Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 28

Capítulo 4: El Phrase Soberano

Parte 2

“Padre, allí también hay algunos en el suelo”. “Entendido.”

Recogí los trozos de cristal de colores esparcidos por la nieve y los metí todos en [Storage].

Tan dispuesto como había estado a lucirme, Kuon prácticamente lo había convertido en una masacre de un solo hombre. Apenas tuve la oportunidad de hacer nada. En serio, el chico podía derribarlos con sólo mirarlos,

¿cómo iba a vencerlo? Aunque me las arreglé para derribar al menos a dos o tres yo solo…

Por eso, había cristales esparcidos por todas partes. Recogerlos todos era un coñazo. Normalmente, podía abrir [Storage] en el suelo y hacer que cayeran todos, pero si lo hacía aquí, me llevaba un montón de nieve en el proceso.

Pensándolo bien, ¿estos cristales son realmente phrasium?

Sinceramente, parecían más cercanas a las piedras preciosas, dado su color.

Probé a hacer fluir magia a través de uno de los fragmentos y, efectivamente, tenía el mismo efecto que el phrasium. Sin embargo, parecía de peor calidad que el phrasium de un Phrase normal. Alcanzaba su capacidad máxima de maná casi de inmediato, y tampoco era muy duradero. Era como un phrasium falso.

“¿Podrían ser estos los Phrase artificiales que Melle mencionó que Yula había estado investigando…?”

Después de recoger los fragmentos de Phrase Gema (como decidí llamarlos provisionalmente), nos abrimos paso a través del bosque nevado hasta el centro de la zona sin monstruos. Volar no estaba necesariamente descartado, pero con lo densos que eran los árboles, sería difícil ver entre ellos, así que buscar a pie era la mejor opción.

“Kuon, ¿estás bien? Asegúrate de avisarme si empiezas a cansarte demasiado”.

Me volví para mirar a Kuon, que tenía que marchar para abrirse paso por la nieve. Podía usar [Levitation] para cargar con él sí parecía que se esforzaba demasiado.

“Sí, estoy bien. Esto no está tan mal. Padre, espere un momento”. “¿Hm? ¿Ha pasado algo?”

Oí un crujido y me giré hacia un lado justo a tiempo para ver algo que parecía un Phrase Gema azul haciéndose pedazos. El ojo de Kuon brillaba en oro rojizo.

No, en serio, Kuon debe ser su peor pesadilla a estas alturas.

Me aseguré de recoger también los fragmentos de ese Phrase. Parecía ser zafiro. ¿Era rubí y zafiro lo que debían ser contrapartidas? De repente, se oyó un crujido procedente de lo más profundo del bosque. Parecía otra horda de ellos.

Mierda, ¿cuántos hay?

El Phrase Gema atacó sin responder a mi preocupación. Antes de que pudiera sacar mi Brunhild para contraatacar, el Phrase Gema fue destrozada una tras otra por el Ojo Místico de Kuon.

Abran paso a otra masacre unipersonal…

Nos abrimos paso a través del bosque, derrotando a los Phrase Gema por el camino (la mayoría de las victorias se las llevó Kuon, hay que reconocerlo). Aunque el número de Phrase que nos atacaban parecía aumentar cuanto más avanzábamos, de repente dejaron de ser más.

¿Se rindieron…? Sí, de ninguna manera.

“Llevo un tiempo con un extraño zumbido en los oídos. Me pregunto qué será…”

“¿Usted también, padre?”

Parecía que no era el único que oía ese zumbido agudo. Silver habló mientras nos tapábamos los oídos.

“Eso no es cualquier viejo zumbido en sus oídos, me temo. Algo está emitiendo todo tipo de ondas sonoras raras delante de nosotros. La mayoría son sonidos que los humanos normales no pueden captar”.

Supongo que eso confirmó que, al menos, íbamos por buen camino.

Avanzamos con más precaución que antes. En cuanto salimos del bosque, nos recibió un espectáculo que nos dejó boquiabiertos.

Delante de nosotros había un enorme cráter de unos cien metros de diámetro. Tampoco era un cráter normal: varios pilares cristalinos se erguían en su interior como racimos de cristal. La visión de todos esos coloridos pilares era espantosamente hermosa.

Mirando más de cerca, me di cuenta de que cada uno de ellos tenía núcleos del mismo color que eran aproximadamente del tamaño de pelotas de béisbol encerradas en ellos.

¡¿Es esto lo que creo que es?!

“Padre, por allí.”

Kuon señalaba un pilar amarillo que estaba destrozado en su base. El pilar caído empezó a crujir mientras los cristales se multiplicaban, convirtiéndose en un oso de cristal amarillo que se alzaba erguido. Y entonces, fue inmediatamente aplastado por el Ojo Místico de Kuon.

“¿Son todos y cada uno de estos pilares un Phrase?”

“Eso parece. Imagino que los que nos atacaron anteriormente vinieron de aquí”.

¿Así nacieron también los Phrase normales? Cuando eché un vistazo a la parte central del cráter, vi que había algo allí. ¿Era otro pilar de cristal? Sin embargo, tenía algo diferente a los demás. Era alto y transparente. Pero eso no cambiaba el hecho de que fuera un prisma cuadrado con una punta puntiaguda.

Naturalmente, no me sentía cómodo entrando directamente en medio de un cráter, así que llevé a Kuon a cuestas y usé [Fly] para acercarme desde el aire.

Parece un obelisco. ¿Esto cayó aquí?

El cráter y los cúmulos se habían formado con ese pilar como centro, así que me pareció una conclusión natural. Tendría que haber caído desde bastante lejos… pero cuando miré al cielo, no parecía haber nada inusual.

“No me digas… ¡¿Eso es…?!” “¿Hm?”

Oí a Kuon jadear detrás de mí. Kuon, ¿actuando sorprendido? Eso sí que era raro. ¿Qué había pasado? No parecía que hubiera nada extraño en el obelisco.

…En realidad, no, había algo dentro. No podía verlo claramente, pero parecía redondo. ¿Era otro núcleo del Phrase Gema?

Cuando aterricé frente al obelisco, Kuon saltó de mi espalda y corrió hacia él.

“Como pensaba, este tiene que ser el de entonces…”

“¿Qué pasa? ¿Lo reconoces?” pregunté a Kuon mientras ponía la mano sobre el obelisco.

Efectivamente, había un núcleo con aspecto del Phrase de gema dentro del obelisco transparente, pero era ligeramente diferente de los que habíamos visto. Los núcleos anteriores habían sido del tamaño de una pelota de béisbol, pero éste era del tamaño de una pelota de ping-pong, y era de un color muy extraño. Parecía rojo, pero también azul y amarillo. Parecía un arco iris, supongo.

“Esto puede ser lo que nos hizo llegar en este tiempo”.

“¿Hm…? Sin embargo, ¿no fueron ustedes enviados aquí a causa de un terremoto, sin embargo? ”

“En el futuro, aceptábamos encargos del gremio los fines de semana. El último fue derrotar a una horda de monos káiser en el bosque de Belfast. Lo afrontamos casi como si fuéramos de picnic”.

Espera, un Mono Kaiser es como una forma evolucionada de un Mono Rey. Eso no es algo que vayas a cazar tan casualmente.

Resistiendo el impulso de replicar, escuché la historia de Kuon.

***

“¡Prisma Guillotina!”

“[Gravity]”

“¡Gwaaaaaah!”

El ataque coordinado de Allis y Linne hizo volar al Mono Kaiser, cuyo cuerpo estalló en pedazos.

“¡Sí! ¡Eso hace el número treinta y cuatro!”

“¡Yo lo derroté primero! ¡Es mi trigésimo cuarto!”

Yakumo, Frei y Quun soltaron profundos suspiros mientras las dos chicas empezaban a discutir sobre quién lo había derrotado realmente.

“¿Cuántas veces tenemos que decirles que los derroten sin dañar partes de su cuerpo? Son materiales preciosos…”

“Yakumo, tengo la sensación de que esto es una causa perdida.”

“Bueno, los monos Kaiser no se venden por mucho, así que quizá no sea para tanto”.

O eso decía Quun, pero la cantidad de dinero que se podía ganar vendiendo el cuerpo de un Mono Kaiser podía alimentar a una familia normal durante dos años enteros. Su idea del valor monetario estaba claramente sesgada por los costes de la tecnología mágica.

A pesar de su estado algo ruinoso, Frei puso las partes del cuerpo dispersas en [Storage]. Aunque su valor hubiera disminuido, el dinero era dinero. Sería un error malgastarlo.

“Arcia, ¿dónde está el próximo Mono Kaiser?”

“Umm…” Arcia se interrumpió, luego usó [Search] ante la pregunta de Yakumo. “Parece que hay cinco al norte”.

“¿Cinco? Creía que ya habíamos cazado bastantes. No esperaba que aún quedaran tantos”, murmuró Yakumo.

“Los Monos Kaiser tienen tasas de reproducción explosivas una vez cada varias décadas. Podría ser que éste fuera su año”, explicó Quun.

Todas las especies de bestias mágicas tienen una época de reproducción en la que su número aumenta rápidamente si las condiciones son ideales. A veces, esto hacía que se agotaran todas las presas de una zona, por lo que el grupo emigraba en masa a otra zona en busca de más comida. Los depredadores seguían su cambio de territorio y se producía una estampida. Por eso se consideraba problemática la superpoblación de bestias mágicas.

“¡No es justo que se queden toda la diversión para ustedes! Yo también quiero cazarlos”.

“Pero Steph, acabarás destruyendo todos los árboles de por aquí”.

El principal estilo de lucha de Steph consistía en encerrarse en [Prison] y luego usar [Accel] para hacer un placaje a gran velocidad. Era muy sencillo, pero si usaba eso en medio de un bosque denso, acabaría destruyendo todos los árboles lo suficientemente desafortunados como para estar en su camino. Era una molesta destrucción del entorno.

“Me aseguraré de recoger los árboles que derribe Steph para venderlos al por mayor en el aserradero, así que no hay problema”, añadió Kuon con cierta torpeza.

“No, yo… creo que todavía hay un problema”, respondió Elna con una sonrisa incómoda.

Kuon probablemente pensó que mientras la madera no se desperdiciara, estaba bien, pero la deforestación a ese nivel no era algo bueno.

“¿Estás escuchando? Esta es una comisión oficial, así que ten cuidado. Steph, asegúrate de prestar atención a tu alrededor también, ¿me oyes?” Yakumo regañó.

“Sí”, respondieron Linne, Allis y Steph algo abatidas.

“Okay, en ese caso—”

“Espera. ¿Oyes eso?” preguntó Yoshino, interrumpiéndome. “¿Qué?”

Yoshino miró hacia arriba y se llevó una mano a la oreja. Aunque no tan sensible como el de su madre, Yoshino tenía mejor oído que la media de las personas, y ahora mismo algo le había llamado la atención. Todos contuvieron la respiración y guardaron silencio. El trinar de los pájaros, el susurro de las hojas en la brisa… Los sonidos de la naturaleza les llegaban de todas partes, pero nada les parecía especialmente extraño.

“Viene de esa dirección. Suena como si algo se partiera en dos… Escucha, ahí está otra vez.”

Todos se esforzaron por escuchar lo que Yoshino estaba señalando, pero simplemente no pudieron.

“Yo tampoco oigo nada, pero si dices que hay algo ahí, Yoshino, entonces no tengo motivos para dudar”, respondió Quun. “¿Vamos a ver qué es?”

Kuon asintió y dijo: “Sí, sería una buena idea. Sabemos dónde están los simios Kaiser, así que no deberíamos tener problemas para volver con ellos”.

Como no hubo objeciones, Yoshino caminó en la dirección del sonido y todos le siguieron. Cuando por fin llegaron a un claro del bosque, aquello flotaba frente a ellos.

Una grieta en el espacio.

La grieta parecía la de un espejo o un trozo de cristal, y los sonidos de su rotura no cesaban a medida que se hacía más y más grande.

“¿Qué es esto?”

Los ojos de los niños, que nunca habían visto algo así, se clavaron en él. Si sus padres lo hubieran visto, sin duda se habrían echado atrás al instante.

Finalmente, el sonido de un cristal rompiéndose reverberó por toda la zona, el espacio frente a ellos se hizo añicos y un enorme tajo quedó flotando allí. Algo goteaba. Era una especie de líquido transparente, pero espeso y pegajoso, casi como un limo. Seguía goteando del desgarro y goteaba sobre el suelo. El charco que se formó empezó a ondularse.

“¿Es un Limo?” se preguntó Arcia.

“¿No crees que es un poco grande para un Limo?” replicó Yoshino.

Tenía razón. Un Limo normal tenía el tamaño perfecto para un cubo, pero este Limo tenía el tamaño de tres o cuatro de ellos.

“He oído hablar del Gran Limo antes, pero…”

Los grandes limos a los que se refería Quun eran limos más grandes de lo normal, sin llegar a ser behemoths. Cuando un grupo grande de limacos permanecía en la misma zona durante mucho tiempo, acababa formando un limo enorme. Sin embargo, estos grandes limacos se movían con lentitud y eran fáciles de descubrir, por lo que se acababa con ellos con bastante rapidez.

“¿Estamos seguros de que esto es un Limo…? Si lo es, siento que sería un Limo de Agua”.

“¿Los que se camuflan como cuerpos de agua? Es transparente, así que podrías tener razón”.

Allis asintió a la deducción de Elna. Los limacos de agua solían camuflarse en charcos u otras masas de agua para capturar a sus presas. Eran seres cobardes y nunca atacaban a nada más grande que ellos. Normalmente no suponían un peligro para los humanos, pero si crecían tanto, la cosa cambiaba.

“¡Hey, se mueve!” exclamó Frei.

Cuando todos se volvieron para mirar, una parte del limo se extendió de repente hacia los niños en forma de lanza, surcando el aire directamente hacia ellos.

Sin embargo, antes de que aquella lanza transparente encontrara su blanco, los ojos de Kuon brillaron con un amarillo dorado, deteniendo su avance.

Ese era el Ojo Místico de Inmovilización de Kuon trabajando. “¡Hiyah!”

Yakumo desenvainó su katana y partió en dos el tentáculo del limo. Cuando Kuon parpadeó, la parte petrificada del cuerpo cayó al suelo con un sonido más pesado de lo esperado. Frei lo golpeó con su lanza y emitió un sonido metálico.

“La parte que cortamos se endureció inmediatamente. ¿Es eso lo que pasa cuando se extrae de su cuerpo? ¿Son siempre así los Limos?” preguntó Frei, inclinando la cabeza.

“Hay varios tipos de limos, así que podría ser uno único…”. Quun respondió. “Aunque dado que literalmente salió de un desgarro en el espacio, dudo que podamos considerarlo un Limo normal”.

Aquel limo único seguía retorciéndose, pero no parecía estar planeando atacar como antes.

¿Es precavido con nosotros? pensó Yakumo para sus adentros.

“¡Espera, mira ahí! ¡Hay algo redondo dentro!” exclamó Linne mientras señalaba al centro del Limo, donde parecía haber un pequeño objeto metálico redondo del tamaño de una pelota de ping-pong. Estaba cambiando a todos los colores, desde el rojo al azul, pasando por el amarillo y el morado.

“¿Esto es como el núcleo de un Gollem?”. reflexionó Quun. “En ese caso, quizá podamos derrotarlo si destruimos el núcleo”.

Yakumo y Frei asintieron y blandieron sus armas mientras avanzaban.

El limo, por su parte, sólo retrocedió ligeramente. Sus ondulaciones se habían vuelto mucho menos violentas, casi parecían debilitadas.

“…Hay algo extraño en este pequeño.”

Kuon frunció el ceño ante la repentina observación de su hermana pequeña.

“Bueno… ¿sí? No puedo decir que haya visto un Limo como este antes”.

“No me refiero a eso. Puedo entender un poco lo que está sintiendo. Es como si estuviera… ¿protegiendo algo?”

“¿Qué? Steph, ¿qué quieres decir con que puedes entender lo que está sintiendo?”

Sin embargo, antes de que Steph pudiera responder a su hermano, se oyó de repente un fuerte estruendo y los niños recibieron un golpe como si algo hubiera explotado. Y, sin embargo, a pesar de que fue lo bastante fuerte como para tumbarlos, no sintieron dolor.

Habiendo perdido el sentido del equilibrio, ya no tenían ni idea de dónde estaban parados. Cuando recuperaron el sentido, todos estaban en posiciones diferentes a las anteriores, aunque no completamente distintas, sólo unos metros más adelante o más atrás.

“¡Mira al cielo!” gritó Linne. Cuando todos levantaron la vista, vieron que el sol se ponía a una velocidad increíble. Como si tuviera prisa, desapareció por el horizonte antes de que la luna lo persiguiera al salir por el este. Esta vez, sin embargo, la luna se detuvo de repente, y luego comenzó a invertirse, haciendo lo mismo el sol del atardecer.

“¡¿Qué está pasando aquí?!”

Una parte del bosque desapareció y apareció una ciudad. Después, el suelo bajo sus pies se convirtió en adoquines, luego en un páramo y después en hielo. Al mismo tiempo que los árboles que les rodeaban parecían marchitarse, brotaban árboles jóvenes con follaje fresco.

“¿El tiempo y el espacio están girando sin control…?”. murmuró Quun mientras observaba su entorno.

En ese momento, el espacio empezó a distorsionarse aún más. El desgarro en el espacio se ensanchó ruidosamente, y el núcleo arco iris del Limo comenzó a chispear antes de dejar escapar una luz cegadora.

“¡Yakumo! ¡Una [Gate]!”

“¡Lo intento, pero no se abre!” gritó Yakumo.

“[Teleport] ¡tampoco funcionará!” Yoshino también les informó.

Quun sintió que se ponía nerviosa al saberlo. ¿La magia del teletransporte no funcionaba? ¿Se debía a la distorsión del espacio, que hacía imposible localizar las coordenadas?

Mientras pensaba en posibles explicaciones, una onda expansiva aún mayor que la anterior se abalanzó sobre ellos, dejándolos inconscientes.