfermiza. Si no hubiera dicho que quería convertirla en mi asistente, probablemente nunca se habría dado cuenta de lo inteligente que es ella».

«Bien por ella que tiene padres densos. Si se hubieran dado cuenta, podrían haberla echado por un fenómeno», dijo Benno, haciendo que Corinna frunciera el ceño.

«No bromees sobre eso. No quiero imaginarlo».

«No te preocupes, Corinna. Incluso si sus padres la echaban, Benno la recogería. Tiene la habilidad suficiente para luchar contra Benno y ganar», dijo Otto con una sonrisa. Corinna se rió.

«… Oye, Otto. ¿Crees que esa chica realmente va a hacer esas cosas?»

Benno le dio una mirada dura a Otto mientras tamborileaba sus dedos sobre la mesa. Sus ojos de color marrón rojizo se habían convertido en los de un comerciante que buscaba el futuro con fines de lucro.

«¿El papel que no es pergamino hecho de piel de animal? Sí, ella lo logrará. No hay duda de eso.»

«Pareces bastante confiado en ella.»

«No hace mucho le di la idea de que si ella no podía hacer algo por sí misma, debía hacer que otra persona lo hiciera. Ahora que Lutz se ha convertido en sus brazos y piernas, no tiene nada que temer».

Myne se había sentido frustrada por su debilidad por encima de todo, lo que era una clara señal de que conocía el método para hacer papel y que simplemente no podía ejecutarlo. Ella había dicho que haría prototipos precisamente porque sabía que podía hacerlo. Otto no creía que ella hubiera estado jugando en absoluto.

“… Un papel como ese dará vuelta el mercado al revés. Me pregunto cómo debería tratar con ella.”

«Woah ahora, ¿estás pensando en contratar a Myne?»

Otto, sintiendo por las palabras de Benno que intentaba tomar no solo a Lutz sino a Myne también como aprendices, abrió los ojos con sorpresa.

«¡Por supuesto! ¿Crees que voy a dejar que alguien más la tenga? ¿Tienes alguna idea de cuántos productos inventará ella sola? Esa barrita de pelo, esas cosas que hacen que el cabello brille, el papel que no es pergamino… Esas son todas las invenciones que aprendí hoy, pero definitivamente está escondiendo más. Se convertirá en un desastre natural viviente que destruye el mercado y lo rehace de nuevo».

«¡Detente! Ella es mi ayudante No voy a dejar que la alejes de mí.»

Benno tenía toda la razón, pero Otto no tenía nada de eso. Él había pasado el último medio año entrenándola específicamente para que ella pudiera ayudarlo durante la temporada de presupuesto. No dejaría que alguien se la llevara sin pelear.

Pero Benno solo soltó una risa engreída y curvó sus labios en una sonrisa.

“La niña dijo que ser comerciante era su segunda opción. Incluso dijo que no estaba interesada en ser tu asistente. Solo has pasado medio año con ella, ¿verdad? Ríndete. Busca a alguien más».

 

«¡Nunca encontraré a alguien que solo necesite seis meses de entrenamiento para llegar a ser la mitad de competente que ella! Si Myne solo está pensando y Lutz está haciendo todo lo posible, ¿cuál es el problema con su trabajo en la puerta?»

Por lo menos, no quiso pedirle ayuda para la temporada de presupuesto. O eso creía, mirándolo tan fuerte como pudo, pero fue Benno quien no se movió ni un centímetro. Bajó la taza y se inclinó hacia delante.

«¡No! Voy a conseguir un contrato con ella en el Gremio de Comerciantes. No me arriesgaré a permitir que nadie más se la lleve».

«¡Myne no tiene lo que se necesita para sobrevivir en el Gremio de Comerciantes! Ella es tan débil y enfermiza que casi no lo creerías. ¡Cualquier trabajo que implique moverse es demasiado para ella!”

«… ¿Está realmente tan enferma?»

Benno estaba tan aturdido que perdió su impulso, que Otto tomó como una oportunidad. Él llevó su punto a casa.

«Me imaginé que estaría bien en una habitación con un horno y la dejé sola por el tiempo de una campanada, pero cuando regresé, estaba colapsada y enferma de fiebre».

«¿Qué?»

Otto había necesitado estar junto a la puerta cuando estaba de guardia, por lo que dejó a Myne en un lugar calentado en un horno por un momento, pero cuando regresó para verla, ella se derrumbó con una frente ardiente. Cuando Gunther vino a buscarla, dijo: «No te preocupes. Esto sucede todo el tiempo». Otto podía imaginar que eso significaba que la debilidad anormal de Myne era aceptada por su familia como un hecho de la vida.

“Las cosas eran horribles cuando comenzó la primavera. Ella ni siquiera podía caminar desde su casa hasta la puerta».

«¿Oh? Pero no creo que deba ser un largo paseo hasta la puerta de entrada de cualquier hogar en la ciudad, querido». Dado que los muros exteriores rodeaban la ciudad en su totalidad, en realidad no era una ciudad tan grande. Un niño debe poder caminar desde la puerta oeste hasta la puerta este dentro del lapso de tiempo de una sola campanada.

«Está bien. La casa del capitán no está muy lejos de la puerta sur. Pero ella no pudo manejarlo. Se agotaría a mitad de camino, se cargaría el resto del camino y luego se quedaría inmóvil en la sala de turno nocturno. Después de eso, ella estaría en cama por dos o tres días cada vez».

«Oye, ¿no es eso, eh, peligroso? ¿No se moriría si alguien la pusiera a trabajar?»

Esa era una preocupación legítima. En particular, la tienda de Benno estaba creciendo en tamaño y estaba tan ocupada como exitosa. Otto no esperaba que Myne fuera capaz de trabajar allí con su cuerpo enfermizo.

«Ngh…» A Benno le habían dicho que estaba enferma, pero él no debe haber esperado que estuviera tan enferma. Se frotó las sienes y se puso a pensar.

Con ese tema resuelto, Corinna se levantó para preparar el almuerzo. Sobre la mesa había una lámpara, una jarra pequeña para rellenar tazas y un plato con carne seca apilada encima para bocadillos. Otto, masticando con fuerza la carne seca y salada, observó a Benno servirse un vaso fresco.

«Oye, Benno. ¿Seguro que no sabes nada sobre esa enfermedad que mencionó Myne? ¿El que tiene el calor dentro de ella?»

Otto se dio cuenta de la reacción de Benno ante la pregunta de Myne de que realmente sabía qué era la enfermedad, y eso era correcto.

Benno levantó la vista un poco, preguntándose si debía o no decirlo. Después de pensarlo un poco, dejó escapar un silencioso murmullo, que era raro para él.

«Pensé que ella podría tener el devorador. Pero no puedo decir con seguridad. No hay pruebas suficientes”.

«… ¿El devorador? ¿Qué tipo de enfermedad es esa?”

«No es una enfermedad. Es cuando el maná dentro de ti crece demasiado y te come vivo de adentro hacia afuera».

Los ojos de Otto se abrieron de par en par en sorpresa. Mana era una energía misteriosa y poderosa que los plebeyos no tenían. No lo veía muy a menudo y, por lo tanto, no sabía demasiado al respecto, pero por lo que él sabía, se decía que ningún país podría sobrevivir sin la ayuda de mana. Es por eso que los nobles, que poseían el maná como lo hicieron, estaban por encima de los plebeyos y los países liderados.

«… Es raro, pero a veces los que no son nobles terminan teniendo mana también. Pero las herramientas mágicas necesarias para liberar maná son increíblemente caras, por lo que es cierto que solo los nobles son capaces de usarlo correctamente”. Benno, dadas sus conexiones de mercado con los nobles, sabía más sobre el funcionamiento interno de este país que Otto.

«No puedo decirlo con seguridad, pero si esa niña tiene devorador, eso explicaría tanto su naturaleza enfermiza como su pequeño tamaño. Sin embargo, si el problema con el que estamos tratando aquí es realmente devorador, entonces sin una herramienta mágica no pasará mucho tiempo antes de que esa niña… muera».

«¡¿Qué?!»

Otto, con los pensamientos de Gunter en Myne pasando por su mente, fijó sus ojos en Benno como si le hubieran golpeado con un cubo de agua fría. Pero la expresión de Benno era seria, y Otto podía decir que no estaba bromeando.

«El maná en ella crecerá como ella, y se la comerá viva en el proceso. Los plebeyos con maná generalmente no sobreviven hasta su bautismo sin una herramienta mágica».

«¿Hay algo que podamos hacer?»

Preguntó Otto desesperadamente. Tal vez Benno sepa una solución al problema.

Benno suspiró y se rascó la cabeza.

“Puede evitar morir si firma un contrato con un noble. Le prestarán sus herramientas mágicas. Sin embargo… eso sería estar alejando su vida. Se había convertido en un mueble vivo que existe solo para usar su poder para los nobles. Es difícil decir si morir joven con su familia sería mejor o peor que eso».


Las palabras de Benno no fueron fáciles. El propio Otto no podía decir cuál sería mejor. Él no quería morir, pero tampoco quería vivir una vida sirviendo a nobles como el ganado.

«Otto, no te pongas demasiado serio. No sabemos si ella realmente tiene el devorador todavía», dijo Benno. “En primer lugar, ya estaría al borde de la muerte si realmente la tuviera. Ella no podría andar por ahí afuera así».

«Entiendo…»

El pecho de Otto se inundó simultáneamente con un ligero alivio y gran inquietud. Myne había estado al borde de la muerte varias veces. Escuchó que ella solo era capaz de caminar afuera debido a los meses de arduo trabajo, y que antes de ahora apenas había salido.

¿Realmente ella estaría bien? ¿Debería informarle esto a Gunther? Otto tragó el torbellino de sentimientos dentro de él tomando un trago de alcohol de su taza.

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