Eiyuu Ou (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: Inglis, 15 Años El Dragón Antiguo Y El (Antiguo) Rey Viejo (3)

Parte 2

“¡Dejanoslo a nosotros!”

Los caballeros prisioneros en Leclair, ahora los caballeros bajo el mando directo de Lahti, respondieron con sonrisas enérgicas. Cuando usaron la montura Flygear y Flygears para distribuir carne de dragón a las personas en las áreas circundantes, fue recibido con júbilo y gratitud. Al enterarse de que el Príncipe Lahti había traído la comida personalmente, algunos habitantes del pueblo se conmovieron tanto que se echaron a llorar. Los caballeros no pudieron evitar sentirse satisfechos ante tal espectáculo.

“Probablemente, Leone nos esté cortando la carne hoy”.

“Ella es muy linda. Además, ella nos agradece por nuestro arduo trabajo. ¡Está bien, seré el primero en la fila para verla!

“Creo que Liselotte es una dama elegante y agradable”.

“Cierto, cierto, pero debo decir que Inglis es la más linda de todas. Quiero decir, todos son lindos, pero ella está muy por encima de…”

“Claro, pero, eh, viste de lo que es capaz, aunque no tiene sentido por qué está haciendo un agujero en el suelo”.

“Sí. Es increíblemente linda, pero solo… por ahí, ¿sabes?

“Sí, eso es lo que quiero decir. Al menos puedo entender lo que Leone y los demás están haciendo.

Los caballeros charlaron ociosamente mientras iban a recoger el cargamento del día siguiente. Mirándolos desde la montura Flygear, Rafinha no estaba tan impresionado. Lahti podía pilotar la montura Flygear, pero también necesitaba ser alimentado con maná de alguien con una Runa. Hoy, ese era su trabajo.

“L-Lamento que tuvieras que escuchar eso. Simplemente no tienen límites”, dijo Lahti.

“Dudan a tu alrededor, pero… Por favor, perdónalos por su ofensa”, agregó Lewin.

“No, eso no está mal, pero no es lo que le preocupa, Lewin”.

“¿Eh? Lo siento, príncipe, yo no…

Rafinha suspiró. “Eso no es lo que quise decir. Es solo que este no debería ser mi trabajo. Entiendes lo que quiero decir, ¿verdad?

“¿Hm?” Lewin preguntó. “Ah. Ah, sí…”

A Rafinha no le importaba ayudar, pero no era el papel adecuado para ella. Todos habían acordado que Lahti sería el rostro de sus esfuerzos de socorro en la comunidad. De esa manera, la gente ganaría confianza en él y su prestigio se convertiría en un factor político. Como había dicho Inglis, no querían estar al frente; querían que Lahti se llevara el crédito y obtuviera ese prestigio. Rafinha no estaba molesto por eso.

Incluso actuar como la fuente de energía del Puerto Flygear no fue un problema. Estaba feliz de ver las caras sonrientes de los residentes mientras viajaba por los pueblos y aldeas. Aunque las cicatrices físicas y emocionales de Prismer y Tiffanyer eran profundas, probablemente podrían avanzar ahora, unidos alrededor de Lahti. Eso fue un alivio.

Pero había algo que le impedía ser feliz.

“¡Bienvenidos de nuevo, todos! ¿Cómo eran los pueblos? preguntó Pullum.

“Oh, Pullum. ¡Todos estaban tan felices!” dijo Rafinha.

“¡Eso es genial! Estás a punto de cargar la carga de mañana, ¿verdad? ¡Yo ayudaré!”

“¡Sí! ¡Vamos!”

Rafinha no quiso decir más frente a Pullum, pero el problema sí involucraba a su amiga. Pullum debería haber estado en el lugar de Rafinha.

Ella misma era de Alcard, así que sería mejor que estuviera en primera línea. Sin embargo, estaba el asunto de su hermano, Harim. Un noble de Alcard y un administrador competente, había sido encantado por Tiffanyer, se convirtió en Highlander e incluso actuó como su mano derecha mientras ella arrasaba el área.

Por eso, Pullum había dicho que no podía enfrentarse a la gente. Se había quedado en el campamento, realizando tareas extrañas en lugar de participar en el esfuerzo de socorro. Rafinha no podía decir que eso estaba mal, pero…

De todos modos, era cierto que, si Pullum visitaba las aldeas, podrían agitarse, indignarse con su familia en lugar de reaccionar con gratitud por el príncipe Lahti. La familia de Pullum era de rango ministerial en Alcard. Debido a que su posición y reputación venían acompañadas de privilegios, las repercusiones en una situación como esta también fueron importantes.

Por lo tanto, para no causar problemas innecesarios, Pullum tomó la decisión correcta al quedarse atrás. Inglis había explicado el razonamiento a todos, y Leone había dicho que lo entendía. Pullum lo estaba haciendo todo por el bien de Lahti.

“Hola, Pullum. ¿Quieres ir mañana con el Flygear Port? ¿No quieres ver cómo están las cosas? preguntó Rafinha.

“N-No… Tengo curiosidad, pero si voy, voy a causar problemas… Lo siento, Rafinha. Me quedaré aquí y haré lo que pueda”.

“Ah, okey…”

Lewin, que lo había oído mientras caminaba cerca, se volvió hacia Pullum como para amonestarla. “Eso será lo mejor, Lady Pullum. Ahora es un momento importante para ganar los corazones y las mentes de la gente para el Príncipe Lahti. En lugar de recordarles las heridas que han sufrido, debemos empujarlos a seguir adelante”.

“Sí…” Pullum asintió obedientemente.

Quizás Pullum simplemente había sido intimidado por Lewin, y continuar en el campamento no era lo que ella quería. Si ese fuera el caso, Rafinha sintió que necesitaba objetar, pero le estaba costando saber cuándo hablar.

“Lady Pullum, sobrevivimos a Leclair porque arriesgaste tu vida para detener los planes de Harim de ejecutarnos”, agregó Lewin. “Tú nos salvaste la vida. Y por eso estoy verdaderamente agradecido”.

“F-Fue…”

“Aquellos de nosotros que fuimos salvados entendemos profundamente que tú y Harim no son lo mismo. Desafortunadamente, el público no tiene el contexto completo de la situación. Por favor, cuando sus heridas hayan sanado y tengan el lujo de poder ver las cosas con calma, entonces dales tu voz y tus sentimientos. El príncipe Lahti creará un entorno en el que esto sea posible. Haremos todo lo posible para ayudar, así que tenga paciencia”.

“Si, gracias.” Pullum sonrió.

Esta vez, el silencio de Rafinha no fue de desdén. Lewin parecía estar preocupado por Pullum a su manera; ella entendía eso ahora. No podía acusarlo exactamente de no preocuparse por ella.

“¡Así es! Haremos algo, ¡haremos nuestro mejor esfuerzo! Así que no te preocupes. Lahti le dio una palmada en el hombro a Pullum.

“Sí, Lahti. Gracias.”

Pero esto, Rafinha tenía algo que decir al respecto. Si la situación no cambiaba, Pullum se vería obligada a soportar su dolor durante demasiado tiempo. Lahti fue la mejor persona para hacer algo al respecto.

Anteriormente, Lahti le había declarado a Rafinha y a los demás que cuando se convirtiera en rey, protegería a Pullum haciéndola su reina. Rafinha no pensó que necesitaba precipitarse en eso de inmediato, pero sí sintió que debería contarle sus planes más temprano que tarde. De esa forma, Pullum tendría un rayo de esperanza, aunque las cosas fueran difíciles para ella, y sería menos incómodo para Rafinha ayudar. A pesar de que ella y los demás conocían el plan, se mostraron reacios a contárselo a Pullum.

“No es bueno. Treinta de cien”, murmuró Rafinha.

“¡¿Eh?! ¡¿Q-Qué quieres decir?!” Lahti gritó.

Inglis había dicho que Lahti simplemente no quería darle a Pullum una esperanza prematura prometiéndole algo que aún no era concreto, y que no se preocupara porque el tiempo eventualmente resolvería el problema, pero…

En opinión de Rafinha, simplemente hacerle saber a Pullum que ese era su plan cambiaría por completo cómo se sentía acerca de las cosas. Estaba segura de que esa era la mejor elección. E incluso si no fue tan lejos, seguramente podría hacer algo para aliviar las preocupaciones de Pullum. Él no estaba actuando diferente hacia ella en absoluto. Rafinha quería que fuera al menos un poco romántico.

“¡Vamos, tienes que hacer algo! ” Rafinha agarró las manos de Lahti y Pullum y las juntó, sorprendiéndolas a ambas.

“Mira, eso es alrededor de setenta”, dijo Rafinha.

“¡¿Q-Qué?!” Lahti tartamudeó.

“¡¿R-Rafinha?!” Pullum jadeó.

“Yo me encargaré de la carga, ustedes dos salgan a caminar para relajarse. Debes estar exhausto de trabajar todo el día, necesitas un respiro. ¡Pero quédate así! ¡Sin soltarse de las manos! ¡Ahora ponte en marcha! ¡O no ayudaré mañana, ¿de acuerdo?!” Con eso, Rafinha empujó a Pullum y Lahti hacia una calle lateral.

“Está bien, está bien, está bien… Vamos, vamos, Pullum”.

“S-Sí, Lahti.”

Los dos lentamente, tentativamente, avanzaron por el camino. Últimamente no habían pasado mucho tiempo a solas y Rafinha esperaba que Lahti lo usara para decirle a Pullum lo que tenía en mente. Bueno, incluso si no lo hiciera, un tiempo juntos sería bueno para ambos.

Lewin tampoco parecía particularmente opuesto a la idea. Los vio irse en silencio.

“Muy bien, en cuanto a nosotros, ¡carguemos la carga de mañana!” Rafinha dijo, enérgico ahora.

Lewin sonrió y asintió. “Por cierto.”

¡Sonido metálico seco! ¡Aplastar! ¡Clank, clank, clank!

Siguiendo el eco de los tajos y tajos, Rafinha llegó al lugar donde Leone y Liselotte estaban diseccionando la cola del dragón.

El artefacto oscuro de la gran espada de Leone, capaz de ajustar su tamaño, era ideal para cortar la carne. Excepto cuando cortaba más colas, gracias al don de curación de Rafinha y la regeneración innata del dragón que permitía, Leone pasó la mayor parte de su tiempo como carnicera del grupo, preparando la carne.

Liselotte la ayudó. Su artefacto de alabarda también era adecuado para cortar, y su don de vuelo ayudó a llegar a piezas que normalmente estaban fuera de su alcance.

Cuando Rafinha no estaba ayudando a transportar la comida a los asentamientos como lo hacía hoy, estaba ocupada procesando la carne en cecina o ahumándola para que pudieran conservar más porciones. Fue una tarea agradable para ella, ya que podía “probar” todo lo que quisiera. Liselotte pasó un tiempo ayudándola, gracias a que sus alas le sirvieron para secar la carne.

Mientras tanto, los caballeros al mando de Lahti tenían la tarea de distribuir alimentos a los pueblos y ciudades. Además, fueron responsables de la ingeniería civil necesaria para transformar su campamento en un asentamiento adecuado. Pullum se quedó principalmente con este último, mientras que ocasionalmente iba a Rafinha y Liselotte para brindar ayuda adicional con el secado de la carne.

Su decisión de dónde acampar había sido fortuita; la ubicación del nuevo sitio probablemente se convertiría en el centro de un nuevo Leclair.

“¡Mirad a los dos! ¿Cómo te va?” Rafinha llamó a Leone y Liselotte. La nieve aquí era profunda y, por supuesto, hacía frío, pero todavía estaban chorreando sudor.

“Ah, Rafinha. Bienvenido de nuevo. Como puede ver, todavía tenemos mucho camino por recorrer…”, dijo Leone.

“Las colas simplemente se acumulan más rápido de lo que podemos matarlas”, agregó Liselotte.

La cola en la que trabajaron estaba vecina a otra igual. Incluso era probable que la carne de dragón se pudriera si simplemente se dejaba, por lo que tenían que darse prisa y cortarla para poder distribuirla, secarla o ahumarla.

“¿Vas a poder? Tal vez deberíamos pedirle a Chris que nos ayude.

“No, estaremos bien. Es un buen entrenamiento e Inglis parece tener sus propias cosas que hacer”.

“No solo eso, sino que nos estamos volviendo más rápidos. Supongo que nos estamos acostumbrando a las cosas.

La carne de un dragón antiguo era de la mejor calidad, y extremadamente deliciosa, pero incluso descuartizada, era simplemente demasiado elástica para cortarla con un cuchillo ordinario. Fue solo una vez cocido que se volvió tierno y el sabor realmente salió. Por lo tanto, incluso con los Artefactos de Leone y Liselotte, fue un trabajo duro. Aburrido, exigente, pero todo el mundo estaba trabajando duro y fue un buen entrenamiento.

“De todos modos, estoy aquí para comprar el lote de mañana”, dijo Rafinha.

“Por supuesto. Los demás ya llegaron para hacerlo”, dijo Liselotte.

“Empieza con lo que hay allí. ¿Quieres que te ayudemos? preguntó Leona.

“No, está bien. Voy a buscar a Chris. Ustedes dos pueden continuar. Rafinha fue a buscar a Inglis. Estaba en el bosque, más lejos del centro del campamento que donde estaban trabajando Leone y Liselotte.

¡Sonido metálico seco! ¡Aplastar! ¡Clank, clank, clank!

Los sonidos se hicieron más fuertes a medida que Rafinha se acercaba.

¡Pum, pum, pum, pum! ¡Brrrr! Claaaaang!

“Ugh, es tan fuerte”. Le duelen los oídos.

¡Bam, bam, bam, bam! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

Inglis estaba en un cráter que se había abierto repentinamente en el bosque. Estaba golpeando ferozmente con los puños algo a sus pies. Los ruidos que resonaban en el campamento eran de ella golpeando algo duro. Ella había tallado ese cráter solo con sus puños.

“¡Cris! ¡Para para! ¿Puedes darme una mano por un momento?”

La voz de Rafinha detuvo a Inglis de inmediato. “Ah, Rani. Bienvenido de nuevo.” La suave sonrisa en su rostro no concordaba con lo que acababa de hacer hace un momento.

Si no estuviera en medio de un cráter con el puño en alto, habría sido una sonrisa fantásticamente hermosa, pensó Rafinha.

No estás herido ni nada, ¿verdad? ¿Pasó algo aterrador? Inglis parecía muy preocupado.

Si no estuviera en medio de un cráter con el puño en alto… Rafinha volvió a pensar.

Fue porque Inglis siempre estaba haciendo cosas como esta que había adquirido una reputación tan extraña, una de su falta de convencionalismo eclipsando su belleza. Todos en el campamento habían venido una vez para ver cuál era la fuente de todos los golpes, solo para quedar desconcertados por sus acciones. En este punto, ya estaban acostumbrados, descartándolo con solo un “Oh, esto otra vez”.

“Estoy bien. Siempre estás tan preocupado por mí. De todos modos, ¡ese agujero es tan grande! No deberías volverte totalmente salvaje con el medio ambiente. ¿No será difícil volver a llenarlo?”

“Ugh… Pero realmente no tengo otras opciones. No puedo cambiar la forma de esto a menos que lo golpee muy fuerte”. Hizo un gesto hacia algo largo y delgado a sus pies.

“¿Realmente necesitas hacer eso ahora mismo?”

“Creo que lo hago. Será útil tarde o temprano.

Cogió lo que originalmente había sido la cola de un dragón. Ahora estaba deformado y emitía un sonido tintineante. Para ser precisos, fue la piel y las escamas en la parte exterior de la cola, la carne ya se la quitó Leone. Inglis estaba tratando de procesar las escamas de Fufailbane en el sitio.

El proceso parecía ser primitivo, simplemente golpeando la balanza con todas sus fuerzas. No obstante, fue el más eficaz de los métodos disponibles; sus puños con Aether Shell eran más duros que cualquier herramienta o artefacto. En otras palabras, era primitivo, pero era racional.

“Supongo que está bien, pero ¿tal vez tomarlo con calma? Voy a cargar el Puerto Flygear con la carne de mañana. ¿Quieres echarme una mano?

“Por supuesto. Después podemos cenar.

“Sí. ¡Voy a comer una tonelada otra vez hoy!”

“La carne es sabrosa y podemos comer todo lo que queramos sin que se nos acabe. ¡Es genial!”

“¡Sí! ¡Es tan diferente de cuando estábamos comiendo nieve! ¡Espero que podamos seguir así, comiendo todo lo que queramos hasta que nos cansemos!”

“Entonces estaremos aquí para siempre, ¿no? No imagino que alguna vez me cansaré de eso”.

“Ajá, ja, ja. ¡Tan verdadero! Me está entrando hambre solo hablando de eso. ¡Trabajemos un poco y luego vayamos a cenar!”

“Sí, hagámoslo, Rani”.

No tenían forma de saber que, al día siguiente, las cosas cambiarían por completo, haciendo añicos los sueños de Rafinha de comer carne en paz para siempre y poniendo los preparativos de Inglis en el centro de atención.