Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 16

Extra 3: Malentendidos Del Gato Negro Y Un Dolor De Cabeza

“Señor Shax, dice que tienen helado”.

Las dos colas de Kuroka se balancearon al detenerse de repente. Mirando más de cerca, un restaurante tenía un cartel que decía “¡Aquí puedes comer todo el helado que quieras!”.

“Ahora que lo dices, el jefe hizo una herramienta rara y la hizo circular por ahí”.

La producción de helado era extremadamente problemática, por lo que se trataba de un bien de lujo. Sin embargo, este dispositivo permitía, al parecer, crearlo fácilmente incluso a la gente normal. Naturalmente, el Archidemonio lo había hecho para que su amada novia pudiera disfrutarlo en cualquier momento. Kuroka asintió, y luego repitió lo que había dicho.

“Parece que tienen helado”. “Umm, ¿quieres probar un poco?” “En realidad no, pero es helado”. “Tendero, ¿me da dos?”

Shax suspiró resignado mientras compraba un poco de este helado. Era un alimento extraño que consistía en una taza hecha de lo que parecía un bollo horneado relleno de una pasta blanca parecida a la nata fresca. Pensándolo bien, también había un poco en la fiesta de cumpleaños de Zagan, pero esta era la primera vez que Shax tomaba alguno.

El barco se irá pronto…

“Hwah… Así que esto es helado…”

Bueno, los ojos de Kuroka brillaban felices, así que decidió que esto estaba totalmente bien.

“Señor Shax, ¿puedo tenerlo ahora?” “Sí, adelante”.

Con eso, Kuroka sacó su roja lengua y dio un lametón al helado. Tal vez porque era dulce, o porque estaba frío, los ojos de Kuroka se abrieron de par en par y su espalda tembló. Entonces empezó a comerse la crema blanca con gusto, pero aún lo hacía con pequeños lametones. En ese momento, parecía un gato lamiendo agua.

¿De verdad tienes que lamerlo así?

Shax tuvo que golpearse el pecho para tranquilizarse. Al verla tan feliz, rompió a sonreír.

“¡Ah!”

A pesar de ser un hada que gobernaba la suerte, esta chica sufría desgracias habituales como una especie de retroceso. El fondo de la taza horneada se rompió de repente sin previo aviso.

“Aaah…”

Al oírla murmurar con tanta tristeza, Shax le tendió su propio helado. “No hay necesidad de estar tan triste. Vamos, puedes tener el mío”. “¿Eh? Pero señor Shax…”

Kuroka parecía avergonzada, pero inmediatamente se recompuso y lamió su helado.

¿Eh? ¿Tengo que sujetarlo?

Bueno, si Kuroka lo sostenía, el fondo podría romperse de nuevo, así que no tenía otra opción. Aun así, ver a la chica que se había convertido en su amante lamerlo con tanta seriedad era un espectáculo peligroso… en todos los sentidos.

“¿Tanto te gusta?”, preguntó.

“Sí. ¡Es dulce y frío, pero suave y muy delicioso!” “¿En serio?”

“¿No quiere usted también, señor Shax?” “¿Tu no.…?”

En medio de la conversación, Shax se dio cuenta de que, aunque Kuroka tenía la cara roja, sonreía como desafiándole.

¡Esta chica! Lo dice a sabiendas, ¿no?

Dicho esto, Shax era un Archidemonio ahora y Raphael había aprobado su relación, así que no podía dejarse tomar el pelo todo el tiempo. Abrió la boca de par en par y mordió un trozo del helado que Kuroka había estado lamiendo.

“Oooh, es realmente dulce… Hm, ¿qué pasa?”

Kuroka se puso roja, sus ojos se abrieron de par en par mientras sus dos colas se erizaban. A pesar de que siempre le tentaba, era de las que acababa así cuando se ponía en el extremo receptor. Le dieron ganas de preguntarle por qué siempre se burlaba de él. Shax le devolvió la sonrisa, con las mejillas ligeramente enrojecidas, y Kuroka agachó la cabeza, sonrojada hasta las orejas humanas.

“Um, uh, estaba pensando en comprarte otro porque me comí el tuyo…” dijo ella.

Mirando más de cerca, Kuroka había estado en medio de sacar su cartera. “¡Hgggh!”

Al mismo tiempo, Shax se agachó mientras le asaltaba un dolor de cabeza. “¿Señor Shax? ¿Se encuentra bien?”

“No te preocupes por eso.”

Al final, era mejor no hacer cosas a las que no estaba acostumbrado. El dolor de cabeza por comer demasiada comida fría de una vez era su merecido.

-FIN DEL VOLUMEN 16-