Zombie Darake no Kusatta (NL)

Volumen 1

Capitulo 1: ¿Dónde estoy?

“¡APESTA!”

Mi nombre es Mizuha Kusunoki. Me acabo de despertar y ya tengo ganas de llorar. Las lágrimas se han formado en mis ojos y amenazan con caerse.

Estas no son lágrimas producidas por un bostezo casual. La razón para ellos es simple: son una respuesta visceral al hedor pútrido que cuelga en el aire y se vuelve cada vez más espeso. El lodo de las aguas residuales es lo más parecido a lo que puedo comparar este mal olor, pero la intensidad está en otro nivel, peor que vivir en una alcantarilla. Es tan malo, me temo que respirar profundamente hará que el aire sucio derrita mis órganos internos.

¿En qué parte del mundo estoy? Con la información disponible para mí ahora, la mayoría de la gente probablemente concluiría que estoy en un basurero o en una planta de tratamiento de aguas residuales. Cuando desperté por primera vez, el mismo pensamiento cruzó por mi mente, pero…

Presionando mi muñeca contra mi nariz para bloquear el olor, examino mi entorno. La forma más rápida de describir la escena es como una isla desierta en medio del océano sin nada remotamente tropical o agradable. La cuestión es que no solo la isla no es más grande que una habitación de cien pies cuadrados y está más muerta que un páramo, sino que el océano que la rodea es de un púrpura misterioso y nocivo. Puedo escuchar burbujas que se elevan y explotan como una especie de brebaje de bruja en un caldero.

¿Dónde diablos se supone que debe estar este lugar?

No tengo la menor idea de dónde es esto. De hecho, nunca he visto algo en realidad que sea tan obviamente un pantano venenoso. Se parece a las marismas de miasma en los videojuegos que solía ver jugar a mi hermano mayor.

De acuerdo, no voy a ninguna parte tratando de averiguar dónde estoy, así que lo dejaré de lado por ahora. El mayor problema es por qué diablos estoy solo en un lugar como este.

Intento recordar lo que pasó antes de irme a dormir. Imágenes familiares pasan por mi mente: fui a mi escuela secundaria por la mañana, me senté en mis clases y trabajé solo dos horas en el café después de la escuela. Tratando de ser considerado con mi hermano, que es un año mayor que yo y en su último año de secundaria, me fui directamente a casa después de mi trabajo de medio tiempo. Fue un día ordinario de principio a fin.

Lo único diferente de lo habitual fue que me había sumergido en mi cama en el momento en que había entrado en mi habitación. El trabajo había sido tan caótico que estaba agotado mental y físicamente más allá del agotamiento. Mis recuerdos se cortaron allí. Probablemente me quedé dormido después de eso. Eso tiene más sentido para mí; Estoy convencido de que eso fue lo que sucedió.

Pero, ¿cómo se suponía que debía saber que me despertaría rodeado de un pantano venenoso y gorgoteante? ¿Todavía estoy soñando? Esa pregunta cruza por mi mente por un segundo entero, pero no puedo negar que estoy despierto cuando ese hedor desagradable está quemando todos mis sentidos y tengo el control total de mi cuerpo.

Afortunadamente, todavía llevo mi uniforme escolar al aire libre que consiste en un cárdigan marrón claro sobre mi camisa y una falda plisada roja y blanca. Y por alguna razón, todavía tengo mis mocasines puestos. Este es un uniforme popular de secundaria cerca de donde vivo, pero no veo a ninguna otra persona cerca. Tal vez no habría importado incluso si estuviera vestido con mi pijama.

¡SPLAT!

El lodo venenoso de repente salpica en mi pequeña isla. Una cosa viscosa y con forma humana se arrastra hacia la isla usando ese estiércol como punto de apoyo.

“¡EEP! ¡¿Q-Qué demonios?!”

“Bwahhh”.

La COSA se eleva sobre dos pies, y el líquido pegajoso que cubre todo su cuerpo comienza a gotear. Algo que parece marcadamente humano se queda allí una vez que toda la suciedad se desliza.

Pero está muy lejos de ser un humano común. Parece estar usando una armadura oxidada y tiene llagas supurantes que cubren la piel expuesta en la cara y el cuello. Además, su piel muda se ha desvanecido a un color azul verdoso enfermizo. Líneas rojas pasan por sus ojos horriblemente inyectados en sangre, y dientes podridos y nudosos asoman por su boca abierta.

La palabra zombi me viene a la mente al instante. Solo los he visto en películas, anime, juegos y manga, pero la apariencia de esa cosa hace que sea imposible pensarlo como algo más.

“¡Bwah! ¡Bwoah!”

Asombroso, el zombi gimiendo se acerca lentamente a mi posición. Instintivamente me alejo de la grotesca criatura. Pero esta es una isla pequeña. Unos pasos y he llegado al final de la línea.

Un trozo de la repisa bajo mis pies se rompe. Cuando esa pieza golpea el líquido venenoso, se desintegra, dejando atrás el chisporroteante sonido de cocinar carne.

¡Tienes que estar bromeando! ¡Ya terminé si me caigo!

“¡No ‘Bwah, bwah’ yo! ¡No te acerques más! ¡Por favor, vete!”

“Urg. Aah… aaah…”

“Gime como un bebé todo lo que quieras, zombi, pero con ese aspecto, no estás ganando ningún concurso de ternura. ¡En todo caso, solo aumenta tu grosería!”

En cualquier caso, lo que digo no es acercarse al zombi, como lo demuestra el hecho de que no dejará de acercarse, no importa cuántas veces le pida que se vaya.

“¡E-Esto no puede ser real!”

Casi no hay espacio para intentar pasar al zombi. Incluso si lo lograra por algún milagro, esta es una isla pequeña. No puedo escapar.

Mientras intentaba pensar en un plan de acción, el zombi se había acercado lo suficiente como para tocarlo si extendía mi mano. Avanza sobre mí con sus brazos perezosamente colgando frente a él.

“Bwah”.

“¡DESAPARECEEEE!”

¡SLAM!

Deseando desesperadamente sobrevivir, empujé por reflejo el pecho del zombi con la mano derecha. ¿Utilicé más fuerza de lo que pensaba? El zombi cae de espaldas y comienza a retorcerse en el suelo, gimiendo.

¿Estoy salvada?

Solo desearía no tener que tocar un zombi. En parte porque nunca se sabe lo que puede suceder cuando tocas algo antinatural, pero sobre todo porque apesta al cielo. Caso en cuestión, mi mano derecha apesta. Esto apesta.

“¡Blehk!” Estoy mirando mi mano, deprimida, cuando de repente, el cuerpo del zombi comienza a brillar intensamente.

“¡¿Whoa?! ¿Qué demonios? ¡¿Por qué está brillando?!”

“¡BWAHHHHHHHHHHHHH!”

La luz se vuelve más brillante a medida que el zombi grita. Es demasiado cegador mantener los ojos abiertos.

Sin embargo, la luz se desvanece rápidamente. Abrí los ojos con miedo y parpadeé varias veces.

El zombi se fue. En su lugar hay un hombre de unos veinte años. Es un hombre delgado de unos seis pies de altura. Sus otras características distintivas son su cabello dorado recogido en un peinado de samurái y sus bonitos ojos de zafiro.

Está vestido con el mismo tipo de armadura que ese zombi, pero su brillo y pulido no tiene el menor parecido con ese cubo de óxido. La armadura se ha transformado de metal oxidado en plata de aspecto muy costoso. En una inspección más cercana, incluso tiene una espada colgando de su cintura y tiene la apariencia de un noble caballero que puedes encontrar en un libro de cuentos.

Estoy atónita sin palabras. No porque esté cautivado por su aspecto de otro mundo — No, mentí. En realidad, eso tiene un 90 por ciento que ver con eso. Pero hay algo más digno de mi atención en este momento.

Aguanto la respiración

Um, un zombi acaba de convertirse en un humano vivo, que respira, no tan muerto.