Regressor Instruction Manual

Capítulo 78: Tercera Clase (Parte 4)

Me sorprendió mucho la noticia. Era tan ridículo que empecé a reír sin control. Sin embargo, antes de que pudiera organizar mis pensamientos, el rostro de la persona que me había hechizado apareció en mi mente. Basándome en su personalidad y acciones hasta ahora, era innegable que había sido ella.

¿Cómo no lo vi venir?

Definitivamente era Jung Ha-Yan. Me vinieron a la cabeza diferentes gremios y clanes, pero estaba seguro de que no se tomarían la molestia por alguien como yo.

Las únicas sospechosas eran las tres mujeres que estaban obsesionadas conmigo, y entre ellas, Cha Hee-Ra estaba en una posición un poco incómoda, así que estaba excluida. No podía imaginármela usando un mago para lanzarme un hechizo de rastreo y, por mucho que lo pensara, no había motivo para que lo hiciera.

La otra sospechosa era Lee Ji-Hye, mas no tenía el tiempo ni la habilidad para hacerlo, por lo que podía tacharla. No, si alguien me hubiera lanzado un hechizo antes de esto, entonces definitivamente me habría dado cuenta, así que básicamente, el culpable debía de ser alguien talentoso y cercano a mí. Significaba que entraron en mi habitación mientras estaba descansando o durmiendo y lo conjuraron. Por supuesto, Jung Ha-Yan era la única persona que podía hacer eso. Se me puso la piel de gallina cuando la imaginé recitando un hechizo bajo el manto de la oscuridad, a unos pasos de mi cama.

Qué demonios…

Antes de entrar al gremio, Ha-Yan se acercaba a mí cada noche y hacía cosas poco apropiadas, pero pensándolo ahora, nunca me había despertado en mitad de mi sueño después de llegar a la casa de los Caria.

¿Desde cuándo?

Llegué a la conclusión de que realmente era ella. Realmente no importaría si lo ignorara y siguiera adelante; no obstante,  después de pensar que estaba conectado a ella, me sentí extraño. Consideré en silencio si era realmente una coincidencia que nunca me despertara durante la noche, y finalmente encontré la respuesta.

No puede ser una coincidencia.

Cuando pensé en la posibilidad de que me lanzara un hechizo para dormir y me hiciera esto y lo otro, empecé a carraspear -no podía estar más estupefacto. Por supuesto que era solo una suposición, pero si todo era cierto, entonces significaba que yo, indirectamente, proporcioné educación sexual a Jung Ha-Yan. (Bejemon: Dios mío…)

Tragué saliva con dificultad, y sentí que el calor abandonaba  mi rostro.

Levanté ligeramente la vista y noté que la cara de Hwang Jung-Yeon se ponía pálida, como si hubiera cometido un error realmente grande. Si yo fuera ella, habría reaccionado igual. Si tuviera que compararlo con el mundo moderno, sería como decirle al marido que su mujer tenía celos delirantes y lo vigilaba constantemente.

Desconocía lo pura que parecía nuestra relación a los ojos de los demás, pero me podía hacer una idea por la reacción de Jung-Yeon.

“¿Podrías explicármelo con detalle?” le pregunté, cuando logré calmarme.

“¿Eh? ¿Perdón?”.

Conocer los detalles exactos era importante para que pudiera ser más cuidadoso.

“Bueno… eso es…” dudó.

“Te agradecería que me contaras los detalles”.

“Verás…”

Verla dudar me hizo sentir aún más ansioso. Me preocupaba que pudiera haber algo más en todo esto de lo que yo no era consciente. Nunca había oído a nadie decir que plantar micrófonos mágicos fuera posibles en este continente, pero si se trataba de Jung Ha-Yan, entonces estaba seguro de que habría sido capaz de desarrollar un hechizo completamente nuevo.

“Contarte los detalles es un poco… ¿estás seguro de que está bien?” preguntó, dubitativa.

“Estaré bien. Me sorprendió un poco, pero… quiero saberlo. En cierto modo me lo esperaba… así que no me preocupa demasiado” respondí.

“Si-si es así como te sientes, entonces su-supongo que debería decírtelo. A-a mí también me sorprendió mucho” tartamudeó.

“Por favor. Sé que Ha-Yan es muy celosa…”

“Vaya. Bueno, es comprensible teniendo en cuenta el rumor sobre ti y la Reina Mercenaria. Lo entiendo perfectamente” dijo. “No me extraña que estuviera tan bien escondido”.

“¿Cómo dices?”

“Estoy segura de que una persona normal no se habría dado cuenta” comenzó a explicarme. “Los espadachines y la gente con clases similares tienen una percepción mágica poco desarrollada, Ki-Young. Lo mismo ocurre con los magos, aunque no lo creas. Es un hechizo muy bien planeado e intrincado, haciéndolo casi imposible de detectar, a no ser que seas un mago muy sensible, como yo. Diría que tu atributo debería estar en los ochentas o superior para notarlo. Es muy tenue, y fue diseñado para que se mezcle perfectamente con la longitud de onda única de tu magia”.

“Suena a algo que solo podría hacer una maga con talento” dije.

“Exacto. Hasta a mí me parece emocionante. Supongo que los rumores de que era una genio no eran mentira; yo ni siquiera había pensado en usar la magia de esta forma. No será fácil imitarla ya que nuestros campos son ligeramente diferentes. Es comprensible que… no te hayas dado cuenta, Ki-Young ya que eres alquimista”.

“Alquimista o mago, que no sea capaz de detectar un hechizo en mi propio cuerpo es…” dejé la frase en el aire y me encogí de hombros. Un escalofrío bajó por mi columna.

“Ahí no termina lo sorprendente” continuó. “Se basó en un hechizo básico, así que puedo decirte cómo lo hizo”.

“De acuerdo” suspiré con preocupación.

“Como he mencionado antes, el primer hechizo que se utilizó en ti fue una magia de rastreo. Al igual que el nombre, fue diseñado simplemente para ver la ubicación del objetivo. Ese no es tan interesante. El segundo hechizo es el que queremos analizar”.

“¿Qué pasa con él?”

“El hechizo es similar a las zonas de seguridad que se crean dentro de la mazmorra. Puedes verlo como un hechizo que empieza a sonar cuando un ser vivo entra en un radio determinado. Probablemente tenga unos 50 centímetros de radio…” calculó, concentrándose unos segundos. “Básicamente, si una persona se acerca a ti dentro de cierta distancia, el hechizo enviará una señal. Por supuesto, no tengo ni idea de lo que ocurre después de eso”.

Asentí en silencio, dejando que continuara.

“Para lanzar este tipo de hechizos, el lanzador suele necesitar una parte del cuerpo del sujeto o sangre para usarla como catalizador. ¿De verdad no le diste nada?” me preguntó.

“¿Qué pasa si no tiene un catalizador?”

“Es imposible lanzar este tipo de hechizos sin él” contestó firmemente.

“Recuerdo algo…” intenté hacer memoria. “¿Funciona también un mechón de pelo? ¿O tal vez una uña?”

“No, es imposible solo con un mechón de pelo, el vínculo sería muy débil. Probablemente necesitaría más de uno”.

Por supuesto, nunca le di un puñado de mi pelo, pero eso no significaba que no pudiera pensar en otra cosa. Recordaba a Jung Ha-Yan recogiendo mi diente en la mazmorra tutorial, y pensar en ello me asombraba. No le di mucha importancia en su momento, pues nunca imaginé que llevaría a algo como esto. Pensándolo ahora, me sentí como si estuviera bajo un hechizo mientras estaba con Lee Ji-Hye. Jung Ha-Yan no se dio cuenta de la extraña atmósfera que había entre nosotros. Simplemente sabía que Lee Ji-Hye había entrado en la zona prohibida que ella había establecido.

Así que así es como lo supo.

La razón por la que Jung Ha-Yan miró a Lee Ji-Hye con hostilidad era que ella entró en esa zona.

“Oh vaya, no creo que esté siendo demasiado celosa… tú… debes sentirte preocupado” dijo.

Hwang Jung-Yeon se veía más emocionada que preocupada. No estaba seguro de si era la descripción correcta, pero tenía la misma expresión que mi madre cuando veía telenovelas.

“Ejem… ¿Usó algún hechizo conmigo que le permitiera escucharme o verme desde lejos?” me apresuré a preguntarle para que se concentrara.

“No, solo usó dos hechizos. Ella es… sumamente inteligente. No puedo creer que haya sido capaz de perfeccionar una magia como esta cuando es solo una novata que acaba de llegar aquí. Estoy segura de que fue posible ya que el hechizo solo consumía una pequeña cantidad de maná… Creo que incluso puede escribir una tesis sobre esto” prácticamente la estaba alabando.

Estaba bastante seguro de que el título de la tesis sería: ‘Cómo acechar a tu novio’.

“Ugh…”

“Creo que puedo romperlo, si quieres…” sugirió. “¿Quieres que lo intente?”

“No, ahora mismo no” negué con la cabeza.

“Vaya, supongo que eres de los que quieren estar atados. Es un poco extraño, pero romántico en cierto modo” dijo, con un brillo peligroso detrás de sus gafas.

Romántico mi culo.

La información era muy espantosa, mas era tan ridícula que realmente me tranquilicé. Ya sabía que Jung Ha-Yan estaba obsesionada conmigo y no estaba seguro de si lo extraño era mi personalidad, pero si podía controlarla perfectamente con esta cantidad de sacrificio, entonces no era tan malo. Por supuesto, eso no significaba que no se me pusiera la piel de gallina. Sentí una sensación de resistencia difícil de explicar, pero… podía fingir que nunca las había notado.

De todos modos, saber que ese tipo de hechizo se utilizaba conmigo era un buen material, y empecé a sentir curiosidad por saber si había instalado algo en mi habitación.

“Si te parece bien, ¿te importaría venir a mi habitación?” le pedí.

“¿Perdón?”

Me avergoncé al darme cuenta de lo fácil que era malinterpretar mis palabras.

“Te agradezco el ofrecimiento, pero es un poco… repentino y embarazoso” dijo mientras desviaba su mirada. “No es que no seas encantador, pero… ya tienes muchas mujeres a tu alrededor… y unirme a ti en este tipo de situación es un poco romántico, pero prefiero a un hombre de contextura grande que sea acogedor…”

“No me refería a eso”.

“Oh…”

“Esperaba que pudieras decirme si hay algún hechizo similar en mi habitación” me corregí.

“Oooh… po-por supuesto”, dijo ella.

Una vez más, sentí la vibración de Park Deok-Gu en esta mujer.

“¡Vamos arriba! En realidad, sentía curiosidad por el costoso taller que tienes. Parece que hoy es mi día de suerte” exclamó con alegría.

“También es mi día de suerte” comenté.

Si no fuera por ella, no me habría enterado de que me habían hechizado. Cuando me levanté en silencio, me di cuenta de que Hwang Jung-Yeon me miraba muy emocionada. A diferencia de mí, que estaba bastante tranquilo, esta mujer parecía estar viendo un drama.

Mientras más me acercaba a nuestras habitaciones, más pesados se sentían mis pasos. Debía de zanjar este asunto de una vez, así que continué a pesar de mi temor.

“Así que este es el lugar que está usando el séptimo grupo. Igual que los rumores, es bonito” observó.

“Me resulta difícil explicarlo, ya que nunca he estado en la habitación de otro miembro” admití.

Después de echar un vistazo, la mujer se detuvo delante de la habitación de Park Deok-Gu. En silencio miré su cara para ver si descubría algo, pero todo lo que vi era su sonrisa.

De ninguna manera…

Lo único que podía hacer era suplicar que el peor escenario que imaginaba no sucediera.

De todas formas, nuestro destino era mi habitación, no la de Park Deok-Gu.

Cuando abrí la puerta con calma, vi la misma habitación de todos los días. Había varios libros sobre el escritorio y diversas herramientas y equipos estaban apilados en mi escritorio. Me daba un poco de vergüenza no haberla limpiado, pero me vería aún más raro si empezara ahora.

“Tu habitación está muy limpia” dijo Hwang Jung-Yeon, contrario a mis pensamientos.

“Gracias, supongo…”

“Vaya, creo que tienes más libros que yo” comentó.

“La mayoría los he dejado a medias”.

“Pero aún así, estudiar es algo bueno. Oh, ¿qué estoy haciendo? Quieres que compruebe si se utilizó un hechizo similar en esta habitación, ¿verdad?” preguntó.

“Sí, así es” respondí.

“Un momento”.

Vertió magia en sus ojos y empezó a barrer la habitación con la mirada; nunca imaginé que se lo tomaría tan en serio. Probablemente era porque era consciente del talento de Jung Ha-Yan para la magia.

Momentos después, la expresión de Hwang Jung-Yeon cambió muy sutilmente. Parecía que estaba conteniendo la risa, pero también parecía emocionada. Incluso vi que ponía cara de sorpresa, lo que aumentó mi ansiedad.

“Aquí hay algo” anunció, pasados unos minutos.

“¿Estás segura?”

“Sí. Lo veo en la pared y en tu cama”.

Mi temor se hizo realidad.