Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 16: Las Posibilidades Tartareanas

Capítulo 4: La Cadena

Parte 1

Armored Pilot, Hugo Lesseps.

Después de terminar la llamada con Teach, continuamos la búsqueda de la Murder Princess y del tian con ella.

De hecho, ya conocía la existencia de la Murder Princess antes de esa conversación.

Era bastante famosa entre los delincuentes buscados, y yo había oído hablar de ella un buen número de veces cuando aún estaba en Dryfe como miembro de The Triangle of Wisdom.

Sinceramente, me costaba creer que aquella niña y la infame Murder Princess fueran la misma. Aunque quizá un poco inmadura para su edad, parecía una niña normal.

Aun así, sabía que tenía que hacer algo. Si resultaba que ella era realmente la Murder Princess, la situación podría ponerse realmente mal.

“¿Puedes sentir algo?” Le pregunté a Cyco.

“Hmm… No está cerca.” Cyco podía sentir cualquier asesino en su entorno inmediato—específicamente, dentro del alcance efectivo de La Porte de l’Enfer.

La apariencia y las estadísticas de la chica estaban ocultas, por lo que la habilidad de Cyco era la mejor forma de buscarla, pero Cortana era una ciudad bastante grande. Construida alrededor de un lago, tenía forma de rosquilla, pero incluso teniendo eso en cuenta, cubría un área enorme.

El alcance de los sentidos de Cyco sería sólo un pequeño punto en el mapa.

“Comparado con esta ciudad… mi poder es minúsculo.”

Oh… Está un poco triste por eso, pensé.

“Es como tú pecho en la vida real.” Continuó.

… Pero no lo suficientemente triste como para ser agradable, pensé de nuevo. Y no es tan pequeño… ¡Todavía estoy creciendo!

“De todos modos, tenemos que seguir peinando la ciudad.” Dije. “Si pasa algo, será demasiado tarde.”

“Sí.” Respondió Cyco. “También deberías considerar que podrían atacarte.”

“… Es cierto.” Asentí. Ahora conocían mi cara, y también la de Teach. Si se daban cuenta de que formaba parte de Sefirot, era posible que lanzaran algún ataque contra nosotros.

No podía pasear a White Rose por la ciudad, pero al menos podía prepararme para sacarla de mi inventario con Instant Release.

Tras varias decenas de minutos de búsqueda, llegamos a un bazar lleno de gente que hacía negocios sentada en alfombras. Algunos incluso vendían artículos de mayor tamaño; pude ver monstruos enjaulados a lo lejos. Con cuidado de no dejarme arrastrar por la multitud, entré en un callejón relativamente vacío.

“¿Ohh? Vaya, si es una Maiden que he visto antes.” Dijo alguien de repente, dirigiéndose claramente a nosotros.

“¿Hm?” Miré a mi alrededor, pero no pude ver a nadie. “¿Quién está ahí?” Pregunté.

La «Maiden» mencionada por la voz sólo podía ser Cyco, pero eso no tenía sentido.

Para evitar que la Murder Princess y el tian que la acompañaba recopilaran demasiada información sobre nosotros, hice que Cyco usara el Crest Disguise, igual que cuando conocimos a Ray.

Sin embargo, la voz parecía segura de que Cyco era realmente una Maiden.

El hecho de que también la hubieran “visto antes” implicaba que la voz no pertenecía a un desconocido, pero no había ningún rostro familiar a la vista.

“No reconocerme de forma tan descarada… Deberías saber que incluso mis sentimientos pueden ser heridos.” Dijo la voz.

“Hugo. Abajo.” Espetó Cyco.

“¿Eh?” Dije y miré hacia abajo, donde vi una mata de cabello morado que ni siquiera me llegaba a la cintura.

Al parecer, la persona que nos hablaba era tan pequeña que la había pasado completamente por alto.

… Mi avatar era mucho más alto que mi estatura real, así que me costaba interpretar mi tamaño.

“He llamado a un conocido sólo para que ese mismo conocido insinúe que soy diminuta… Qué decepción…” Dijo la persona, una chica más pequeña que Cyco, tapándose la cara.

No pude ver su expresión, pero sí que su pequeño cuerpo estaba cubierto por un antiguo vestido de estilo griego que dejaba al descubierto uno de sus hombros. Al igual que su cabello, era morado, y el predominio de este color me ayudó a recordar quién era.

“… ¿Eres Persephone?” Pregunté.

“¿Oh? ¿Te acuerdas? Estaba preocupada, ya que apenas hablamos cuando nos conocimos en The Triangle of Wisdom… ¡pero parece que tienes buena memoria!” Dijo, poniéndose de puntillas y dándome un par de palmadas en el hombro.

“Sin embargo, Franklin nos contó mucho sobre ti. Por ejemplo, eres la estrella emergente del clan—y un Maestro de Maiden, ¡igual que mi Queridísimo Maestro! «Hugo» y «Cuco», ¿no?”

“… Soy Cyco.”

“¡Oh, me equivoqué! Mis disculpas.”

“Bueno, pareces una especie de pajarito de colores, así que no es de extrañar que también tengas memoria de pájaro. Está bien.”

“¡Es la primera vez que hablamos! ¿Por qué eres tan malo?” Exclamó la chica.

De todos modos, sí que sabía quién era.

Era Persephone, un Embryo Maiden, igual que Cyco. Al que se refería como “Queridísimo Maestro” era… bueno, su Maestro: el King of Tartarus, Benetnasch. Una vez había ayudado a mi hermana con algunos proyectos de investigación en particular.

“Bien, ¿por qué un miembro de The Triangle of Wisdom está aquí en Caldina? De viaje, supongo.” Preguntó Persephone.

“Más o menos… y ya que estás aquí, eso significa que…”

“En efecto. Mi Queridísimo Maestro también está en la ciudad. Ohh, ahora mismo está en la residencia del alcalde, enfrentándose a un Magingear. Un gigante de metal de color azul cielo.” Dijo casualmente con un ojo cerrado.

“¡¿Eh…?!” Exclamé. Si estaba diciendo la verdad, entonces ahora mismo Teach estaba luchando contra Benetnasch.

Pasé un momento preguntándome cómo podía haber llegado a eso y recordé lo que dijo Teach en el café.

“¿Está aquí… para conseguir el Orb?” Le pregunté.

“¿Lo sabes? Impresionante. Espera, ¿tú también estás detrás de él? ¡Qué coincidencia!” Dijo Persephone.

Teach había mencionado que otros Superiores iban tras los Orbs, pero nunca habría imaginado que el King of Tartarus fuera uno de ellos…

“¿Por qué lo persigue…?”

“Ohh, decir eso infringiría la privacidad de mi Queridísimo Maestro. No puedo darle los detalles, pero puedo darle el esquema.”

“¿Eh?”

“Básicamente, persigue un sueño inalcanzable. Está buscando algo que le permita lograr una tarea imposible. Aunque, suponiendo que sea posible, su mejor apuesta es llevarme a la siguiente fase.” Explicó.

La miré en silencio. Su descripción era abstracta y apenas entendía los detalles.

Sin embargo, una cosa era bastante obvia.

Persephone era un Embryo Superior —uno en su séptima forma— y Benetnasch buscaba algo que requería “llevarla a la siguiente fase”, como hacerla evolucionar a la octava forma, algo cuya existencia ni siquiera estaba confirmada.

Existía la posibilidad de que el Orb de Cortana, del que se decía que “concedía una nueva vida eterna”, pudiera ayudarle a conseguir lo que fuera que buscaba, así que ahora luchaba contra Teach por él.

“Personalmente, me gustaría que se centrara en el objetivo principal en lugar de desviarse con estas inútiles pérdidas de tiempo… ¿Y cómo se supone que me voy a sentir si logra su objetivo sin mí?”

“… Oh. Ya veo.” Dijo Cyco, dándose cuenta de algo. “Así que por eso no le ayudas a luchar contra AR-I-CA.”

“Más bien no le ayudo a cazar los Orbs. Estoy boicoteando este esfuerzo sin sentido.” Afirmó.

… Así que Persephone andaba por aquí en vez de ayudar a su Maestro porque estaba fundamentalmente en contra de lo que él hacía. Esa debió ser parte de la razón por la que reveló información sobre el objetivo de su Maestro. No era raro que las Maidens y los Guardianes humanoides actuaran por voluntad propia, pero Persephone parecía llevarlo un poco lejos.

“Espera, si el Queridísimo Maestro está luchando contra un piloto Magingear… ¿Es un conocido suyo?” Preguntó.

“… ¿Y si lo es?” Repliqué.

“¡Ruego que consigan llevarse el Orb! Es una molestia. Y repugnante. Ni siquiera quiero que lo tenga.”

… Es la primera vez que veo a un Embryo desear que su propio Maestro pierda, pensé sorprendido. Pero, ¿qué quiere decir con “repugnante”?

“¡Así que eso! No me involucraré en la pelea… ¡Así que ni se te ocurra hacerme daño!”

… ¿Perdón? Pensé, enarcando una ceja.

“¡No me ataques pensando que eso ayudaría a tu amigo piloto!” Explicó.

Bueno, supongo que no era descartable que decidiéramos hacer algo así. Persephone era el Embryo de Benetnasch, y aunque ahora no le ayudaba, no había garantía de que eso no cambiara si estaba cerca de conseguir la pena de muerte.

Teníamos la opción de vencerla para aumentar las posibilidades de Teach.

“¡¿Qué se supone que significa esa mirada en tus ojos?! Para que lo sepas, ¡soy frágil y débil! ¡Incluso un Guardián de rango bajo me dejaría derrotada y llorando! ¡Así que no me ataques! ¡Y no me mires con esos ojos! Sé lo que está pasando por tu cabeza. Estás pensando «¿Qué tontería es esa? Eres un Embryo Superior», ¡¿no es así?!”

¿Qué tontería es esa? Eres un Embryo Superior, pensé.

“¡La idea de que todo Embryo Superior es fuerte es un mito! ¡Y yo estoy tan especializada en una cosa que soy especialmente débil! Ni siquiera se me puede comparar con el Pandemónium que tiene el líder de tu clan. Es una fábrica de monstruos ante todo, pero es muy fuerte incluso cuando se usa sólo para pisotear, ¡y además tiene camuflaje! Yo no soy tan versátil.” El Embryo Superior siguió afirmando desesperadamente su debilidad, dejándome sin saber cómo reaccionar.

Honestamente, sentí que lo mejor era dejarla en paz, aunque eso no cambiaba el hecho de que Benetnasch y Teach estaban peleando. Eso era algo que no podía ignorar.

Pero aún quedaba el asunto de la Murder Princess. ¿Qué iba a hacer en esta situación…?

“Por cierto, Hugo.” Preguntó Cyco telepáticamente.

¿De qué se trata? Respondí pensativo.

“Persephone es un poco como Némesis, ¿no? Aunque un poco más pequeña que ella.”

… Sí, yo también lo pensé.

Su aspecto y sus modales no eran exactamente iguales, pero se parecían en muchas cosas.

Pero no tenía ni idea de por qué.

Después de todo, los Embryos no tenían hermanos.