Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 2

Capítulo 2: Incidente

Parte 1

El grupo de batalla de Aiz entró en el Calabozo a través de la Torre de Babel al mediodía como estaba planeado.

Los Goblins y Kobolds los atacaron al momento de entrar al primer piso, pero fueron rápidamente derrotados. Con Aiz y Tiona actuando como exploradores y en línea del frente de su formación, los monstruos no tardaron en darse cuenta de que no tenían ninguna oportunidad. De hecho, el camino delante de las dos chicas estaba prácticamente despejado desde ese momento. Otros aventureros también notaron su presencia y tuvieron cuidado de no acercarse demasiado.

Ellos avanzaron por los niveles superiores y continuaron así hasta el piso diecisiete.

—Ahhh, siento como que soy yo misma de nuevo con Urga en mis manos.

—Señorita Tiona, ¿Ha rehecho su arma?

— ¡Sí, ésta es ella! ¡Urga, segunda! ¡Aún caliente cuando ya salió del yunque~!

Tiona giró casualmente la espada de doble hoja de Urga alrededor de su mano derecha mientras ella respondió a la pregunta de Lefiya. Ella había recogido el arma fabricada por la Familia Goibniu justo antes de comenzar la excursión. Parecía una niña que acababa de salir de una tienda de dulces con la paleta más grande jamás pensada.

Era un poco más gruesa que Urga primera, y probablemente más afilada, también. Se requería de una cantidad ridícula de tiempo y recursos para los Altos Herreros para crear, incluso más que el Desperate de Aiz. Tione utilizó los frutos de sus esfuerzos para zambullirse temerariamente en un Liger Fang que se acercaba, cortando a través de la bestia como un cuchillo a través de la mantequilla.

—Los herreros de la Familia Goibniu deben haber trabajado hasta la muerte…

Tione suspiró para sí misma mientras sacaba la piedra mágica de lo que quedaba del cuerpo  del monstruo. Aunque Lefiya había sido asignada para el papel de apoyo de este viaje, Tione se unió a ella para recolectar las piedras y objetos caídos, colocándolos en su tubular y la mochila…

Finn y Riveria disfrutaron del espectáculo cuando Aiz hizo un trabajo rápido con otro Liger Fang. La espadachín rubia entonces recogió su piedra mágica y un objeto caído, piel del Liger Fang, por sí misma. Ella tuvo que involucrar a los monstruos de manera agresiva en combate con el fin de ganar el dinero suficiente para pagar el estoque, pero el dinero real estaba esperando en los niveles más bajos del Calabozo y los niveles profundos.

Por lo general, cuando uno se aventuraba más profundamente en el Calabozo, ellos encontrarían enemigos más y más fuertes. Y a medida que los monstruos se hicieran más poderosos, el botín después de derrotarlos también sería más valioso. Por eso, para los aventureros más fuertes como Aiz, era mucho más eficiente llegar a los niveles más bajos lo más rápido posible.

El camino a 40 millones de valis iba a ser largo. Aiz trató esto como un calentamiento mientras despejaba el camino hacia los niveles profundos para el resto del grupo.

—El Goliat no está aquí. ¿Alguien se habrá encargado de él?

—Hmm, muy probablemente los aventureros de Rivira lo mataron. Es malo para los negocios si no hay clientes que puedan pasar.

El grupo de batalla había llegado al fondo del piso diecisiete, en una caverna que era lo suficientemente grande como para permitir el paso de grandes grupos a través de todo a la vez. Tiona y Finn no podían ver al jefe del piso —una categoría de monstruo conocida como Monster Rex—- que podía frenar el avance de los aventureros indefinidamente. En su lugar, los monstruos comparativamente más pequeños como Minotauros vagaron por el espacio abierto sin obstáculos.

Aiz y los demás avanzaron directamente por la caverna sin el jefe de piso. Tione y Finn saltaron a la lucha para ayudar a acabar con unos pocos Minotauros agresivos. A pesar de que Lefiya no era muy buena en combate cuerpo a cuerpo, ella logró dar unos cuantos golpes utilizando las técnicas de lucha con su bastón que había aprendido gracias a las instrucciones de Riveria.

El grupo avanzó hasta llegar a un túnel al final de la caverna, la entrada al siguiente piso.

—Muy bien ~. ¡Hora de descansar ~!

Tiona, la primera fuera del túnel inclinado y curvado, estiró sus brazos tan alto como pudo. Cuando el resto del grupo emergió, ellos fueron recibidos por una cálida luz que brillaba desde el techo del piso dieciocho. Sólo había unos cuantos árboles cerca, pero un exuberante bosque se extendía frente a ellos.

Una luz y aire limpio como este estaba completamente fuera de lugar en medio del calabozo, que estaba cubierto de monstruos. Era difícil creer que estuvieran en lo muy profundo de este punto seguro, similar al piso quince donde estaban, donde la Familia Loki había acampado en su expedición anterior.

—No importa cuántas veces venga aquí, este piso siempre es hermoso.

—Sí lo es…

Los elfos eran conocidos por su amor por la naturaleza, especialmente por los bosques. Las mejillas de Lefiya se ruborizaron mientras hablaba y Aiz asentía en respuesta.

El grupo se abrió camino hacia el bosque, con los hermosos árboles cubiertos de musgo y arroyos entrelazados reflejados en sus ojos.

—Creo… que ya es “tarde” ahora.

Riveria protegió sus ojos con su mano izquierda mientras miraba a través de las plantas.

Miles y miles de cristales cubrían cada centímetro del techo justo más allá de las sombreadas y anchas hojas de la copa del bosque.

Un gran grupo de cristales blancos en el centro del techo brillaban como el sol. Estos estaban rodeados por un vasto mar de otros minerales que emanaban una suave luz azul que se extendía en todas direcciones. Cada formación emitía un resplandor que parecían flores, y todo se unió para crear un profundo “cielo” en el subsuelo. Fue un misterio del calabozo lo que llevó a muchos aventureros a respirar.

Los intervalos no eran iguales y variaban ligeramente al de la superficie, lo que significaba que había momentos en que los ciclos eran casi idénticos y épocas en que eran totalmente diferentes.

Este cielo cambió con el paso del tiempo, creando “día”, “tarde” y “noche”.

Era seguro decir que estos cristales eran la característica más distintiva del piso dieciocho. No sólo cubrían el techo, sino que también brotaban de cualquier lugar y en cualquier lugar del suelo, árboles y rocas. Incluso la grieta en el suelo que corría a lo largo de Aiz y el sendero de los demás estaban llenos de cristales de color azul índigo.

—Hey, hey. ¿Alguna idea? ¿Vamos a ir directamente al piso diecinueve?

—Primero vamos a detenernos en Rivira. Si no vendemos las piedras y los artículos que ya hemos recolectado, nuestro inventario se llenará por completo en poco tiempo.

Las hermanas amazónicas intercambiaron unas cuantas palabras mientras el grupo de batalla procedía del bosque del sur y se dirigían hacia la “ciudad” en la parte occidental de este piso.

El piso dieciocho fue el primer punto seguro que los aventureros encontraron en el calabozo. El paisaje era tan hermoso que a menudo se le llamaba “Resort subterráneo”.

Continuando hacia el norte fuera del bosque, lo primero que se vio a la vista fue una pradera abierta salpicada de cristales de varias formas y tamaños.

En el centro del suelo había un árbol colosal, que se alzaba orgulloso en medio de la vasta llanura verde-azul. Este se llamaba el Árbol Central, y algunas de sus raíces crearon el túnel que conducía al piso diecinueve.

La región norte era un humedal pantanoso, mientras que el bosque grande se extendía desde el sur hacia el este. Una rotura en la llanura al oeste, estaba un lago de azul medianoche con una gran isla en el medio. Esta magnífica escena de la naturaleza, envuelta en un hermoso cielo azul y decorado con magníficos cristales, era una vista que no se podía encontrar fuera del calabozo. Esta visión tenía toda buena reputación— lo suficientemente grande como para que la gente rica en la superficie contratara a aventureros para llevarlos allí para que puedan verlo con sus propios ojos.

El piso dieciocho tenía la forma de una gran cúpula con acantilados escarpados formando los bordes. Este creó la sensación de que uno estaba dentro de una pantalla en miniatura.

El grupo de Aiz se dirigió al borde del lago y cruzó un enorme árbol que había sido cortado para hacer un puente para llegar a la isla. Cada uno de ellos disfrutó del paisaje mientras trepaban hacia su destino.

—Apenas puedo recordar la última vez que vine aquí; Dijo Tiona mientras se dirigía a la cima de la isla, que parecía haber sido parte del continente principal y de alguna manera terminó en el Calabozo. La ciudad de Rivira fue construida en la cima de sus empinados acantilados.

Dos pilares de madera conectados y banderas sobre el camino principal llevaban las palabras PUEBLO DE RIVIRA.

En pocas palabras, era un pueblo de relevo de reabastecimiento, de descanso y de transporte de mercancías, operado por aventureros de clase alta que eran lo suficientemente fuertes como para bajar aquí a su antojo.

Este lugar fue originalmente parte del plan del Gremio para hacer las exploraciones de pisos

previamente desconocidos más fáciles para todos los aventureros, destinado para servir como una base de primera línea. Sin embargo, las olas constantes de monstruos que venían de otros pisos requerían un considerable compromiso de mano de obra —incluyendo aventureros contratados que fueran de nivel 3 o superior— y por supuesto, todo el mundo necesitaba ser pagado. El costo para mantener la estación funcionando excedió en mucho los beneficios, por lo que el Gremio desechó el plan. Los aventureros, sin embargo, habían tenido otras ideas y se movieron adentro para crear La ciudad Calabozo de Rivira.

—Um, siempre he sido curioso acerca de esto, pero… El número grabado en la madera, “trescientos cuarenta y cuatro,” ¿Qué significa…?

—Ese número representa el número de veces que Rivira ha sido reconstruida. Esta es la versión trescientos treinta y cuatro… que indica que Rivira ha sido destruida trescientas treinta y tres veces antes.

—Trescientos treinta y tres…

Lefiya no podía quitar sus ojos de los números, incluso mientras seguía al grupo a través del arco de madera mientras Riveria explicaba.

Los monstruos nunca nacieron dentro de un punto seguro, pero éste era el Calabozo. Nadie sabía cuándo aparecería un Irregular. Rivira fue exterminada cuando uno de esos monstruos inesperados alzó su fea cabeza.

En el caso de que uno se presentara, todos los aventureros evacuarían la ciudad y volverían a la superficie en lugar de permanecer firmes.

Tan pronto como la tormenta pasara, ellos inmediatamente volverían a reconstruirlo.

Esa era la principal diferencia entre el Gremio, que se había visto obligado a mantener una constante defensa, y los aventureros que dirigían la ciudad ahora. Rivira había venido a representar la tenacidad de los aventureros más sombríos. Algunos se refirieron a ella como “la ciudad más desvergonzada del mundo” en una mezcla de desprecio y alabanza.

—Bueno, vamos a entrar ya. Quiero acostarme, no estar aquí todo el día.

Tione instó al resto del grupo en acelerar el ritmo. Ellos entraron a la calle principal momentos después.

La ciudad fue construida en el lado este de la isla, en lo alto de un acantilado de doscientos metros que daba al lago. Ellos utilizaron las formaciones naturales de cristal y roca para tocar la ciudad con una pared áspera. Aunque no era la más bonita de las vistas, era lo suficientemente robusta y lo suficientemente alta para repeler la mayoría de los ataques monstruosos.

Después de atravesar el arco, Aiz y los demás inmediatamente vieron líneas de tiendas de campaña, cabañas de madera y pequeñas tiendas que pasaban por la calle en cualquier otro lugar. Muchos habían sido construidos en el lado de las paredes de roca con materiales baratos para reducir el gasto—y para facilitar la reconstrucción. Se habían cortado tantos

rincones que casi ninguna de las estructuras de la ciudad podía llamarse un edificio.

A pesar de la sencillez de este pueblo, poco más que un pueblo, los cristales en forma de pilar y pequeños grupos de minerales reflejaban los rayos que brillaban desde arriba, haciendo que la luz bailara sobre todo. Junto con el profundo lago azul por debajo y su hermoso mirador con vistas a todo el piso, este pasó a ser mucho más impresionante que la ciudad promedio.

Pasando por las tabernas que se habían establecido en las cuevas naturales, Lefiya preguntó acerca de su plan de seguir adelante.

—¿Cambiaremos nuestras piedras mágicas y dejaremos cosas por dinero, y luego..?

—¿Dónde debemos quedarnos? ¿Deberíamos acampar en el bosque como siempre?

—Hmm ¿Tal vez deberíamos quedarnos en una posada esta vez? Después de todo, no hemos traído ninguna herramienta para acampar.

—¡Pero General… Pasar una semana aquí va a costar una cantidad considerable de dinero! Esta es Rivira, ya sabe ..

Aparte de las tiendas de armas y artículos, también había un lugar para vender el botín duramente ganado. Sin decir que una ciudad compuesta exclusivamente de aventureros sólo haría negocios con aventureros. Al mismo tiempo, los precios eran tan altos que daba casi miedo de preguntar.

Simple paquetes de raciones y largas espadas de segunda mano llevaban precios con más de cuatro ceros. Era suficiente para que un cliente promedio se sienta como si estuviera siendo estafado y quisiera gritar de frustración. Pero había una razón por la que todos estos  productos eran al menos dos veces tan caros como estaban fuera del Calabozo: los vendedores sabían que sus clientes no tenían otra opción. Esa era la dura verdad detrás de los aventureros vendiendo a su propia clase. Sabían lo valioso que era el agua en un desierto. Por supuesto, el negocio de alojamiento no era diferente.

—Tione ¡No seas tan tacaña! Está bien vivir bien un poco de vez en cuando.

—¿A quién llamas tacaña? ¡Tú eres descuidada con el dinero!

Finn sonrió mientras escuchaba a Tiona y Tione intercambiar golpes verbales antes de hacer una sugerencia.

—¿Por qué no nos quedamos en una posada? Pagaré por Sé que algunos de ustedes necesitan ahorrar algo de dinero.

—… Lo siento, Finn.

Los miembros de la Familia Loki siempre habían pasado por Rivira sin parar para evitar pagar un brazo y una pierna por el alojamiento. Gracias a la generosa oferta de su líder, el grupo decidió pasar la noche esta vez.

Sabiendo que Finn se refería a ella, Aiz se apresuró en disculparse.

—Tiempos como este son los únicos que puedo gastar dinero. Así que no te preocupes; Respondió Finn con una sonrisa alegre.

—…

— ¿Riveria…?

Aiz le dio las gracias a Finn justo antes de mirar hacia arriba y notar que Riveria había estado en silencio todo este tiempo.

Los ojos de la elfa estaban flotando entre los hermosos cristales blancos y azules dispersos por toda la ciudad. Ella abrió la boca para hablar.

—Es la ciudad. Algo se siente apagado.

—Ahora que lo mencionas, las calles están mucho más vacías de lo normal…

Lefiya echó un vistazo a su alrededor mientras hacía eco a la preocupación de Riveria.

Ellos podían contar el número de personas en la calle principal con una mano. La falta de viajeros que pasaban por la puerta no era motivo de preocupación, pero cuando la plaza principal era tan escasa, no podían dejar de sentir que algo andaba mal.

Muchos aventureros usaron a Rivira como base de operaciones para viajar por debajo del piso diecinueve por las simples razones de que los monstruos nunca nacieron en el punto seguro y que era el único “Pueblo” dentro del Calabozo. Equipados con tiendas, tabernas y lugares para vender botín o comprar artículos de lujo, la existencia misma de la ciudad significaba que no tenían que volver a la superficie para nada. No era perfecto, pero muchos aventureros estaban agradecidos de que estuviera aquí.

Normalmente, la ciudad Calabozo estaba llena de gente tomando un descanso de los laberinticos pasillos y los peligros que les aguardaban en otros pisos. Pero ahora, el pueblo estaba prácticamente desértico.

En una plaza tallada en un afloramiento rocoso, rodeada por una pequeña valla hecha de viejas y oxidadas espadas y ejes de lanza, Aiz encontró las miradas de Tiona, Tione y Lefiya.

—Bueno, um… ¿Qué pasa ahora?; Preguntó Tiona.

—Lo primero es lo primero. Vamos a visitar una tienda. Hablar con un local es la mejor manera de recopilar información; Respondió Finn. Lanzando el equilibrio sobre su hombro, el hobbit llevó al grupo lejos del punto de observación y bajó por la calle principal.

Mirando más de cerca, ellos pudieron ver que muchos dueños de las tiendas se habían levantado y habían dejado sus tiendas. Eventualmente, ellos encontraron un lugar que compraría sus piedras mágicas. La tienda no era más que una tienda de campaña, con unos pocos pedazos de madera para un mostrador, pero el grupo se dirigió hacia ella.

—¿Tu puesto está abierto para negociar?

—¿Huh? Ahh, la Familia Loki, ¿Eh? ¿Clientes?

La dueña amazónica parecía aburrida cuando Finn se acercó a ella. —Eso somos; Él respondió.

Sólo el puesto se dividió en el interior de la “tienda” desde el exterior. Un inventario de dientes monstruosos que se asemejaban a colmillos de elefante, botellas llenas de piedras preciosas y otros artículos comprados a aventureros estaba alineados dentro de la tienda de campaña detrás de la propietaria.

Mientras Lefiya y Tione entregaban el botín, Finn comenzó a interrogar a la Amazona bajo el disfraz de una pequeña charla.

—La ciudad parece diferente de lo que estoy acostumbrado. ¿Sucedió algo?

—… Ahh, así que simplemente entraron, entonces.

La dueña alzó la mirada de su meticulosa cuenta de piedras mágicas y se encogió.

—Hubo un asesinato. El cuerpo de un aventurero fue descubierto en la ciudad. Los ojos de Finn se alargaron. Ninguno de ellos pudo ocultar su shock y sorpresa.

Incluso sin ser preguntada, La amazona rascó el lado de su rostro y contó lo que sabía.

—Lo encontraron hace poco. Es una ciudad pequeña, así que las noticias pasan rápido. Ahora la mayoría de la gente está allí observando. Nadie ha muerto por aquí desde ese momento, dos idiotas borrachos tuvieron una maldita pelea y se separaron. Eso fue hace bastante tiempo, así que esto es una gran noticia.

La amazona, que llevaba poco más que un traje de bailarina para escenario, cogía una de las trenzas de su cabello y suspiraba para sí misma.

Finn decidió hacer otra pregunta. — ¿Estás segura de que alguien mató a este aventurero?

—No tengo ni idea. Todo lo que sé es lo que oí mientras los hombres se apresuraban en ir al sitio. Los detalles están más allá de lo que sé.

— ¿Sabes dónde encontraron el cadáver?; Preguntó Riveria.

Sube el acantilado desde aquí, en la posada de Willy. Es probable que haya una multitud de gente por allí. Sería imposible perderse, así que ¿Por qué no van a verlo por sí mismos?

La dueña se quedó en silencio después de eso y se centró únicamente en calcular el valor de los objetos en el mostrador. Escribiendo el número en un pedazo de papel, ella lo colocó delante del grupo. Después del descuento que había tomado por la información, la cifra era sorprendentemente baja.

Aiz y los demás vendieron todo su botín y dejaron la tienda sin quejarse.

—… ¿Qué debemos hacer, General?; Preguntó Tione.

—Ya que nos vamos a quedar aquí, no podemos fingir que este no es nuestro problema.

Vamos a comprobarlo; Contestó Finn, empezando a caminar. Ellos siguieron las instrucciones del dueño de la tienda, subiendo el acantilado más allá de todas las otras tiendas llenas de gente en el borde.