Regressor Instruction Manual

Capítulo 73: Hombre Ambicioso (Parte 2)

“¡Oh! ¿Estaría bien si te dijera nuestras condiciones primero?” preguntó Lee Ji-Hye.

“Adelante” respondí.

“Primero, tienes que hacer un anuncio público”.

“¿Sobre…?” dejé la pregunta en el aire.

“Sobre cómo aceptaste las disculpas de Jung Yoo-Ra” empezó, enumerando con sus dedos, “del gremio Cisne Negro, y que ustedes dos solucionaron las cosas y nunca fueron amenazados físicamente… Te agradecería que añadieras eso también. Aparte de eso, puedes decir lo que quieras… bueno, mientras digas algo que calme a la gente, no importa lo que digas”.

“Mmm… aunque haga eso, no será fácil convencer a la gente”.

“Además, me gustaría que mencionaras cómo está cambiando mi gremio” añadió.

“¿Intentas utilizarme como herramienta de marketing?”

“Por supuesto. Algunas personas te llaman Lee Ki-Young, el símbolo de la resistencia” lo dijo con cierta emoción. “Creo que te queda bastante bien el título, sabiendo de dónde vienes. Debe haber cierta imagen que quieras retratar, así que las condiciones adicionales son opcionales, pero… espero que lo menciones al menos para mí. Puedes decir algo así como: «son todos ustedes los que han obligado a un gran gremio a cambiar. Esta es la victoria del pueblo, no la mía…» o cualquier otra cosa”.

“Ganador mi culo…”

No pude evitar reírme de su retorcida idea. La razón por la que el sistema de poder del Cisne Negro estaba cambiando era que había muchas relaciones políticas de por medio. Por supuesto, no podía negar el hecho de que esta situación era lo que provocó el cambio, pero si no fuera por los problemas internos que ya tenían, entonces había una buena probabilidad de que nada hubiera cambiado. A pesar de eso, Lee Ji-Hye me pidió que hiciera un anuncio centrado en la victoria que el público había ganado.

“La verdad no importa, ¿cierto? Estoy segura de que ya sabes que es importante hacer creer al público que han ganado” me reprochó.

“Por eso me estoy riendo” respondí, mientras me aguantaba la risa.

“Bueno, no nos vamos a quedar sentados mirando, así que no tienes que preocuparte por nosotros. Mientras no eches más leña al fuego con tus comentarios, estaremos bien. Sé que eres cuidadoso, pero más te vale no decir nada contraproducente” me advirtió.

“Claro. Lo mismo digo” asentí.

“Por los viejos tiempos, ¿vale?” me sonrió, y yo le correspondí el gesto.

“¿Algo más?” pregunté.

“Sí. Puede que no tengas autoridad para esto, pero… actualmente estamos promoviendo una alianza a tres bandas entre Los Mercenarios, el Cisne Negro y los Caria. Me gustaría que hicieras un anuncio oficial sobre esto” me pidió. “No te pondrá en desventaja de todos modos, Ki-Young”.

“Así que estás diciendo que voy a ser capaz de ampliar mi influencia dentro del gremio, ¿verdad?”

“Sí, pero no te pediré que lo anuncies de inmediato ya que la situación aún es caótica. Sin embargo, sí quiero que menciones el ambiente amistoso que tenemos y cómo quieres mantener una buena relación con mi gremio desde que hemos cambiado o algo así” respondió.

“Estás pidiendo muchas cosas…” suspiré. “Me vas a recompensar adecuadamente por esto, ¿verdad?”

“Sí. Todos los objetos y materiales que recibimos del Jardín Tenebroso te serán entregados personalmente, Ki-Young. Esto también incluye cualquier parte de las mazmorras que hemos completado junto con algunos documentos de la tierra” explicó.

“Teniendo en cuenta la opinión del público, las recompensas no suenan tan bien”.

“En el anuncio oficial, diremos que las hemos donado”.

“Ahhh, ahora lo entiendo”.

“Nadie sabrá lo que recibiste de nuestro gremio”.

No podía confiar completamente en ella; Lee Ji-Hye era definitivamente capaz de apuñalarme por la espalda. Si el público se enteraba de que de alguna manera recibí un gran beneficio de este incidente, entonces ella podría utilizar la prensa a su favor y yo no sería capaz de evitar las críticas del público al respecto.

“Incluso si el público se enterara, creo que eres más que capaz de arreglarlo” agregó con confianza.

Tiene razón.

Muchos medios de comunicación ya estaban de mi lado y, aunque pasara algo así, arreglarlo no debería ser un gran problema. La mayoría de los medios de comunicación en Lindel ya habían decidido ponerse del lado de mi gremio y de Los Rojos, por lo que era natural que el Cisne Negro quisiera trabajar con nosotros; sin embargo, eso era solo si Lee Ji-Hye y sus compañeros lo sabían.

“El gremio también proporcionará apoyo al grupo de Kim Hyun-Sung”.

“¿No es demasiado generoso?” le pregunté, dudoso.

“Eso es porque queremos quedar bien delante de ti” dijo mientras me guiñaba el ojo.

“No estoy contento con este tipo de atención…”.

Aunque ella no lo dijo, estaba seguro de que exageraba la descripción que hacía de mí a los miembros de su gremio. Mi valor tenía que subir para que la posición de Lee Ji-Hye pudiera subir puesto que teníamos una conexión. Básicamente era una relación de ganar-ganar. No me molestó; realmente tenía mucho que ganar con esto.

“Si hay algo más que quieras, haremos todo lo posible para-”.

“Eso lo dejo en tus manos” la interrumpí. “Estoy seguro de que tu gremio tiene una idea de cuánto quieren darme, así que no importa lo que me den por ahora”.

“Eso es un poco agobiante. Suena como si fueras a ponernos a prueba”.

“En absoluto. Para ser sincero, no entiendo por qué me ofrecen tanto” admití. “No digo que el gremio del Cisne Negro lo haga para llamar la atención, pero es demasiado. Estoy seguro de que no soy la única persona de la que necesitan ocuparse. También tienes que ocuparte de Los Mercenarios Rojos, así que todo lo que digo es que esto no parece una empresa rentable”.

“Me da un poco de vergüenza decirlo, pero he influido ligeramente en su decisión” confesó.

“Por eso siento más curiosidad. Eres demasiado racional para decir que estás atada por el pasado, Ji-Hye. Te agradecería que me dijeras lo que realmente quieres”.

Se hizo el silencio. La expresión de Lee Ji-Hye no cambió; seguía con esa máscara burlona y provocativa sobre su cara.

“¿No te lo dije la última vez?” preguntó con tranquilidad, tras esperar unos segundos.

“¿Qué cosa?”

“Que los hombres ambiciosos son mi tipo” su respuesta distaba mucho de lo que esperaba.

“Deja de bromear…”

En el momento en que vi sus ojos, no pude terminar la frase; la forma en que me miró directamente me dijo que no estaba mintiendo. Se había quitado su máscara.

“¿Crees que estoy bromeando?” esperó unos segundos a mi respuesta, aunque no sabía qué decir. “Te contaré una historia divertida”.

Asentí en silencio, con toda mi atención puesta en ella.

“¿Has oído hablar de la historia de la pareja del ex presidente Clinton? Aunque es ficticia, no deja de ser interesante…”

“No. ¿De qué va?”

Después de exhalar, empezó a explicarme. Aunque era una historia al azar, era interesante.

“Durante la presidencia de Bill Clinton, él y Hilary visitaron una gasolinera para echar gasolina. Supuestamente, Hilary le dio un fuerte abrazo a un hombre desconocido”.

“Un simple abrazo, nada más”.

“Más tarde se enteró de que el hombre de la gasolinera era el ex novio de Hilary… la pareja habló del hombre en el camino de vuelta y Bill Clinton hizo un comentario un poco mezquino. Dijo: «si todavía estuvieras saliendo con ese hombre, estoy seguro de que estarías trabajando en la gasolinera con él»” relató. “¿Qué tipo de respuesta crees que le dio Hilary?”.

“¿Se ofendió, tal vez?”

“No. Dijo: «estoy segura de que se habría convertido en el presidente de los Estados Unidos, no tú»”, respondió Ji-Hye. (Bejemon: Ji-Hye besto mujer).

Sin duda era una historia interesante. Básicamente, me estaba diciendo que me podía llevar a grandes alturas.

“Es una buena historia, pero personalmente, quiero añadir un prerrequisito más” dijo.

“¿Y cuál es?”

“Lo ambicioso que es un hombre”.

Vaya…

“La gente dice que los hombres son animales que cambian dependiendo de cómo actúe la mujer, pero un hombre que actúa sin ambición no es nada atractivo” explicó.

“Entiendes la situación en la que me encuentro, ¿verdad?”

“Por supuesto. Eres el amante de la Reina Mercenaria… y no solo eso, sino que tienes una bomba de tiempo llamada Jung Ha-Yan esperando a volar por los aires. No obstante, el valor de una mujer no se basa en su aspecto o en su poder”.

“¿Entonces…?”

“No me aferro desesperadamente a ti ni te pido que salgas conmigo, Ki-Young, pues ya sé que ese tipo de mujeres no son populares. Me da igual que muerdas, beses y te revuelques con la mercenaria que está loca por la sangre o con esa maga rara y alocada. Si a ellas son a las que tengo que superar, bienvenido sea, porque ya sé que al final se elegirán a mujeres como yo” continuó. “Una mujer que puede convertir a hombres como tú en reyes”.

¿Q-qué?

Estaba tan sorprendido que no podía hablar correctamente. Entendí su personalidad desde que vi su naturaleza egoísta y ambiciosa en el tutorial, pero no pensé que lo fuera hasta este extremo. No me sorprendió que me dijera que le gustaba; todo se debía a su extraña confianza. Después de todo, los atributos y talentos de Lee Ji-Hye no eran tan buenos. Por supuesto, ella no sabía acerca de su límite de crecimiento, mas yo estaba seguro de que tenía una idea al respecto. El hecho de que eligiera Líder como su clase era una prueba de que conocía sus límites y, a pesar de eso, esta mujer que se parecía a mí seguía confiando en sí misma. Sin incluir las estadísticas y la fuerza que tuvo que poner, ella todavía confiaba en que podría convertir al hombre que eligió en el rey.

Por supuesto, no sabía cuando empezó a tener ese tipo de pensamientos; considerando su naturaleza, había una buena posibilidad de que lo pensara desde el principio.

No tenía ni idea de cómo debía reaccionar a lo que dijo. Mientras me sumía en mis pensamientos, vi que Lee Ji-Hye se levantaba tranquilamente. Empezó a tocarme la cara con cautela.

“¿Por qué yo?” le pregunté.

“¿Quién sabe? Pero si tuviera que inventar una razón…” sus dedos recorrían mi rostro. “¿Porque antes me dijiste que esperabas volver a verme?” respondió.

Terminó acercando sus labios. No me molesté en evitar sus ligeros besos; tenía motivos más que suficientes para utilizarla.

“Este es el final de nuestra conversación” se apartó después de unos momentos. “No pienses solo en las condiciones que puso el gremio, sino también en las cosas que te dije personalmente, Ki-Young”.

“Lo pensaré, señora” me burlé un poco.

Todo lo que oí era música para mis oídos.

Ella frunció ligeramente el ceño, pero después de ver la sonrisa en su cara, supuse que estaba satisfecha con la conversación que habíamos tenido. Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta…

Oh.

Me di cuenta de que Jung Ha-Yan me estaba esperando fuera del salón. A diferencia de mí, que estaba algo sorprendida, Lee Ji-Hye no lo parecía en absoluto.

“Ha pasado tiempo, señorita Ha-Yan” la saludó Ji-Hye.

“Sí… ha… pasado… un tiempo, señorita Ji-Hye” dijo Jung Ha-Yan.

Mierda.

“He oído que estás saliendo con Ki-Young, me alegro. ¿Les ha estado yendo bien?” preguntó ella.

“Sí…” Jung Ha-Yan contestó. Se veía perdida.

“¡Oh cielos, felicidades! Verlos enamorados me hace feliz. Creo que nos veremos a menudo… así que estoy deseando trabajar con ustedes”.

“Y yo contigo…”

“Adiós” se despidió Ji-Hye.

No sabía de si estaba viendo cosas, pero Jung Ha-Yan parecía muy diferente. Ella no debía de tener ni idea de lo que Lee Ji-Hye y yo estábamos hablando en el salón, ya que usaron un hechizo en la habitación para que los demás no pudieran molestarnos. Pero supongo que Ha-Yan debió descubrir el ambiente extraño, pues noté que miraba a Lee Ji-Hye de la misma forma que ella miraba a Park Hye-Young.

Estaba segura de ello: Jung Ha-Yan se había vuelto loca.

Mierda.

Para empeorar las cosas, me estaba mirando como si me estuviera interrogando.

Lee Ji-Hye levantó la comisura de los labios y me sonrió antes de irse.

El mundo era grande y había muchas mujeres.

Sin embargo…

No podía entender por qué seguía enredándome con todas esas locas.