Regressor Instruction Manual

Volumen 1

Capítulo 11: Jung Ha-Yan (Parte 2)

Sin esperar a que Seok-Woo le explicara la situación, Park Deok-Gu tomó su mano libre.

“¿Huh?” Fue todo lo que Yoo Seok-Woo alcanzó a decir. Al siguiente instante, un ¡crack! pudo escucharse, seguido de un grito lleno de dolor. Deok-Gu la había doblado en un ángulo antinatural, sin apenas esforzarse.

“¡Deok-Gu!” Cerré los ojos en el momento en el que sonó el chasquido, incapaz de seguir viendo. Después de que se calmara el grito, abrí mis ojos poco a poco, y vi a Deok-Gu, aún sosteniendo la mano de Seok-Woo, mirándolo con disgusto.

“¡Nnnnngggg!” Se quejaba, intentando suprimir otro grito. Se encontraba de rodillas, a merced de Deok-Gu. Lágrimas se acumulaban en sus lentes. Antes le daban un aspecto intelectual y tranquilo.

“No pensé que habría escoria como esta en este lugar. Aaah vamos, no está rota, no seas un llorón”.

“Su-suéltame”. Le suplicó.

“Como desees”. Deok-Gu levantó la mano rota, antes de dejar caer su otro puño con fuerza sobre su cabeza. Sus lentes salieron volando.

“¡Uuugghhh!… pa-para…” Seok-Woo yacía en el suelo, apenas consciente, como si un mazo lo hubiera golpeado. Parecía irreal.

“Deja de fingir, no te di tan fuerte. Alguien puede pensar que eres un bebé, con todo ese lloriqueo”. Seguido, Deok-Gu lo pateó, haciéndolo rodar por el suelo.

“E-está bien, Deok-Gu, ya detente. Lo-lo puedes herir”. Temí que la situación escalara a mayores. Aunque tal vez se lo mereciera, verlo rodando sobre sí mismo me daba ansiedad. Podía atraer atención innecesaria.

Deok-Gu lo miró por última vez, amenazándolo con sus ojos, antes de volverse hacia mí. “Está bien, hermanita. Solo le di un pequeño empujón, va a estar bien”.

Como temía, unas cuantas personas empezaron a acercarse, Lee Ji-Hye incluida.

“¡Oye, detente! ¿Qué estás haciendo?”

“Seok-Woo, ¿te encuentras bien?” Le preguntó alguien, mientras le devolvía sus lentes. Habían salido intactos.

“Cre-creo que rompió mi mano…” Dijo Seok-Woo, mientras sostenía su mano inerte.

Lee Ji-Hye atrajo a más personas, siendo la líder que era. Una mezcla de confusión y enojo brillaba en sus ojos.

“Oye, ¿me puedes decir qué demonios pasa aquí? La violencia está prohibida dentro del refugio”. Le preguntó a Deok-Gu.

“Este tipo estaba acosando sexualmente a Ha-Yan. Le di su merecido”.

“¿Estás seguro de eso?”

“Lo vi y escuché yo mismo”.

“No-no es cierto…” Dijo Seok-Woo.

“¿Qué?” Exclamó Deok-Gu, incrédulo.

“Cla-claro, pudo haberse malinterpretado, ya que tomé la mano de Ha-Yan, pero te equivocas”.

“Aún sigues escupiendo mentiras, ¿eh?” Dijo, con una nota de desprecio en su voz, amenazándolo con seguir con la golpiza.

“Muy bien, ya es suficiente, Deok-Gu. Como dije, la violencia está prohibida. Incluso si Seok-Woo hizo algo malo, primero debiste escuchar lo que tenía que decir al respecto. Golpear a la gente no es lo correcto”. Ji-Hye le explicó, antes de seguir con Seok-Woo. “¿De verdad hiciste todo eso? Quiero explicaciones”.

“No, de-de verdad. Nunca ha-haría tal cosa”. Seok-Woo intentaba sentarse, pero volvía a caer sobre su espalda.

“¿Y qué hay de lo que vio Deok-Gu?”

“Co-como dije, creo que fue un malentendido. Ci-ciertamente le expresé mis sentimientos a Ha-Yan, pero la malinterpreté, pensando que me correspondía. Es-eso fue lo que pasó”.

“¿De verdad?”

“Si, s-si, lo juro”.

“¿Exactamente qué le dijiste?”

“Que quería conocerla más, y ella dijo que pensaba lo mismo… pero supongo que lo malinterpreté”.

“Ha-Yan, por favor, cuéntanos. ¿Lo que dijo Seok-Woo es verdad?” Lee Ji-Hye volteó a verme, atrayendo la atención de todos hacia mí. Lo veía en sus ojos: nadie estaba de mi lado. Mientras, yo seguía sentada. Empezaba a sentirme encerrada, y mis brazos y piernas temblaban. Ji-Hye me apuraba con la mirada.

“E-es verdad. Pe-pero después, Seok… Seok-Woo me jaló y… dijo que si quería vivir bien aquí… me habló m-muy feo, y… me so-sorprendió…” No podía evitar tartamudear. Mis ojos estaban fijos en el suelo, evitando las miradas de los demás.

“Por favor, habla más claro, Ha-Yan. Cuéntanos paso a paso”. Ji-Hye se acercó, pero nunca se arrodilló a mi lado, como esperaba que hiciera. Permaneció mirándome desde arriba.

“Pu-pues…”

“¿Es verdad lo que dijo Seok-Woo, y que tú accediste?”

“S-sí, pero… no sabía que se refería a eso…”

“Te pregunté si es cierto o no. Explícate”.

“Es ver-verdad, pero…”

“Discúlpame, Ha-Yan”. Me interrumpió. Parecía que estaba perdiendo la paciencia.

“¿Sí?”

“¿No fuiste tú la que permitió que la situación llegara hasta esto? Te la pasas hablando con Seok-Woo desde que llegaste. ¿Me equivoco?”

“N-no, pero… fue Seok-Woo e-el que se a-acercaba primero…”

“Esto pasó porque le hiciste creer que te interesaba”.

“N-no era mi…”

“¿Crees que es correcto crear este tipo de malentendidos y no hacerte responsable? Lo mismo va para ti, Deok-Gu”. Se volteó a mirarlo, con desapruebo. “No puedo creer que tu primera reacción haya sido golpearlo”.

“¿Es cierto lo que dice Seok-Woo?” Me preguntó. Deok-Gu se veía confundido, tal vez pensara que se equivocó.

“S-sí estuve de acuerdo en-en que debíamos co-conocernos, pero…” Me sentía tan abrumada que no sabía por dónde empezar. No sabía qué hacer en este tipo de situaciones, o si podía solucionarlo. Mi cara se tornó roja y lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.

“¿Crees que llorar va a solucionar algo?” Ji-Hye me seguía presionando.

“Lo-lo siento, yo…”

“No importa si lo sientes o no. La verdad, el ambiente en el refugio no ha sido muy bueno últimamente, y esto solo lo empeora. Deok-Gu, te agradezco que ayudes a una mujer en este tipo de situación, pero no actúes de forma tan precipitada sin saber qué está pasando. Te precipitaste mucho”.

“Estaba seguro de lo que vi…” Ahora la situación se tornaba contra Deok-Gu.

“No estabas seguro de nada, Deok-Gu. Tal vez solo tenías celos”.

“Lo-lo siento”.

“No soy yo con la que deberías de disculparte. Pídele perdón a la víctima, a Seok-Woo”.

“Pe-perdóname…”

“¿Qué está pasando aquí?” Era la voz de Ki-Young. Inmediatamente giré mi cabeza para verlo. Sonaba seguro, y sus ojos oscuros brillaban con confianza. El único que podía sacarme de esta situación había aparecido.

***

Ya conocía la respuesta. Era fácil leer la situación. Había gente reunida alrededor de Ha-Yan, quien lloraba, mientras estaba encogida en el suelo; de Deok-Gu, cuyos nervios crecían por cada momento; y de Seok-Woo, que respiraba con dificultad por los golpes. Esperaba que algo sucediera de parte de Lee Ji-Hye, pero no de esta forma, con acusaciones de este tipo.

No había tal cosa como igualdad o justicia aquí. A simple vista, quién era la víctima estaba claro.

No me importaba si Jung Ha-Yan trató de aprovecharse de Yoo Seok-Woo, pero que Ha-Yan se encontrara en una situación así de difícil sí que era de mi incumbencia.

“Es bueno verte, Ki-Young. Tal vez puedas…” Lee Ji-Hye fue la primera en hablar. No la dejé terminar.

“¿Acaso estás loca?”

“¿Disculpa?”

“¿Crees que este es tu patio de juegos? ¿Que nadie te escuchará cuando haces un alboroto como este? Solo porque dejemos el refugio seguido no significa que no podamos ocuparnos de asuntos internos”. Pareció darse cuenta de que cometió un error.

“Déjame explicarte la situación primero…”

“La vi desde lejos, así que sé algo de lo que pasa, Ji-Hye. En una situación así, donde el culpable y la víctima aún se desconocen, como tú la describiste, hasta yo estaría asustado si me encerrara un grupo de esta forma. ¡Apenas y la han dejado hablar!”

“Pero claramente es ella la que tiene la culpa…”

“Ji-Hye, ¿estás completamente segura de que Seok-Woo es inocente?” Claro que no lo estaba. En el momento en que me respondiera, cargaría la responsabilidad del asunto, junto con Seok-Woo.

Y así, se mostró nerviosa y con dudas.

“Y viendo la reacción de Ha-Yan, no creo que ese sea el caso. Pero sobre todo, ella no es ese tipo de persona, lo juro”. Apenas la conocía, por lo que mi declaración parecía fuera de lugar, pero me arriesgué.

Jung Ha-Yan, quien probablemente pensaba que no valía las molestias, seguramente estaba muy agradecida por haberla defendido. Pero los demás no pensaban igual.

¿Y cuándo demonios nos habíamos vuelto tan cercanos que incluso podía jurar por ella? Su carácter, Defensora inocente, era la única razón por la que podía estar seguro.

Y había otros puntos que eran dignos de mención.

“En primer lugar, está mal cuestionar a una víctima y acusarla de que hicieron algo mal cuando el crimen en cuestión involucraba acoso sexual. No hay forma de que tú, siendo mujer, no lo sepas”. Su insistencia en apoyar a Yoo Seok-Woo probablemente fuera con la intención de excluir a los nuevos y consolidar su poder. O tal vez su meta era fastidiar a Jung Ha-Yan.

“D-de todas formas, no está bien golpear a los demás…” Sus argumentos empezaban a flaquear, y la gente empezaba a dudar de ella.

“Seguro que tú harías lo mismo si estuvieras en el lugar de Deok-Gu. A no ser que lo estés llamando loco”.

Esto ya formaba parte de mis planes, así que adelantarlos un poco no me haría daño.

No, claro que no me haría daño. Yo tengo el control aquí.

Consolidé mi autoridad sobre esta situación exponiendo mis argumentos.

Dudar es perder, Lee Ji-Hye.

“Ha-Yan no merece este trato”. Dije, mientras tomaba su mano y la ayudaba a ponerse de pie.

“Sobre eso…”

Había un gran contraste entre Jung Ha-Yan, que me miraba mientras secaba sus lágrimas, y quienes la miraban con hostilidad o los que simplemente no hacían nada por ayudarla.

Tal vez, en sus mentes, esta era una situación sin sentido. Que alguien apareciera de la nada y les dijera qué hacer era ridículo.

Miré hacia Jung Ha-Yan: ella sería la odiada aquí. Bajo mi protección, la de Deok-Gu y Hyun-Sung, los más fuertes del grupo, se volvía seguro que sería envidiada. Más que nada por gente como Lee Ji-Hye.

“Todos siguen de pie sin hacer nada. Vamos, Yoo Seok-Woo necesita que le traten sus heridas. Sin embargo, después le preguntaré qué sucedió. Por ahora, primero encárguense de él”.

“Sí, señor”.

“Ji-Hye, por favor limpia el lugar para que puedas seguir con tus actividades. No falta mucho para que Hyun-Sung vuelva. Deok-Gu, patrulla el área circundante, no sabemos cuándo podrían atacarnos”. Les ordené para dispersar a la gente.

“Lo haré, hermano”.

“Ha-Yan, me gustaría hablar contigo un segundo”.

“Cla-claro”.

Había gente susurrando, Lee Ji-Hye se mordía los labios y Yoo Seok-Woo apenas se podía sostener por sí mismo.

Pude escuchar algunas de las palabras y entender lo que decían. Algunos criticaban a Ha-Yan, otros la apoyaban.

“Ven conmigo”. Le pedí.

Ella era mejor presa que yo. Alguien fácil con quien tratar, que apenas se podía defender por sí misma.

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Bejemon: buenas. Les hablaré sobre unos ligeros cambios en estos dos capítulos. El más notable es que cambié el punto de vista al de Ha-Yan. Originalmente estaba narrado en tercera persona. Decidí cambiarlo para conectar más con el personaje, que se sintiera más cercano. ¿Qué les pareció?

También, cuando Ki-Young llega a la escena del problema, la parte en donde le dice a Ji-Hye sobre cómo no se debe acusar a la víctima de un acoso sexual, no era un diálogo en el original. Eran buenos argumentos, por lo que no pude entender por qué decidió quedárselos para él mismo. Y le dan más realismo, para que no se sienta que simplemente llegó y dijo que todos estaban mal simplemente por tratar así a Ha-Yan.

Por último, he agregado más descripciones a lo largo de estos 11 capítulos. Por ejemplo, la mujer siendo devorada frente a Ki-Young al inicio, algunas menciones cortas a cómo son los personajes (me basé en imágenes de la novela y del manwha), y los monstruos, que en todo el tutorial no se describen (para ellos usé mi imaginación y a un enemigo de Doom Eternal). Planeo agregar más, como con el entorno de la mazmorra, que tampoco es descrito.

En fin, espero que te esté gustando la obra. Ten por seguro que seguiré agregando cositas para mejorarla. ¡Saludos!