Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capítulo 256: Reencuentro con el Boticario

Antes de salir de casa, Klein arrojó una moneda, adivinando si le convendría visitar el bar Bravehearts ese día.

Después de recibir un resultado negativo, miró a su alrededor antes de susurrar al aire: “¿Alguien me está monitoreando hoy?”

Después de unos segundos de silencio, la voz etérea de la Señorita Guardaespaldas sonó detrás de él.

“No.”

Klein inconscientemente miró hacia atrás, pero no pudo encontrar a la señorita guardaespaldas.

Su atención rápidamente volvió a la respuesta que recibió y no pudo evitar soltar una pequeña risa.

¡El MI9 ni siquiera me pone en su lista de sospechosos!

Después de confirmar que Rosago no me había buscado, me dejaron completamente de lado.

¿Debería sentirme honrado o insultado?

Bueno, también es cierto que un detective que se ocupa de buscar gatos no tiene forma de ser asociado con el asesinato de un embajador o la desaparición de un poderoso Beyonder de la Secuencia 5…

Además, seguramente el MI9 me ha estado vigilando desde hace tiempo. Mi pánico, mi impotencia y mi lucha por la autoconservación quedaron expuestos para que los vieran. Es obvio que no puedo infligir ningún daño sustancial al embajador…

Con eso en mente, Klein se puso su sombrero de media copa, tomó su bastón negro y salió del número 15 de la calle Minsk. Gastó 2 soli en un carruaje de alquiler que lo llevó al Bar Bravehearts en la Calle de la Puerta de Hierro en el área del puente de Backlund.

Entró con confianza, pasó junto a los borrachos que vitoreaban alrededor del ring de boxeo y golpeó la encimera cuando llegó a la barra del bar.

“Un vaso de cerveza de Southville”.

El camarero lo miró y murmuró: “Kaspars está en la sala de cartas número tres”.

Klein sonrió y le pasó cinco peniques al hombre.

Luego, llevando el vaso de madera y bebiendo una cerveza suave y espumosa de Southville, atravesó dos de los escenarios más ruidosos y animados del bar para llegar a la puerta de la sala de cartas.

Kaspars jugaba al póquer. Frente a él se amontonaban fajos de dinero en efectivo, así como monedas de oro que se acumulaban en un montón deslumbrante.

Al notar la mirada de Klein, el traficante de armas del mercado negro con la enorme cicatriz en la cara movió su gran nariz roja y casualmente dijo: “No me gusta usar fichas porque no se sienten reales, el peso y la textura de las monedas y los billetes reales tiene algo que intoxica, es mucho más gratificante, como tomar a una buena mujer, ¡jaja!.”

Después de terminar esa frase, Kaspars frunció levemente el ceño.

“¿Y? Qué desea de mí esta vez”

Klein no respondió directamente, pero hizo un gesto con la boca, indicando que deseaba hablar afuera.

“¡Tch! ¡Iba a limpiarlos con esta mano! ¡Mierda, me retiro por esta ronda! Kaspars arrojó las dos cartas que tenía delante al centro de la mesa, luego cojeó hasta la puerta y le dijo a Klein: “¡Espero que sea una buena razón!”.

Después de salir de la sala de juegos y llegar a la esquina, Klein dijo con voz reprimida: “Quiero saber cuándo será la próxima reunión”.

Kaspars lo miró con recelo. “¿No hubo un acuerdo con Maric?”

“No se trata de contratar a un guardaespaldas. Es más bien que..jaja, bueno, le he tomado algo de interés”. Klein estaba diciendo la verdad.

Kaspars vaciló y luego dijo: “Esta noche habrá una reunión. El organizador es el mismo de la última vez, pero tendrá que esperar una media hora. Les informaré primero. Ya participó antes, por lo que no creo que haya problema”.

“Por supuesto, le pagaré”. Klein tocó los billetes que tenía en el bolsillo.

“Esta vez solo será 1 libra”. Kaspars actuó como si fuera muy generoso.

“Vale la pena”, dijo Klein mientras las comisuras de sus labios se curvaban.

Después de pagarle a Kaspars, encontró un asiento y se sentó, bebiendo la rica cerveza Southville con aroma a malta y disfrutando de la competencia en el ring.

“Podría contra los dos peleadores al mismo tiempo…” Klein rápidamente llegó a esa conclusión.

Después de unos diez minutos, Kaspars regresó al bar, miró a su alrededor y dijo en voz baja: “Estuvieron de acuerdo”.

“Nos dirigiremos allí en media hora. Santo Señor de las Tormentas, ¿trajo una máscara?”.

Klein dio una respuesta positiva.

Bebió lentamente, ahorrando y disfrutando de un único vaso de cerveza de 500ml durante media hora.

Era el mismo camino que tomaron la vez anterior, y era la misma casa sin ninguna luz. Klein se puso la máscara de hierro que solo cubría la mitad de su rostro y observó cómo Kaspars tocaba rítmicamente a la puerta.

El ritmo es diferente al de la última vez. Los golpes cambian cada vez…  Klein escuchó atentamente por un momento, luego vio que la pequeña tabla de la puerta se abría y un par de ojos se asomaban.

Igual que antes, se puso la bata con capucha y ocultó todo su rostro en las sombras.

Seguía siendo la misma sala de estar, con una vela parpadeando en la penumbra. Klein encontró un asiento al azar y se sentó en silencio.

Pero a diferencia de antes, ya no se sentía reprimido ni tenso; en cambio, miró tranquilamente a su alrededor.

El viento frío que soplaba en su nuca le aseguró que la señorita Guardaespaldas lo había seguido sin que nadie se diera cuenta.

Como era de esperar, no hay expertos de la Secuencia 5 en esta reunión. Puede que ni siquiera haya una Secuencia 6…  pensó Klein.

Después de escuchar la conversación por un rato, vio al Boticario de cara redonda cambiar de postura como si quisiera hablar.

Como era de esperar, el Boticario, que tenía la mitad de su cara regordeta expuesta rápidamente levantó la mano y dijo: “Serpiente Negra aparentemente murió en las alcantarillas…Esas bestias aún se están comiendo mis cultivos”.

¿La Serpiente Negra murió? Klein se sorprendió al escuchar la noticia.

Serpiente Negra era el hombre que le había vendido los restos de un Oyente, lo que le permitió crear con éxito el Lenguaje de la Inmundicia. Klein sospechaba que era de la Orden Aurora.

Su fuerza no era baja en absoluto; sin embargo, en realidad murió realizando la simple misión de limpiar las bestias en las alcantarillas…  Klein frunció el ceño con sospecha. De repente pensó en algo…

Cuando descubrió el cadáver de Zreal, escuchó golpes en lo profundo de las alcantarillas.

Cuando llevó a Ian allí, extrañas bestias habían devorado partes del cuerpo de Zreal.

Eso fue al final de la Calle del Carbón en el distrito este, bastante lejos del área del puente de Backlund,  me pregunto si hay alguna conexión…  Klein no tenía el impulso de verificarlo.

La noticia de la muerte de Serpiente Negra se extendió rápidamente por el cuarto oscuro, atrayendo los murmullos de muchos. Una sensación de miedo se extendió por ellos, como si lo hubieran experimentado ellos mismos.

El Boticario aplaudió y dijo: “Entonces, ¿qué debo hacer?”

Los susurros desaparecieron repentinamente y un silencio helado llenó la habitación.

Como anteriormente el Boticario le había dado un consejo directo, Klein pensó por un momento y dijo: “Si yo fuera usted, renunciaría al resto de las hierbas y nunca volvería a ir allí”.

“¿Por qué? Madurarán muy pronto, y esas bestias que se esconden en las profundidades de las alcantarillas generalmente no salen”, preguntó vacilante el Boticario.

Klein dijo deliberadamente con voz ronca: “Es probable que Serpiente Negra tenga una organización que lo respalde. Su muerte definitivamente habría provocado una investigación. Creo que no desea interactuar con ellos, ¿verdad?”

Tener los restos de un Oyente no implicaba que Serpiente Negra fuera miembro de la Orden Aurora, pero al referirse al Verdadero Creador como un ‘gran ser’, se confirmaba su alineación.

Además, preferiría creer que ese era el caso que confiar ciegamente.

“Entiendo.” El boticario asintió levemente, aparentemente habiendo tomado una decisión.

Klein añadió: “Si yo fuera usted, incluso denunciaría este asunto a la policía de forma anónima”.

“¿Qué?” Muchos miembros de la reunión exclamaron.

Klein explicó sin cambiar de tono: “Dado que las bestias en las alcantarillas pueden matar a Serpiente Negra, significa que son muy peligrosas. Y como todos somos ciudadanos de Backlund, si realmente se produce una catástrofe importante, es difícil garantizar que no estaremos implicados.

“Por eso la mejor opción es llamar la atención de la policía y dejar que ellos se encarguen de este asunto.

“Podemos disfrutar de un buen resultado sin ningún riesgo. ¿No es bonito?”

Justo cuando terminó su frase, el anciano Ojo de la Sabiduría aplaudió.

“¡Qué gran idea! Tememos a los Beyonders oficiales, pero igualmente podemos utilizarlos. No tenemos que manejar todo solos”.

Bueno, yo era un Beyonder oficial, por lo que mi línea de pensamiento definitivamente sería diferente a la de los puramente ilegales como ustedes…  Klein sonrió con sátira.

Después de hablar, volvió a ser un espectador, escuchando a la gente vender o solicitar artículos. Mientras observaba los acuerdos que tuvieron éxito o fracasaron, no encontró nada de interés.

Temporalmente no anunció los ingredientes de Beyonder que necesitaba, planeando observar el círculo de Beyonders unas cuantas veces más.

Los segundos se convirtieron en minutos y finalmente, Ojo de la Sabiduría dispuso que la gente saliera cada tres minutos.

Klein fue el primero en irse la vez anterior, por lo que no supo qué pasó después. Ahora notó que había al menos cinco salidas. Los asistentes del Ojo de la Sabiduría conducían a diferentes personas a diferentes pasajes, haciendo todo lo posible para espaciarlos y prolongar el tiempo.

Después de más de media hora, sólo quedaban tres miembros de la reunión. Además de Ojo de la Sabiduría, los otros dos eran Klein y el presunto Boticario.

Ojo de la Sabiduría miró a Klein y se rió con su voz envejecida.

“Parece que es usted un hombre con suerte”.

Me reconoció como el hombre que le había comprado el siniestro artículo a Serpiente Negra… Klein sonrió. “Sí, al parecer mi apuesta dio sus frutos”.

Al escuchar su conversación, el boticario abrió mucho los ojos mientras examinaba a Klein. Después de un tiempo, finalmente dijo: “¿Tienes otro hechizo místico que afecta la suerte? Ya te daba por muerto”.

Que hombre tan directo…  Klein respondió con tacto: “Tal vez”.

En realidad, anhelaba tal artículo.

Ojo de la Sabiduría suspiró y dijo: “Joven, no apueste siempre por su suerte, especialmente en asuntos como este. Incluso si ha ganado muchas veces en el pasado, una sola derrota puede condenar por la eternidad”.

“Lo sé. Por eso he venido a esta reunión para ver si puedo comprar algún artículo útil. Je, ahora puedo ser considerado igual que todos ustedes”, dijo Klein, aparentemente casual.

“¿Igual?” El boticario dio un suspiro exagerado. “¡Debería haber escuchado a mi maestro!”

Maestro… Parece ser un Boticario sospechoso… El camino del Boticario está controlado por la Iglesia de la Madre Tierra y la Escuela de Pensamiento de la Vida… La Escuela de Pensamiento de la Vida transmite sus enseñanzas a través de tutores… El corazón de Klein dio un vuelco y preguntó con curiosidad:  ” ¿Por qué dice eso?”

El Boticario suspiró y dijo: “Mi maestro me dijo que eligiera un camino que trajera fortuna, pero al final, aun así me convertí en un preparador de medicinas. Como resultado, no he podido encontrar la siguiente fórmula para esta secuencia durante dos años completos. Tengo envidia de tu suerte”.

Traer fortuna… Eso suena al camino de Secuencia para Monstruo… Él realmente es de la Escuela de Pensamiento de la Vida…  Klein sonrió y dijo: “¿Cuál fue la razón para elegirlo?”

El Boticario enderezó la espalda y dijo: “¡Esa es la elección de un hombre! ¡Tras saber que puedo inventar medicinas para mejorar mi desempeño con las mujeres, elegí este camino sin dudarlo!”