Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

“Estás diciendo que quieres comerme, ¿correcto?” Preguntó Hanakawa a la heroína.

“Sí. Pareces sabroso, pero no sé cómo me siento al comerme a una persona”.

“¡Por favor, atesora esa emoción! Es una parte inestimable de la experiencia humana”. Al menos, no parecía estar tan hambrienta como para saltar y devorarle al instante.

“Supongo que debería tener más cuidado con las habilidades que robo. No puedo controlar las habilidades que están siempre activas”.

“Ah, bueno. ¿Qué es lo que pretendes conmigo, entonces? No estoy muy seguro de cuál es tu objetivo”.

“¿Objetivo?” Kris se sumió en sus pensamientos. Hanakawa apenas podía creerlo. Ni siquiera tenía una razón clara para volver aquí.

¿Qué, vas a matarme sin tener una razón para hacerlo? Sin embargo, no expresó sus pensamientos. Su oponente era abrumadoramente poderosa. Sólo su aliento bastaría para hacerlo volar.

“Oh, lo siento. Me confundí un poco. Después de tomar tantas habilidades de esa mujer antes, mi cabeza ha estado dando vueltas un poco”.

“Ah, ¿es así?”

“De todos modos, mi objetivo… Quiero vivir una vida lo más fácil posible”.

“Err, no estaba preguntando por tu objetivo de vida en general”.

“Pero eso no significa que sólo quiera ser como esos viejos nobles podridos y pasar cada día sentado en un montón de riquezas”.

“Eso me parece una posición bastante envidiable”.

“Si puedo usar los poderes que tengo al máximo, pensé que eso podría hacer una vida más feliz. Siempre fui algo atlética, y puedo aprender la mayoría de las cosas simplemente observando”.

“Así que por eso te dieron una habilidad que roba otras habilidades”.

“Pensé que ser una aventurera era mi verdadera vocación. Pensé que si cazaba monstruos, conseguiría dinero y fama. Nada más fácil”.

“Si eso te hacía feliz, ¿puedo recomendarte que vuelvas a ello?” Hanakawa esperaba que no se involucrara más con él.

“Pero hay un límite para la fuerza de la gente. Si llevara una vida tan perezosa, llegaría a ese límite en poco tiempo. Por lo que he oído, la forma de romper ese límite es entrenar desesperadamente, incluso poniendo tu propia vida en juego.”

“Ah, la habilidad de romper el límite. Aquellos que la poseen pueden ser irritantes como algo natural”.

Ryousuke Higashida y Yoshiaki Fukuhara, los otros dos compañeros que habían sido convocados previamente a este mundo con Hanakawa, habían poseído esa habilidad. Si la tenían, podían superar el límite del nivel noventa y nueve de la raza humana. Tras recibir el Don, alcanzar ese nivel máximo requería un talento considerable y un enorme esfuerzo. Era el límite para la mayoría de los humanos, y a menos que fueras realmente excepcional, no había forma de superarlo. Pero había algunos que sí podían pasar ese límite con un esfuerzo extremo. Superar el nivel noventa y nueve no era técnicamente imposible.

“Pero odio trabajar duro por algo que podría no dar resultados”.

“Oh, entonces no estás trabajando tan duro”.

“Y entonces me dieron el poder de quitarle a la gente sus habilidades con sólo cortarlas”.

“Ahh, ahora lo entiendo. En ese caso, ¿no has conseguido ya tu objetivo?”

“No. Este poder tiene una restricción. Deberías saber que si no conseguimos matar a Yogiri Takatou, podríamos perderlo”.

O bien Malna o bien Rilna habían sido asesinados por Yogiri, y la otra había huido, por lo que Hanakawa había imaginado que todo el incidente había terminado, pero ahora que Kris lo mencionaba, recordó las condiciones de sus poderes. Quien matara a Yogiri conservaría sus poderes como apóstol, pero todos los demás los perderían.

“Sí, no quiero perder este poder”.

“Uhh, realmente no me importa de ninguna manera ese poder, así que no me importa si haces lo que quieras”. Como el poder de Hanakawa ya había sido robado, no podía importarle menos.

“Y si nadie desafía a Yogiri durante un tiempo determinado, los apóstoles morirán todos. No quedamos muchos, así que supongo que debería enfrentarme a él pronto. Sin embargo, quería ser lo más poderoso posible antes de intentarlo”.

“Ya veo. ¿No crees que el poder que posees ahora debería ser suficiente?” Comentó Hanakawa de forma despreocupada. Si iba y desafiaba a Yogiri en su orgullo y se mataba a su vez, eso sería genial para él.

Espera, ¿no moriría también en ese caso? Hanakawa no tenía forma de vencer a Yogiri. Si llegaba el momento y todos los apóstoles morían automáticamente, él no tendría ninguna posibilidad de sobrevivir. Esperaba que no fuera así, pero una de las diosas gemelas había escapado. Aunque hubiera perdido la voluntad de matar a Yogiri, eso no significaba necesariamente que la condición de muerte se hubiera levantado.

“Bien. Supongo que tengo suficientes poderes para desafiarlo, pero puede que me lleve algún tiempo acostumbrarme a todos ellos. En el proceso de acostumbrarse a ellos, pensé que podría querer comerte. Así que, por favor, ven conmigo”.

“Muy bien”. Sospecho que si consigues dominar esos poderes, tu apetito por mí se multiplicará…

Quedarse con Kris era una idea terrible. Quería encontrar alguna forma de escapar, pero no tenía sentido tratar de separarse y huir ahora. Ella tenía la capacidad de teletransportarse a donde él estuviera.

Por ahora, lo único que puedo hacer es esforzarme por sobrevivir. Su situación parecía desesperada, pero las cosas aún podían mejorar. Ya se había salvado milagrosamente varias veces, así que siempre había una posibilidad de que volviera a ocurrir. No tenía más remedio que confiar todas sus esperanzas a ese futuro incierto.

◇ ◇ ◇

Yoshifumi, sabio y emperador. Su forma larguirucha no parecía tener mucha fuerza, y su comportamiento no daba la impresión de ser alguien remotamente experimentado en el combate. No parecía más que el típico matón, por lo que alguien con una cantidad razonable de destreza física debería haber sido capaz de enfrentarse a él. Incluso Vivian sentía que tenía una oportunidad contra él.

“Pero una pelea como ésta no parece muy divertida”, dijo Yoshifumi, a pesar de ser quien había suspendido a su subordinada.

“Fuiste tú quien dijo que nuestra pelea era un empate”, se quejó la mujer con la que Vivian había estado luchando hasta entonces.

“Si voy a luchar contra alguien, quiero que se crea el más fuerte de todos y que me desprecie totalmente. Ver a alguien así indefenso contra mí es lo que lo hace divertido”.

“Bueno, no hay esperanza de que eso ocurra, ¿verdad? Ella ya sabe que eres el emperador y un Sabio”.

Eso era cierto. Por muy débil que pareciera, Vivian no tenía intención de tomarlo a la ligera. Era un Sabio. Sabía que debía ser increíblemente poderoso.

“Terminemos con esto, entonces. Vale, hemos terminado”, dijo Yoshifumi, sin haber hecho nada en absoluto.

“¿Qué? ¿Qué crees que se ha acabado exactamente?” protestó Vivian. Seguía viva y no se había hecho el menor daño.

“Mírate los pies”, respondió el Sabio.

Vivian hizo lo que se le dijo. Al principio, no vio qué pasaba. Por un momento pensó que se había burlado de ella, pero luego se dio cuenta de que las puntas de sus pies empezaban a volverse grises. Era como si se estuvieran convirtiendo en piedra. Y poco a poco, ese gris se iba extendiendo.

“Si te mato, volverás a la vida, así que he decidido convertirte en piedra. Es un poder que obtuve recientemente. Disfruta”.

“Tú… ¡Escudo de motosierra!”

Vivian le lanzó un escudo, pero el compañero del Sabio lo apartó con facilidad. Terminado el combate, su subordinado volvió a posicionarse entre los dos. A este paso, no parecía que hubiera nada que Vivian pudiera hacer.

“Esto es lo mismo que hiciste en el bar de atrás, ¿no?”, preguntó la mujer. “¿No fue instantáneo antes?”

“Sí, pero eso era aburrido”.

“¿Qué? ¡¿Piensas quedarte sentado mirando todo el tiempo que se transforma?!”

“¿Qué hay de malo en eso?”

“No hay nada malo, pero… ¿cómo es eso divertido? Y hemos venido hasta aquí. ¿Estás realmente contento con convertir a la princesa en piedra?”

“Hmm. Ahora que lo mencionas, suena un poco patético. Pero es así. No hay nada más que podamos hacer aquí. Lo mejor que tengo es atormentarla un poco”.

“Si no tienes nada más que hacer, ¡vamos a casa!”

“¡Oh, claro!” Yoshifumi se volvió hacia Vivian. “Has venido aquí con el resto de la familia real, ¿no? ¿Dónde están?”

“¡¿Qué tiene que ver eso contigo?!” Vivian intentó crear un escudo para detener la petrificación, pero sus escudos curativos no tuvieron ningún efecto.

“Si hay más de ustedes, estoy pensando en tomarlos como rehenes.

“¡Pues los hay! Mis hermanos vendrán pronto, así como Gale, ¡un espadachín del rango de la Hoja Celestial! ¡Te cortará en dos en un instante!” No sabía si tenía algún sentido mentir, pero lo dijo de todos modos con la esperanza de alargar su vida al menos un poco.

“Estás aquí por la Espada del Mundo porque no puedes vencerme sin ella, ¿verdad? ¿Qué podrán hacer un par más de ustedes?”

“¡¿Por qué iba a decirte eso?!”

“Es justo. Me gustaría pensar que tenéis algo bajo la manga. Hablando de eso, ¿qué pasó con la Espada del Mundo de todos modos?”

Todavía no se había determinado si era realmente la Espada del Mundo o no, pero Vivian había tirado el gastado trozo de metal oxidado por si acaso. Debía estar en algún lugar cercano, pero no lo veía.

“Por no hablar de que Rei y Shigeto se han ido”, añadió la compañera del Sabio.

“¿Eh?” Una mirada de perplejidad apareció en el rostro de Yoshifumi antes de soltar una carcajada. “¡Ah, ja, ja! ¿Me han traicionado?”

“Espera, ¿no tenías algo para mantener a Rei a raya?”

“¿No? Ella pidió unirse a mí, y yo estaba buscando un nuevo Cuarto Rey Celestial, así que pensé que encajaría bien”.

“¡Oh, vamos! ¡¿Confiaste en una chica al azar sin ningún seguro?!”

“No confío en nadie. Pensé que sería interesante si ella trataba de hacer algo”.

“¿Pensaste que sería interesante?” La mujer suspiró.

“Si quieres traicionarme algún día también, siéntete libre”.

“Sé lo fuerte que eres. No hay manera de que lo intente. No saben nada de ti”.

“Pero si cogieron la espada y huyeron, ¿significa eso que era la verdadera?”

“¿Qué van a hacer con ella?”

“Probablemente algo esté escrito en ese libro suyo. Apuesto a que huyeron porque tenían un plan”.

Vivian se arrepintió inmediatamente de sus acciones. La espada realmente era capaz de derrotar a Yoshifumi, pero ella la había desechado irreflexivamente.

“Rena, ¿puedes seguirlos?”

“No, a menos que los vea huir”.

“Supongo que tenemos que perseguirlos a la antigua usanza”.

Yoshifumi había perdido el interés por Vivian. No era que se hubiera olvidado de ella, sino que su atención había sido captada por la repentina traición.

“Hola”, le llamó Vivian. Ahora estaba petrificada hasta las rodillas.

“Vienen amigos, ¿verdad?”, respondió el Sabio. “Espero que te salven”.

Evidentemente, sin importarle lo más mínimo su destino, Yoshifumi y Rena se dieron la vuelta para salir de la habitación.

“¡Espera!”

“¿Qué? ¿Planeas hacer algo patético como pedirme que te ayude?”

“¡Quiero un trato! Si deshaces la petrificación, ¡te diré dónde fueron esos otros dos!”

“¿Oh? Eso suena divertido”.

Seguía siendo bastante patético. Estaba rogando por su vida a la persona que había matado a sus padres y robado su país. Pero si se convertía en una estatua aquí, todo habría terminado. Ella era la última sobreviviente de la línea real. No importaba lo que pasara, ella no podía morir ahora.

“Tengo la habilidad de buscar cosas”, explicó. “Así es como llegué aquí en primer lugar. Así que no importa a dónde la lleven, ¡puedo encontrar la Espada del Mundo!”

“¿Oh? Eso suena interesante”. Yoshifumi chasqueó los dedos. La petrificación que había llegado hasta sus muslos se detuvo, los copos de piedra se desmoronaron y cayeron al suelo. Parecía que el proceso de petrificación sólo había comenzado en la superficie.

“Yoshifumi, ¿vas a confiar en ella ahora?” Se quejó Rena.

“Como he dicho, no me fío de nadie. No pasa nada si intenta hacer algo. Mientras sea entretenida, estaré satisfecho”.

“Déjame advertirte por adelantado, entonces”, dijo Rena a Vivian. “Yoshifumi es más fuerte que yo, así que no tiene sentido que intentes nada. Sólo conseguirás que te maten. Si quieres vivir una larga vida, no hagas ninguna estupidez”.

Por supuesto, Vivian no tenía intención de hacerle nada a Yoshifumi de inmediato. Eso esperaría hasta que ella hubiera recuperado la Espada del Mundo.

¡Pero este tipo está lleno de aperturas!

Yoshifumi rebosaba de arrogancia. Estaba lo suficientemente seguro de sí mismo como para creer que, aunque todos le traicionaran al final, seguía siendo lo suficientemente poderoso como para manejar las cosas por sí mismo, así que no prestaba atención a las cosas pequeñas. Probablemente no podía soportar ser tan quisquilloso. Si aceptaba trabajar con él, tendría varias oportunidades. Al menos, de eso se convenció Vivian.