Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 7

Capítulo 3: Encontré un Huerto Fantástico

Parte 1

Anne me despertó y fui a trabajar. Estaba bien descansada después de un día libre.

Llegué al Ministerio en carruaje y me dirigí a la oficina, donde Laura me supervisaría ya que haría labores manuales como los días anteriores.

¡Hoy también daré mi mejor esfuerzo! Pensé para mí misma mientras me arremangaba. Sin embargo, al mirar mis mangas, me di cuenta de que mi atuendo no era exactamente ideal para el trabajo manual.

“Tener que usar un vestido, y luego el uniforme encima es realmente engorroso…” Murmuré para mí misma, captando la atención de mi colega que llevaba una camiseta sin mangas.

“¡Vaya que es engorroso!” Él dijo. “¿Quieres una de estas?” Preguntó con una sonrisa, ofreciéndome una camiseta sin mangas que se parecía a la que estaba usando.

Tuve que rechazar su amable oferta. Podría haberla aceptado si todavía fuera la chica parecida a un mono de mi vida anterior, pero como mujer noble adulta, una camiseta sin mangas sería demasiado. Sin mencionar que todavía hacía demasiado frío para ir sin mangas. Pero incluso si no llegara al extremo de usar camiseta sin mangas…

“Tal vez estaría bien si me pongo ropa de trabajo…” Murmuré para mí.

“Definitivamente no.” Dijo Sora con frialdad. “Las reglas dicen que tenemos que usar el uniforme. Este es el único departamento donde la gente se viste como le place.”

Bueno, tiene razón. Camisetas sin mangas, batas de laboratorio, vestidos con volantes… Todos vestían lo que querían, aunque obviamente iba en contra de las reglas.

Al final resultó que, era porque a la directora del departamento, Larna, realmente no le importaban las reglas y no regañaría a nadie por su ropa. Sus subordinados tomaron esto como una oportunidad para sustituir el uniforme por lo que quisieran.

No era una sorpresa que, a Cyrus Lanchester, respetuoso de las reglas, no le agradáramos. Este elegante y atractivo personaje romántico de FL2 era el director del Departamento de Poderes Mágicos. Daba gran importancia a las reglas y leyes, y no le gustaba el Laboratorio de

Herramientas Mágicas por ser una colección de bichos raros a los que no les podía importar menos esas cosas.

Pero me ayudó cuando esos idiotas me acosaban en la biblioteca, así que probablemente no era una mala persona. Al igual que Dewey, podría tener algo que ver con un catastrófico final malo, así que, si era posible, quería entablar amistad con él y recopilar más información. Pero… incluso si no le disgustaba categóricamente nuestro departamento, no veía cómo podríamos convertirnos en amigos.

Según mis colegas, provenía de una familia de rango relativamente alto. Era diligente y talentoso, y se lo consideraba un individuo perfecto e impecable. Era tenido en alta estima dentro del Ministerio y respetado por sus subordinados, pero sólo hablaba lo mínimo y no estaba en términos particularmente amistosos con nadie.

Al estar en un departamento diferente (y uno que odiaba, además), no sería fácil charlar con él casualmente. Si al menos hubiera jugado FL2, sabría más sobre sus antecedentes y gustos, y podría usar esas cosas para iniciar una conversación… Pero no lo hice, y toda la información que tenía vino de ese sueño y esa nota. No tenía nada que pudiera ayudarme a entablar amistad con él.

Y si estuviéramos dentro del juego, sólo tendría que esperar a que él me hablara y luego elegir la opción de diálogo que haría que le agradara más… Pero desafortunadamente, esta era la realidad. Y yo era la antagonista, no la protagonista. Sólo se me acercaría para pelear…

… Haah, esto es tan triste, pensé, suspirando profundamente.

“Siento interrumpirte mientras estás ocupada reflexionando, pero Laura dijo que deberíamos ir a trabajar.” Dijo Sora de repente, dándome una mirada exasperada.

“Sí.” Dije, olvidándome de mis penas para concentrarme en mi trabajo. Hoy también estaría entregando paquetes. Todavía tenía mucho que aprender y cometí algunos errores aquí y allá, pero todo el día transcurrió sin mayores problemas.

Cuando estábamos cerca del final del día, nuestro otro tutor, Hart, nos enseñó un poco sobre el papeleo. Sólo nos mostró los documentos relativamente fáciles, pero incluso entonces había mucho con lo que ser cuidadosos, y definitivamente hubiera preferido seguir entregando cosas por todo el edificio.

“Bien. Ahora están completos. ¿Los entregarían a sus respectivos departamentos?” Hart dijo, entregándonos a mí y a Sora algunos documentos.

“¿Debería acompañarte?” Sora preguntó, preocupado de que pudiera perderme.

Pero se suponía que los documentos que tenía debían ser entregados a un departamento al otro lado del edificio desde donde me dirigía, así que, si venía conmigo, tendría que ir y venir sin ningún motivo. Además, ya había estado en el departamento al que tenía que ir un par de veces para entregar paquetes, así que sabía dónde estaba. Le expliqué eso a Sora y fui a entregar los documentos por mi cuenta por primera vez.

Estaba un poco nerviosa, pero el colega de aspecto amable que encontré allí simplemente aceptó los documentos sin ningún problema. Sintiéndome realizada después de haber completado mi primera tarea en solitario, estaba de camino de regreso al Laboratorio de Herramientas Mágicas cuando escuché mucho alboroto detrás de la puerta de ese departamento.

Era el Departamento de Biomagia, y probablemente el mono estaba en lo suyo de nuevo. Me advirtieron que tendría problemas si su director, que estaba interesado en Pochi, me veía, así que quería evitarlo tanto como fuera posible. Caminé más rápido para escapar, pero…

“¡Uuh uuh ahh ahh!”

“¿Eh? ¿Qué?”

Miré hacia atrás, sorprendida por el ruido extraño que acababa de escuchar, y sentí algo pesado caer sobre mi cabeza.

¡¿Q-Qué es esto?!

 El algo en mi cabeza comenzó a tirar de mi cabello.

“¡Auu! ¡¿Qué?! ¡Auu!” Grité y sentí que el peso se levantaba de mi cabeza. El mono que había conocido antes estaba ahora de pie frente a mí, sosteniendo mi pasador, el que siempre usaba para arreglar mi cabello, en su mano.

“¡Oye! ¡Eso es mío! ¡Devuélvelo!” Dije, yendo tras él. ¡Pero solo sonrió y comenzó a huir!

“¡Espera! ¡Devuélveme el pasador!” Dije, levantándome la falda y corriendo tras el mono, como había hecho con Pochi el día anterior en el castillo.

“… ¿Dónde estoy?” Me pregunté jadeando.

Había estado corriendo a ciegas detrás del mono y terminé en un lugar que no conocía. Perderse dos días seguidos… Sólo mi suerte.

Al menos ayer me las había arreglado para atrapar a Pochi, pero hoy, incluso después de todo lo que había corrido, había perdido de vista al mono. Qué completo fracaso.

¡Realmente me gustaba ese pasador! Condenado mono, ¿qué tienes contra mí?

 Abatida, miré a mi alrededor para tratar de encontrar el camino de regreso, pero no había un camino despejado. Ni siquiera había edificios a la vista.

¿Por qué de repente estoy en medio de la naturaleza?

 La entrada del Ministerio tenía un portón que estaba vigilado y había que identificarse antes de salir, pero yo no había pasado por nada de eso. Entonces eso significaba que este lugar, rodeado de césped y árboles, estaba dentro del Ministerio. ¿Qué lugar era este?

Sabía que el edificio era muy grande, pero no esperaba que tuviera un lugar como este dentro. Me preocupaba no poder encontrar el camino de regreso.

Tal vez Sora o Hart se den cuenta de que estoy perdida y vengan a buscarme. No, espera, si Hart comenzara a buscarme, sería una persona perdida más, y luego tendrían que ir a buscarlo también… Por favor, quédate en la oficina…

¡¿Oh?! ¡¿Qué es eso al lado de los arbustos?!

 Vi al mono parado junto a unos arbustos y corrí hacia él a toda velocidad. Me deslicé por el suelo con un grito, logrando atrapar al animal entre mis manos.

“¡Ja! ¡Finalmente te tengo, mono alborotador! ¡Devuélveme el pasador!” Dije, mirando a mi prisionera tan amenazadoramente como podía.

Y luego, arrojó mi pasador a los arbustos.

“¡Oye! ¡¿Por qué hiciste eso?!”

Solté al mono y vadeé entre el espeso follaje, llegando al otro lado. Afortunadamente, encontré mi pasador tirado en el suelo. Lo recogí y me sentí aliviada al ver que no estaba roto. Aun así, ese mono era una verdadera molestia. Incluso consideré presentar una queja al Departamento de Biomagia.

Al menos recuperé mi pasador. Ahora, para encontrar mi camino de regreso…

 “¡¿Qué?!” Grité, sorprendida por lo que vi frente a mí. Era un hermoso huerto de hortalizas. “¿Por qué hay un huerto tan asombroso en un lugar como este?”

Tenía crestas, soportes para plántulas e incluso redes para mantener alejados a los pájaros. Este no era un huerto de aficionados… era el trabajo de un profesional. Parecían los huertos en toda regla que había visitado en el pasado. El que hice en casa palidecería en comparación.

Pero, ¿por qué está esto aquí? Este es el Ministerio Mágico, ¿verdad? ¿Es un huerto del Ministerio? Pensé para mí misma, mirándolo.

A cierta distancia de donde me encontraba, había una pequeña cabaña. Su puerta se abrió ruidosamente y alguien salió de ella con sombrero y ropa de trabajo y sosteniendo una azada. Esa persona debe haber sido la que se ocupaba del campo.

“Disculpe.” Dije, caminando hacia la cabaña, aliviada de haber encontrado finalmente a alguien a quien podía pedirle direcciones.

Al escuchar mi voz, la persona frente a mí miró hacia arriba y ahora podía ver el rostro que antes estaba oculto por el gran sombrero.

“… ¿Eh?” Dije, tan sorprendida que no podía moverme más. Conocía esa cara. Era… “Director Cyrus Lanchester…”

Las palabras se deslizaron de mi boca mientras lo miraba. Se inquietó un poco y luego, forzando la voz como para camuflarla, dijo: “Ese no soy yo.”

“¡¿Qué?!”

“Dije que no soy yo. No soy Cyrus.” Dijo con frialdad, apartando la cara de mí.

Nop. Nop. No tiene sus lentes habituales, claro, pero estos ojos verdes, cabello castaño y rostro hermoso son los de Cyrus Lanchester.

No era tan buena recordando caras, pero lo había visto por última vez hace sólo dos días.

“… Pero, se ve como…”

“¡Dije que no soy yo!” Dijo con tanta determinación que sonó a verdad… Pero incluso está tratando de ocultar su rostro. Definitivamente es Cyrus.

Tal vez le daba vergüenza que lo vieran con ropa de trabajo y sombrero, ya que siempre estaba guapo y ordenado con su uniforme frente a la gente. Los nobles no solían vestirse así, y recordé que mi madre una vez me dijo que “me cambiara esa ropa fea”. Ahora estaba tan acostumbrada que ya no decía nada, pero, aun así.

Hm… Lo inteligente que puedes hacer aquí es fingir que es otra persona y pedirle direcciones. Pero, de nuevo, esta es una rara oportunidad de hablar con Cyrus… Estaba pensando en el mejor curso de acción cuando una majestuosa hilera de espárragos me llamó la atención.

¿Espárragos? Ese es el signo de un verdadero profesional de la agricultura.

 “Vaya, puede notar que estarán deliciosos con sólo mirarlos.” Dije, incapaz de contener mi emoción por las magníficas verduras frente a mí.

“¡¿Qué?! ¡¿La hija de un duque, Katarina Claes, comprende la belleza de estos espárragos?!” Cyrus respondió, igualando mi emoción.

“¡Sí! ¡Nunca había visto unos con tallos tan grandes y con la punta tan recta! ¡Son perfectos!”

“Es así, ¿verdad? Sabes de cultivos verdes, ¿eh? ¡Cuando tienen las puntas así de gorditas, es cuando están más deliciosos! Y echa un vistazo a… Ah…” Cyrus había comenzado a sonar como un patán en su entusiasmo. Se contuvo, dejó de hablar y suspiró mientras se ponía una mano en la frente.

“Lady Katarina Claes.” Dijo con los ojos cerrados.

“Hay algo que me gustaría discutir con usted.”

Había vuelto a su habitual forma tranquila de hablar, y su expresión era grave e intensa.

“Ok.” Dije, asintiendo.

Y luego comenzó a explicar.

Cyrus Lanchester nació como el segundo hijo en la familia de un conde de alto rango terrateniente. Sin embargo, su tierra estaba ubicada en medio de la nada, lejos de la capital, y el rango de conde no tenía el valor que alguna vez tuvo. Su familia había perdido toda su fortuna hace mucho tiempo, y ahora vivían en el campo y se ocupaban de los campos como todos los demás agricultores.

Cyrus no fue una excepción. A pesar de haber nacido noble, fue criado como campesino. Creció sudando en el campo, y como eso era lo que hacía toda su familia, nunca lo pensó dos veces.

Ahora bien, cuando cumplió diez años, descubrió que tenía habilidad mágica y tendría que asistir a la Academia de Magia. Con el fin de prepararse para su nueva vida rodeado de nobles en la lejana capital, estudió tan duro como pudo, incluso aprendió sobre la etiqueta y los modales de la alta sociedad por su propia cuenta.

Entró a la academia armado con una cantidad razonable de conocimiento en su haber, pero aun así no podía encajar con los otros nobles y la forma en que hablaban y actuaban. Sus estudios le habían enseñado sobre ellos, pero, como alguien criado como un humilde granjero, no podía convertirse en uno de ellos. A veces, accidentalmente volvía a sus patrones de habla campesina cuando lo tomaban desprevenido… otra razón por la que temía incluso hablar con sus compañeros de clase.

Cyrus se mantuvo reservado, nunca hizo amigos, hizo todo lo posible para no cometer errores y estudió lo más diligentemente posible. Este estilo de vida lo llevó a grandes logros académicos y, finalmente, a ser seleccionado por el Ministerio Mágico.

Cansado de tener que encajar entre los nobles de la capital, deseaba volver a casa para trabajar en el campo. Pero en parte porque sus padres estaban muy contentos con su posible trabajo, y en parte porque quería enviarles dinero a sus hermanos y hermanas menores, terminó aceptando la oferta del Ministerio.

Incluso en su nuevo trabajo, siguió siendo estricto y sin amigos. La gente comenzó a llamarlo cosas como “el genio solitario”, lo que le dificultaba aún más mostrar su verdadero yo a los demás. Había seguido desempeñando su papel de director de departamento estricto y dedicado… hasta que, hace unos años, no pudo soportarlo más.

Finalmente, Cyrus se esforzó demasiado y su cuerpo simplemente no pudo seguir el ritmo. El médico le dijo que su colapso podría haber sido causado por estrés psicológico más que por una enfermedad física, y le sugirieron que buscara un pasatiempo que pudiera disfrutar en su tiempo libre para olvidarse del trabajo.

Cyrus eligió como pasatiempo lo que había sido su trabajo durante muchos años antes de unirse a la Academia de Magia: la agricultura. Creó un huerto para sí mismo en un área dentro del Ministerio donde la gente casi nunca pone un pie.

Pronto se dio cuenta de que trabajar en su huerto después del trabajo o en días libres era relajante, lo que lo hacía sentir más feliz e incluso aumentaba su productividad en el trabajo. Y entonces, había estado cuidando este huerto todo este tiempo como un pasatiempo.

Después de contarme esta larguísima historia, que cubrió la mayor parte de su vida, Cyrus dejó escapar un profundo suspiro.

“Ahora sabe lo que estoy haciendo aquí. Después de que me vio así, supe que no podía mentirle… Pero, por favor, no se lo cuente a nadie.” Dijo, luciendo abatido.

Personalmente, pensé que mantener un huerto como pasatiempo era una idea maravillosa. En todo caso, me impresionó lo bueno que era en eso, pero entendía por qué quería mantenerlo en secreto. Después de todo, la diferencia entre la imagen pública de Cyrus dentro del Ministerio y su yo real era enorme.

“No lo haré.” Dije, y su rostro se levantó, haciendo que sus ojos, escondidos detrás de sus lentes sin marco, se encontraran con los míos.

¡Oh! Tengo una idea…