Second Life Ranker (NW)

Volumen 06

Capítulo 126: Preparación Para La Guerra (1)

『Me duele la cabeza.』

El Dios de la Espada presionó hacia abajo la sensación de molestia que seguía hinchando. Después de haber declarado su independencia de la tribu de un cuerno con el Dios de la Lanza, el mundo se había convertido en una serie de muros para él. Dondequiera que iba, había obstáculos y pruebas.

Sin embargo, siempre ganó al final; dejó caer a sus enemigos, les robó, los pisó y siempre se puso de pie. Eventualmente, fue rodeado de personas como él, y ahora, sirvieron como la fundación de Cheonghwado.

El mundo podría ser una serie de muros, pero el Dios espada quería vencerlos a todos. En el pasado, había sido Arthia, y ahora, era Dragon Rojo. Pero a diferencia de Arthia, que había destruido fácilmente, Dragon Rojo era como una pared de hierro que no podía derribar. Dado que Dragon Rojo era un clan que se consideraba el gobernante de la Torre y era el único grupo lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a Allforone, había estado esperando la dificultad. Las peleas siempre fueron difíciles, pero aunque el Cheonghwado era más pequeño en número, tenían jugadores más hábiles. Esto llevó a algunas personas a decir que los únicos en igualdad de condiciones con el Dragón Rojo eran los Cheonghwado.

Sin embargo, el Dios espada, líder de los Cheonghwado, sabía que todo era una mierda. Incluso si los Cheonghwado reunieron todas sus fuerzas, todavía eran novatos en comparación con Dragon Rojo. El famoso Ochenta y Un Oculus fue solo el comienzo. Había miles de rankers asociados con Dragon Rojo, y eso ni siquiera incluía a miles de jugadores inactivos.

Más que cualquier otra cosa, Dragon Rojo tenía algo que los otros clanes no tenían: historia y cultura. El nacimiento de Dragon Rojo había ocurrido hace mucho tiempo cuando los clasificadores se reunieron en el septuagésimo séptimo piso para derribar a Allforone. Eventualmente, se convirtieron en un clan, y el clan finalmente se convirtió en una organización grande y bien estructurada que podría dejar un legado poderoso.

Los jugadores que habían sido enviados al undécimo piso eran solo la punta del iceberg, pero solo con eso, ya lograron oponerse a los Cheonghwado e incluso eludirlos. El Cheonghwado incluso había traído a la tribu de un cuerno al hacer que el Dios de la Lanza prometiera su cuerno, pero aún así, el Cheonghwado sería aplastado si el Dragón Rojo tuviera ganas. La única razón por la que Dragon Rojo aún no había hecho un movimiento era su renuencia a sufrir pérdidas. Sin embargo, definitivamente no planeaban retroceder.

El Dios espada pensó cuidadosamente. Ni siquiera quería estar en guerra con Dragon Rojo en primer lugar. Solo lo había llevado a cabo porque atacaron primero a Leonte. Si no lo hubiera hecho, los Nueve Reyes desaparecerían y su rendición al Dragón Rojo se extendería, arruinando la reputación de los Cheonghwado. Quería terminar la guerra lo antes posible.

El Cheonghwado era famoso por dos cosas: la confianza y la autoestima. No podía dejar que desaparecieran, por lo que el Dios espada estaba preocupado.

『¿Es la única solución la espada?』

Incluso si el Cheonghwado era más pequeño que el Dragón Rojo, todavía eran uno de los grandes clanes y tenían un arma oculta. Sin embargo, necesitaban una gran cantidad de poder mágico para activarlo, e incluso el propio Dios espada no podría llamar tanto. Aunque llamó al arma una espada, podría convertirse en una lanza, una flecha o un hacha. Era un artículo de un dios que era como un dios mismo. Nunca había imaginado usarlo antes a pesar de que lo poseía, pero ahora estaba empezando a tener pensamientos diferentes.

『Todavía está incompleto. Pero debería sacar a Leonte.』

Se había quedado en silencio a pesar de que siempre había sabido lo que Leonte estaba haciendo. La piedra de Leonte era un objeto flexible que podía ayudar con la espada, por lo que el Dios de la Espada tomó la decisión de tirar a Leonte a un lado y obtener la piedra a pesar de que estaba incompleta.

『¿Hay alguien afuera?』

Necesitaba emitir órdenes de inmediato. Un subordinado entró en la habitación con la cabeza inclinada. “¿Me llamaste?”

『Tengo algo que decirle al Dios del Puño.』

“Sí, señor”. Su subordinado se mezcló en las sombras.

Sin embargo, en lugar de Leonte, fue el subordinado de Leonte quien llegó con una expresión molesta. “Hay problemas”.

『¿Qué es?』

“El Dios Sable está tratando de atacar al Dios Del Puño”.

『¿Qué?』

La expresión del Dios espada se congeló.

***

¡Estruendo!

“¡Loco bastardo! ¡Cuántas veces tengo que decir que no lo tengo!”

“No te pregunté dónde estaba. Dije que me lo dieras”.

Leonte tragó saliva nerviosamente ante los ojos ardientes del Dios Sable. Su aura cruda se arremolinaba alrededor de Leonte como un tornado, y las nueve espadas en el suelo vibraban como si atacaran en cualquier momento. Incluso a Arthia le había resultado difícil luchar contra él, y la intención asesina del Dios Sable parecía asfixiar a Leonte. Cuando se acercó a Leonte antes, solo dijo unas pocas palabras: “Dame la piedra”.

La tez de Leonte se había vuelto blanca al darse cuenta de que el Dios Sable había descubierto su secreto. Tenía ganas de llorar. Había luchado tanto por la piedra, y el Dios Sable esperaba que la entregara así. Fue increíble. Él respondió diciendo que no sabía de qué estaba hablando el Dios Sable. El Dios Sable solo había respondido con intenciones asesinas, sus ojos feroces hacían parecer que destrozaría a Leonte. “Dármelo”, gruñó.

Leonte tembló. Entrecerró los ojos, queriendo gritar. También era un ranker y ser amenazado así lastimaba su orgullo. “No lo tengo …” Antes de que Leonte pudiera decir más, el Dios Sable lo golpeo.

Sus espadas de repente brillaron y dividieron el aire mientras corrían hacia el cuello de Leonte. Leonte dio un paso atrás, preocupándose tardíamente de que había reaccionado demasiado lentamente. Su rostro se puso pálido. Sin embargo, algo cayó del cielo como un rayo.

¡Auge!

Las espadas rebotaron, y el Dios Sable enderezó su espalda, mirando ferozmente la lanza que había aterrizado frente a él. Miró al Dios de la Lanza, que se interpuso entre él y Leonte. “¿Qué estás haciendo? Muévete, lanza. Esto no tiene nada que ver contigo”.

“Saber, ¿qué estás haciendo? Dragon Rojo está justo frente a nuestra nariz, pero ¿estás peleando con uno de nosotros? ¿Realmente te has vuelto loco?”

El Dios de la Lanza torció los labios. No le gustaba Leonte, pero pensó que era necesario mantener buenos modales con un compañero de clan.

El ataque del Dios Sable sería una distracción para el clan, y era simplemente inaceptable.

“Muévete”.

El Dios Sable actuó como si no escuchara y dio un paso adelante, sacando otra espada. El Dios lanza se puso en posición nuevamente, pero el Dios Sable se detuvo en corto, sintiendo algo en los alrededores. Cuando volvió la cabeza, vio al Dios arco sonriéndole fríamente desde la cima de un árbol.

La capacidad del Dios del Arco para usar un arco era inigualable en la Torre. Algunas personas lo compararon con el cazador de serpientes Galliard, y su habilidad aseguró que tuviera un lugar como uno de los Dioses Marciales. Con el Dios de la Lanza frente a él y el Dios del Arco en la parte posterior, el Dios Sable decidió que tendría que cuidar de ambos al mismo tiempo.

Incluso al Dios espada le habría resultado difícil ganar una pelea como esa, pero al Dios Sable no le importó y avanzó, sacando a relucir la lamentable cantidad de poder mágico que tenía y levantando sus espadas.

El rostro del Dios de la Lanza se endureció. Sabía que el Dios Sable iba a luchar con todas sus fuerzas, y cuando usó sus nueve espadas, la situación era extremadamente peligrosa. Los tres Dioses Marciales se enfrentaron entre sí. Todos los demás comenzaron a dar un paso atrás, temerosos de estar involucrados en la pelea.

El Dios Sable estaba a punto de correr hacia el Dios de la Lanza cuando una voz fuerte retumbó desde el cielo.

『¿Qué está pasando aquí?』

Una gran presión cayó sobre ellos, destruyendo las auras de los tres Dioses Marciales al mismo tiempo.

El Dios de la Lanza se sintió mareado y se dio la vuelta. El Dios del Arco bajó su arco y trató de recuperar el aliento, su rostro estaba pálido. El Dios Sable, que había sido el más afectado, vomitó sangre y trató de recuperar el equilibrio, pero ya había caído de rodillas.

El Dios de la Espada aterrizó silenciosamente en el suelo con una máscara de león de madera que la tribu de un cuerno usaba con frecuencia. Las cuatro espadas que eran famosas en la Torre lo rodeaban.

『¿Qué pasa? Habla, Sable.』

El Dios Espada miró a su alrededor y se volvió hacia el Dios Sable, con los ojos encendidos detrás de la máscara. Como era estricto con las reglas, no podía tolerar las acciones del Dios Sable.

El Dios Sable apretó los dientes y se obligó a levantarse. Su poder mágico comenzó a secarse, y solo pudo salir adelante con el Neidan que había tomado de las Cuatro Bestias Legendarias. “Solo quiero una cosa. Solo le pedí a Puño que me lo diera”.

El Dios espada no entendía lo el Dios sable podría desear tanto que llegaría tan lejos.

『¿Qué tiene Puño?』

“La piedra”.

Por un tiempo, el Dios espada guardó silencio.

“Espada, ¿así que sabes algo?”, Preguntó el Dios Sable. “Ni siquiera sé qué es la piedra, pero la necesito”.

『¿Por qué?』

“Porque secuestraron a mi hijo”.

Todos parecían confundidos, pero los ojos del Dios espada se abrieron. El hijo de segunda categoría del Dios Sable, Hanbin, había sido tomado como rehén, y los secuestradores pedían la piedra como rescate.

“¡Dénlo! Aceptaré cualquier castigo, pero primero debo rescatar a mi hijo”.

Estaba claro por los ojos ardientes del Dios Sable que nadie podía detenerlo. Sin embargo, el Dios espada no respondió de inmediato. Él también necesitaba la piedra, pero tampoco podía ignorar a alguien tan necesario como el Dios Sable. El Dios de la Espada se dio cuenta de que habían caído en una trampa ridícula. No sabía quién había creado esto, pero habían hecho un trabajo espectacular. Era obvio lo que sucedería a continuación, por lo que el Dios espada rápidamente aclaro sus pensamientos.

『No entiendo la situación, así que calmémonos primero y hablemos de ello.』

“¡Cada segundo es importante para mí!”

『Dije que esperes, Sable.』

El Dios Sable iba a gritar un poco más, pero cerró la boca ante la voz fría del Dios Espada. Las espadas del Dios Espada se volvieron para rodear al Dios Sable. Había una tremenda brecha entre sus fortalezas, y el Dios Sable se mordió el labio inferior. No importa lo enojado que estuviera, tenía que calmarse. Si muriera antes de recibir la piedra, su hijo moriría con seguridad. Además, los otros jugadores estaban en formación para atacarlo.

Frustrado, el Dios Sable arrojó sus espadas, descargando su ira. El Dios de la Espada recuperó sus espadas y se relajó.

『Ve a tu habitación primero y cálmate. Te llamaré una vez que todo esté ordenado.』

Habló respetuosamente, pero fue una orden clara.

El Dios Sable apreto sus dientes y regresó a su habitación con sus subordinados sosteniendo sus manos detrás de su espalda.