C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 17

Interludio 2: A Medianoche

“Es obvio, tu objetivo es eso, ¿verdad? Devuélvelo.”

“¡Ay…!”

“¡Shiraho!”

La mano sobre su hombro ejerció aún más fuerza, mientras que su otra mano agarraba su brazo con firmeza. Qué fuerza bruta, como una prensa, sentía que sus huesos estaban casi fracturados. El teléfono celular que había tomado tanto trabajo para obtener se le cayó así
como así.

-No funciono, imposible. De todas las personas, un líder de escuadrón. Lo subestimé.

(Pero…)

Solo Soberanía… Para ser sincera, a Shiraho no le importaba lo más mínimo lo que les sucedería a los otros estudiantes. Pero solo Soberanía…
No tenía más remedio que tomar las cosas en sus propias manos.

La chica de piel oscura estaba parada debajo de las escaleras a cierta distancia. Podría escuchar si Shiraho gritaba en voz alta pidiendo ayuda, pero podría no haber suficiente tiempo. Como resultado también podría atraer a otros enemigos.

Con un brazo y un hombro en las garras del enemigo, Shiraho giró por la fuerza su cuerpo e intentó dar una bofetada con toda la fuerza que pudo reunir de todo su cuerpo, con la esperanza de darle a Soberanía la oportunidad de escapar. Sin embargo, el enemigo no era lo
suficientemente ingenuo para que su plan tuviese éxito.

“Fútil.”

Su muñeca quedó atrapada con un ligero sonido. La cara del hombre corpulento estaba justo en frente de sus ojos, su monstruosa presión la llenaba de desesperación. Pero justo en ese momento…

Detrás de su cabeza…

Shiraho vio que cierto objeto sólido de color acero se balanceaba rápidamente hacia él.

Luego golpeó directamente la parte posterior de la cabeza del líder del escuadrón con un ruido sordo. Su cabeza se sacudió por un momento y también soltó el brazo de Shiraho, pero…

“Gah, urgh… ¿Q-Quien…?”

“Hmm.”

A pesar de tropezar mucho, se obligó a permanecer de pie, sus piernas empujando con fuerza contra el suelo. Lentamente, volvió la cabeza hacia atrás.

“¡A-Ahora es el momento! ¡El peligroso ataque especial!”

Al instante, Soberanía controló la muñeca que antes había caído al suelo, haciendo que saltara con fuerza. Con cierto grado de masa y dureza, la muñeca de metal se apresuró a…

La entrepierna del hombre tropezando.

“…”
Normalmente, este hombre podría haber resistido el impacto, o haberlo bloqueado, pero en este momento, también estaba sufriendo un golpe simultáneo en la parte posterior de su cabeza. Golpeado por el doble ataque, al instante el hombre cayó de rodillas.

“Ugh… Oh…”

“Definitivamente una diferencia en los métodos de entrenamiento. La mayoría de las personas se habrían desmayado de ese ataque.”
Mientras hablaba, la recién llegada balanceó la pala de metal en su mano, dando otro golpe en la parte posterior de la cabeza del hombre.
Con eso, el hombre finalmente se derrumbó. Sin embargo, todavía estaba gimiendo, evidentemente aún no estaba completamente inconsciente.

“Demasiado resistente. ¿Hay algún tipo de poder trabajando…? No debemos perder mucho tiempo con este tipo. Date prisa y escapa.”

“Tú…”

“¡S-Sensei! ¿Estás bien?”

Soberanía susurró con los ojos muy abiertos.

Vestida con un chándal rojo, una cicatriz en la cara, una pala siempre al alcance de la mano

Esta era precisamente la maestra de Shiraho, Kaidou Imi. En marcado contraste con su sorpresa, ella asintió con una expresión tranquila en su rostro.

“Sí, hasta ahora he estado fingiendo estar hipnotizado, porque temía que un movimiento imprudente fuera peligroso.”

“¿Cómo escapaste de la hipnosis?”

Shiraho preguntó mientras levantaba el teléfono celular del caballero, lo que provocó que

Kaidou inclinara la cabeza con perplejidad antes de responder simple y decisivamente:

“¿Hmm? ¿Cómo podrían afectarme unas pocas y simples palabras? Tan pronto como alguien que no era personal ni miembro del club de transmisión utilizó el sistema de anuncios públicos, ya me había preparado mentalmente: no vale la pena escuchar el mensaje.”

Shiraho y Soberanía se miraron. Originalmente pensaron que Kaidou estaba bromeando, pero eso no parecía ser así.

Descansando la pala sobre su hombro, Kaidou habló con total seriedad:

“No soy nada más que un humano débil y ordinario, pero precisamente por eso, no voy a perder ante nadie en fuerza de voluntad. Ese es el tipo de persona en la que he estado tratando de convertirme todo el tiempo. Por fin, evidentemente esta vez he tuvo éxito y evitó ser embrujada por la ridícula herejía del enemigo. Sí, debo continuar entrenando.”

Soberanía se llevó la mano a los labios y susurró discretamente al oído de Shiraho:

“… ¿Entonces ella lo superó por pura fuerza de voluntad?”

Quién sabe, ¿tal vez fue simplemente porque era una idiota? Shiraho pensó para sí misma,

pero simplemente se encogió de hombros en silencio.

Porque no quería ser castigada por la pala al hablar sin tacto.