C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 17

Interludio 3: Al Amanecer

Kana y Taizou se estaban distraídos, mirando hacia el techo en la habitación secreta. Al revisar sus teléfonos celulares, vieron que era de madrugada, pero en absoluto tenían sueño.

Porque ya habían tomado muchas siestas.

Justo en este momento…

“¡Ahh, ya he tenido suficiente!”

Mientras esperaba que la unidad de comando (?) regresara con ellos, la estudiante de primer año, Chihaya, rugió agitada mientras al mismo tiempo se levantaba. Justo cuando Kana pensaba que Chihaya ya no podía tolerar este tipo de situación en la que no tenían más remedio que esperar:

“… Escuchen, chicos, no me molesten en absoluto. Y por favor no hagan preguntas. Esto realmente no es nada.”

“¿Eh?”

La estudiante más joven los miró furiosamente mientras hablaba con voz ronca…

Luego, todavía vestida con ropa de gimnasia, comenzó a bailar.

Lentamente, con calma, agitando los brazos, levantando las piernas con movimientos

deslizantes, giró su cuerpo.

A juzgar por esos movimientos lentos y elegantes, podría estar mal simplemente llamarlo un baile.

De hecho, más exactamente, se trataba de un baile japonés.

“¡Ohoh!”

“Wow~. ¿Qué es esto? ¿Ejercicio físico? Oh, claro, te pondrás rígida si te quedas en este tipo de lugar sin mover tu cuerpo~.”

Mientras los dos miraban esta escena…

“Por favor, permítanme hablar con miedo y temor. Realmente no tienen que prestar atención a esto~. Es la maldición que nos atañe, las campanas de kagura~.”

“Así que terminaste explicándolo, ¿eh…? Sí, lo que sea. De todos modos, eso es lo que está pasando, así que ignórenme.”

Fue todo un desafío ignorar a alguien que estaba bailando ante sus ojos.

Kana y Taizou se miraron.

“Una maldición, ¿eh…?”

“Wow. Supongo que… existen…”

Kana volvió a pensar en lo que su compañera de clase, Un Izoey, les había dicho.

Reflexionando sobre eso en su mente todo este tiempo, la información ya había sido asimilada.

Maldiciones. Herramientas malditas. Herramientas malditas que tomaron forma humana después de recibir una inmensa cantidad de maldiciones. Cómo levantar maldiciones.

Organizaciones que buscan destruir herramientas malditas, organizaciones que desean aprender varias cosas…

Pero para Kana y Taizou, pocos de los detalles eran importantes.

“Fear-chan… umm, en realidad es una herramienta maldita y no humana.”

La estudiante de transferencia extranjera que un día apareció de la nada, una linda chica de cabello plateado. A Kana le gustó en el momento en que la vio. También era muy linda en la forma en que ignoraba las formas del mundo. Kana siempre había pensado que se debía a que Fear había crecido en tierras extranjeras, pero en realidad eso estaba mal. Al principio, Kana había escuchado que Fear fue traída aquí por el padre de Haruaki. De hecho, ella vivía en la casa de Haruaki solo para levantar su maldición.

“Sí. Lo mismo va para Konoha-san.”

Taizou habló mientras miraba a lo lejos. Naturalmente, Kana entendió lo que estaba pasando por la mente de su mejor amiga.

Ella, a quien él creía conocer. Fear, a quien ella creía conocer.

No solo eso, sino que también se habían enterado de cosas sobre Haruaki, el superintendente

y Kirika, a quienes creían conocer.

Al final…

Las cosas podrían resumirse como que todo el tiempo habían estado mintiendo, pensó Kana.

La personalidad de cada persona era diferente. Quizás algunos reaccionen con ira, otros con disgusto.

Sin embargo, ¿cómo debería decirlo? Correcto.

Porque definitivamente no eran del tipo inteligente.

Siempre haciendo cosas estúpidas junto con Fear, Haruaki y los demás, realmente no eran más que humanos muy estúpidos.

“Incluso después de escuchar que en realidad no son humanos… Al final, todo lo que puedo pensar es esto: Fear-chan es Fear-chan y Konoha-chan es Konoha-chan~.”

“Así es. Después de agregar misteriosos secretos, las encuentro aún más atractivas.”

Chihaya continuó bailando con el ceño fruncido. Con los ojos entrecerrados, Isuzu la miraba con una mirada que llevaba emociones complicadas.

Una maldición. Deben tener cosas difíciles. Probablemente era algo tan aterrador que Kana y Taizou no tenían forma de imaginar o entender, algo que no podía entenderse fácilmente.

Estas chicas, adquiriendo forma humana después de que un exceso de maldiciones fueron acumuladas sobre ellas.

Sin embargo, no se sentía real en absoluto. Después de todo, ella era muy estúpida.

Ella en ningún momento había notado las terribles maldiciones que poseían.

Sin embargo, todo lo que recordaba eran otras cosas no relacionadas con las maldiciones.

En el Festival Deportivo, Fear lloraba porque no sabía bailar, pero aun así se esforzó al máximo.

En el Festival Cultural, Fear se vistió como una linda enfermera para atender a los clientes.

También ayudó al club de natación poniéndose un traje de baño escolar, casi ilegal de varias maneras.

En cierto día ordinario, una araña había aparecido en el aula, causando que Fear abrazara a Kana mientras gritaba entre lágrimas.

Por supuesto, había muchos otros recuerdos. Riendo juntos. Cosas felices. Cosas divertidas.

Cosas increíbles. Todo muy trivial, nada especial, pero de todos modos maravilloso.

Sin embargo, lo que Kana recordaba ahora eran sus lágrimas.

Seguramente, eso era en lo que deberían estar pensando mientras estaban en este lugar.

“En este momento… estamos en un gran problema.”

“Parece que sí. Mira, nuestra situación ya es así.”

“Dicho eso, aún podemos hablar de este modo… ¿Pero cómo debería decirlo? Fear-chan y los demás deben enfrentar problemas aún mayores.”

“Sí. Por lo que escuchamos… Eso es muy cierto.”

“¿Cómo crees que son las cosas para ella en este momento?”

“Probablemente similar a lo que sucedió cuando su grupo se equivocó con la práctica de cocinar galletas del año pasado. Con lágrimas en los ojos, Fear-chan dijo: ‘erre las cantidades’. Estaba tan deprimida. Así fue.”

¿Algo así sucedió? Kana sonrió con ironía. De hecho, en aquel entonces, habían usado apresuradamente el resto de sus ingredientes para hornear un nuevo lote de galletas. Todos ayudaron pero se cuidaron de no interferir demasiado mientras veían a Fear trabajar duro, ofreciéndole consejos. Por lo tanto, al final logró hornear galletas muy sabrosas, a pesar de su pequeño número. Después de eso, Fear había sonreído muy hermosamente.

Esa era Fear: gentil, linda y con un fuerte sentido de responsabilidad.

¿Maldita? A Kana no podría importarle menos.

¿No humana? A Kana no podría importarle menos.

Finalmente, Kana concluyó que lo que tenían que hacer no había cambiado.

Fue lo mismo que esa vez.

“Ahora que ha sucedido algo grave, probablemente en este momento Fear-chan esté conteniendo las lágrimas… Entonces, vamos a salir, ¿Taizou-san?”

“Tienes razón. Salgamos, ¿Kana-san?”

Los dos se sonrieron el uno al otro.

Aunque no estaba claro qué podían hacer, decidieron que debían actuar. Esto contaba cómo avanzar.

“Porque es Fear-chan. Si está llorando… Debemos ayudarla.”

“Bien dicho. También tengo que mostrarle a Konoha-san mi lado varonil.”

Sin ningún significado especial real, pero como una especie de ritual, los dos golpearon los

puños.

Después de terminar el baile japonés, Chihaya los miró con perplejidad. Con destreza y diligencia, usando un pañuelo para limpiar el sudor de la frente de Chihaya, de repente Isuzu volvió la cabeza. Con un clic, la pared de la habitación secreta comenzó a girar.

Por un momento todos se tensaron. Después de ver a la gente aparecer en la entrada, todos dieron un suspiro de alivio.

En la entrada aparecieron tres compañeras de clase, así como la maestra de aula que por alguna razón desconocida se había unido a ellas. Por mucho que Kana quisiera preguntarles qué estaba pasando, había cosas más importantes que hacer primero.

La compañera de clase de piel oscura sostenía un teléfono celular en su mano.

Mostrando una sonrisa de satisfacción en un momento raro, ella dijo:

“Es hora de contraatacar.”

“Estaba esperando que dijeras eso.” Respondió Kana, también sonriendo.