Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capítulo 268: El Cementerio y El Hospital

Cuando el metro de vapor llegó a la orilla sur del río Tussock, Klein alquiló un vagón y se dirigió al cementerio de Aston en las afueras del Distrito sur, que estaba administrado por la Iglesia del Dios del Vapor y la Maquinaria.

Bajo la oscuridad del crepúsculo, los árboles alrededor del cementerio parecían mostrar susobservarlo, bloqueando la luz como monstruos acechando en la oscuridad.

Después de que el conductor del carruaje tomó los 4 soli que Klein pagó, miró hacia el cementerio y murmuró: “¿Necesita que espere aquí?”

“No, no es necesario. Estoy aquí para visitar a un amigo”. A Klein se le ocurrió una excusa e inmediatamente notó el cambio en el rostro del conductor.

Esto es un cementerio… para visitar a un amigo con el cielo ya oscuro…  El conductor podía oír los latidos de su propio corazón.

Klein sonrió y agregó: “Él es el guardián de la tumba aquí”.

El conductor del carruaje se sintió inmediatamente aliviado, pero no se atrevió a quedarse. Rápidamente condujo los caballos y se fue.

Klein rodeó el cementerio hasta que realmente se hizo de noche.

Al caer la noche, las emisiones de humo y polvo disminuyeron considerablemente. Además del viento frío y cortante, la niebla en el aire se disipó mucho. Aunque se podían ver pocas estrellas, la luna carmesí era vibrante, cubriendo el suelo con un brillo parecido a un velo.

Klein se golpeó el pecho cuatro veces en el sentido de las agujas del reloj. Luego se puso los guantes, saltó la valla de hierro y entró al cementerio.

Miró a su alrededor con precaución, encontró al azar un rincón apartado, sacó el silbato de cobre de Azik y lo sostuvo en su mano.

No muy lejos de él había una lápida. La fotografía estaba sucia y el epitafio parecía extremadamente borroso a la luz de la luna. Klein lo leyó atentamente durante unos segundos antes de descifrarlo.

Decía: “Oye, si estás de paso, ayúdame a salir. ¡Gracias!”

Un caballero con humor… ¡Te elijo a ti! Klein se detuvo, se reclinó contra los árboles que protegían la tumba del sol y la lluvia y esperó pacientemente en la fría y helada noche.

Lanzó el silbato de cobre de Azik hacia arriba antes de atraparlo con firmeza, repitiéndo esta acción varias veces para pasar el tiempo durante unos 20 minutos.

No hay señales de que los muertos vuelvan a la vida…  Klein cerró su reloj de bolsillo, inspeccionó su entorno y confirmó los resultados.

Volveré aquí en dos días para ver si hay algún cambio. Si no hay ninguno, significa que el silbato de cobre del Sr. Azik no podrá afectar los cadáveres que han sido enterrados mediante el ritual de un sacerdote. Klein pensó y volvió a guardar el antiguo silbato de cobre en su bolsillo.

Había tres tipos de entierros en el Reino de Loen. El primer tipo incluía un ataúd y un funeral, aptos para las clases media y alta que poseían dinero. El segundo tipo era una cremación, que era más barata. Las cenizas resultantes se depositaban en urnas que se entregaban a la familia o cercanos al muerto. Esta era generalmente la elección de la clase media baja y de los trabajadores de las fábricas que podían permitirse pagar la cremación. También influían factores religiosos, como en el caso de los creyentes del Eterno Sol Ardiente. La mayoría de ellos elegían ser cremados y los pobres solo tenían que pagar una pequeña tarifa por la cremación debido a la ayuda que recibían de la iglesia.

El tercer tipo de entierro sólo pertenecía a los pobres. No podían permitirse ataúdes o una cremación, así que simplemente envolvían los cadáveres y los enterraban.

Pero Klein ya había determinado a partir de las lápidas y tumbas que el objetivo de su experimento era un cadáver con ataúd.

Si el silbato de cobre de Azik realmente puede hacer que los muertos se levanten, incluso si el objetivo se hubiera podrido hasta convertirse en un montón de huesos, no debería haber una falta total de reacción. Incluso si la tapa del ataúd no se puede abrir, al menos debería haber creado algún ruido.

Mientras caminaba hacia la cerca, Klein pensó en cómo ampliar su experimento.

Necesito categorizarlos. Los cadáveres aquí llevan bastante tiempo enterrados. Debería encontrar un objetivo que haya sido enterrado recientemente.

Sólo así podré llegar a la conclusión más precisa.

Tras eso, Klein básicamente jugó al gato y al ratón con los guardianes del cementerio antes de encontrar una tumba correspondiente a un funeral de ese mismo día.

Esta vez esperó media hora, pero aún así no encontró nada anormal.

Uhm, básicamente puedo determinar que el silbato de cobre del Sr. Azik no puede afectar a un cadáver que ha pasado por un ritual hecho por algún sacerdote. Supongo que no es tan fuerte..bueno, en realidad puede que sí lo sea. Este silbato de cobre no está destinado a hacer que los muertos vuelvan a la vida. Se utiliza para convocar mensajeros, por lo que afectar a un cadáver es un efecto secundario. Klein se apretó el abrigo cruzado y caminó hacia la valla de hierro.

Planeaba regresar a casa para cambiarse de ropa antes de probar su segundo experimento.

El objetivo del segundo grupo experimental eran los cadáveres recientemente fallecidos que no habían sido enterrados mediante un ritual.

Estos objetivos a menudo existían en la morgue de los hospitales.

Saltando la valla con suavidad, Klein regresó a pie al distrito sur en la noche oscura y lúgubre. Los alrededores estaban mortalmente tranquilos y silenciosos. Sólo los árboles de hoja perenne, cubiertos de polvo, se balanceaban ligeramente.

Le recordó la noche en que resucitó de entre los muertos. En aquel entonces, él también tuvo que caminar desde el cementerio hasta la ciudad.

*Suspiro*…  Klein esbozó una sonrisa y comenzó a correr, como si eso de alguna manera pudiera despejar la melancolía que lo abrumaba.

Más de media hora después, alquiló un carruaje en el Distrito Sur y se dirigió a la estación de metro de vapor más cercana.

Todavía faltaba aproximadamente una hora para que el metro dejara de funcionar, y este podría ahorrarle bastante dinero.

…

En las primeras horas de la mañana, Klein se puso un uniforme azul grisáceo y una gorra mientras se dirigía al Hospital San Estin en el área del Puente de Backlund.

Se trataba de un hospital benéfico perteneciente a la Iglesia del Dios del Vapor y la Maquinaria.

Muchos de los pobres morían debido a enfermedades y, como no había ningún lugar donde colocar sus cuerpos, los dejaban temporalmente en la morgue del hospital. Allí, los cadáveres esperaban a que el gobierno los cremara o los donara a las facultades de medicina de universidades. Generalmente las normas conforme a los cadáveres eran más lapsas durante otoño e invierno, pero no así durante el verano.

En una época sin aire acondicionado ni equipos para mantener la temperatura fresca, la morgue del hospital no podía conservar los cadáveres por mucho tiempo. Los cuerpos donados serían rápidamente embalsamados y los cuerpos que serían enterrados al día siguiente se limpiarían, estas eran las reglas que se aplicaban en verano. En otoño e invierno las normas eran relativamente relajadas; por lo tanto, todavía quedaban muchos cadáveres durante la noche en la morgue durante esos días.

La morgue de el Hospital San Estin estaba bajo tierra. Se mantenía relativamente fresca incluso durante el verano, y mantenía un frío punzante durante el otoño e invierno.

Basado en lo que había aprendido como Halcón Nocturno, Klein confió en la agilidad y el equilibrio de un Payaso para colarse en el sótano mientras evitaba a los médicos y enfermeras que estaban de servicio.

Antes incluso de acercarse a la morgue, sintió un escalofrío que le recorrió la espalda.

Después de pasar rápidamente por la habitación del conserje, Klein sacó un trozo de alambre y abrió ligeramente la puerta de la morgue.

¡Infiltración exitosa!

Lenta y silenciosamente abrió la puerta de la morgue con su mano derecha enguantada de negro. Al mismo tiempo, cubrió el silbato de cobre de Azik con su espiritualidad para determinar si tal método podría eliminar los efectos negativos.

La temperatura en la morgue era más baja que en el pasillo. La mayoría de los cadáveres fueron embolsados ​​y colocados en diferentes armarios de hierro. Sólo unos pocos estaban colocados sobre la larga mesa en el espacio abierto central, como si estuvieran esperando un examen.

Como Secuencia 8, Klein aunque no temía la escena, Instintivamente se sintió incómodo.

Con cuidado, cerró la puerta y caminó alrededor de las largas mesas.

Después de unos diez minutos, Klein dejó escapar una bocanada de aire frío y confirmó que ninguno de los cadáveres había vuelto a la vida.

Bueno, ya es hora…  Sacó su reloj de bolsillo de oro y lo abrió.

Cuando estuvo listo, Klein dejó de envolver el silbato de cobre de Azik con su espiritualidad.

No estaba seguro si era un efecto psicológico, pero tenía la desconcertante sensación de que los alrededores se habían vuelto aún más silenciosos.

Como Vidente, creía plenamente en sus instintos. Dejó de caminar de un lado a otro y se retiró hacia la puerta.

Pasaron exactamente dos minutos.

En ese momento, un cadáver sobre una mesa larga se sentó de golpe

*¡Pa! ¡Pa! ¡Pa!*

Los gabinetes de hierro circundantes emitieron golpes enloquecidos, ¡como a punto de estallar!

*¡Pa! ¡Pa! ¡Pa!*  Al escuchar tal conmoción y ver los cadáveres moverse, Klein de repente dijo en voz baja: “Carmesí”

Inmediatamente después de eso, inyectó su espiritualidad en un encantamiento de requiem y lo tiró.

Las llamas de un azul helado ardieron silenciosamente y se extendieron suavemente, como humo. Los cadáveres volvieron a tumbarse y los golpes que provenían de los gabinetes se detuvieron abruptamente.

Klein, que había experimentado una situación similar, no se relajó y usó otro encantamiento de requiem.

Como había muchos cadáveres a su alrededor, usó un tercer hechizo, para calmar sus nervios.

Entiendo… De hecho, sólo afecta a los cadáveres que no han sido puestos a descansar mediante un ritual. Esto incluye cadáveres de a lo sumo un par de meses. Usar mi espiritualidad para proteger el silbato puede prevenir tales efectos. Pensó Klein con una sonrisa.

Al ver que ninguno de los cadáveres mostraba reacciones anormales, se preparó para abrir la puerta e irse.

En ese momento, escuchó pasos provenientes del exterior y vio una tenue luz filtrándose hacia adentro.

El anciano conserje se sintió atraído por el ruido de los golpes en la morgue. ¡Se acercó con una linterna en la mano!

Klein miró a su alrededor, colocó su mano en la puerta, saltó ágilmente y se aferró entre la puerta y el techo.

Sus dedos se aferraron a las más mínimas grietas del edificio mientras mantenía el equilibrio.

*¡Crujido!*

El anciano conserje abrió la puerta con su llave y entró en la morgue.

Dio unos pasos hacia adelante, levantó su linterna y examinó los armarios de hierro y las largas mesas, así como los cadáveres.

Detrás de él, Klein saltó ágilmente y aterrizó con suavidad al otro lado de la puerta.

Aprovechando la oportunidad, Klein escapó rápidamente de la morgue. Usó la habitación del conserje para esconderse durante unos segundos antes de regresar con cuidado al piso superior.

Después de que el anciano conserje inspeccionó los alrededores y no encontró nada fuera de lo común, murmuró una frase, mientras formaba un triángulo en su pecho, y se fue rápidamente. Cerró la puerta con llave y no se quedó más tiempo.

Al regresar a la sala de guardia, se envolvió en una fina manta y se tomó varios minutos para calmar su corazón acelerado antes de murmurar para sí mismo en voz baja: “No debería hacer caso a esas historias que cuentan de la morgue, desgraciados, solo buscan asustarme”. Mientras rezaba, se decía “¡No existen los zombis ni los espectros!”

Al mismo tiempo, Klein caminó cómodamente por las tranquilas y oscuras calles de Backlund, feliz de comprender un poco más la amenaza del silbato.

Miró las elegantes lámparas de gas que se alineaban a los lados de la calle, esperando con ansias las futuras reuniones de Beyonder.

¡Siempre que obtenga un arma con un efecto decente, podré obtener uno de los ingredientes principales para subir a la Secuencia 7: Mago!

Hmm… Aunque no tengo mucho dinero en este momento, todavía tengo muchos activos que puedo usar para intercambiar. Por ejemplo, la fórmula de la poción Telépata o las fórmulas de Bardo o Suplicante de la Luz. Además, mi poción de Payaso se está digiriendo a un ritmo notable debido a que descubrí la esencia necesaria para “actuar”. Estoy cerca de digerirla completamente…  Caminando por las calles nocturnas de Backlund, Klein dejó que su mente vagara.