Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 28

Capítulo 2: Un Momento De Calma

Parte 2

Al final decidimos que nuestra orquesta actuara como telonera en nuestra sala de conciertos con Yoshino como directora. Sinceramente, me pareció una broma que una niña de nueve años ocupara el puesto, pero todos los miembros dijeron que tenía que ser ella, así que no tuve más remedio que dar el permiso.

Estaba bastante seguro de que Sousuke podría asumir el papel sin problemas, siendo el dios de la música, pero Yoshino parecía decidida a hacerlo ella misma y realmente no había muchas razones para que me negara. Sin embargo, en algún momento volvería al futuro, así que antes tendríamos que encontrar y entrenar a su sucesora.

Muchas de las canciones de Sakura también se habían incorporado a la actuación, pero eso significaba que ella y Yoshino estaban tan ocupadas preparando el programa y ensayando para él que nuestros horarios de comidas no coincidían en absoluto últimamente. No quería que se presionaran demasiado.

{Mi señor, ¿puedo tener un momento de su tiempo?} “¿Eres tú, Kougyoku?”

Kougyoku se puso en contacto conmigo justo cuando estaba terminando los últimos documentos que faltaban por firmar.

{Los pájaros bajo mi mando han avistado bandidos reuniéndose en el camino a Brunhild. No parecen tener su base aquí, así que es un poco sospechoso.}

Bandidos, ¿eh? Nunca parecía haber un fin para ellos. ¿De dónde salían? Había oído que los aventureros que abandonaban la carrera o los mercenarios solían dedicarse a la delincuencia para ganar dinero, pero dado que solían estar en buena forma, preferiría que vinieran a ayudar a Brunhild en la construcción.

Por otra parte, muchos de estos tipos querían ganar una gran suma de dinero de forma rápida y fácil, por lo que probablemente no estarían entusiasmados con el trabajo que se esperaba de ellos.

“¿Dónde tienen su base, entonces, si no es aquí?”

{En lo profundo de los bosques de Belfast.}

Dado que era Belfast, marqué un mapa con su base y se lo envié a Su Majestad.

Y con eso, mi trabajo estaba hecho.

“¿Bandidos, dices?” preguntó Kousaka, mientras entraba y volcaba otra montaña de documentos sobre mi mesa. Oh, vamos, ni siquiera más…

“…Sí. Envié la ubicación de su base al rey de Belfast.”

“Brunhild se encuentra lejos de las capitales de Belfast y Regulus, por lo que es difícil para sus órdenes de caballeros vigilar. A pesar de ello, muchos mercaderes se reúnen aquí, por lo que no es de extrañar que haya quienes viajen con malas intenciones.”

Eso era muy cierto. Los mercaderes venían a nuestro país a comprar mercancías raras, incluidos tesoros y materiales de las islas de las mazmorras. Eso significaba que a menudo eran bastante adinerados, así que para los bandidos y ladrones, debían parecer maduros para la cosecha.

Lo más escabroso de cómo operaban estos bandidos era que no atacaban a los mercaderes cuando llegaban a Brunhild, sino en las zonas de Belfast y Regulus donde había menos guardias apostados.

Brunhild era simplemente el comedero donde se acercaban sus presas. Me cabreaba sólo de pensarlo.

“El gremio de aventureros también ha recibido últimamente muchas más peticiones de escolta. Hay mercaderes que se unen y vienen a Brunhild en grupo para mayor seguridad en número”.

Era cierto que corrían mucho menos riesgo de ser atacados si tenían aventureros escoltando a toda una caravana de ellos. Eso significaba que, al menos, trataban activamente de hacer frente a la situación por sí mismos.

Pero, al fin y al cabo, sólo los comerciantes que disponían de una buena cantidad de dinero podían contratar a alguien que les protegiera. Para los mercaderes viajeros que acababan de empezar, todo lo que tenían era un carruaje y la ropa que llevaban puesta mientras viajaban de una ciudad a otra.

Tendría que desarrollar más la cooperación de Brunhild con Belfast y Regulus para que las carreteras fueran más seguras.

“En realidad, ¿dónde está Yumina?”

A Yumina se le confió una parte de los asuntos internos del país, lo que la convertía en gran duquesa y ministra a la vez. Siempre me ayudaba con mi trabajo. Sinceramente, si no me hubiera ayudado, no habría podido terminar todo en un día.

“Lady Yumina está tomando el té con las otras duquesas, así que se ha excusado por la tarde”.

Ah, lo de siempre. No tenía ni idea de quién le había puesto el nombre, pero todas las semanas celebraban lo que llamaban la Fiesta del Té de las Reinas. Todas mis esposas participaban. Al parecer, aprovechaban la ocasión para discutir diversos asuntos. Digo aparentemente porque, naturalmente, no me invitaban a sus fiestas del té, y se negaban a decirme de qué temas hablaban.

Después de todo, había muchas cosas que las chicas sólo se sentían cómodas hablando entre ellas. ¿Cómo quejarse de su marido indiferente…? No, no, no había manera… ¿Verdad? ¡¿Verdad?!

“Me centraré en mi trabajo…”

Con esa ansiedad nublando mi corazón, aceleré mi estampación.

***

Mientras tanto, en la mencionada fiesta del té…

“¡Y entonces! Kuon me cogió amablemente de la mano y me dijo: ‘Madre,

¿estás bien?’.”

“¡La ropa que le compré a Elna el otro día le queda perfecta! Mira, ¡aquí tienes una foto! ¿No es adorable?”

“Linne volvió a flojear en sus estudios…”

“Arcia tiene intención de preparar el almuerzo, así que será mejor que sea preciso con mis comentarios”.

“¡Tengo que leerle a Steph un libro ilustrado! Me pregunto cuál será el próximo”.

“La esgrima de Yakumo sólo se ha vuelto más afilada, lo hizo…” “Frei compró otra extraña arma…”

“Quun ha estado tan absorta en su investigación que está intentando saltarse las comidas otra vez. ¿Realmente no hay nada que pueda hacer?”

“Tengo una sesión con Yoshino más tarde. Lo estoy deseando…”

No importaban las quejas, para empezar ni siquiera hablaban de su marido. Todo era sobre sus hijos.

Cada uno hablaba de su tiempo con sus hijos por turnos y, si había algún problema, se daban consejos mutuamente. Si sus hijos habían hecho algo digno de elogio, todos asentían con la cabeza en señal de aprobación.

Ahora que Steph había llegado, todos los niños estaban reunidos, y eso significaba que ya no tenían que contenerse a la hora de hablar de ellos para no hacer sentir mal a los demás. Hoy en día, hablaban de sus hijos sin parar.

Pero no sólo hablaban de sus propios hijos, sino que también se aseguraban de contárselo a las demás chicas. En esencia, se convirtió en un lugar en el que se mantenían informadas.

“Ah, cierto, el baile de Allis ha mejorado mucho últimamente. Todavía depende bastante de Kuon, pero está en un nivel en el que podría ir a un baile real y no decepcionar”, informó Lu a Yumina como su instructora de baile.

Allis se convertiría en familia política de Yumina cuando se casará con Kuon, por lo que Lu creyó pertinente informarla.

“Allis es realmente una bola de potencial. Todo lo que aprende, lo hace suyo en un instante. Me pregunto si es porque es la hija de Ende”.

“Sabes, puedo verlo. Literalmente, lo consigue todo sólo con talento. Es tan frustrante”, refunfuñó Elze. Dado que había sido aprendiz de Takeru antes de Ende, no pudo evitar sentir frustración ante las palabras de Lu.

“Que no se te escape que su madre también es la Soberana Phrase. Creo que naturalmente lleva mucho talento en la sangre”.

“¡No! ¡Esto tiene que ser el resultado de su amor puro por Kuon! ¡Una doncella enamorada es invencible! El poder del amor no tiene parangón”. Refutó Yumina, poniéndose de pie en su pasión. No se había dado cuenta de lo incómodos que se sentían las otras ocho.

“Yumina está empezando a sonar igual que Karen, ella lo es…” Yae murmuró en voz baja a Hilde.

“Allis será su nuera algún día. Es mucho mejor a que tengan una mala relación, ¿no crees?”, respondió.

Frenética para que Yumina no oyera lo que decían, Linze continuó rápidamente: “Pensé que eran un poco jóvenes para comprometerse ya, pero ambos parecen estar bien”.

“No es raro que la nobleza se comprometa a esa edad”, explicó Leen. “Después de todo, hay que tener en cuenta los intereses del Estado”.

Yae ladeó la cabeza. “Pero Yumina, Lu e Hilde no se comprometieron hasta más tarde, ¿verdad? He oído que en el caso de Yumina fue por su Ojo Místico”.

El Ojo Místico de la Intuición de Yumina significaba que no le resultaba tan fácil decidirse por un prometido. Si rechazaba a una pareja porque sus personalidades o gustos no encajaban, los otros nobles podrían haberlo tomado como un rechazo malicioso. Eso habría sido incómodo tanto para Yumina como para la otra parte.

“¿Cómo te fue, Lu?”

“Yo era la tercera princesa, así que no tenía prisa por decidir con quién casarme. Ten en cuenta que la razón por la que se producen estos compromisos tempranos suele ser la necesidad de asegurar un sucesor al trono.”

Dicho esto, cuando había una oferta de compromiso de otro país, el caso era un poco diferente. En ese caso, podrían acabar comprometiéndose pronto, pero Regulus no tuvo buenas relaciones con otros países hasta el golpe de Estado, así que ningún país quería realmente tomar a ninguna de las hijas como reina. A Regulus tampoco le interesaba ceder a sus hijas a un país en el que pudiera estallar una guerra.

“Dada la clase de hombre que es mi padre, estoy segura de que pretendía casarme con un noble de Regulus cuando fuera mayor de edad”.

“Confía su hija a su vasallo para que la confianza pueda ser mayor, por lo que veo. ¿Y Hilde? ¿Qué hay de ti?”

“Umm… Recibí varias propuestas de nobles de clase alta y de la realeza de países vecinos, pero…” Hilde respondió en voz baja, mostrando una ligera incomodidad.

Todo el mundo ladeó la cabeza ante lo poco natural de su evasiva.

“Así que, verás… No tenía intención de casarme con alguien más débil que yo… y acabé ganando a todos los que me lo propusieron…”

“Pfft.”

Bastó que una persona se desternillara para que, de repente, toda la sala, salvo Hilde, estallara en carcajadas.

“¡O-Oh vamos, no necesitan reírse tanto, ¿verdad?! ¡Son todas terribles!”

“Lo siento, lo siento”, se disculpó Elze. “Sólo estaba pensando en cómo eso es tan propio de ti”.

“Así es como pudiste conocer al gran duque. No hiciste nada malo. Tienes razón, Hilde”, añadió Sakura.

Lestia honraba tanto la caballerosidad como la fuerza, y eso se notaba siempre en la forma en que Hilde trataba los asuntos. Podían entender por qué no quería casarse con alguien más débil que ella, y no era aceptable que un caballero pudiera ser vencido por aquella con la que se casaba.

“Nuestras hijas probablemente también tendrán problemas para buscar sus propias parejas”, murmuró Sue, provocando sonrisas incómodas en los rostros de todas.

“Su enamorado padre será probablemente su mayor obstáculo”. Leen suspiró.

“No creo que eso sea intrínsecamente malo, pero… sí”. Linze se río entre dientes.

“Sin embargo, me niego a entregar a nuestra Elna a un hombre de medio pelo. Al menos tienen que ser más fuertes que ella”.

“Estoy completamente de acuerdo. No entregaré a Yoshino a nadie extraño. Tiene que ser alguien que la proteja con su vida”.

“Esos estándares pueden ser un poco altos, lo son…”

Para empezar, sus hijos eran semidioses; no sería tan fácil encontrar a alguien que pudiera superar esa clase de fuerza.

No creo que Touya vaya a ser el único problema aquí, no lo creo, pensó Yae para sí misma.

Las chicas se dividieron en dos bandos: Yae, Lu, Hilde y Leen, que estaban encantadas de dejar que sus hijas encontraran a quien quisieran; y Elze, Linze, Sue y Sakura, que eran mucho más cuidadosas y sentían que debían dedicar tiempo a explorar a las posibles parejas de sus hijas.

Kuon ya estaba comprometido, pero si estaba pensando en tomar más esposas, Yumina definitivamente entraría en el tipo más cauteloso. Si tomaba una novia que no era buena, podría conducir a la decadencia de su país.

Había innumerables historias de países que se arruinaban por la rivalidad entre reinas. No quería que Kuon tomara una esposa que pudiera causar discordia entre su familia.

Y así, las grandes duquesas continuaron su charla sobre sus hijos.

“Desde que nuestros hijos han llegado a nuestra época, siempre recurrimos a este tema sin querer”. Leen río irónicamente mientras sorbía su té que se había enfriado mientras habían estado tan concentrados en su discusión.

En un principio, su reunión iba a tratar sobre cómo apoyar a Touya como Gran Duque y sobre la gestión de Brunhild, pero ahora no parecía más que un cotilleo.

“Últimamente he empezado a pensar que quizá nuestros hijos vinieron del futuro para ayudarnos”.

“Ciertamente. Si los niños no hubieran estado en las batallas de Egret y Eashen, nuestra victoria no habría sido tan fácil.”

“El veneno divino diluido, ¿verdad? Intentar luchar en nuestras condiciones habría sido increíblemente duro”.

Al recordar la sensación de aquella batalla, Hilde se estremeció y sacudió la cabeza. Todos sentían exactamente lo mismo. El malestar que se les pegaba al cuerpo y el asco que les brotaba de dentro habían sido tremendos.

“Touya y Karen no parecían estar afectados, ¿verdad?”

“No era lo suficientemente fuerte como para afectar a los dioses, no lo era. Sin embargo, parecía tener un ligero efecto sobre los guardianes, o ángeles y hadas que poseen divinidad”.

“Vaya, así que a estas alturas somos básicamente iguales que los ángeles y los espíritus, ¿eh?”. Elze exhaló un ligero asombro. Leen soltó una risita ante su respuesta.

Sus cuerpos ya estaban envueltos en divinidad. Aún no podían usarla a su antojo, pero era innegable que eran los pupilos de un dios.

“Nuestro marido es un pupilo de Dios Todopoderoso, así que ¿hay alguna sorpresa, de verdad? Sin embargo, no creo que los devotos malvados pretendieran que tuviera ningún efecto sobre nosotros; probablemente sólo pretendían debilitar los Frame Gears”.

“Fue un efecto secundario no intencionado, lo fue. ¿Realmente no tenemos otra opción que confiar en nuestros hijos la próxima vez también…?”

“¿Y si hacemos máscaras con las hojas y la corteza del Árbol Puro?”. Linze sugirió.

Pero Leen negó con la cabeza. “Aunque no ingiramos el polvo, seguirá afectándonos si está cerca de nuestra piel”. Habían conseguido llevar una muestra a Brunhild con [Prison], pero ni siquiera eso podía bloquear completamente los efectos.

El Árbol Puro que Sousuke había cultivado tenía la capacidad de purificar los efectos del veneno divino. Si conseguían tener un Árbol Puro presente en el campo de batalla, tal vez podrían anular los efectos, pero eso era mucho pedir.

“¿Y si cubrimos nuestros cuerpos con las hojas? ¿No había gente con ropas similares en la película que Touya nos enseñó el otro día?”.

La ropa de la que hablaba Sue eran los trajes ghillie que los francotiradores y cazadores utilizaban en las montañas como camuflaje.

Cuando las chicas recordaron aquel traje de hierba, todas, incluida Sue a pesar de ser quien lo había sugerido, lo rechazaron con un “No, definitivamente no”. Aunque no estaba mal pensar que cubrir sus cuerpos con los efectos purificadores de la Hierba Pura podría servir para anular los efectos del veneno divino.

“La idea en sí no es mala”, dijo Sakura. “Si podemos tomar la fibra del Árbol Puro y usarla para hacer hilo…”.

“¡Entonces podremos hacer ropa con la fibra del Árbol Puro!”. terminó Linze, aplaudiendo entusiasmada la sugerencia. Cuando se trataba de coser, era la mejor de las chicas, ya que había recibido formación directamente de la abuela Tokie, la diosa del espacio-tiempo. Su habilidad superaba ya la de una profesional.

“Entonces, en otras palabras, haremos uno de esos ‘trajes de batalla’, ¿lo haremos?”.

“¡Eso suena bien! ¡Tener trajes de batalla a juego suena maravilloso!”

“Sin embargo, primero debemos hacer el hilo y tejer la tela, y tendremos que probarla para asegurarnos de que realmente resistirá los efectos del veneno diluido”.

Las nueve duquesas, emocionadas, empezaron a clamar sobre qué tipo de traje querían que fuera.

“¡Deben ser lindos!”

“¡No, la belleza funcional es lo mejor!” El jaleo simplemente no terminaba.

Aunque de repente tuvieran que convertirse en madres para sus hijos del futuro, al fin y al cabo, seguían siendo adolescentes. Excitarse por la moda era una constante, independientemente de la generación.