Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 7

Capítulo 3: Encontré un Huerto Fantástico

Parte 2

“… Pero con una condición.” Agregué.

Cyrus me miró, perplejo.

“¿Una condición? Siempre que sea algo legal y esté en mi poder… Escuchémosla.”

“Déjeme ayudarle con este campo. Y, ya que estamos en eso, me encantaría que me enseñara lo que sabes sobre el cultivo de verduras sabrosas.” Dije.

Me miró con la boca abierta.

¿Lo presioné demasiado?

 “¿No es aceptable…?” Pregunté, mirando sus ojos verdes.

“… La verdad no me molesta…” Respondió.

¡Hurra! Si me enseña, estoy segura de que podré cultivar todo tipo de verduras deliciosas.

 Después de aceptar mi solicitud, Cyrus me dijo cómo regresar a mi departamento y regresé.

Como me había tomado tanto tiempo regresar, mis colegas habían comenzado a buscarme. Como temía, Hart, sintiendo la responsabilidad de haberme enviado a hacer el recado que me hizo perderme, se unió personalmente al grupo de búsqueda e inevitablemente él mismo terminó perdido.

Afortunadamente, lo encontraron cuando regresé, pero me regañaron por correr en un lugar con el que no estaba familiarizada, a pesar de que fue culpa de ese mono desde el principio. Pero pude ver claramente cuánto se habían preocupado mis colegas por mí, así que decidí tener más cuidado en el futuro.

Sora me acompañó al carruaje de nuevo, y estaba tan cansada de perseguir al mono que me quedé dormida tan pronto como entré.

Desde el día siguiente en adelante, comencé a visitar a Cyrus todas las tardes después del trabajo. Lo ayudé con el huerto y él me enseñó a cultivar vegetales. Cuanto más me enseñaba, más me daba cuenta de que era un profesional… por delante de una granjera aficionada como yo. Se demostraron sus muchos años de agricultura antes de llegar al Ministerio, y su habilidad me impresionó profundamente.

Necesito aprender tanto como sea posible, así que, si las cosas se complican y me exilian, podré ganarme la vida en el extranjero como campesina.

Aprendí sobre la agricultura con mucha más pasión de la que jamás había puesto en mis estudios en la academia.

Por supuesto, también hice lo mejor que pude en el trabajo. Había pasado alrededor de una semana desde que comencé mi trabajo en el Ministerio, y a Sora y a mí se nos confió poco a poco más tareas sin supervisión.

Todavía no era muy buena con el papeleo, pero cuando se trataba de entregar paquetes y limpiar, estaba haciendo un trabajo decente.

¡Hoy el conserje incluso me elogió, diciendo que siempre estaba llena de energía! ¡Jejeje!

 Una vez que terminé con mi trabajo, como se había vuelto habitual, fui al huerto de Cyrus.

“Buenas tardes.” Lo saludé después de ponerme la ropa de trabajo que guardaba en la pequeña cabaña cerca del campo. Había llegado a pensar en él como mi profesor de agricultura.

“Hola.” Me saludó mientras se limpiaba el sudor de la frente.

Por lo general, venía aquí más tarde que yo, pero hoy ya estaba aquí trabajando.

Cyrus, como director del Departamento de Poderes Mágicos, el departamento más popular de todo el Ministerio, parecía estar infinitamente ocupado. Pero todavía vendría a su huerto todos los días, sin importar qué tan tarde fuera.

“¿No es agotador?” Le pregunté. Pero dijo que, por el contrario, poder trabajar la tierra, aunque fuera un poquito, lo hacía sentir mucho mejor. Probablemente lo usaba como una forma de aliviar el estrés.

En realidad, no importa lo cansado que estuviera del trabajo, siempre me encontraba rebosante de energía tan pronto como entraba al huerto, así que entendía cómo se sentía él.

“Señor Cyrus, ¿dónde debería poner estas plántulas?”

“Oh, justo ahí.” Dijo. Su rostro parecía relajado y pacífico.

Durante el día en que estaba haciendo su trabajo en el Ministerio, siempre se veía tan tenso y estricto, pero ahora su expresión era suave y tranquila. Y últimamente incluso a veces había comenzado a usar su discurso rural sin filtros, haciéndolo sonar mucho más natural.

Sonaba como las ancianas que solían reunirse en el huerto cerca de la casa de mi amigo de la infancia en mi vida anterior. Escucharlo hablar así me hacía sentir como en casa, tanto que me arriesgué a olvidar que era una dama noble.

“Hey, señorita Katarina, descansemos un rato y bebamos una taza de té.” “¡Oh, por supuesto!”

La política de Cyrus era descansar y beber té cada vez que el trabajo estaba casi terminado. “Si tratas de esforzarte más, te cansarás y no harás nada.” Había dicho, y lo había escrito de inmediato en mis notas agrícolas.

Nos sentamos en una manta tendida en el césped, sentados a ambos lados de una bandeja que Cyrus había preparado con té (verde, no negro como era costumbre en las fiestas de té) y vegetales encurtidos en lugar de bocadillos.

Ah, esto es simplemente maravilloso.

 La primera vez que me sirvió encurtidos, me sorprendió tanto que incluso existieran en este mundo medieval inspirado en la Europa que terminé llenándome la boca con ellos.

Cyrus explicó que, de hecho, no existían cerca de la capital, pero que eran comunes donde él había crecido y los que me había servido eran hechos en casa por él. Le pregunté por los detalles de cómo prepararlos, pero por mucho que lo probé, nunca salieron con el sabor de los de él. Todavía tenía mucho que hacer por ensayo y error.

Comí uno de los encurtidos que estaba decidida a replicar, disfrutando de su textura crujiente y su agradable sabor salado y ácido. Estaba delicioso por sí solo, pero siempre había comido verduras encurtidas con arroz en mi vida anterior. Cuanto más lo pensaba, más ansiaba el arroz. Con pepinillos tan deliciosos como estos, podría devorar cuenco tras cuenco de arroz.

“Ah, me gustaría tener un poco de arroz.” Dije sin pensar.

“¿Arroz? ¿La gente también come arroz por aquí?” Preguntó Cyrus, confundido.

“¡¿Conoce el arroz?! Espera, en primer lugar, ¿hay arroz aquí?” Le pregunté, inclinándome hacia él.

“… Sí, es como con los encurtidos. Nunca lo veo por aquí, pero lo comíamos todo el tiempo en el campo.” Respondió mientras se alejaba un poco de mí.

Me dijo que en su ciudad natal comían arroz con más frecuencia que pan, y ahora que no podía conseguirlo, también le apetecía el arroz.

“Mi ciudad está cerca de la frontera, por lo que la cultura y la comida se parecen a las del país vecino, en lugar de a este.”

Resultaba que la comida allí era similar a la japonesa.

¡Ahh, tiene tanta suerte! ¡Quiero ir allí!

 “¡Señor Cyrus, quiero visitar su ciudad natal!”

“Bueno, es un lugar realmente encantador, así que desearía poder decirle que viniera a visitarlo, pero… está tan lejos que el carruaje más rápido necesitaría cuatro días para llegar desde aquí.”

“… U-Ugh…”

Estaba en la frontera más alejada de la capital, incluso más lejos de lo que había imaginado. Pero… quiero comer arroz… Arroz…

“Bueno.” Dijo Cyrus, notando lo sorprendida que estaba. “Yo también tenía muchas ganas de comer arroz, así que estaba pensando en pedirle a mi madre que me enviara un poco. Por supuesto que llevará algún tiempo, pero podría estar aquí la semana que viene. Entonces podría tomar un poco.”

¡Cyrus Lanchester, mi amo y Salvador! ¡Mi ángel! ¡Mi única deidad! ¡Eres tan maravilloso!

 “¡Muchas gracias!” Dije, inclinándome profundamente, pero me hizo un gesto para que me detuviera. “Pero realmente, hacer algo así por mí…” Le agradecí de nuevo.

“No, realmente me estoy poniendo nostálgico. Por alguna razón, cuando estoy trabajando aquí en el huerto con usted, no puedo evitar pensar en mi abuela granjera y los demás…” Dijo con nostalgia.

“Me alegro.” Dije.

Ya veo, le recuerdo a su abuela y… ¿Eh?

 “Disculpe, pero… ¿eso significa que me parezco a su abuela?”

Me sorprendió un poco que ni siquiera dijera hermana granjera o algo, y en su lugar fue directo a la abuela.

“No, quiero decir, sí, un poco, pero no en apariencia. Tiene algo de esta actitud sobre usted, ¿sabe…?” Estaba claramente nervioso mientras hacía todo lo posible por encontrar una explicación.

¿Pero esto cuenta siquiera como una explicación?

 “… Así que le recuerdo a ella…”

“Pero en el buen sentido. Es fácil hablar con usted.”

“¿Fácil hablar con…?”

“Sip. En casa, todos los jóvenes se fueron a la gran ciudad, así que todo el lugar está lleno de abuelos y abuelas, ¿sabes? Las chicas jóvenes eran tan raras que nunca había tenido mucha conversación con una. Y luego vine aquí, y hay muchas chicas, pero no me gusta hablar con ellas. Pero tiene algo sobre usted, al igual que la abuela en casa, lo que hace que sea fácil hablar contigo. Y eso es algo bueno.”

Así que había estado tratando de felicitarme diciendo que era fácil hablar conmigo. Ese era uno de los cumplidos más atropellados que jamás haya recibido.

“Oh, ya veo. También me recuerda al anciano que me ayudó con mi huerto en casa, así que sé lo que quiere decir.”

Básicamente, entre nosotros nos veíamos como personas mayores. Al menos era recíproco.

“Así que no le gusta hablar con señoritas… Nunca me di cuenta, ya que parece que le va bien en el trabajo.” Le dije.

En el trabajo siempre estaba tranquilo y sereno, incluso cuando hablaba con chicas. Incluso lo vi escoltar a uno como lo haría cualquier otro noble en una ocasión, y no parecía que tuviera ningún problema con eso.

“Por supuesto. Presto especial atención a ocultarlo cuando hablo con chicas. No puedo permitir que se den cuenta de que no me gusta hacerlo.” Dijo, sonando orgulloso de ello.

Para ser honesta, no pensé que hubiera nada de lo que estar orgullosos allí… Si todas las chicas que se desmayaban por “el intelectual, guapo y maravilloso Lord Cyrus” lo supieran, estarían realmente sorprendidas.

“Y ahora que hay una chica en mi propio departamento, tengo que ser aún más cuidadoso…” Dijo, suspirando.

Entonces no había chicas en su departamento hasta ahora… ¿Hm? ¿Una chica de su departamento? ¿Eso significa…?

“Disculpe, ¿se refiere a María Campbell?”

“Oh, entonces sabías sobre ella. También es famosa en todo el Ministerio, aunque sea por razones opuestas a las tuyas.”

Entonces él estaba hablando de ella. Ella era conocida como una usuaria de Magia de Luz extremadamente talentosa, mientras que a mí me seguían malos rumores… ¿Pero tenía que decir eso justo en frente de la parte interesada (yo)? Quizás Cyrus estaba demasiado relajado cuando trabajaba en su campo.

Eso también significaba que se sentía cómodo conmigo, pero no era precisamente halagador. Y, aun así, siempre era tan considerado con la gente durante el trabajo…

“Ella es tan talentosa como dicen… pero no es buena.” Murmuró para sí mismo.

¿Qué? Como uno de los intereses amorosos del juego, ¡se supone que le agrade!

 “¡¿P-Por qué?! ¡María es una chica muy buena!”

¡Es amable, linda y buena cocinera! ¡Cualquiera la querría como esposa!

 “¿Oh? ¿La conoce?” Dijo, sorprendido por mi entusiasmo.

“¡Sí! ¡La conozco desde que estaba en la academia!” Dije con orgullo.

¡La considero una de mis mejores amigas! No es que le haya preguntado alguna vez qué me considera.

“Ya veo… estoy de acuerdo en que es una chica excepcional, pero…”

“Pero, ¿qué? ¡¿Está tratando de decir que hay algo malo con mi María?!” Dije, dándole sin querer a Cyrus mi mirada de villana.

“Por favor, cálmese, señorita Katarina. No estoy tratando de decir que hay algo malo con ella. Quise decir que ella no es buena para mí, ya que me pongo nervioso cuando hablo con chicas. No es nada personal.” Explicó apresuradamente mientras sacudía la cabeza.

“… Uf, ya veo. Entonces no hay problema.”

Me emocioné tanto pensando que estaba hablando mal de (mi waifu) María. Incluso en ese instante empecé a parecerme una auténtica villana. Será mejor que tenga cuidado.

“¿Pero por qué las chicas son un problema? Tengo entendido que había muy pocas en su ciudad natal, pero ha estado aquí durante bastante tiempo. ¿Aún no te has acostumbrado a ellas?” Le pregunté una vez que recuperé la calma.

Se inclinó hacia adelante como lo había hecho momentos antes y comenzó a explicar. “No lo entiende. ¡Quince años! Pasé mis primeros quince años sin conocer a una chica, ¡ni siquiera una! No hay forma de que me acostumbre a ellas en unos pocos años, ¡y especialmente cuando sólo tenemos pequeños intercambios superficiales en el trabajo! Y las chicas de la capital están muy guapas, ¡así que me pongo aún más nervioso!”

Había dicho todo eso en un solo aliento, con sorprendente pasión, y ahora estaba jadeando. Realmente no lo entendía, pero supongo que los sentimientos de un hombre son complicados.

“¡E incluso entre esas chicas guapas, María Campbell es una de las más bonitas! Para ser honesto, ¡es tan bonita que un patán como yo no tiene razón alguna para hablar con ella!”

Pensar que el tranquilo y sereno Cyrus escondía una personalidad como esta… Era como hablar con una persona completamente diferente.

“Estoy de acuerdo en que es hermosa, pero ¿no es un problema en el trabajo si ni siquiera puede hablar con ella?”

“No, puedo comunicarme con ella, manteniendo mi voz y mi expresión de siempre. Después de años de esfuerzo, puedo hacerlo sin ningún problema.”

¿No habría sido mejor poner esa energía en otra cosa? Por ejemplo, ¿aprender a no estar nervioso con las chicas?

“Pero, bueno cuanto más tengo que esconderlo, más cansado me pongo.” Dijo con una expresión exhausta en su rostro. Los círculos oscuros debajo de sus ojos habían empeorado día tras día, y esto finalmente lo explicaba. El exceso de trabajo no era la única razón.

“Creo que es una razón de más para hacer algo al respecto.” Dije.

¿Cómo puedo hacer que se acostumbre a María? Si sigue hablando con ella sólo para la comunicación relacionada con el trabajo, nunca superará su miedo a las chicas… Si tan sólo pudiera hablar con ella como lo hace conmigo cuando está trabajando en el campo… ¡Ah!

¡Por supuesto! ¡Lo sé!

 “Tengo una idea. Le ayudaré a acostumbrarte a hablar con chicas, como agradecimiento por enseñarme tanto sobre la agricultura.” Le dije con una sonrisa, y él me miró con una expresión preocupada.

Al día siguiente, después de enterarme del problema de Cyrus con las chicas, visité el Departamento de Poderes Mágicos. Tan pronto como abrí la puerta, vi al director sentado adentro.

Como no podía ingresar a otro departamento sin una buena razón, decidí pedirle al empleado más cercano que transmitiera mi mensaje.

“¡Oh, Lady Katarina! Es bueno verla.” Un chico guapo de cabello naranja y ojos azules vino corriendo hacia mí, como un cachorro dando la bienvenida a su dueño, antes de que pudiera decir nada.

“¡Dewey! Me alegro de verte.”

Era Dewey Percy, uno de los intereses amorosos de FL2. Lo había visto por última vez unos días antes en la biblioteca.

Al principio, Dewey, que ahora trabajaba en el Departamento de Poderes Mágicos junto con María, me odiaba por completo. Pero cuando viajamos juntos para un examen, sucedieron una serie de cosas (que sinceramente no entiendo del todo) y ahora éramos amigos.

“Gracias por visitarnos. ¿Necesita algo de nuestro departamento?” Preguntó.

Al ser más bajo que yo, siempre me miraba desde abajo. No me gustaban los chicos más jóvenes ni nada, pero era tan lindo que me arriesgué a sonreír con sólo mirarlo. Claro está, este no era el momento para disfrutar de su ternura. Estaba en una misión importante.

“Necesito hablar con María. ¿Puedes llamarla por mí?”

“Por supuesto.” Dijo con una sonrisa muy, muy hermosa antes de ir a buscar a su colega. Viéndolo desde atrás mientras se alejaba de mí, aun parecía un cachorro. Muy lindo.

Regresó con María, quien, como él, parecía feliz de verme. Le pregunté si podía dedicarme algo de tiempo después del trabajo. “Sí, de todos modos, volvería a la residencia.”

“Gracias. Quiero que vengas conmigo a alguna parte. Está dentro del Ministerio, por lo que no tomará tanto tiempo.”

“Con mucho gusto.” Dijo con una sonrisa.

Perfecto. El primer paso de mi misión estaba completo. Me regocijé en silencio dentro de mi cabeza.

“Ah, Lady Katarina, ya que está aquí, ¿le gustaría que almorzáramos juntas?” Ella preguntó. “¡Con placer! ¿También puede venir Sora?” Pregunté. Él y yo siempre almorzamos juntos. “Por supuesto.” Respondió con otra sonrisa.

Estaba lista para volver al Laboratorio de Herramientas Mágicas para decirle a Sora cuando tuve la sensación de que alguien me estaba mirando. Era Cyrus, mirándome desde el interior de la oficina con una mirada que cualquiera habría considerado amenazante. Pero me di cuenta de que no era eso. Sabía de su afición y de su verdadera personalidad… Esa era una mirada ansiosa.

Vio que estaba hablando con María y se preocupó por lo que estaba haciendo. Le había dicho que lo ayudaría a superar su miedo a las chicas, pero no le había dado más detalles que eso, porque pensé que se quejaría o se acobardaría.

Esto funcionará. Me aseguraré de que así sea.

 Traté de decirle “No te preocupes, todo estará bien” con mi mirada, pero probablemente no lo entendió. Parecía aún más preocupado.

Bueno, le explicaré todo más tarde hoy en el huerto.

Luego volví a mi departamento.

Le dije a Sora, que había estado esperando a que regresara, que María nos había invitado a almorzar juntos.

“Esperaba que eso sucediera cuando fue a su departamento.” Dijo. Me impresionó cómo parecía leer prácticamente el futuro.

“Algunas cosas son demasiado predecibles.” Dijo, notando mi mirada estupefacta. “De todos modos.” Continuó. “Vámonos antes de que termine la hora del almuerzo.”

Caminamos juntos hasta el comedor del Ministerio, o, mejor dicho, uno de los comedores del Ministerio. Había varios de ellos, todos de diferentes tamaños y con diferentes menús. Algunos de ellos eran muy grandes, como comedores normales de empresa, y otros eran más pequeños, sólo ofrecían unos pocos asientos y servían loncheras y otras cosas que eran fáciles de llevar. Incluso había algunos que parecían cafés elegantes.

Todo el mundo almorzaría cuando fuera conveniente para ellos. Por ejemplo, Hart le pedía a un colega que le consiguiera una lonchera y luego se la comía dentro de la oficina (probablemente para no perderse), y Laura siempre comía en los elegantes cafés. Cada uno lo suyo.

Como éramos cuatro hoy, fuimos al comedor más grande, el que parecía un comedor de empresa, para que todos pudiéramos sentarnos cómodamente. María y Dewey ya nos estaban esperando en la entrada y, cuando llegamos, todos empezamos a buscar asientos libres. Afortunadamente, no había mucha gente y encontramos fácilmente una mesa. Todo lo que quedaba era pedir la comida.

“Hm… El especial del día se ve bien por el precio, pero también quiero probar el nuevo combo…” Murmuré para mí.

“Me he estado preguntando por un tiempo.” Dijo Sora, exasperado. “Pero ¿realmente necesitas preocuparse por el precio? ¿No podría simplemente comprar ambos y sólo comer lo que quisiera? Muchos nobles hacen precisamente eso.” Su discurso cortés inventado probablemente se debía a que María y Dewey estaban con nosotros.

“¡Pero eso sería un desperdicio! No sé sobre otros nobles, ¡pero odio desperdiciar comida!”

Deja que los demás hagan lo que quieran. Vivo según mis propias reglas.

 Y, aunque la familia Claes ciertamente no tenía problemas de dinero, mi mesada no era tan generosa. Desde que era niña, mamá siempre insistió en que, si me daba más, terminaría desperdiciándolo todo. Y también tenía que ahorrar para cosas que ella no aprobaba, como dulces y equipos agrícolas.

“Hablando con usted, uno empieza a dudar de que es la hija de un duque.” Dijo Dewey, que nos escuchaba a Sora y a mí.

¿Qué quiere decir? ¿Es esto un cumplido? ¿Es un insulto? Estaba pensando para mí misma, y mi confusión debió ser obvia, porque María intervino para explicar.

“Quiere decir que es una persona maravillosa, Lady Katarina.”

Oye, oye, me harás sonrojar.