SSS Class Suicide Hunter

Volumen 1

Capítulo 55: El Obsesionado Rey Final (Parte 3)

No importa de qué campo se trate, los que llegan tarde siempre empiezan con desventaja. Aquello era ya un Océano Rojo repleto de muertos. Los que llegaran tarde tendrían que meterse de cabeza para probar su valor, tal y como hacían los soldados que intentaban desesperadamente trepar las murallas defendidas por el enemigo.

Y, en ese aspecto, la Torre no era distinta.

“-¡Bienvenidos!”

Cuando los rayos de luz blanca se disiparon, volví a abrir los ojos. La voz que nos daba la bienvenida no era la de la Diosa.

“-¡Guerreros que venís de la Torre!”

Era una pequeña figura cuyo género yo no era capaz de discernir. Tanto podría ser un chico como una chica. Llevaba ropajes sueltos que, a primera vista, recordaban a prendas tradicionales de Oriente.

“-¡Llevo muchísimo tiempo esperándoos! ¡Se me ha hecho eterno!”

Pero, una vez me fijé mejor, era algo completamente distinto. Excepto por las largas mangas, no había nada más que se pareciera a un atavío oriental. Bueno, en realidad era algo excepcional, empezando por las propias mangas. Los puños eran tan largos que, de estar completamente extendidos, podrían alcanzar fácilmente los cinco metros.

“-¡Pero está bien! La vida empieza con encuentros y termina con encuentros. Al final, cuando miras atrás, el sentido de la vida no tiene demasiado que ver con encontrarte con gente. ¡Esperar es como un aderezo que endulza la vida!”

Hay un refrán que dice que ‘el hábito no hace al monje’. No importa lo especiales que sean las ropas de alguien, al final todo depende de quién las lleve. Y, en ese sentido, el pequeño que agitaba sus mangas de cinco metros de largo era, definitivamente, alguien único.

“-Una vez más, quisiera expresaros mi más sincero respeto”

Aire.

“-¡Bienvenidos a la Gran Biblioteca de Todas las Cosas!”

El niño estaba flotando en el aire, a varios metros sobre el suelo. Desde allí miraba a toda la gente que había sido invocada de la nada.

[El Bibliotecario Bang Gu-Seok os da la bienvenida a todos]

Una constelación, el Bibliotecario Bang Gu-Seok. El encargado de gestionar los pisos del 21 al 30.

Aquel representante de ese mundo abrió los brazos de par en par y sonrió. Por desgracia, nadie aceptó su saludo.

*Bla bla bla*

Los cazadores aún no se habían enterado de qué estaba pasando y miraban confusos a su alrededor.

“Uhh, uhh, uhhhh…”

“¿Qué es esto? ¿Por qué se nos ha transferido automáticamente de repente?”

“¿Dónde estamos?”

De un vistazo conté cientos de personas. Los cazadores susurraban entre sí, todavía confundidos. La mayoría había estado en la plaza para hacer la cuenta atrás con los demás.

Sin embargo, otra gente estaba… enfrascada en su ‘tiempo privado’ en lugares distintos a la plaza.

“¿Quéeee?”

“¡No… no me miréis!”

Algunos gritos avergonzados se levantaron aquí y allá.

Un cazador invocado mientras se duchaba. Una pareja de amantes que había sido transferida cuando ambos estaban desnudos. Algunos habían estado durmiendo, como demostraban sus caras que aún arrastraban algo de sueño. Aquellos desafortunados cazadores tuvieron que enfrentarse a la inesperada situación uno detrás de otro.

“-Oh, vaya”, dijo con una risita el bibliotecario. “Parece que ha habido algo de falta de consideración”.

Entre los cazadores que intentaban esconderse sin saber qué hacer, *snap*, el bibliotecario chasqueó los dedos. Grandes estanterías empezaron a volar a su alrededor. Estos muebles tenían agujeros para la cabeza, los brazos y las piernas, como si fueran algún tipo de vestimenta. Volaron directamente hacia los cazadores desnudos y los ocultaron.

“Ah…”

“Uf, gracias a Dios”

Los cazadores que tenían que ver aquel espectáculo suspiraron con alivio. Yo entre ellos, porque, la verdad, estaba bastante avergonzado.

“Qué… ¿qué coño es esta mierda?”

En cambio, la gente involucrada estaba armando escándalo sobre el traje Gundam hecho de cartón que les acababan de poner. Sin embargo, eran una minoría, y una ola de vergüenza los hizo callar.

La gente recuperó poco a poco la compostura y, de uno en uno, empezaron a mirar hacia arriba.

“… ¿Quién eres?”. Como representante de los cazadores, la Bruja fue quien abrió la boca. “¿Y qué es este lugar?”

“-Ah. Soy solo un personaje menor que gestiona esta biblioteca que es ligeramente más grande de lo normal. Bruja de Dragón Negro, comparado contigo soy una existencia que se acerca al concepto de ‘extra’. Trátame como si fuera alguien sin importancia”

“…”

La Bruja frunció el ceño. ¿Cómo sabía aquel niño, al que no había visto nunca, quién era ella? Era sospechoso hasta el punto de hacerla sentirse inquieta, como si tuviera una premonición oscura.

Era inevitable. Yo ya me había acostumbrado a las constelaciones hasta cierto punto después de poner al [Rey Demonio de la Lluvia Otoñal] y a la [Diosa de la Protección] bajo mi control. Sin embargo, para los demás cazadores las constelaciones todavía eran existencias desconocidas.

“¿Ligeramente más grande de lo normal?”. Me esperé al instante en el que la Bruja cerró la boca para hablar a continuación. “No lo tengo muy claro. No creo que esto esté al nivel de “ligeramente más grande”.

El piso 21. Allí había una Gran Biblioteca. Quizá llamarla enorme no era suficiente para hacerle justicia. Desde la zona en la que estábamos hasta el lejano horizonte solo se veían incontables estanterías repletas de libros.

Hubiese sido más preciso llamarlo “Un mundo hecho de bibliotecas”.

“-Ooohhhh”. El propietario de ese mundo giró su mirada hacia mí. Una mirada inocente y simple. Sus ojos, tan puros como los del niño más inocente, brillaron. “-Ya veo. Tú eres el Rey de la Muerte”.

Sí.

“-Ahhh, no es necesario que estén tan tensos. Caballeros, señoritas, no deseo hacerles ningún daño. Solo quiero darles a todos la bienvenida. Para mí, no son diferentes a los héroes de una historia épica”

Héroes en una historia épica. Conocía el significado detrás de esa frase después de mi regresión de 4.000 días, ya que aquel lugar no era una biblioteca ordinaria. Sin embargo, fingí deliberadamente no saber nada.

“¿Qué quieres decir con ‘héroes de una historia épica’?”.

“-Es algo como esto”.

*Brrrrm*

El bibliotecario agitó un dedo y dos libros de tapa dura salieron de entre las incontables estanterías. Ambos volúmenes giraron y volaron describiendo círculos en torno al niño. Había un título en cada una de las cubiertas.

[Crónicas del Imperio Aegim]
[La Historia de la Ciudad Deungcheon] (Taku: En coreano, Deungcheon significa ‘ascender al paraíso’)

El bibliotecario sonrió gentilmente.

“-Leer libros es mi hobby. Sin embargo, los libros reunidos en mi biblioteca no son para nada archivos ordinarios. Son historias, vuestras historias. Son libros que tratan de los mundos en los que se levanta la Torre”. El bibliotecario tocó el dorso de los libros con sus dedos rígidos. “Sé que debéis estar preguntándoos por qué os han invocado a vosotros, de entre tantos guerreros. ¡La razón es simple! Es porque en vuestro mundo, solo vosotros sois ‘personajes’ con nombre”

“¿Personajes con nombre?”.

“-Creo que vosotros lo llamáis ‘apodo’”. El niño volvió a dibujar una sonrisa gentil y miró hacia abajo, hacia nosotros. “Las 302 personas reunidas aquí son, todas ellas, guerreros que portan un título, un apodo”.

Los cazadores estaban encendidos.

“¿Solo invocan a cazadores con título?”

“Y… ¿y los demás?”

“Espera un momento. No me digas que a partir de ahora nosotros seremos los únicos que intenten desafiar a la Torre”

Eso era cierto. No el nombre que habíamos usado en el mundo exterior, sino el que habíamos recibido dentro, el que la Torre le había dado a los cazadores. Un título. Ese era el billete de entrada imprescindible para ir del piso 21 en adelante.

“Por eso antes de mi regresión en el tiempo no podía siquiera dar un paso más allá del piso 20”.

Gente en primera línea con títulos. Gente más retrasada que no había recibido uno.

“El hueco entre esos dos grupos se irá haciendo más y más evidente”.

Jugueteé con el pomo de mi espada, que estaba sujeta a mi cintura. Era algo en lo que podía confiar para calmarme… mi propio pequeño ritual.

‘Mi yo actual es diferente del que era antes’. El fracaso que no tenía habilidades ni títulos y que no podía tan siquiera pasar del piso 20 ya no estaba allí. En su lugar había un cazador con el rango 3 en los rankings más actualizados. ‘No fui capaz de participar y me quedé atrás’.

Sin embargo, aparte de mí, solo había un puñado de cazadores que conservaban la calma. La Bruja era uno de ellos. Incapaz de esconder su confusión, la escuché murmurar.

“Qué sinsentido. ¿300 personas? ¿Cómo vas a asaltar la Torre con un número tan pequeño…?”

“-¡No tengáis miedo!”. El bibliotecario agarró las [Crónicas del Imperio Aegim] y sonrió. “Todos vosotros protegisteis el Imperio Aegim con apenas tres personas. ¡300 son 100 veces eso! ¡Es asombroso! Podréis superar los escenarios que os he preparado sin mucha dificultad. ¡Tened más confianza!”

“…”

La mayoría de los cazadores se miraron entre sí con expresiones ansiosas. En mitad de la inabarcable extensión de la Gran Biblioteca, que se extendía hasta más allá del horizonte, había unos 300 cazadores presentes. Casi parecíamos un grano de arena.

Tomé la iniciativa antes de que la inquietud se extendiera todavía más.

“Proceda rápidamente entonces, señor bibliotecario”.

“-¿Ohhooo?”

“Entiendo que está excitado de encontrarse con gente viva, pero querríamos ponernos a trepar la Torre lo más rápido posible. Ni siquiera nos ha dado una misión todavía. Me gustaría pedirle que proceda con rapidez”.

“-Ojojojo. Jujujuju”, rio suavemente el bibliotecario. “-¡Ya veo! Estaba tan contento que ni siquiera entregué la misión. Hmmm. Sin embargo, no está en mi naturaleza explicar las cosas con mucho detalle…”

*Plaf*

Cientos de libros salieron volando. Sus tapas flotaron a nuestro alrededor con el bibliotecario como eje central.

“-Veamos. ¿Qué tipo de proyecto está con toda seguridad a vuestro alcance…? Este Apocalipsis es demasiado aburrido, y este otro es demasiado pacífico en términos de su destrucción… ¡Oh, eso es! Este es el mejor”. El bibliotecario escogió un libro y lo cogió. “-Os aviso de antemano”. El libro se abrió por sí mismo y un rayo de luz blanca brotó de él. “-Esto es solo una muestra de lo que está por venir, así que no os sorprendáis demasiado”.

*Flinnnnggg*

Las olas de luz nos tragaron.

***

Todos los cazadores habíamos sido transferidos a algún lugar. No sabíamos dónde era, pero resultaba evidente que no era nuestro mundo. Tenía un estilo arquitectónico nunca antes visto en el lugar del que proveníamos. Los edificios, como si fueran parte de un nido de termitas que se hubiera ampliado cientos de veces, formaban un verdadero bosque de construcciones.

Los cazadores, yo incluido, flotábamos en el aire. Estábamos a gran altura, y, en el oscuro suelo bajo nuestros pies, los edificios que nunca antes habíamos visto se alineaban.

“Eeh… ¡Eeeeeekkk!”

Alguien gritó. ¿Quizás alguien tenía acrofobia? A pesar de no estar cayendo, muchos cazadores agarraron instintivamente las mangas de aquellos que tenían cerca.

El bibliotecario se reía mientras nos miraba.

“-Soy un bibliotecario. Pero, como os decía, los archivos reunidos en mi biblioteca no son simples libros de historia o novelas ordinarias. Son un poco más… no, podrías decir que pertenecen a un estándar más alto”

La Gran Biblioteca de Todas las Cosas. Una biblioteca en la que se reunían los registros de varios mundos.

“-Este es el mundo que todos vosotros asaltaréis”. El bibliotecario tocó la cubierta del libro con el título [Crónicas del Imperio Aegim] impreso en ella. “-¡Y este es el mundo en el que estaréis!”.

También estaba el otro libro, el que se titulaba [La Historia de la Ciudad Deungcheon]. Entre ambos, cientos de libros flotaban alrededor del bibliotecario. La constelación, aún con la apariencia de un pequeño niño, contempló los libros que poseía como si el amor por ellos se desbordase de su ser.

“-A estos libros los llaman de muchas maneras. Algunos los describen como historias épicas. Otros los etiquetan de novelas, anales o crónicas. Algunos incluso los llaman sagas. ¡Sin embargo, hay una expresión que es mi preferida!”. El bibliotecario nos miró a todos. “-Apocalipsis”, reveló con una risa. El extraño sonido de sus carcajadas resonó por el cielo. “Vuestro apocalipsis… sí, de acuerdo con mi terminología, todavía está [En emisión]. Tras un largo prólogo, por fin estáis empezando a trepar la Torre. Podría decirse que esta es la parte en la que el sabor de la lectura puede empezar a degustarse”. Sin embargo, no había terminado de hablar. “-Sin embargo, no todos los apocalipsis están [En emisión] con tanta suavidad como en vuestro mundo”.

*Fiuuuuuuuuuuu* (Taku: Se supone que es el sonido de algo cayendo de gran altura, pero la onomatopeya coreana no tiene traducción ni adaptación que yo conozca o se me ocurra)

Algo empezó a descender desde el cielo. Bueno, la palabra ‘descender’ resulta demasiado amable para describir aquello. Lo que fuera eso, estaba desgarrando el cielo.

“-Aunque es una pena…”. Era un meteorito. “-También hay apocalipsis que resultan [Cancelados]”.

Enormes bloques de piedra cubiertos de ardientes llamas empezaron a caer. Uno de los meteoritos aterrizó en los edificios que parecían un nido de termitas. *BOOOM* Un impacto ensordecedor sacudió el mundo. Incluso la tierra se abrió bajo el cielo rasgado. Solo con eso, la ciudad entera, en la que había vivido una raza inteligente distinta a la nuestra, quedó borrada sin dejar rastro.

Los cazadores gritaron cuando la enorme nube de polvo provocada por el impacto del meteorito nos tragó en un instante.

“-Este no es el único”. En la oscuridad, aunque no podíamos ver nada, la voz de la constelación seguía sonando. “-Hay muchos otros”.

*Flap*

Escuché el sonido de un libro abriéndose en alguna parte. Al mismo tiempo, la nube de polvo desapareció. La ciudad destruida desapareció. La tierra partida desapareció, y el cielo rasgado desapareció.

En su lugar, un nuevo mundo se desplegó a nuestros pies.

“-Si el [Motivo de cancelación] que acabamos de ver fue la piedra…”. Un descomunal tsunami. “-¡El [Motivo de cancelación] de este apocalipsis es el agua!”

El tsunami, que era tan alto que rozaba el cielo, engulló la ciudad al completo.

Era demasiado enorme como para llamarlo ola, y demasiado inmenso como para reducirlo a un tsunami. Era un desastre. Mientras los cazadores veían el gigantesco muro de agua desplazarse vertiginosamente hasta tenerlo en sus narices, gritaron de nuevo hasta quedarse sin voz.

“-Ah…”, suspiró tristemente la constelación. “-¿Cómo puede existir una tragedia tan triste?”.

Un mundo en el que una pandemia acabó con la humanidad.

Un mundo donde la arena cubrió la tierra y se secó hasta la última gota.

Un mundo en el que los volcanes entraron en erupción y las nubes de humo cubrieron el cielo.

Incluso un mundo en el que un virus zombie lo infectaba todo.

“-Esta gente son seres humanos como vosotros. Estaban vivos, como vosotros. Estaban creando su propio legado de la misma manera que vosotros. Pero, antes de alcanzar un final apropiado, antes de encontrar una conclusión épica, todo terminó por razones injustas”. El bibliotecario cerró su libro. “-Aunque yo lo llame [Cancelación]…”.

Cientos de libros bailaban en torno a la constelación. Para cualquiera, aquello recibiría, simplemente, el nombre de ‘Destrucción’.

Y, de pronto, estábamos de vuelta en la Gran Biblioteca.

“Bleeeaadgh”

“Urgh… blagh…”

El ruido de la gente vomitando llegaba de todas partes. Habíamos sido testigos de la destrucción de docenas de mundos. Aunque no habíamos recibido ningún daño físico, la mayoría de los cazadores habían sufrido un fuerte impacto mental.

“-La misión que os voy a dar, caballeros, es muy sencilla”. La constelación nos miraba desde arriba mientras nosotros nos comportábamos así. “-Elegid ocho apocalipsis [Cancelados]”. Ocho mundos que habían resultado destruidos. “-¡Quiero terminar de leer los apocalipsis que resultaron [Cancelados]!”. Quería seguir leyendo las historias de mundos destruidos. “-Todos vosotros entraréis personalmente en los ocho libros del apocalipsis y tendréis que salvar al apocalipsis de la crisis que provocará su [Cancelación]. Esa es la misión que os entrego”.

Esa sería nuestra tarea en los pisos del 22 al 29.

Aunque los sonidos de vómito no se habían detenido, una voz sonó en las cabezas de todos los cazadores.

[Se ha entregado la misión del piso 22]

El mensaje apareció frente a mis ojos.

***

[Reescribir el Mundo. Volumen 1]
Dificultad: A determinar
Objetivo de la misión: Al igual que existen incontables mundos ‘vivos’, también hay incontables otros que resultan destruidos. La constelación “Bibliotecario Bang Gu-Seok” describe esto como una Cancelación. El Bibliotecario Bang Gu-Seok quiere que el mundo que resultó cancelado por razones injustas continúe de nuevo sus historias.
En primer lugar, ¡elegid uno de los Apocalipsis cancelados! Si tenéis éxito en salvar ese mundo, quedará registrado como vuestro piso 22.

*Sin embargo, si la misión fracasa, el piso 22 no se abrirá*

Eso era. Aquella constelación no era más que un fanático de la lectura que estaba obsesionado con los diferentes mundos.

“Así que…”, abrí lentamente la boca. “… como no te gustó el final, ¿quieres que reescribamos ese libro?”.

“-¡Eso es exacto y correcto, sí!”, dijo el bibliotecario con una brillante sonrisa. “-¡Espero que satisfagáis mis preferencias de lectura!”

Tendríamos que [Reescribir] los finales de cada mundo para aquel fanático de los libros. Esa era nuestra misión.