Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 9

Capítulo 1: Contramedidas Del Héroe

Parte 2

Las imágenes estaban bien hechas. Tisse tenía muchas habilidades especiales, desde reseñar termas hasta escribir libros.

Mi imagen mental de un asesino había cambiado mucho gracias a ella.

La mejor amiga de mi hermana era una persona interesante y encantadora.

“Primero, está el propio Héroe, Van de Flamberge”. Rit señaló el papel con el dibujo del niño poseedor de una expresión caballeresca e inocente. “Es el último miembro superviviente de la familia real de Flamberge. Su país fue destruido por el ejército del señor demonio. El lugar de Van en la línea de sucesión era bajo, y se marchó a estudiar a un monasterio en Avalonia a una edad temprana. El rey Flamberge probablemente pretendía que su hijo sirviera a la iglesia para fortalecer las conexiones de su nación con ella. Y gracias a esa decisión, Van se libró de las llamas de la guerra”.

“Criado en un monasterio, ¿eh? Suena bastante fuera de contacto con el mundo exterior”.

Un monasterio.

La Iglesia era una organización gigantesca, pero no inmune a los caminos del mundo. Intentar vivir estrictamente según la ley divina era difícil en la realidad, y por muy fiel que fuera el clérigo, siempre había que encontrar un equilibrio entre el mandato divino y las necesidades mortales.

Pretender transmitir a la gente las enseñanzas de Demis simplemente leyéndoles las escrituras no servía de nada. El verdadero apoyo requería saber cómo vivía la gente, comprender lo que deseaban y estudiar cómo llegar a ellos.

De ese modo, las palabras de Demis se convertían en palabras para el pueblo. Así lo veían algunos clérigos. Y ellos eran los que habían instituido monasterios.

Un monasterio no estaba abierto a los estudiantes normales. Era un lugar alejado de las tentaciones mundanas. Un edificio donde los estudiantes no se alejaban de lo divino por el bien de los demás.

Los monasterios se habían establecido como hogares donde uno podía existir únicamente para Demis.

Los clérigos que residían en monasterios se denominaban monjes, y vivían en ellos contemplando únicamente cómo manifestar la ley divina.

Tantos años después de su fundación, los monasterios se veían envueltos en las luchas de poder internas de la Iglesia, como cualquier otra faceta de la organización.

“La fe de Van se alimentó al crecer en un monasterio. Los miembros de la alta nobleza de Flamberge creían que criar ellos mismos a sus hijos era vergonzoso. Su estilo era confiar la enseñanza y el desarrollo a especialistas”, dije.

“¿No es por eso por lo que había tantas rencillas entre miembros de la misma familia allí?”. preguntó Rit.

Sacudí la cabeza. “No lo sé. Nunca viví en Flamberge, y no puedo pretender entender lo suficiente como para criticar cómo se hacen las cosas en el extranjero.”

“¡Bueno, yo también quiero criar a los míos como es debido!”. “Estoy completamente de acuerdo”.

“Heh-heh-heh…”

Rit ocultó una sonrisa avergonzada tras su pañuelo rojo.

Criada como princesa en el Ducado de Loggervia, aún tenía la costumbre de ocultar la boca cada vez que sonreía.

La forma en que lo hace es tan linda. “Ahem.”

Yarandrala fingió toser.

Correcto, eso descarriló la conversación.

La cara de Rit enrojeció y volvió al tema de Van.

“…No hay mucho más que sepamos sobre su pasado. Fue enviado al monasterio en Avalonia a una edad temprana, y hace sólo unos meses, durante el invierno, apareció en la fortaleza del Último Muro afirmando que era el Héroe”.

“¿Y ahí es donde conoció al Cardenal Ljubo?”

“Sí. Fue rechazado en la puerta, pero acampó fuera durante días. Después de notarlo, el Cardenal Ljubo llamó a Van y habló con él. En algún momento reconoció que Van tenía una genuina bendición de Héroe”.

“Sólo aquellos con la bendición cardenalicia pueden convertirse en cardenales. Pero la bendición cardenalicia no tiene acceso a la habilidad Valoración. ¿Podría realmente convencerse de la bendición de Van con sólo hablar con él?”

Rit se cruzó de brazos y consideró mi pregunta.

“Antes de Ruti, no estaba claro si el Héroe era realidad o ficción, así que

¿quizás decidió creer después de comparar a Van con ella?”. “Hmmm…”

Ljubo definitivamente hizo que un Santo con la habilidad Valoración lo confirmara en algún momento. No me pareció el tipo de persona que creería a un chico que afirma ser el Héroe sin ninguna prueba sólida.

“Pero después de ser reconocido por la iglesia, lo único que hizo fue luchar contra monstruos y subir de nivel, ¿no?” preguntó Danan mientras leía los últimos datos sobre Van.

“También perdió bastantes camaradas en el proceso”, respondí.

“Guerreros de la iglesia proporcionados por Ljubo, probablemente. Supongo que ya está acostumbrado a que mueran miembros del grupo”.

Yarandrala estaba desconcertado. “Con la bendición del Héroe, ¿no debería ser incapaz de abandonar a sus camaradas? Entonces, ¿cómo murió tanta gente?”

“Es una cuestión de prioridad”, le expliqué. “¿Prioridad?”

“Sí. Muchos soldados perecieron en batalla mientras Ruti estuvo allí, pero sus muertes nunca la frenaron ni la dejaron incapacitada para seguir adelante”.

“Ahora que lo mencionas…”

“El papel del héroe es salvar el mundo. Si la muerte de una persona puede ser juzgada como un sacrificio necesario, entonces no hay impulso para ayudar a esa persona. El mundo nunca se salvaría si el fallecimiento de cada soldado hiciera que el Héroe se paralizara”.

“Pero los miembros del grupo de Van murieron mientras cazaban monstruos normales”.

“Cuando lucha contra monstruos normales, Van aparentemente cree que las muertes de sus camaradas están justificadas y son necesarias. El crecimiento del Héroe es más importante que la vida de sus camaradas. Si él cree eso desde lo más profundo de su corazón, entonces es concebible que la bendición del Héroe le permita abandonar a sus aliados.”

“¡No puedo aceptarlo!”

Me reí. El sonido salió amargo. “Cuanto más aprendes sobre las bendiciones, más difícil te resulta aceptar muchas cosas sobre ellas”.

Las bendiciones eran obra de Dios. Aunque fueran inaceptables para los mortales, la ley divina las justificaba… pero éramos personas, no deidades.

“Cabreándome”. Danan apretó el puño. El disgusto en su rostro, mientras una vena furiosa se hinchaba en su sien, habría sido suficiente para noquear a un aventurero promedio en el acto. “¡¿Cómo puede ser ese tipo el Héroe?!”

“Porque así lo decidió Dios. No es tan raro que el papel de una bendición y la actitud de una persona choquen”.

“¡Pero este es el Héroe, de todas las personas!”

Me sorprendió un poco. Danan había afirmado anteriormente que sólo se había unido al grupo de Ruti porque pensaba que era el camino más rápido para derrotar al señor de los demonios. Sin embargo, estaba claro por su voz que tenía fuertes sentimientos sobre este tema.

“Comprendo cómo te sientes, pero cálmate”, reprendió Yarandrala. Aun así, estaba claro que sentía empatía. Rechazaba con vehemencia el sistema del Héroe, que asignaba a una persona el destino del mundo.

Tisse me miró y sonrió. “Puede que la señora Ruti no nos viera antes de que terminara la fiesta, pero nosotros sí la vimos. Verla nos hizo sentir algo. Es la única razón por la que continuamos la desesperada búsqueda para derrotar al señor de los demonios y salvar el mundo”.

“Bien…”, dije.

Ruti había odiado la bendición del Héroe, pero sus viajes no habían sido del todo malos. Esperaba por su bien que llegara un día en que aquel viaje se convirtiera en un grato recuerdo.

“Eso es todo lo que tenemos para Van. No es… realmente mucho para continuar”. Rit parecía un poco preocupado. “Cuando se trata de sus pensamientos, hay mucho que decir, pero en cuanto a él como persona, es bastante simple. Van es tan directo que no hay mucho en él”.

“Su mundo es pequeño”. La voz de Ruti era fría. “En su mundo sólo existen Van y Dios… Ni padres, ni amigos, ni gente que le importe”.

“Pequeño, ¿eh?”

Ruti tenía razón. Sin embargo, ese pequeño mundo era también la fuente de la fuerza de Van.

“Su percepción de las cosas hace que nunca dude de los valores que forman su fe. Nunca cuestiona, nunca rompe. No importa lo que digan o hagan los demás, nada en el mundo de Van puede dañar sus valores”.

A pesar de haber sido golpeado por Ruti y dejado medio muerto, Van se había levantado con una sonrisa y había declarado que derrotaría a Ruti.

Peor aún, su única razón para hacerlo era aumentar su bendición de Héroe. Era una lógica basada en la fe pura, sin ninguna racionalidad. Ninguno de nosotros en la mesa era capaz de la argumentación teológica necesaria para vencer una fe tan obstinada.

“Aparte de Theodora, todos estamos bastante desconectados de la iglesia”.

“A pesar de ser miembros del grupo del Héroe”.

Por eso los funcionarios de la Iglesia no confiaban en nosotros y habíamos tenido tantos problemas durante la lucha en la fortaleza del Último Muro, cuando Theodora se había unido a nosotros.

“Sabiendo lo que sabemos de Van, creo que nuestros objetivos deberían ser Ljubo y Lavender”.

“No hay discusión aquí.”

Debido a la bendición de mi Guía, tenía algunas ideas sobre la forma en que Van estaba haciendo las cosas, pero no era el momento de sacarlas a relucir.

Sería una historia diferente si se presentaba la oportunidad, pero por ahora, era mejor centrarse en los miembros de su grupo.

“Muy bien, Cardenal Ljubo y el hada, Lavender.” Los dos trozos de papel restantes.

Un hombre sonriente en la flor de la vida con mirada condescendiente, y un hada radiante con ojos fríos.

“Desafortunadamente, no tenemos casi nada para Lavender. Es un hada que vivió fuera de la sociedad humana. Aparte de lo que Esta nos dio, no hay nada. Ni siquiera un rumor”.

“Hay un límite a la información que podemos reunir en Zoltan, después de todo. No hay muchos viajeros con noticias del más allá”.

“Utilicé la nave voladora para investigar en el extranjero, pero todo lo que pude averiguar sobre Lavender fue que es un hada en la fiesta de Van y siempre se aferra a él”, dijo Tisse.

Como Tisse sabía manejar la aeronave, le habíamos pedido que reuniera información fuera de Zoltan. Lugares que estaban a semanas en barco podían ser alcanzados en un día en esa nave.

Las antiguas reliquias de los señores de los demonios, como la Vendidad y el dirigible, tenían capacidades increíbles.

Preferiría no darle a Van una nave voladora.

“Sabemos que Esta preferiría no luchar contra Lavender, y esa es razón suficiente para considerarla una archfay de alto nivel”. El tono de Danan era serio. “Según Esta, se enamoró de Van a primera vista, traicionó a los suyos y le dio un Anillo Behemoth, un tesoro de su bosque secreto”.

“Eso es amor extremo”. Rit tenía una mirada pensativa. “¿Por qué no intentamos Danan y yo negociar con ella?”

“¿Yo?”

Danan parecía sorprendido. “¿Es eso un problema?”

“No. Pero no soy muy diplomático fuera de las amenazas. Será sobre todo en ti … ”

Danan me miró, inseguro del plan de Rit.

“Creo que dejaros eso a vosotros dos estará bien”, dije. “¿En serio?”

“No eres bueno en las negociaciones, pero el Cardenal Ljubo te reconocerá de la fortaleza del Último Muro. Así que si Lavender decide luchar, quiero que protejas a Rit mientras ambos os retiráis”.

“Oh, ¿trabajo de guardaespaldas? Okay, en ese caso, ¡déjamelo a mí!” Eso bastó para que Danan lo aceptara, y sonrió con ganas.

“¿Tienes alguna razón para sospechar que hablar con Lavender será útil?” Preguntó Tisse. “No tenemos idea de cómo reaccionará”.

Rit sacudió la cabeza. “El éxito no es el objetivo. El primer objetivo será discernir sus motivos. No creo que esté haciendo todo esto completamente sin razón”.

“¿Crees que puedes?”

“Yo también estoy enamorada, así que probablemente sea la más indicada para entenderla”, respondió Rit con seguridad, mientras sus mejillas se enrojecían un poco.

“Exacto. Si alguno de nosotros tiene una oportunidad, es Rit”, estuve de acuerdo. “Así que el siguiente es Ljubo.”

Recogí el trozo de papel que quedaba.

“Hay suficientes antecedentes sobre él como para que contarlo todo sea una molestia. Tiene la bendición del Cardenal. En términos de carrera, siguió el camino estándar de corrupto-inquisidor hasta su puesto actual”.

“¿Sólo Ljubo? ¿Sin apellido?”

“Eso parece. Es de la región occidental del Reino de Avalonia. Nacido en una familia que criaba caballos”.

“No una educación piadosa o aristocrática”.

“Al parecer, fue a la iglesia y se labró una reputación únicamente gracias a su bendición cardenalicia. Utilizó los sobornos que cobró como inquisidor para alcanzar su posición actual. Tal vez recurrió a los sobornos porque carecía del apoyo financiero de su familia para financiar su carrera.”

Los ideales perversos podrían haber sido la razón original por la que había recurrido a la corrupción, pero…

“Sea cual sea el motivo, no hay duda de su afición por los tesoros y el lujo”, afirma Yarandrala.

Por lo que había deducido, su avaricia había brillado muchas veces durante su mandato como cardenal.

“Su objetivo y sus métodos cambiaron en algún momento. El brillo del oro tiene ese tipo de magia”, comenté. Y así nació un hombre avaro recién acuñado. “Pero esa franqueza también deja muchos resquicios”. La codicia era el motivo más fácil de entender. “Hablaré con Ljubo.”