Saijaku Muhai No Bahamut (NL)

Volumen 1

Capitulo 7: El Drag-Knight Más Débil

Parte 4

“Tal como lo deseas. Lucharé uno a uno. Debería darte una gloriosa muerte en batalla.” — Declaró Velvet mientras empuñaba una espada de gran tamaño.

“Que broma tan graciosa. Sería una vergüenza si mi vida es tomada por una cosa tan pequeña como tú.” — Lisha respondió con una sonrisa; posteriormente tomó una espada corta y voló.

Divine Drag-Ride <Tiamat> vs Máquina Dragón tipo volador fortalecida <EX Wyvern>.

Si la técnica del usuario, resistencia, y equipamiento estuviesen en óptimas condiciones, <Tiamat> tendría ventaja en cuanto al desempeño aéreo, pero ahora era diferente.

Lisha acumuló fatiga hasta el punto de vomitar sangre y además su armadura se estaba desquebrajando.

Sus habilidades especiales— no solo fue con el <Heavenly Voice> de la Vestimenta Divina, tampoco tuvo la fuerza para operar el <Airborne Fortress> ni la energía necesaria para realizar un bombardeo con el <Seven-Headed Dragon>.

Incluso era difícil volar directo hacia donde se encontraba Velvet, quien estaba a la espera. Si era un combate uno a uno, se podía prever el resultado.

El enemigo también confiaba en ese hecho.

Y precisamente por esa razón— había un chance de victoria. “¡Ven, deberías desperdiciar esa vida! ¡Princesa falsa!”

En el momento en que Velvet fortalecía su espada con la energía del Force Core, Lisha lanzó su espada justo hacia sus ojos.

“¡¿—?!”

Lanzó la espada corta. Al mismo tiempo <Tiamat> se detuvo.

No se limitaba solo a los Drag-Knights, si pierdes tu arma en un campo de batalla, eso te llevará a una muerte inmediata. Velvet cortó la espada que le fue lanzada con un tajo descendente.

“Tonta, ¿pensaste que esa clase de movimiento iba a funcionar?” No había ninguna arma de repuesto en las manos de Lisha.

El combate se había decidido.

“Haha. Fuiste tú quien se equivocó.” — La leve risa de Lisha alcanzó los oídos de Velvet, quien se encontraba mirándola. Sus manos sostenían dos Sword Devices delgadas. Ambas correspondían al <Wyvern Quimera>.

Una vez uno se coloca la Máquina Dragón, el Sword Device puede ser utilizado como un mando. Si el Sword Device que controla la Máquina Dragón fuese arrebatado, o por el contrario destruido, la derrota ya estaría decidida.

En lugar de usarlo de esa forma, lo usó para su defensa antes de vestir su Máquina Dragón, después de todo, no podría usarlo como arma una vez se equipara con esta.

Por consiguiente, fue un ataque impredecible.

Si era un Sword Device fortalecido con la energía del Force Core este podía romper la barrera de un Drag-Ride Velvet tenía una apertura después de oscilar su espada.

¡Te tengo!

En el momento en que Lisha empuñó sus dos espadas con convicción, “Es una lástima, perra.”

“¡¿Qué—?!”

Los sentidos de Lisha se ralentizaron, como si el tiempo se hubiese detenido. Fue como si el flujo del tiempo se deslizase a través de su percepción.

*DONG* La gran espada de Velvet cortó primero.

El fragmento de la armadura se dispersó ante los ojos de Lisha.

En el cielo azul donde el sol se había levantado, una flor roja floreció. “¡Ku, ah…!”

Las espadas gemelas salieron volando y Lisha, quien perdió parte de su armadura, cayó al suelo. Como si buscara algo, estiró su mano derecha hacia el cielo y de repente perdió toda su energía. [¡Lisha-sama!] — Gritó un miembro del Knight Squadron que se preparaba para la retirada.

Pero— fue inútil.

La docena de Abyss que habían permanecido a la espera se interpusieron en el camino con rapidez, como si formaran una pared entre Lisha y el Knight Squadron.

“¡Ha! ¡Hahahahahahaha!”

La risa burlona de Velvet resonó a lo largo y ancho del lugar. “¿Q-Qué… es eso…?”

Al escuchar los gemidos de Lisha, Velvet sonrió con fiereza.

“Quick Draw — es un tipo de arte secreto Drag-Knight que heredé en el ejército Imperial. Después de alcanzar el liderato del Escuadrón de Centinelas Imperiales, y tras más de cinco años de entrenamiento— finalmente lo perfeccioné.”

“Quick Draw”

Un control mental junto con un control corporal.

Un movimiento especial que reparte ataques invisibles con solo un tajo, en un instante, a través de una secuencia de movimientos formada por la perfecta sincronización de la manipulación de dos sistemas diferentes.

Las tres artes secretas de los Drag-Knights han sido heredadas y se han tratado como legendarias aún después del establecimiento del Nuevo Reino, además, una persona que logre perfeccionar por lo menos uno de los tres movimientos es considerado como un usuario superior de primera clase.

“Después del golpe he estado afilando mis colmillos durante cinco años. Soporté el doloroso acto de convertirme en su perro guardián, perras. ¡Hahahahaha! ¡Es el mejor sentimiento!”

“¡Escoria…!”

Dijo Lisha, quien estaba boca abajo con sus brazos y piernas extendidas, habló mediante el movimiento de su mandíbula.

“Con esto he cumplido con mi cometido. Después te tomaré como rehén y te usaré como moneda de cambio para hacer un trato con la Reina.”

Velvet tocó la flauta y llamó a los Abyss que estaban a su espalda. Lisha ya no tenía más cartas por jugar.

“Kuh…”

Apretó el gatillo con su dedo pero <Tiamat> no reaccionó. Finalmente ha vuelto a suceder…

Cuando su consciencia se tornaba borrosa gracias a la fatiga y hemorragia, de repente escuchó una voz. [¡Lisha-sama!]

[— ¿L-Lux…?]

Escuchó una comunicación por Dragón Voice a través de <Tiamat>, el cual ya no se podía mover; solo Lisha podía escuchar dichas palabras.

¿Es un sueño o estoy alucinando?

Lisha pensó que sería bueno si pudiese hablar con él al final. [Haa… mi culpa. Fui derrotada. Haha…]

[Solo un poco más. Por favor permanece consciente por un poco más. Si lo haces—]

[Olvídame, abandóname. No necesitas preocuparte. Puede que suene arrogante pero no necesitas preocuparte por venir a ayudarme, así que…]

Gracias a eso una pequeña cantidad de fuerza surgió en ella. [En cambio, escucha; guarda mi secreto hasta el final—]

***

“…De esta forma, ¿crees que ganaste?”

Mientras hablaba con Lux a través del Dragón Voice, Lisha le murmuró eso al enemigo que tenía en frente. Su mirada apuntaba hacia una localización lejana— detrás de Velvet, seguía mirando fijamente al cielo. “Hou. ¿Qué quieres decir con eso? Ciertamente es muy interesante.”

“Aún no me he rendido. Aún tengo una forma de derrotarte.”

“¡Kuhahahaha! Qué mujer tan patética. Estoy asombrado. Pensar que tú—” Riéndose de esa forma, Velvet miró hacia atrás.

“Espero que no estés pensando que aquellos son los refuerzos de la Capital.”

“—” En el momento en que escuchó eso, el rostro de Lisha, quien desesperadamente luchaba por mantenerse consciente, se tornó pálido.

Mientras estaba desplomada en el suelo vio que cerca de cien Máquinas Dragón al otro lado del páramo— detrás de Velvet, se dirigían a su posición.

Pero—, todas ellas eran grises.

El mismo color que el revestimiento del Antiguo Imperio— ¡El ejército rebelde!

“Qué tonta eres, Princesa Lisesharte. No, solo una esclava que traicionó a nuestro Imperio, ¿correcto? Esa es tu verdadera identidad—”

“¡¿Kuh…?!”— Cuando escuchó eso su voz se atascó.

La mano que sostenía al Sword Device empezó a temblar con un ruidoso estruendoso y sus pupilas carmesí se agitaron.

“¡Hahaha! Qué nostálgico, ojou-sama. ¡Es correcto! Soy yo, Lisesharte. ¡Aquel que puso la marca del Imperio en tu vientre! A ti, que fuiste abandonada por la casa del Conde; no tenías valor alguno como rehén. Es por eso que te enseñé a usar un Drag-Ride… con el objetivo de que vivieras como una asesina…”

“Ku, a, aah…”— Un grito mudo salió de la garganta de Lisha. Un grito de desesperación teñido por una oscuridad sin fondo.

“No obstante, el golpe de estado fue un éxito y a ti, que fuiste salvada de milagro, se te declaró Princesa, como si nada hubiese pasado. Tu hermana menor murió y al ser la heredera se convirtió en un inconveniente, por esa razón recogieron a otra. Kukuku, qué país tan cruel, eh. Este Nuevo Reino.”

Antes de que pudiera decir algo, Velvet empuño su espada mientras la ridiculizaba.

Los cien Drag-Rides que llegaron como refuerzos de Velvet ya habían rodeado el área. <Wyvern>, <Wyrm> y <Drake>. Un total de cien máquinas de los tres tipos de Máquinas Dragón de propósito general. Además, una docena de Abyss tipo Gárgola que esperaban por la señal de la flauta.

Era un poder militar que a este paso podría obtener un control total sobre la Ciudad Fortaleza—no, incluso podían acabar con el hangar de Máquinas Dragón y la academia e invadir la Capital.

“No obstante, es conveniente. Te convertirás en nuestra moneda de cambio como una “Princesa Real”. ¿No es bueno? Lisesharte. Eres una persona que está del lado de nuestro Imperio. Si lo entiendes, entonces arrodíllate y dilo— Serás nuestra esclava.”

“…”— Lisha no reaccionó ante el triunfante Velvet. En lugar de eso estaba enviando su voz a Lux.

***

[…Escucha, Lux Arcadia. ¿Lo sabes? Huí. No era capaz de morir como una hija de la orgullosa Casa Ducal] Una voz vacía llegó a los oídos de Lux a través del Dragon Voice.

[Sabiendo eso abandoné a mi padre, me dijeron que debía escoger entre convertirme en una asesina del Imperio o morir. Estaba tan asustada que no fui capaz de suicidarme. Por lo tanto decidí rendirme y volverme parte del Imperio. Desde el comienzo— no estaba calificada para ser una Princesa]

[…Lisha… sama.]

[Fue duro para mí comportarme como una princesa. Pero de hecho, también quería convertirme en una. Yo, alguien que traicionó al Imperio una vez, podría estar diciendo algo egoísta. Pero sabes; ahora me agrada todo el mundo… en esta ocasión deseaba ser reconocida.]

[Yo también—]

La voz de Lux, quien tomó una gran bocarada de aire, sonó.

[También tengo algo que decir. Lamento haberlo mantenido en secreto. Es algo realmente importante y quiero que lo escuches. Así que—]

[Ah, lo siento, al parecer no tengo más tiempo. Pues, entonces—] Lisha sonrió con ironía y observó al cielo.

[Cuídate, Príncipe.]

*¡KIN!* Inmediatamente después un haz de luz recorrió la atmósfera. “¡Ku, ah…b-bastardaaaaaaa……………………………………… !”

La primera y última arma que Lisha lanzó a gran velocidad. Era el Sword Device del Divine Drag-Ride <Tiamat>.

Lisha lanzó esa línea de vida que uno jamás debería soltar hacia Velvet, quien se encontraba en el cielo— y, aunque le tomó por sorpresa, lo esquivó por poco.

En su mejilla se podía ver una línea roja.

“Fufu. ¿No te ves un poco mejor ahora? Deberías estar feliz, subordinado; lucirás lo suficientemente bien como para mostrarte en público cuando me lleves a la Capital.”

“¡Kuh, nuuh…!”

Mientras sujetaba su herida Velvet observaba a Lisha, quien se encontraba bocabajo en el suelo.

“Como una Princesa, al menos por un instante, debería advertirte. Deberías detenerte; alguien de tu calibre no puede destruir este país. Eres solo un subordinado que fue encantado por dulces palabras. ¿Dijiste que obtuviste poder? No hables estupideces. Tú— nada ha cambiado. Eres el mismo de aquellos días; cuando eras simplemente un juguete del Imperio.”

Un silencio momentáneo.

En ese mismo instante el cuerpo entero de Velvet estaba temblando por la ira.

“—muy bien, Lisesharte. Cambié de opinión. ¡Te cortaré en piezas y después arrojaré tus restos en el palacio real y simplemente lo invadiré! ¡Muere!”

Velvet preparó el cañón del <EX Wyvern>. Lisha lo miraba con ojos distantes.

“Haa. Es frustrante.” — Derramando grandes gotas de lágrimas, observaba a lo alto del cielo.

“A pesar de que pensaba comportarme como una Princesa; sin llorar hasta el final, incluso si sentía miedo…” Cuando murmuró eso, una sombra cayó sobre el cuerpo de Lisesharte.

Terminó.

Cuando había aceptado su destino.

*DOOH* El ataque fue liberado y la atmósfera ardió. Después de que todo estaba cubierto por las llamas— “¡¿Qué…?!”

Una Máquina Dragón azul— allí estaba el <Wyvern> de Lux.

Él desplegó una barrera a máxima potencia y se defendió del impacto con su armadura. No obstante, el <Wyvern> se desmoronó en piezas luego de recibir un impacto directo. “¡Kuh ! No sé quién eres, pero detén esta lucha inútil—”

Velvet, cuyo ataque fue evitado a costa de una Máquina Dragón, chasqueó sus dientes y empuñó su espada.

El ejército de Máquinas Dragón que estaba a la espera alistó sus armas al tiempo, como si se tratara de la señal de ataque.

“¿Lux…? Por qué—”

“…Lo lamento, Lisha-sama. A pesar de que repararlo fue un problema.”

Al mismo tiempo, y justo en el sitio dónde se encontraba Lisha, Lux esbozó una sonrisa solitaria.

Canceló la conexión con el severamente dañado <Wyvern> y con rapidez puso su mano sobre el otro Sword Device que colgaba en su cintura

***

“No sabes nada de este mundo. No tienes el calibre de los reyes. El más débil.” Hace cinco años, en el último día del golpe de estado.

Esa noche en la que el cielo nocturno se iluminó con el color rojizo de las llamas de la guerra. En la sala de audiencias del destruido castillo imperial su hermano mayor, Fugil, dijo eso.

Con un tono calmado y mientras lo observaba. Lo despreció, y lo amonestó.

“Después de todo no fuiste capaz de convertirte en un demonio por completo. Dijiste que como Príncipe querías hacer a los ciudadanos felices. Querías salvar a aquellos que eran oprimidos y recibían un trato injusto—. ¿Pero lo sabes, hermano? En primer lugar jamás estuviste calificado para ser Rey.”

“…”— Una fatiga que no le dejaba gemir siquiera, ni mucho menos ponerse en pie. Aun así, Lux, manteniéndose bocabajo, mantuvo su consciencia.

“Sin embargo tienes mucha determinación, crees que el “país” o “la gente” son cosas valiosas. Por ese motivo pudiste escupir sueños como el de dejarlos vivir y crear sitios para discutir. Deberías estar agradecido conmigo, hermano menor. Si no hubiese masacrado a los sobrevivientes del ejército y la familia imperial, es probable que algún día ellos irían a asesinarte.”

Era una burla.

—Tenía la resolución de destruir al Imperio y asesinar su propio corazón. Finalmente le dijo a Lux, quien deseaba un final ideal.

“Como Rey, trataste no solo de salvar a la gente de este país, también a los aristócratas y la realeza. Trataste de no abandonar nada. Es por eso— fuiste burlado sin ser capaz de ver a través de mí, la “maldad” que tratabas de alejar.”

Con aquellas palabras, Lux perdió la consciencia.