Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 25

Capítulo 2: En el Fondo de la Quebrada del Wyrm de Tierra

Parte 1

Cuando desperté, me di cuenta de que estaba dentro de un espacio blanco. Mi cuerpo había regresado a la forma que tenía en mi vida anterior, algo que me dejó con una sensación de impotencia. No había sentido eso en mucho tiempo. Y con ella, la sensación de derrota. Yo había perdido. Ruijerd había sido la carnada, y yo había caído directamente en ella. Después de vencer a Vita, yo había bajado mi guardia y contactado al Reino de Biheiril, lo cual le permitió a Geese saber mi ubicación. Yo había terminado dándole la bienvenida al anterior Dios de la Espada y al Dios del Norte. Y así, terminé en ese problema solo, con enemigos hacia ambos lados. El solo pensar en ello me daba ganas de suspirar.

Geese había estado atento. Yo no había estado esperando perder la capacidad de usar toda mi magia una vez que mis brazos fueran cortados a la altura de los hombros. Él además había escogido perfectamente la ubicación. Naturalmente, yo no podía invocar la Mark I sobre el puente. Geese debe haber decidido de antemano forzar la batalla en una ubicación como esa. Gracias al sistema que construyó Roxy, yo ya no tenía la necesidad de sacar un círculo mágico, pero Geese no sabía eso…

Bueno, esos dos no iban a perder conmigo usando la Mark II. Parece ser que ellos no habían anticipado que el puente no fuera a resistir un salto de la Mark II mejorada. Supongo que había habido una ruta de escape —debajo de mí.

¿Entonces dónde estaba Geese? ¿Acaso se había disfrazado del rey del Reino de Biheiril? La voz había sido diferente… pero estamos hablando de Geese. Imitar una voz estaba dentro de sus posibilidades. Además, sería pan comido con la ayuda del Dios Humano.

Pero esperen un minuto. Sandor también era sospechoso. Su voz, rostro y contextura no se parecían a los de Geese, pero con un implemento mágico, o un objeto mágico, él podría haberlos cambiado. Tal vez se había infiltrado en el Reino de Asura desde el comienzo y secuestrado al líder de los caballeros dorados para ocupar su lugar o algo así. El tipo era bueno reuniendo información —demasiado bueno— así que era muy posible.

Cielos, últimamente se sentía como si hubiera habido un montón de conspiraciones. Fue igual que cuando el Rey Abismal Vita usó sueños para lanzar un ataque psicológico.

Vaya, ¿en realidad eres un slime? Apuesto a que ese filtro pixelado no es para ocultar tu identidad. ¡En realidad eras un slime todo este tiempo!

No hubo respuesta.

¡Desgraciado! Te estoy hablando a ti. Di algo. Me veo como un idiota hablando solo. Ahora que he perdido, al menos podrías aparecer para presumir mientras revelas tus planes. Eso es lo que hacen los malos, así que adelante. Dame un golpecito en el hombro y dime, “Buen intento, pero yo gané. ¿Vas a llorar? ¡Jajaja!”

¿Por qué estaba esperando? Mis puños querían al menos un último asalto. “… Muérete de una vez.”

Ya lo hice. ¿Entonces de qué se trata, Dios Humano bebé? Tu filtro pixelado no está funcionando muy bien. ¿Te sientes mal?

“Mi futuro cambia cada vez que tú haces algo.”

Sí. Esa es la idea.

“Yo siempre puedo ver mi propio futuro. Puedo ver todo mi futuro.”

Sip, lo sé. Puedes ver el futuro. De tres personas como máximo, ¿no…? ¿Eh? ¿Eso te incluye a ti? ¿Acaso tú como tercer apóstol puedes ver tu propio futuro?

“¿Tres? Puedo ver más que eso. Es solo que no puedo quitar mis ojos de mi propio futuro. Es por eso que son solo tres.”

Eso quiere decir que… ¿ver tu propio futuro requiere la mayor parte de tu poder?

“Es como si mi futuro fuera rojo. En cierto momento se volvió negro.”

Como sea. El negro no es malo.

“Al principio solo era Orsted. Orsted no es nada. Él no es mi enemigo. Yo nunca perdería con un idiota tan simplón como él.”

¿Idiota…? Bueno, Orsted sí es un poco despistado a veces. Como cuando no dijo nada sobre los Superd… Aunque tampoco soy quién para hablar.

“En ese momento, un hombre apareció al lado de Orsted. Un hombre que no conocía. Totalmente blanco. Creo que no era de este mundo. Desde entonces, las cosas se han vuelto un poco más oscuras.”

Aah. ¿Estás hablando del novio de Nanahoshi? ¿Cuál era su nombre?

“Ellos pronto se incrementaron. Una chica. Desde entonces, mi futuro ha sido oscuro y silencioso. Los aliados de Orsted se incrementan cada vez que tú haces algo. Cada vez, mi futuro se vuelve más oscuro. Ahora, es totalmente negro.”

Genial. Entonces lo que he estado haciendo no fue en vano. 

“Ah, lo fue. Yo haré que sea en vano.”

Eso sí que es cruel. Como sea. Yo ya estoy muerto, así que no hay nada que pueda hacer al respecto.

“Si mueres, todavía tendré tiempo. Este futuro creado solo llegó a suceder a causa de un sujeto. Puedo revertirlo matando a los humanos con destinos fuertes. Eso es lo que he estado haciendo todo este tiempo.”

¿Quieres que ruegue por mi vida…? Que presione mi cabeza contra el suelo y ruegue, “¡Por favor, solo deja fuera de esto a mi familia!” Aunque probablemente es imposible a esta altura, dadas las circunstancias.

“Solo muere. Muere, muere.”

“Muere, muere.” ¿Acaso tienes ocho años?

“Espero que tengas una muerte horrible, Rudeus.”

¡Maldita sea, ponme atención!

***

Mis ojos se abrieron. Me sentía horrible. Que alguien te deseara la muerte en tu cara sí que te ponía de mal humor. Aun así, él solo me había dicho muere, no voy a matarte. Eso deja en evidencia que el Dios Humano depende de otras personas… creo. Él no se ensuciaba las manos; todo lo que hacía era dar órdenes desde arriba. Qué bastardo.

En fin.

“Así que estoy vivo,” dije. Había creído que estaba muerto. La Armadura Mágica Mark II Mejorada era increíblemente resistente, pero yo todavía era de carne y hueso. Me había desmayado. Cielos, sí que fue una gran caída. No había ninguna forma de que mi cuerpo pudiera sobrevivir a tal impacto, pero aquí estaba yo, despierto, así que debo haber sobrevivido. ¿Acaso algo había amortiguado mi caída? Aquí abajo no parecía haber ningún árbol…

En fin, gracias, Papi Paul y Mami Zenith, por traer al mundo a un hijo tan fuerte.

“Ngh.” Me senté. Estaba oscuro a mi alrededor. Tal vez era una cueva. Algo se sintió extraño. Justo ahora, cuando me senté. ¿Qué podrá ser? Tensé los músculos del torso, para luego aplicar fuerza en mi codo…

“¿Eh? Tengo brazos.”

Por alguna razón, mis brazos, los cuales estaba bastante seguro de que Gal Farion había cortado, estaban pegados a mis hombros. Por lo que sé, yo no tengo una habilidad de auto- regeneración… pensé, mirando hacia mis manos.

“¡Vaya! ¿Qué diablos…?” Mis manos eran negras, de un color negro azabache reluciente, como la obsidiana. Se movían sin problemas, y se sentía como si todas las conexiones nerviosas estuvieran funcionando bien. Los recorrí con mis ojos. Las extremidades negras estaban unidas a mis hombros como plantas arraigadas en el suelo. Era un poco repulsivo.

Además, alguien me había sacado de la Armadura Mágica Mark II Mejorada. La sección de las piernas también había desaparecido. Estaba en ropa interior. Mi cuerpo estaba envuelto en vendajes con sangre escurriéndose de los costados. Me habían realizado primeros auxilios. Eso quería decir que, quien sea que me haya salvado, no podía usar magia de sanación. También tenía que agradecerle a esta persona por los brazos… creo.

“… Ah.” Miré a mi alrededor y vi mi ropa apilada. Sobre ella, aunque no lo crean, alguien había arrojado un brazo cercenado.

Ah. Supongo que ese es mi brazo. Podía ver el brazalete del Dios Dragón en él.

“Au…” Cuando me arrastré hacia mi brazo, mi cuerpo comenzó a gritar del dolor. Recité un rápido hechizo de sanación para cerrar mis heridas, para luego tomar el brazalete de mi brazo cercenado y colocármelo alrededor de mi nuevo brazo negro. Estaba… funcionando,

¿cierto?

“¿Dónde estoy?” dije en voz alta, poniéndome de pie de forma inestable y produciendo una llama en mi palma para iluminar mis alrededores. Yo estaba dentro de un espacio de unos cinco por cuatro metros. Las paredes estaban hechas de tierra. Ya que había un techo, yo probablemente estaba dentro de una cueva, tal como pensé. Alguna clase de tela estaba esparcida en la parte posterior de la cueva, y yo había sido recostado encima de ella. Esa tela… ¿Era un manto?

Primero me dirigí hacia la entrada de la cueva para determinar mi ubicación. La cueva se curvó, pero rápidamente vi luz. Esa era la salida. Ahí había alguien de pie. Alguien con hombros realmente amplios y una armadura que encajaba con ellos. Mientras me acercaba, él se dio la vuelta lentamente y levantó el visor de su casco. Un rostro familiar apareció a través de la abertura.

“Dohga…” dije. “Ajá.”

“¿Tú me salvaste?”

“Vi el puente caer. Salté de inmediato. Tú estabas inconsciente. Traté de cargarte, pero la armadura era pesada. La quité. Te traje aquí. Traté tus heridas.”

Dohga me había salvado. Él había saltado hacia el fondo de esta quebrada…

Uuf. Siento mucho haber dicho que no tenías presencia y que eras inútil, Dohga…

“Bueno, muchas gracias. En serio. Salvaste mi vida. Y lamento haberme ido solo. Debí haber sido más cuidadoso.”

“… Mm. Órdenes de Sandor,” dijo Dohga con una leve sonrisa. Incluso si él todo este tiempo solo estuvo haciendo lo que le ordenaron, Dohga me había estado cuidando. Qué buen sujeto. Yo era el idiota aquí, pensando que había estado protegiendo a esos dos soldados.

“¿Estos brazos también fueron obra tuya?” pregunté, levantando mis brazos negro azabache. Dohga sacudió su cabeza.

“Cuando te encontré, eras como… un capullo. Lo abrí. El capullo se convirtió en brazos.”

¿Eh? ¿Yo era un capullo, y luego el capullo se convirtió en brazos? Si los brazos eran el capullo, ¿qué diablos era el capullo? ¿Acaso yo estaba cargando algo que me pegaría unos brazos? Miré hacia mis brazos. Dohga se veía culpable.

“Encontré un brazo real. Busqué. Pero no encontré el otro. Puede haber sido comido. Lo siento.”

“Ah, no. No te preocupes.” Podía regenerarlo con magia de sanación… si es que podía deshacerme de los negros, claro está. “¿Dónde estamos?” pregunté.

“En el fondo de la quebrada. La parte más profunda.” “Entiendo… ¿Cuánto tiempo ha pasado?”

“No sé. No hay sol aquí. Creo que dos o tres días.” Dohga se movió hacia un lado y la luz golpeó mis ojos. Era tenue, de un tono azulado. Lo que se veía como musgo brillante y hongos estaban creciendo densamente fuera de la cueva, iluminando los alrededores. Pero eso no era todo. Fuera de la cueva, bloqueando la entrada, había tres cadáveres. Eran animales con caparazones, parecidos a los dinosaurios. Dragones de Tierra. Tres Dragones de Tierra reales yacían ahí, muertos.

“… ¿Tú hiciste esto?” pregunté.

“Ajá. Para proteger a Rudeus.” Me di cuenta de que había sangre color escarlata manchando el hacha de batalla de Dohga. Supongo que era sangre de Dragón de Tierra.

¿De verdad los había derrotado solo? ¡Así se hace, Dohga! Puede que lo haya subestimado un poquito. De hecho, el Dios del Norte Kalman había dicho algo así.

“Eres un Emperador del Norte, ¿cierto?”

“Ajá. Todavía aprendiendo. Mi Maestro dice que mato bien a los monstruos.”

Muy bien, ¿qué idiota dijo que Dohga era inútil? ¡Ariel envió a un luchador que sabe lo que hace! Bueno, lo admito, fui yo, lo siento. ¡Yo lo subestimé!

“Bien…” dije. “Eres realmente increíble.” “Ajá.” Él sonrió felizmente por mi halago.

Si Dohga es un Emperador del Norte…

“¿Qué hay de Sandor?” pregunté.

Hubo una larga pausa, y luego él dijo, “… No puedo decirlo.” “Entiendo.”

No importa. Tenía una corazonada. Lo interrogaré cuando regrese.

“Muy bien. Debemos salir de aquí.” Lo más importante ahora mismo era regresar.

El anterior Dios de la Espada… No, puede que Gal Farion ya no sea el Dios de la Espada, pero sus habilidades estaban intactas. Lo seguiría llamando Dios de la Espada. Bueno, había segundos y terceros Dioses del Norte, y, además, no era como si alguien me fuera a arrestar por pensar en él como un Dios de la Espada. Así que… tenemos al Dios de la Espada y al Dios del Norte. Mis enemigos eran poderosos, y estaban ocultando sus identidades. Era posible que nadie supiera aún que ellos habían tratado de matarme. Si ellos realmente quisieran lastimarme, entonces un grupo de cacería iría en camino para destruir la aldea Superd. Podíamos encargarnos del grupo de cacería, incluso si venían cientos de personas, pero era una historia diferente si esos dos se ocultaban dentro de la multitud.

Tenía que detenerlos.

“… Primero, llévame hacia donde caí. Quiero recuperar mi armadura. Además, aún podría haber algunos pergaminos que pueda usar.”

“Ajá,” accedió Dohga. Él comenzó a caminar, y yo seguí su robusta y confiable figura.

***

Llegamos a la Armadura Mágica relativamente rápido, matando a dos Dragones de Tierra a lo largo del camino. Dohga los mató de un solo golpe.

Sí. Un. Solo. Golpe.

Él mantuvo su posición mientras el Dragón de Tierra arremetía hacia él, para luego, con un movimiento de su enorme hacha, arrancarle la cabeza. Ese sí que era un sujeto en el que podías confiar.

Recordando la lucha contra los Lobos Invisibles, él parecía ser vulnerable a los ataques sorpresa, pero no podía ser vencido en una batalla de fuerza bruta.

Era genial que Dohga estuviera en tan buena forma…

“Mmm…” Pero la Armadura Mágica estaba gravemente dañada. El Pergamino Vernier en su espalda estaba arruinado, con el cofre de pergaminos cortado limpiamente a la mitad. No solo eso, sino que mi sangre debe haberse derramado dentro del vernier —estaba totalmente obstruido. Así era inútil. Supongo que incluso la Armadura Mágica no podía protegerte cuando enfrentabas a enemigos al nivel de un Dios de la Espada. La espada debe haber sido frágil. Había perforado a través de la armadura, para luego partirse a la mitad. A partir del fragmento de la hoja, no parecía ser nada de otro mundo.

Gal Farion supuestamente tenía muchas espadas mágicas, pero él debe haberlas dejado atrás para mantener su fachada. Si hubiese traído algo así, Orsted o Cliff lo habrían descubierto. Si hubiese traído su propia espada, la armadura no la habría detenido. Yo habría sido cortado a la mitad. Ese no era un pensamiento agradable…

“Esto ya no sirve de nada,” dije. Parecía ser que no tenía más opción que deshacerme del Pergamino Vernier que Roxy había fabricado para mí. Después de todo el esfuerzo que puso en él… Vendré a recuperarlo más adelante.

Aunque la armadura como tal todavía se movería. No estaba en perfectas condiciones, pero aún tenía una de las partes del brazo, y la parte de las piernas estaba intacta. Aun así, ser incapaz de usar los pergaminos de invocación era un gran golpe. Yo no sería rival para esos dos sin la Armadura Mágica Mark I. Cuando regresemos a la aldea Superd, yo tendría que ir a la oficina de inmediato y traer un repuesto. Bueno, lo haría si tuviera ese tiempo disponible.

“… ¿Eh?” Cuando desmonté el Pergamino Vernier de la Armadura Mágica, la punta de la espada incrustada en ella cayó al suelo, y con ella, un pergamino.

Excepto que no era un pergamino, sino una caja. De casualidad había habido espacio dentro del vernier, así que yo había guardado la caja ahí. Era del tamaño de un diccionario y tenía patrones demoniacos grabados. La clase de caja que te maldice cuando la abres.

“La caja que recibí de Atofe…” Esta era la caja que se me dijo abrir cuando estuviera en una situación desesperada. La caja se rompió cuando fue golpeada por la espada. Podía ver la leve hendidura que la hoja había dejado en ella. Abrí la caja y miré en su interior de forma vacilante. No había nada. Estaba vacía.

Esperen un minuto. Había algo escrito en la parte trasera de la tapa.

Esta carne negra es una ramificación de la Reina Demonio Inmortal Atofe. Cuando esté en apuros, libérela y esta lo protegerá. Manéjela con cuidado.

Carne negra… pensé, mirando hacia mi brazo. ¿De eso está hecho este brazo? Estaba bastante seguro de que yo no la había abierto, pero tal vez el ataque de Gal Farion la había agrietado, y esta había sentido que yo estaba en peligro, por lo que me protegió de la caída, para luego parasitar mi brazo y detener la hemorragia… ¿algo así?

Sí, eso tenía que ser. Hice una reverencia hacia el este. Le agradecí a la violenta reina demonio desde el fondo de mi corazón.

“Atofe-sama…” dije en voz alta, “¡muchas gracias!” Nadie respondió.

Atofe todavía debe estar en camino, pero si nos encontrábamos, yo le regalaría una buena botella de algo. ¿Tal vez esa cerveza con el nombre estúpido?

“Bueno, regresemos,” dije. La lucha estaba cerca. Tenía que regresar rápido.