Second Life Ranker (NW)

Volumen 05

Capítulo 118: Mercenario (2)

Yeon-woo sostuvo los Tomos de Habilidad con fuerza mientras salía. Edora lo estaba esperando, y su rostro se iluminó cuando lo vio. Sin embargo, rápidamente frunció el ceño cuando vio su rostro.

“Oraboni, ¿qué pasó con tu cabeza?”

“¿Hm?” Se tocó la cabeza reflexivamente y sonrió cuando sintió el ligero golpe. “No es nada, no te preocupes por eso”. Yeon-woo eludió su pregunta y la miró. “¿Cuál es tu decisión? ¿No ha cambiado?”

“Te voy a seguir. No trates de detenerme”.

Yeon-woo sospechaba que no sería capaz de detenerla de todos modos. Era como si ella no escuchara a nadie, y además, era miembro de la tribu de un solo cuerno. Nadie podía impedirle hacer algo una vez que se lo proponía. Pero todavía quería confirmarlo por última vez. “¿Qué pasa si te encuentras con tu tribu como un enemigo?”

“Estoy preparado para eso. Solo sufriré por cierta persona”.

Yeon-woo negó con la cabeza. “Está bien. Si no me vas a escuchar de todos modos, haz lo que quieras”.

“Jeje”. Edora sonrió como si hubiera ganado, y Yeon-woo no pudo evitar reírse.

***

Yeon-woo quería dejar Kuram en silencio. No tenía sentido hacer un gran alboroto sobre cambiar de bando, y tampoco quería ponerse del lado malo del Dios Sable. Y así, cuando estaban a punto de pasar las paredes en ruinas, no esperaba ver a Phante parado allí con una expresión irritada, sus brazos cruzados sobre su pecho.

“¿Tú?”

“Guau. ¿Estás feliz de dejar atrás a tu hermano pequeño? ¿Es esto algo así como una escapada nocturna? Oh, como todavía es de día, es una escapada diurna, supongo”.

Phante miró a Edora, que estaba pegada al lado de Yeon-woo como una sanguijuela. Estaba molesto porque nadie le había dicho nada. Edora miró hacia otro lado.

“¿Por qué? ¿Vas a venir conmigo?”

“¿Crees que estoy parado aquí para broncearme?”

“¿Sabes a dónde voy?”

“Sé que será más divertido que aquí. Y, jeje, donde quiera que vayas, siempre sucede algo grande, ¿eh?”

Yeon-woo no pudo encontrar las palabras para responder. Era cierto que grandes incidentes lo siguieron, después de todo.

“Ya no me gusta quedarme aquí. Los viejos geezers siguen ordenándome que haga esto y aquello, y siguen metiendo las narices en mi negocio. Siento que me estoy volviendo loca. Cualquier otro lugar está bien, así que llévame contigo”.

Yeon-woo se echó a reír. Entendió la molestia de Phante. Siempre estaba siendo arrastrado de una conferencia a otra, y no se le permitía pelear porque se consideraba demasiado peligroso. Cada vez que intentaba protestar, el Rey Marcial siempre estaba allí. Cuando descubrió que Edora y Yeon-woo planeaban dejar Kuram, pensó que era su oportunidad.

Sin embargo, Phante y Edora estaban en situaciones diferentes. Dado que lo más probable es que Phante fuera el próximo rey, no podía simplemente irse, por lo que Yeon-woo insinuó que irían a Dragón Rojo.

Sin embargo, eso solo hizo sonreír a Phante. “¿Eh? ¿Así que estabas planeando divertirte un poco sin siquiera decirme todo este tiempo?”

Yeon-woo se dio cuenta de su error demasiado tarde. Phante era el hijo del Rey Marcial hasta los huesos.

“¡Jaja! Pensé que iba a Vomitar de ver a esos bastardos de Cheonghwado todo el tiempo. Ahora puedo verlos desmoronarse”.

Yeon-woo tuvo que ondear una bandera blanca a los hermanos y suspiró exasperado. “Haz lo que quieras”.

Sin embargo, no pudo evitar que una sonrisa creciera en su rostro. De repente pensó que había logrado no solo conocer a un buen maestro, sino también encontrar un buen par de hermanos pequeños.

***

Después de dejar Kuram, se dirigieron a la parte norte del escenario llamado Veges.

“Actualmente, Dragón Rojo ha establecido una fortaleza en Veges. Están planeando expandir su territorio, por lo que los Cheonghwado los están atacando allí”.

Edora compartió lo que había escuchado en la conferencia de la tribu. Con la ayuda de la tribu de un cuerno, las fuerzas de Cheonghwado se distribuyeron casi uniformemente a través de la undécima etapa, a excepción de Veges.

“¿Hay alguna razón por la cual?”

“Porque Bahal los está liderando”.

Los ojos de Yeon-woo brillaron. “¿Bahal?”

“Sí. Dicen que ha sido puesto a cargo del undécimo piso, y otros rankers también están participando. Dado que la tribu de un cuerno se ha unido a la guerra, son mucho más cautelosos”.

Yeon-woo asintió. Si Dragón Rojo no tenía la intención de renunciar al undécimo piso, no tenían más remedio que enviar más fuerzas. Su pérdida probablemente había herido mucho su orgullo ya que vivían según el gobierno del Dragón.

“Además, los Cheonghwado no solo tienen al Rey Marcial, sino que también tienen al Dios Sable y al Dios Lanza. No se quedarán quietos. Parece que la guerra en el undécimo piso se va a hacer más grande”.

Yeon-woo pensó que estaba igual de bien. Con las estacas subiendo, el Dios Sable y el Dios Lanza quedarían atrapados en este piso. “Sería bueno que Leonte también apareciera”. Yeon-woo mojó sus labios secos cuando la sonrisa de un depredador apareció en su rostro.

Phante intentó cambiar de tema. “¿Cómo planeas unirte a Dragón Rojo? Probablemente estén rechinando los dientes al pensar en ti”.

Se refería a la pelea de Yeon-woo con Shanon. No había forma de que Red Dragon no desconfiaba de Yeon-woo.

“Si estamos hablando de riesgo, ustedes probablemente estén en mayor peligro que yo”.

No había mejores rehenes que el príncipe y la princesa de la tribu de un solo cuerno. Si Dragón Rojo supiera que vendrían, incluso los recibirían con los brazos abiertos.

“En realidad, probablemente no se preocupen demasiado por nosotros, ya que hay un montón de personas como nosotros”.

Yeon-woo inclinó la cabeza hacia un lado confundido, y Edora respondió con una sonrisa. “Como has notado, los miembros de nuestra tribu son bastante egocéntricos, ¿verdad? Un grupo de nosotros probablemente nos hemos unido a su lado como mercenarios”.

“Oh.” Yeon-woo se dio cuenta de lo que quería decir. Había muchos miembros de la tribu subiendo a la Torre que con frecuencia también hacían trabajo mercenario. “Entonces, ¿qué pasa si te encuentras cara a cara …”

“Supongo que tendremos que matarnos unos a otros. Quiero decir, por supuesto, preferiríamos evitar eso tanto como sea posible”. Edora se encogió de hombros como si no fuera gran cosa. “Pero incluso si nos encontramos como enemigos, no nos odiaremos unos a otros. Nos sentiremos más ofendidos si no luchamos con todas nuestras fuerzas”.

Yeon-woo asintió. No se podía esperar nada menos de la tribu de un cuerno. Phante y Edora tampoco le dio demasiada importancia a la lucha contra Dragón Rojo.

“Bueno, podrían estar interesados ya que somos los hijos del Rey Marcial. Pero no les importará ya que todos conocen la personalidad de nuestro padre”. Phante se encogió de hombros. El Rey Marcial no estaría demasiado molesto si sus hijos fueran tomados como rehenes.

“Solo intentaba devolver el doble del daño causado a sus hijos”. Yeon-woo se rió pensando en el Rey Marcial.

“De todos modos. ¿Cómo vas a unir fuerzas con Dragón Rojo?”

Yeon-woo respondió con indiferencia: “¿No dijeron ustedes ya la respuesta?”

“¿Qué dijimos?”

“Debes estar hablando de Bahal”.

Yeon-woo asintió con la cabeza ante las palabras de Edora. “Correcto. Bahal me dará la bienvenida, y la presión también me protegerá”.

Phante y Edora asintieron. Las palabras de Yeon-woo tenían sentido ya que Bahal parecía extremadamente interesado en él.

“Pelear con la tribu de un cuerno me ha dado algo de credibilidad. No querrán dejar que alguien que ha derrotado a un semi-ranker se les escape de entre los dedos”. Yeon-woo sabía que su nombre ya se había extendido por todas partes. Establecer récords para limpiar pisos o el Tutorial despertó el interés en el potencial de alguien, pero era difícil saber si esa persona realmente podía pelear. Sin embargo, un novato que había logrado derrotar a un semi-ranker era una historia completamente diferente.

No solo podían ayudar con el esfuerzo de guerra, sino que también podían ser nutridos en un jugador hábil. Y teniendo en cuenta que tenía información privilegiada sobre la tribu y los Cheonghwado, no lo dejarían ir, especialmente si Bahal lo apoyaba. “Y si les doy esto”. Yeon-woo tocó el objeto que Bahal mataría por tener. Estaba seguro de que encendería las brasas de la guerra en un fuego rugiente, y tenía razón.

***

“Detente allí. Revela tu identidad”. Cuando llegaron a Veges, los jugadores de Dragón Rojo salieron a detenerlos, sus rostros tensos al ver a dos miembros de la tribu de un cuerno. Sospechaban que la tribu finalmente había abandonado Kuram.

Sin embargo, Yeon-woo explicó que él era el Acaparador, y los dos miembros de la tribu de un cuerno con él estaban interesados en trabajar como mercenarios para Dragón Rojo. “Y por favor dale esto a Bahal. Le gustará ya que es de mí”.

Los jugadores se sorprendieron al ver al famoso Acaparador en persona, aunque algunos no pudieron evitar mirarlo por matar a sus amigos, sin mencionar que los miembros de la tribu de un cuerno con él eran los hijos del Rey Marcial. Pero al final, decidieron que no era su responsabilidad lidiar con esto y dejaron entrar a los tres. Inspeccionaron el artículo de Yeon-woo y se lo entregaron a Bahal después de determinar que no era peligroso.

Pronto, llegó una respuesta. “Bahal ha ordenado que ustedes tres sean nuestros distinguidos invitados. Por favor, sígueme”.

Yeon-woo y sus amigos asintieron y siguieron a los jugadores.

***

Veges tenía una atmósfera diferente a la de Kuram. Los rankers del Dragón Rojo y sus subordinados huían por todas partes, y había muchos controles de seguridad. Aunque era muy ordenado, había una atmósfera tensa. Los ojos de muchos jugadores brillaron al ver a Yeon-woo y sus amigos, pero no dijeron una palabra. Estaba claro lo disciplinada que era la ciudad.

Cuando llegaron al centro de la ciudad, Bahal salió a su encuentro descalzo. “¡Jaja! ¿Quién es? ¿Es esto Caín? ¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando que vengas a nosotros?” Abrazó a Yeon-woo con fuerza como si estuviera dando la bienvenida a un querido subordinado. Estaba realmente feliz de ver a Yeon-woo. Sin embargo, los puños de Yeon-woo estaban fuertemente apretados mientras Bahal lo abrazaba. “Si tan solo trataras a Jeong-woo tan bien”. Las venas en el dorso de sus manos salieron.