Eiyuu Ou (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Inglis, 15 Años — Dobles Aspirantes A Estrellas (1)

Parte 1

Las circunstancias en torno a la amenaza hieral Ripple habían complicado las cosas en la academia de caballeros, pero Inglis y los demás habían resuelto con éxito el problema. Ripple les había dado las gracias efusivamente antes de dirigirse a la frontera con Venefic, donde se suponía que debía ayudar en el esfuerzo de guerra.

Por otro lado, el edificio de la escuela estaba hecho un desastre. La cafetería del interior había corrido la misma suerte, y con su plan de comidas ilimitado sellado, Inglis y Rafinha ahora estaban en crisis. Todos los días, ayudaron en el esfuerzo de reconstrucción con estómagos hambrientos, con la esperanza de que la cafetería reabriera lo antes posible. Al final, su trabajo apresurado solo dejó sus estómagos más vacíos.

¡Grrrgl!

Liselotte, caminando frente a Inglis y Rafinha sosteniendo herramientas, se dio la vuelta en estado de shock. “¡¿Qu-?! ¿De quién podría haber sido ese estómago? Era muy poco propio de una dama.

Inglis señaló en silencio a Rafinha, quien hizo lo mismo con Inglis.

“¡Mentiroso! ¡Fuiste tú, Cris!

“¡No! ¡Fuiste tú, Rani!

“¡No culpes a otras personas! ¡Lo escuché de ambos lados de mí!” Leone gritó mientras caminaba entre ellos.

“Tch…” fue la respuesta desdeñosa tanto de Inglis como de Rafinha.

“El hambre las tiene a ustedes dos fuera de control…” Leone rió irónicamente.

“¿De verdad tienes tanta hambre?” preguntó Liselotte. “El resto de nosotros estamos comiendo tanto como tú…”

Por el momento, todos los estudiantes que ayudaron en la reconstrucción recibieron las mismas raciones por su trabajo.

“¡No es suficiente en absoluto!” respondió la pareja.

“Bueno, ¿por qué no pensar en ello como una dieta? Mira, si pierdo un poco aquí, mi espalda podría sentirse mejor…” Leone hizo un gesto hacia su propio pecho, donde Rin se había hundido y se estaba relajando. Rin parecía que la prefería hoy.

“Bueno… Supongo que podrías decir eso…” Inglis asintió, entendiendo su punto.

Pero Rafinha fue un caso atípico en eso. “¡No, no puedes! ¡No tengo nada que perder allí!”

“Ahora, ahora, Rafinha. Eres delgado. Eso es algo para envidiar”, comentó Liselotte.

“Bueno, entonces, me gustaría intercambiar. ¡Absolutamente quiero grandes como Chris y Leone! ¡Si no tengo nada que perder en momentos como este, me marchitaré y moriré en su lugar!

“Aja, ja… Sinceramente, estoy asombrado de cómo nunca pareces subir de peso, independientemente de cuánto comas, Rafinha”.

Rafinha hizo una pausa antes de hacer una gran declaración. “¡Y por lo tanto, ya que mi vida está en peligro, tomaré algo de la comida de Chris!”

“¡¿Qué?! Incluso si me sigues preguntando, Rani…

“¡Está bien! ¡Tienes muchas calorías almacenadas aquí mismo!

“¡Eeek! ¡Basta, Rani! ¡Estoy cargando un tronco grande ahora mismo!”

“¿Oh? Siento que han vuelto a crecer un poco más. No es que tengas mucho para comer. ¡¿Cómo están creciendo?! ¡Allí, allí, allí!” dijo Rafinha, pinchando a Inglis.

“¡D-Detente! ¡Ya basta! Entiendo tu punto. ¿Por qué no vamos a pescar al lago Bolt más tarde? Te daré un poco más de lo que atrapamos”.

“¿Eh? Pero los pescadores se quejaron. Dijeron que estábamos amenazando su sustento”.

“Si lo hacemos en silencio por la noche, nunca se darán cuenta. Probablemente…”

“¿Eso no es caza furtiva?” Leone intervino, riéndose.

“¿Esto realmente constituye ‘supervivencia’?” Liselotte preguntó irónicamente.

Interrumpiendo su conversación, la directora Miriela gritó sus nombres mientras se acercaba corriendo. “¡Inglis! Rafinha!”

“¿Directora Miriela?” preguntó Inglis.

“¿Paso algo?” Le siguió Rafinha.

“¡Un mensajero del palacio acaba de llegar! ¡El Rey Carlias solicita tu presencia!” Miriela respondió.

“¿Una citación de Su Majestad?”

“¡¿En el palacio?!”

“Sí. Lo siento, pero debes dirigirte al palacio lo antes posible”, explicó Miriela.

“¡Oooh! ¡Está bien, Cris!

“¡El cielo nos ha sonreído, Rani!”

Los ojos de Inglis y Rafinha se iluminaron. Su proceso de pensamiento fue simple: el palacio. Convocado allí. ¡Gracias por la ayuda! ¡Una fiesta! ¡Sí, una fiesta!

Su esperanza los impulsó a la acción.

“¡Hurra! ¡No puedo esperar! ♪ ¡La comida en el palacio estuvo deliciosa el otro día!”

“¡Si, tienes razón! Démonos prisa.

Entonces llamaré a un carruaje. Ustedes dos vayan a prepararse”, dijo la directora Miriela.

“Por supuesto, señora.” Inglis asintió.

“¡No, eso tomaría demasiado tiempo! ¡Nuestra comida se enfriará!” Rafinha lloraba. “¿Sabes cómo debemos ir, Chris?”

“¿Posiblemente?”

“¡Si, tu sabes! ¡Vamos a volar! ¡Será más rápido que un carruaje!

“Correcto. Err… Bueno…” tartamudeó Miriela.

“¡Todo estará bien, directora Miriela! ¡Tomaremos la [Star Princess]  !

La [Star Princess] era el Flygear privado de Inglis y sus amigos. Lo habían capturado de Highland para poder correr desde la batalla sobre el palacio hasta la academia de caballeros. Todavía estaba intacto cuando todo terminó, y se les había permitido conservarlo para su propio uso. Flygears hechos para Highlanders estaban mejor hechos que los de la superficie. Sin embargo, ahora algo era diferente al respecto…

“Sí, puedes tomarlo, supongo. Es lindo. Muy femenino.

“¡Gracias, iré a buscarlo!” Respondió Rafinha. “¡Espera, Chris!”

“Okey…”

En poco tiempo, un Flygear pilotado por Rafinha apareció sobre sus cabezas. Había sido repintado por completo en rosa intenso. Además del colorido, la parte delantera del casco también había sido pintada con ojos muy prominentes, brillantes, estrellados y femeninos. Todo estaba cubierto con detalles brillantes. Rafinha había decidido que como ahora era de ellos, tenía que ser lindo; debe hacerse suyo. Su compañera de clase en el programa de caballeros, Pullum, la había ayudado.

“¡Muy bien, vamos, Chris! ¡Entra!”

“Okey…”

Era un Flygear de alto rendimiento e Inglis había hecho sus propios ajustes… pero todavía estaba un poco reacia a montarlo. Era un poco demasiado femenino para ella. Su propia concepción de sí misma todavía prefería algo atractivo con colores tenues, un poco más masculino que los gustos de Rafinha. Tal vez en negro por todas partes. Pero cada vez que Rafinha insistía en algo, Inglis no podía resistirse. Rafinha, que para ella era como una nieta, quería sus juguetes en rosa. Los abuelos nunca podrían discutir con nietas tan lindas.

“¡Muy bien, vamos! ¡Fija un curso para la delicia!

“Por supuesto. Vamos.”

Con Rafinha al timón, el [Star Princess] se elevó hacia la puesta de sol.

◆  ◇  ◆

La ruta de vuelo directa de la academia de caballeros al palacio volaba sobre un bulevar lleno de gente. Por supuesto, el diseño de [Star Princess] llamó la atención de las personas a continuación.

“¡Ay! ¡Son los caballeros! ¡Oye!”

“¡Hurra!”

Los adultos no prestaron mucha atención, pero los niños saludaron alegremente.

Para ser precisos, Inglis y los demás aún no eran caballeros; eran estudiantes entrenando para ser caballeros, pero los niños no podían notar la diferencia. Si alguien estaba en un Flygear, entonces tenía que ser un caballero.

“¡Hola!” Rafinha, siempre amigable, redujo la velocidad del Flygear y saludó a los niños. Con la cena en la mesa, por así decirlo, estaba de buen humor. Y debido a que los niños la vieron como un verdadero caballero que incluso se detenía para saludar, le devolvieron el saludo con deleite.

“Ajá, ja, ja. Los niños son tan lindos. ¿No lo crees, Cris?

“Son adorables. Esto me recuerda a ti cuando eras pequeño. Tú también eras tan lindo”.

Entonces también eras un niño, ¿sabes? Ah bueno. Quiero tener hijos pronto”.

“Anulado. Todavía eres demasiado joven para eso.

“¿Pero no te gustaría tener hijos pronto? Los niños son más felices con una madre más joven”.

“¡N-De ninguna manera! ¡No necesito hijos propios!”. La sola idea de tener sus propios hijos la aterrorizaba. Ella no quería ni imaginarlo. Envió un escalofrío por su espina dorsal.

“¿Porque ya no serías capaz de pelear?”

“S-Sí. Eso es todo.”

La verdad era que tenía un problema físico mucho más fundamental. Pero podía dejarlo así.

“Espera, ¿no es esa cosa que los caballeros están montando realmente coja?” preguntó un chico.

“Wow… Tienes razón, ¿por qué es tan rosa y brillante?”

Los niños que habían estado tan emocionados de verlos ahora solo tenían críticas de  [Star Princess]  . Fue un gran shock para Rafinha.

“¡¿Huuuh?!”

Inglis, por su parte, quiso aplaudir al chico que no solo había distraído a Rafinha sino que le había señalado los hechos. Gracias, joven.

“¡E-Eso es malo! ¡Pulum y yo estábamos orgullosos de esto!”

“Tal vez es un poco demasiado llamativo. Podemos volver a cambiar el color…” Rafinha asintió.

“¡De ningún modo! ¡Creo que es muy lindo!” Una niña en la multitud de niños defendió fervientemente a  [Star Princess]  .

“¡Así es! ¡Escuchen, muchachos! ¡Este es para niñas! ¡Es una cosa de mujeres! ¡Los chicos no lo entenderían! La alegría de Rafinha había vuelto. “¿Verdad, Cris? ¿Derecha?”

“Bueno… Los chicos pueden tener un punto… ¿Quizás en una situación como esta, es mejor adoptar un compromiso con el que todos puedan vivir?”

“¡Denegado! Tú allí. ¿Cuál es tu nombre?” Rafinha le preguntó a la chica que había hablado.

“Alina…”

“Bueno, entonces, Alina. ¡Gracias por ser tan amable! Más tarde, ¿quieres montar el lindo Flygear?

“¡¿E-En serio?!”

“¡Si! Tenemos cosas que hacer hoy, pero si nos vuelves a ver, ¡solo di hola!”.

“¡Okey! ¿Promesa?”

“¡Sí, lo prometo! ¡Hasta entonces!” Sonriendo y saludando, Rafinha volvió a poner en marcha a la  [Star Princess]  . “Qué buena chica”.

Rafinha probablemente ni siquiera considerará volver a pintar la Star Princess hasta que le dé a esa chica su paseo.  , se dio cuenta Inglis. Necesito recordar su rostro para que eso pueda suceder lo antes posible.

“¿Qué pasa, Cris? ¿Te vas a quejar de que hago promesas con demasiada facilidad?

“No, eso no es verdad. Solo quiero recordar su rostro para que podamos encontrarla de nuevo”. En todo caso, Inglis estaba satisfecho con lo amable que era Rafinha con los ciudadanos. Como caballero e hija de un duque, necesitaba ser accesible; era un buen rasgo. La confianza que generó podría servirle bien algún día. Era uno de los muchos talentos de Rafinha, aunque quizás ponerlo de esa manera traicionó el prejuicio de Inglis hacia la niña.

“Oh, eso sería realmente útil en realidad. Chris, eres bueno recordando las caras de las personas.

“Sí. Experiencia de vida.” En su vida anterior como rey, recordar rostros era una habilidad vital, y lo había practicado mucho. Incluso para los intercambios triviales, si el rey, el principal en el reino, lo recordara y lo mencionara más tarde, su pueblo estaría feliz. Tales pequeños placeres se acumularon y se convirtieron en lealtad. Un rey debe recordar las caras de todos los que conoce, aunque sea una sola vez. Al menos, eso era lo que el rey Inglis había hecho siempre que era posible.

“Entonces, ¿es por eso que recuerdas las caras de las personas fuertes? ¿Para pelear con ellos más tarde?

“No, solicito un combate de entrenamiento con ellos”. Puedo dejarla pensar eso al menos.

“¡Esos son lo mismo!”

“No, no lo son. No es una demanda, solo una solicitud educada”.

Mientras hablaban, la  [Star Princess]  llegó a las inmediaciones del palacio, donde fueron detenidas por un caballero de guardia montado en un Flygear.

“¡Detenganse! Están entrando en la zona de defensa aérea del palacio y deben identificarse… Estudiantes de la academia, ya veo. ¿Qué te trae al palacio?

“¡Rafinha Bilford e Inglis Eucus de la academia de caballeros! ¡Hemos llegado después de escuchar que el Rey Carlias ha solicitado nuestra presencia!” Respondió Rafinha.

“¡Oh, eres tú! Ya me han informado que te esperan. Puedes aterrizar tu Flygear en el patio. Te guiaré adentro.

“Si, entendido.”

Siguieron al caballero y aterrizaron la  [Star Princess]  en el patio. No pasó mucho tiempo antes de que escucharan la voz de otra persona.

“¡Ah, ustedes dos! ¡Me alegro de que hayas venido!” Reddas, capitán de la Guardia Real, corrió a paso ligero y se inclinó profundamente. Algo era diferente en él. No es que fuera una persona particularmente altiva, pero era un caballero de alto rango. Aunque su sobreprotección desvergonzada hacia su hermano menor, Silva, le daba un aire extraño, normalmente tenía cierta seriedad cuando hablaba con Inglis y Rafinha. Hoy, él era inusualmente humilde por alguna razón.

“¿Reddas…?”

“Eh, seguro…”

Inglis y Rafinha se miraron, un poco confundidos. Y no era solo Reddas quien había venido a saludarlos, sino también la Guardia Real bajo su mando, que acudió en masa.

“¡Bienvenidos! ¡Hemos esperado tu presencia! La multitud se inclinó profundamente ante Inglis y Rafinha.

“¿Q-Qué? Hay algo raro aquí…”, dijo Rafinha.

“Estoy de acuerdo…” murmuró Inglis. Eran demasiados para que fuera una mera bienvenida. Había suficientes caballeros allí para abrumarlos.