Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 15: Game Over

Capítulo 18: Valores

La Capital Real de Altea, Barrio de la Ciudad

Poco después de que fracasaran las conversaciones de paz en la frontera, Altea se sumió en el caos al verse atacada por grotescos híbridos de abeja y humano: Apis Ideas.

Mataban a la gente utilizando sus aguijones venenosos, parecidos a lanzas, y al morir, sus víctimas explotaban violentamente, causando daños a cualquiera que estuviera cerca. Podría decirse que son armas biológicas asesinas. Los guardias y Maestros de la ciudad lucharon contra ellos mientras intentaban poner a salvo a los habitantes, pero todas y cada una de las Apis Idea poseían estadísticas que superaban incluso a las criaturas de nivel Demi-Dragón. De los Altarianos, sólo la Royal Guard tenía alguna posibilidad de luchar contra ellas uno a uno, por lo que se vieron obligados a enfrentarse a los monstruos en grupos.

Incluso los Maestros que podían enfrentarse a una Apis Idea cada uno no lo tenían fácil.

“¡Riser! No sólo son fuertes, ¡también explotan! ¡No podemos luchar contra ellos de cerca!” Gritó Lang, el Gale Rider montado en hipogrifo y miembro del Babylonian Battlegroup.

“Diles a los otros miembros que luchen con armas, arcos y magia. Cualquiera que no tenga ataque a distancia puede usar las Gems del almacén del clan.”

“¡Entendido!” Lang estaba hablando con un hombre que conducía una moto contrabandeada desde Dryfe. Otro Gale Rider, este hombre era Masked Riser, número seis en la clasificación de duelos, así como el líder en funciones del Babylonian Battlegroup. Mientras conducía la moto por las calles y disparaba a las abejas con un rifle, utilizaba un dispositivo de comunicación mágico para hablar con los miembros de su clan.

… Menos mal que tengo a Fuso para que me cure, pensó Masked Riser. Tsukuyo había curado todas las heridas que había sufrido en su lucha contra Chrono Crown. Con su Embryo dañado, no era todo lo poderoso que podría ser, pero gracias a sus habilidades curativas, al menos podía seguir luchando.

Como sustituto temporal de Hermod, Masked Riser utilizaba una moto propulsada por MP que se había filtrado desde Dryfe.

Sin embargo, las cosas no pintan muy bien ahora, pensó. Por el momento, había pocos Maestros capaces de combatir en la capital.

La mayoría de los miembros del duelo habían sido asesinados anteayer y sus penas de muerte aún no habían expirado, mientras que The Lunar Society y Death Period —el primer y segundo clan— estaban en las conversaciones de paz. Al tercero, K&R, le faltaban sus dos Trabajos Superiores.

Y como The Lunar Society y K&R tenían su sede en Altea, la mayoría de los demás clanes de rango habían optado por establecerse en otras ciudades. Debido a esto, los únicos Maestros de los alrededores que eran capaces de luchar contra esta oleada de enemigos eran los miembros del Babylonian Battlegroup, el resto de K&R además de Kashimiya y Rosa, y un puñado de otros.

En cuanto a los asesinos… La mayoría de ellos no están aquí, pero supongo que no hay muchos que puedan luchar en una ciudad. Al igual que el más alto rango —King of Destruction, Shu Starling— la mayoría de los asesinos poseían una inmensa potencia de fuego que era más adecuado para hacer frente a enjambres de monstruos. La mayoría de ellos sólo serían de utilidad limitada en esta situación.

“¡Maldita sea! ¡Esto es demasiado para nosotros! ¡Es como si estuviéramos jugando al ajedrez y nuestro bando no tuviera reina!” Dijo Lang, con pensamientos similares a los de Riser.

En respuesta, Riser se tragó sus preocupaciones y dijo: “Aún quedan los caballos, los alfiles, las torres y los peones. Enseñémosles de qué estamos hechos.”

“… ¡Muy bien!” Dijo Lang, tratando de recomponerse.

“Yo iré al este. Tú reúnete con el Escuadrón B y dirígete al oeste.” “¡Entendido!”

Tras un minuto conduciendo, Riser llegó a una barricada que bloqueaba la carretera.

Más allá había uno de los varios ayuntamientos de Altea; parecía que se estaba utilizando como refugio y la barricada estaba allí para proteger a la gente que había dentro.

Cerca de la barricada había varias personas, todas ellas vestidas con el uniforme de la guardia urbana.

“Tú eres… ¡Masker Riser!” Dijo uno de ellos cuando Riser se acercó. Su máscara de aspecto único y su larga historia como ranker de duelos le hacían muy conocido entre los tians del reino.

“¿Cómo está la situación aquí?” Preguntó desmontándose de la moto.

“Hemos repelido la primera y la segunda oleada, pero hemos sufrido algunas bajas propias… y una tercera oleada podría estar en camino.”

“¿Estás diciendo que este lugar es un objetivo específico?”

“Sí. Aunque no es sólo aquí. Parece que priorizan los lugares donde hay mucha gente.”

Parecía que los hombres-abeja atacaban al azar, pero en realidad intentaban ser lo más eficientes posible, es decir, eficientes matando gente.

Tenían suficiente sensibilidad para atacar donde más daño podían hacer, y explotaban al morir para causar aún más daño.

“Según los guardias apostados en otros lugares, estos hombres abeja están entrando por todas partes, incluso por las entradas traseras, y—”

“¡Los hombres abeja han aparecido en el refugio de la iglesia nacional! Las explosiones amenazan a los evacuados!”

“¡Maldita sea…!” Maldijo el capitán de la guardia. No era la primera vez hoy que recibía una noticia así.

Entre los hombres-abeja, algunos lo habían sido desde el principio, y otros habían empezado pareciendo humanos.

Estos últimos a menudo se mezclaban entre los ciudadanos evacuados para ocultarse en los refugios antes de revelar sus verdaderas formas en una explosión mortal.

Su eficacia en la matanza era tan impresionante como temible.

Los refugios no pueden negarse a acoger a los evacuados, pero es difícil distinguirlos de los hombres abeja disfrazados… Esto es malo, pensó Riser.

Ni siquiera Reveal podía desenmascararlos. Sólo mostraba sus nombres y un nivel de trabajo bajo que no reflejaba sus verdaderas estadísticas y, a diferencia de los monstruos, sus nombres no aparecían sobre sus cabezas. Este último hecho hacía que fuera extremadamente difícil distinguirlos de los humanos normales, y también era una prueba de que, a pesar de su grotesco aspecto, estas criaturas abeja también eran humanas.

“¡¿Qué son?! ¡¿Una tribu Legendaria?!” Las palabras del capitán de la guardia dejaron a Riser sumido en sus pensamientos.

Si no son monstruos, esa es la suposición más obvia… pero no puede ser. Según un miembro del Babylonian Battlegroup que tenía un trabajo de la agrupación de investigadores, los hombres abeja post transformación tenían el tipo “insectoide”. Eso no era normal.

Por muy parecido a un insecto que pareciera, una tribu humanoide siempre sería del tipo “humano”. Había trabajos que cambiaban esto, como Lich, que convertía al humanoide que lo tenía en “undead”, y Ogre Samurai, que hacía lo mismo con “Oni”. Sin embargo, según Reveal, los hombres-abeja no tenían tales trabajos.

Aunque fuera algún tipo de trabajo, eso no explicaría la capacidad de transformación ni por qué las estadísticas no coinciden con sus niveles… Espera, pensó al darse cuenta de que había otra posibilidad: que fueran humanos deformados por Embryos o UBM.

Sin embargo, era poco probable que los UBM cometieran un acto de terrorismo tan complicado. Riser llevaba mucho tiempo en este mundo, pero incluso a él sólo se le ocurría un ejemplo: el Exodragon King que había maquinado entre bastidores en Gideon.

Pero eso significaría que esos hombres-abeja fueron creados por un Maestro, y… ¿cómo podría existir alguien así…? Riser no quería creerlo. Si eso fuera cierto, significaría que había un Maestro que convertía a los tian en armas vivientes. Era un mundano sólido y en verdad no quería aceptar que alguien tan insensible realmente existiera en Dendro.

“… Sea como sea, tengo que detener estos ataques al refugio.” Aunque los hombres-abeja fueran tians transformados, ya había resuelto impedir que dañaran a más gente inocente.

Lo que necesitaba ahora mismo era un medio para distinguir a los evacuados de los hombres-abeja, pero su Babylonian Battlegroup no tenía a nadie con un Embryo que pudiera ayudar en ese sentido.

Justo cuando Riser empezaba a temer que los hombres-abeja mantuvieran el elemento sorpresa hasta el final…

“¡U-Um…!”

… Una chica le llamó.

“¿Hm? Tú eres…” Ella le parecía familiar.

Tanto esta chica como Riser conocían a Ray y ya habían estado en presencia del otro varias veces.

“Soy Kasumi… de Death Period…” Kasumi era un miembro de Death Period que no había podido participar en las conversaciones de paz debido a circunstancias de la vida real. La acompañaban Io y Fujinon, que tampoco pudieron unirse a Ray por razones similares.

“Sí, los recuerdo. A todos ustedes.” Dijo Riser. “Así que te quedaste aquí en Altar, ¿eh?”

“S-Sí… Umm… ¡Tengo algo… que decir…!”

“¿En serio?”

Kasumi asintió antes de mostrarle a Riser la tabla que tenía en las manos: su Embryo, Taijitu.

“¡Mi… mi Taijitu puede mostrar las ubicaciones y niveles de los Embryos cercanos…!” Antes, sólo podía localizar a los propios Maestros, pero su reciente ascensión a un Tipo Ángel-Arma de alto rango había ampliado esta capacidad también a sus Embryos.

Riser comprendió al instante a qué se refería.

“Esos hombres-abeja…” Dijo Kasumi. “¡Todos están marcados como ‘VII’… Embryos Superiores…!” Taijitu estaba reaccionando a los fragmentos de cierto Embryo dentro de los hombres-abeja y mostrando sus ubicaciones.

“Superior… Espera, lo que es más importante, ¿estás diciendo que puedes distinguirlos de los humanos normales incluso cuando van disfrazados?”

“¡Sí…!” Era una gran noticia. La mayor amenaza ahora mismo eran los hombres-abeja que se mezclaban con los evacuados, así que ocuparse de ellos reduciría mucho las bajas.

“¿Puedes decirnos dónde están?” Preguntó Riser.

“¡Sí…! ¡Los marcaré…! Así que por favor… ¡informa a todos los demás!” Dijo Kasumi antes de mirar su Taijitu y tocar su superficie.

Pasó el dedo por las numerosas señales “VII” que mostraba.

“Taijitu… ¡Marking!” En el momento en que utilizó esa habilidad, su entorno cambió ligeramente.

Un triángulo apuntando hacia abajo, que parecía sacado de una aplicación de GPS, apareció de repente sobre uno de los evacuados que se dirigían al refugio cercano.

Eso era, la marca que distinguía a los enemigos mezclados entre los tians.

“… ¡Ahí hay uno!” Llamó Kasumi.

“¡Lo tengo!” Io y Fujinon rápidamente entraron en acción. Fujinon

—ahora un trabajo de alto rango, Geomancer— utilizó magia de tierra para atar a su objetivo en su lugar.

“BZzzZZzzZz…” En el momento en que fue atado, el hombre se transformó instantáneamente en un grotesco híbrido humano-abeja.

Sin embargo, un momento después, fue partido por la mitad por un hacha gigante—nada menos que el Embryo de Io, Five-Ring.

Explotó al morir, pero como no había nadie cerca, la explosión no causó más daños.

De hecho, Five-Ring era tan grande y largo que la explosión no lo movió ni un centímetro, e Io estaba tan lejos que casi no sintió la onda expansiva de la explosión.

“¿Una marca…? ¿Qué ha sido eso…?” Este repentino giro de los acontecimientos dejó perplejos a los guardias, y Riser se dio cuenta de que la situación había cambiado ahora a su favor.

La habilidad Marking de Kasumi no contribuyó directamente a la batalla, pero les permitió neutralizar a los hombres-abeja escondidos en los refugios antes de que pudieran hacer demasiado daño.

“… ¿Puedo suponer que todos los hombres-abeja de la ciudad están ahora marcados?” Preguntó Riser.

“¡S-Sí! Taijitu cubre toda la ciudad… Pero los cinco ‘VII’ del castillo eran demasiado rápidos para que yo los tocara…”

“El castillo…” Los hombres-abeja eran poderosos, pero no absurdamente rápidos.

¿Significa eso que los “VII” del castillo no son sólo esos hombres- abeja? ¿Podrían ser Superiores reales…? No, ¡no puedo concentrarme en eso ahora…! Riser tenía muchas preguntas, pero eran menos importantes que la tarea que tenía ante sí.

Agarró su dispositivo mágico de comunicación y dijo: “Atención, todos los miembros de Babylonian Battlegroup: los tians con flechas sobre ellos son en realidad hombres-abeja. Interróguenlos y atenlos por si acaso, ¡y neutralícenlos si se exponen!”

Con eso, los miembros del Babylonian Battlegroup dispersos por toda Altea tenían ahora la información necesaria.

Los guardias al lado de Riser también estaban ocupados contactando con sus compañeros por toda la ciudad.

“Gracias.” Dijo, dirigiéndose a Kasumi. “Realmente cambiaste la marea a nuestro favor. ¿Hm…?”

Por alguna razón, la chica no le escuchaba. Sólo miraba a su Taijitu con la cabeza inclinada hacia un lado.

“… ¿Pasa algo?” Preguntó Riser.

“Mira…” Dice señalando un punto concreto del mapa con el dedo tembloroso.

Riser, Io y Fujinon vinieron a ver qué la había inquietado tanto.

Kasumi estaba señalando la plaza de la fuente en la calle principal del sur de Altea—el lugar que funcionaba como punto de salvación de la ciudad.

Había un gran número “VII” agrupados a su alrededor. Estaban superpuestos de una manera que los hacía difíciles de contar, pero no podía haber menos de cien, por lo menos. Sin duda era un número mucho mayor de monstruos de los que se habían liberado inicialmente.

“E-Ellos no estaban allí antes…” Dijo Kasumi.

“Hmm…” Si hubieran estado allí desde el principio, Kasumi sin duda se habría fijado en ellos cuando estaba marcando a los demás. Eso sólo podía significar que, en efecto, aparecieron de repente, sin previo aviso.

Si ese punto de salvación era el lugar donde los hombres-abeja salieron de su escondite…

“… Eso podría muy bien ser el origen de la invasión.” Si ignoraban esto, la situación podría volverse insalvable.

Riser tomó su decisión. Luego, tomó el comunicador que le conectaba con los miembros de su clan.

“¡Atención, todos los miembros de Babylonian Battlegroup! Es probable que la fuente de los hombres-abeja esté cerca de la fuente en la parte sur de Altea. Cualquiera que pueda moverse rápido, vaya directo allí y prepárese para luchar. ¡Yo también me dirijo hacia allí!”

Riser volvió a subirse a su moto y se dirigió hacia la fuente.

Al ver su rápida marcha, Kasumi, Io y Fujinon se miraron y asintieron antes de saltar sobre sus propias monturas Landwing y espolearlas hacia el mismo destino.

Unos minutos más tarde, todos llegaron a la fuente desde el lado norte de la calle principal.

Los otros miembros de Babylonian Battlegroup no estaban a la vista, pero si seguían correctamente las instrucciones de Riser, seguramente se estaban moviendo para rodear la fuente desde todas las direcciones.

“¿Qué…?” Dijo Riser, sorprendido por el extraño espectáculo que tenía ante sí.

Más de un centenar de hombres-abeja permanecían ordenados, como un ejército bien entrenado.

“Oh, vaya. Oh, vaya, oh vaya. ¡Ohohohoho!” El sonido de la risa comenzó a resonar desde algún lugar más allá de la línea de soldados. El sonido era desagradable—como una mezcla entre una voz humana y el zumbido de un insecto. “¡Enhorabuena! Son los primeros humanos de toda la ciudad en tener el honor de una audiencia conmigo. Oh, qué espléndido. Realmente encantador.”

Este discurso era muy diferente del zumbido incoherente de los hombres-abeja. Por muy confuso que fuera, seguía siendo fácilmente reconocible como habla humana.

El dueño de la voz estaba sentado elegantemente en el borde de la fuente, rodeado por el ejército de hombres abeja. «Sentado» ni siquiera sería la palabra correcta para la pose de la figura, ya que su cuerpo estaba terriblemente deformado.

El orador parecía una mezcla de una mujer humana bien proporcionada y varias abejas. La discordancia resultante en su forma hacía difícil saber si estaba realmente «sentada».

Incluso tenía un abdomen parecido al de una abeja, o mejor dicho,

varios.

Comparados con esta criatura, ni siquiera los hombres-abeja parecían grotescos.

“¡¿Qué… quién eres?!” Gritó Riser.

“’¡¿Quién?! ¡¿Esa es tu primera pregunta cuando te enfrentas a un ser tan hermoso?! ¡Oh, hay que ver! ¡Qué ignorancia!” El zumbido y el murmullo de la voz dificultaban la lectura de sus emociones, pero era bastante obvio que la pregunta había enfadado a la criatura.

“Pero te perdonaré.” Añadió. “Este es el reino de Altar, un lugar tan terriblemente distinto de la maravillosa Fairyland a la que yo llamo hogar. No puedo culparte por no conocerme. Después de todo, la ignorancia no es exactamente un pecado.”

“¿Fairyland…?” A Riser no se le escapó esa palabra. Sólo había un país al que podía aplicarse.

“En efecto. ¡Soy Eh Teln Pare! Como titular del trabajo de Insect General, una vez serví al ejército de Legendaria, ¡pero la insensata reina y quienes la siguen me tacharon de rebelde y me echaron del país!”

Riser había obtenido ahora el nombre y el trabajo del enemigo. Sin embargo, esa información no era nada comparada con lo que… dijo a continuación.

“¡Y ahora, sirvo a I.F.! Especialmente a La Crima, que reconoció mi belleza, vio que tenía razón, ¡y me concedió estos nuevos soldados!”

“¡I.F.…!” Riser sabía del clan—un grupo de villanos Superior.

Eso fue suficiente para estar seguros de quién estaba detrás de este incidente.

“¡Y ahora… ohh, y ahora…!” Eh Teln Pare continuó como embriagada: “¡Soy Regina! ¡Regina Apis Idea! ¡La abeja reina! Y la verdadera reina de fairyland.”

Reveló con orgullo el nombre que le habían dado como humana modificada. “¡Usaré esta lucha para hacerme más fuerte y luego liberar mi hogar ancestral de esa reina descarriada! No puedo permitir que mi amada Legendaria siga por su mal camino…” Eh Teln Pare prácticamente cantó sus verdaderos deseos. “¡Y ustedes serán los primeros sacrificados para lograr ese fin!” Finalmente, desató sus Apis Ideas sobre el grupo de Riser.

Las diez Apis Ideas de la parte delantera de la formación fueron las primeras en atacar. Diez era más del doble del tamaño del grupo de Riser, y las que quedaban eran más que suficientes para proteger a Pare… o mejor dicho, a Regina Apis Idea, la abeja reina en persona.

Todas las Apis Ideas se vieron afectadas por las habilidades del trabajo Insect General: Insectoid Enhancement y su habilidad final, Even a Worm Will Burn.

En el nivel de habilidad EX, la primera habilidad simplemente duplicaba todas sus estadísticas, mientras que el efecto de la segunda era más complicado.

Era una de las pocas habilidades finales del Trabajo Superior por las que otra persona, y no el usuario, pagaba el precio.

Cuando un insectoide del grupo moría, la habilidad lo hacía explotar con una fuerza proporcional a sus estadísticas. La potencia de fuego colectiva de las Apis Ideas, todas ellas por encima del nivel Demi-Dragón, era inmensa, como demuestran los muchos Maestros que ya habían destruido.

Y ahora, todo ese poder se concentraba en Riser y las tres chicas.

“¡Ngh…!” En circunstancias normales, un duelista de alto rango como él podría haber sido capaz de repeler fácilmente estas Apis Ideas. Sin embargo, su Embryo seguía dañado, por lo que carecía de la potencia de fuego necesaria para destruirlas sin un gran esfuerzo.

“¡Mantengan su distancia del enemigo! ¡Yo los frenaré!” A pesar de este contratiempo, todavía tenía medios para luchar contra ellos— uno de los cuales era un inventario lleno de Gems de habilidad de trabajo final ofensivo de alto rango.

Rebuscó en su inventario y sacó una Gem blanca antes de lanzarla hacia las diez Apis Ideas, que cargaban hacia él.

Un instante después, la zona esférica que rodeaba la Gem se inundó de blanco.

“BzZz… BzZ…” Las diez Apis Ideas se cubrieron instantáneamente de escarcha, lo que las ralentizó enormemente.

El hechizo que contenía la Gem era White Field, la habilidad definitiva para los Cryomancers. Aunque era más débil que Crimson Sphere, tenía el efecto de eliminar la energía térmica de una zona e infligir el estado Frozen.

Aunque las Apis Ideas tenían estadísticas de nivel Demi-Dragón, eran de tamaño humano y poseían la debilidad insectoide a las bajas temperaturas.

“¡Riser! ¡Al suelo!” Gritó Io, poniendo Five-Ring bajo su brazo y balanceándolo horizontalmente.

El arma pesada, especializada en la ofensiva, partió y pulverizó fácilmente a los insectoides congelados.

Las Apis Ideas se dispersaron y murieron… “¿Eh?”

… pero a diferencia de los otros, no explotaron.

Sus mitades superior e inferior cortadas seguían moviéndose hacia ellos.

“¡Atrás!” Gritó Riser, y las chicas inmediatamente crearon distancia entre ellas y las Apis Ideas.

Mientras huían, Kasumi invocó a un Balloon Golem para que actuara como escudo, mientras Fujinon utilizaba su magia de tierra para crear una barricada.

Ambos pararon en seco a los Apis Ideas, y al cabo de unos diez segundos… todos explotaron, como de costumbre.

Era como si sus muertes se hubieran retrasado.

“¡Sé qué es esto…!” Como Maestro experimentado, Riser estaba familiarizado con un trabajo que hizo esto posible.

“¡Son Death Soldiers!” Las Apis Ideas que la reina tenía a su lado

—a las que llamaba la «Queen’s Guard»— se diferenciaban de los demás hombres-abeja en dos aspectos.

En primer lugar, se les eliminó la capacidad de transformación a cambio de duplicar sus estadísticas.

Y segundo… todos ellos eran Death Soldiers.

Ese era el trabajo que utilizaban las tropas suicidas en las guerras de hace varios siglos. Era perfecto para el propósito debido a su habilidad Last Command, que permitía el movimiento después de la muerte.

Tener este trabajo haría imposible que las Apis Ideas se mezclaran entre la gente normal, ya que habilidades como Reveal las expondrían al instante. Sin embargo, la Queen’s Guard no podía transformarse y, por tanto, no tenía necesidad de pasar desapercibida, así que no perdían nada por convertirse en Death Soldiers.

Esta era la mayor ventaja que Apis Ideas tenía sobre los monstruos ordinarios.

Al ser originalmente humanos, tenían la capacidad de adquirir trabajos. Aún eran criaturas experimentales, y Death Soldier era el único trabajo que parecían utilizar hasta el momento, pero el futuro prometía builds asombrosas y totalmente optimizadas.

Sin embargo, su capacidad para de poder volverse Death Soldier era aterradora. Mientras Last Command estuviera activo, la Queen’s Guard era capaz de cargar contra sus enemigos aunque estuvieran despedazados.

Además, como Last Command sólo permitía el movimiento de partes aún conectadas al cerebro, la Queen’s Guard superó esta limitación teniendo su sistema nervioso central distribuido por todo el cuerpo.

Por supuesto, eso hacía imposible un pensamiento similar al humano. Podría decirse que su intelecto era incluso inferior al de los insectos reales, pero eso no afectaba a su capacidad para actuar como peones del Insect General. Dejando a un lado la moralidad de su creación, las Apis Ideas eran soldados extremadamente potentes bajo el mando de Regina.

“¿Oh? ¿Diez no fueron suficientes? Eres más hábil de lo que esperaba. Es digno de elogio.” Dijo, soltando despreocupadamente más Apis Ideas de su Jewel.

Parecía no pensar en los diez seres humanos que acababa de ver morir. Era como si no fueran más que insectos para ella.

“… ¡Demonio!” Gritó Riser, incapaz de contenerse por más tiempo.

Las Apis Ideas eran sin duda sus enemigos, y estaba decidido a proteger a Altea de ellos… pero pensándolo desde otra perspectiva, eran las nauseabundas creaciones de una mente verdaderamente retorcida, y por tanto víctimas por derecho propio.

“¿Demonio? Desde luego que no.” Dijo Regina, claramente irritada. “Legendaria es el verdadero poder diabólico aquí. Estoy luchando para arreglarlo, así que no puedo estar equivocada.”

“¡¿Qué tiene que ver Legendaria con esto?!” Riser levantó la voz enfadado. Aunque tuviera razón sobre Legendaria, eso no la hacía menos malvada. Hubo muchos conflictos, pasados y presentes, en los que ambos bandos eran malvados.

“¡Mi patria está invadida por la locura! La maquinaria se ha deshecho, ¡dejando que ideas insensatas se extiendan sin control!” Continuó Regina, ignorando claramente lo que Riser intentaba decir. “¡Tenía que corregir este error, aunque significara convertirme en rebelde e iniciar un golpe de estado! Mi voluntad de hacerlo no ha flaqueado, ¡incluso ahora que he jurado lealtad a La Crima!”

Riser había oído rumores de que existía una enemistad secreta entre la clase dirigente de Legendaria, por lo que sólo podía suponer que Regina quería arreglar las cosas.

Aun así, eso no era excusa para sus horribles acciones.

“¡Claro que sí! ¡Tuve que resistir! No tenía elección. Mi país se ha vuelto loco y va por mal camino.” Regina siguió desnudando su alma en un monólogo zumbón, como si Riser y los demás ni siquiera estuvieran allí.

“¡Sí! Legendaria está cometiendo un grave error. Después de todo, ellos…”

Y así…

“Veneran a Titania en vez de a mí—¡la bella Pare!”

… reveló su motivación última, una que sólo ella podría considerar justa.

Riser, Kasumi, Io, Fujinon… todos los presentes apenas podían comprender lo que acababan de oír. Sentían como si sus oídos les fallaran.

Después de todo, Regina acababa de decir que se había rebelado porque la gente adoraba a la reina del país de las hadas más que a ella.

Para ellos, al igual que para la mayoría de la gente, esta motivación y las acciones emprendidas en su nombre eran completamente incomprensibles.

“No está bien, ¿no crees? Esa fea criatura… ¿hermosa? ¡¿Amable?!

¡¿Digna de adoración como un ídolo?! ¡Una locura total! ¡El país entero ha perdido la cabeza!”

Riser seguía sin encontrar palabras. Se podían encontrar imágenes de Titania por todo Infinite Dendrogram, así como en internet en realidad. Riser también las había visto y, al recordar su aspecto, pensó: Si no encontrarla fea es una locura, entonces supongo que yo también necesito ayuda profesional. La reina del país de las hadas era así de hermosa.

No estaba bien compararla con Regina, esa monstruosidad de carne de insecto deformada.

“¡Intenté hacer valer mi belleza, pero nadie me escuchó! Si eso no es locura, ¡no sé lo que es!” Exclamó Regina.

“P-Pero… si tu belleza era tan importante para ti… ¿por qué te transformaste en esto…?” Preguntó Kasumi mansamente.

Como las otras Apis Ideas, Regina estaba marcada en Taijitu como “VII”. Parecía como si antes fuera humana y se hubiera transformado en lo que era ahora, pero…

“¿Qué quieres decir?” Regina ladeó la cabeza confundida. “Mi hermosa forma no cambió ni un poco.”

Su respuesta les dejó aún más perplejos.

“Le pedí específicamente a quien me dio el poder y este ejército que me dejara conservar la hermosa forma con la que nací. Me dijeron que eso podría limitar mi poder, ¡pero no importaba! Nada en este mundo es más valioso que mi belleza.”

Las palabras de Regina estaban cargadas de confianza en su rectitud.

Riser se limitó a mirarla, sin decir nada. Todo el mundo tenía valores diferentes. Lo que era bueno a los ojos de uno era malo a los de otro, así que, en cierto modo, Regina no estaba del todo equivocada.

“¡Cualquiera que sugiera lo contrario está equivocado! ¡Y yo corregiré a todos los que lo hagan!”

Sin embargo, su mayor error fue juzgar mal las perspectivas de la gran mayoría.

“Aquellos que no aceptan mi belleza son la fuente de este terrible mal, y los mataré a todos. Liberaré a Legendaria y al resto del mundo de su locura. Yo soy la belleza. Yo soy la justicia.”

Estaba claramente loca y, sin embargo, creía que todos los demás

lo estaban, y no lo dudó ni un segundo.

Kasumi tenía Truth Discernment, y el hecho de que las palabras de Regina no lo activaran le produjo un escalofrío.

Regina creía de verdad que era más bella que nadie y que debía ser adorada por todos. Si las cosas no eran así, prefería destruir el mundo a dejar que continuara en la ignorancia.

Los poderes que adquirió, las Apis Ideas que comandaba, su aspecto repulsivo que ella creía hermoso… muchas cosas aquí podrían calificarse de “monstruosas”, pero ninguna de ellas se comparaba con su mente alienígena.

“… Ya veo.” Dijo Riser. Se dio cuenta de que se enfrentaba a alguien que acribillaría a todo el que se cruzara en su camino en aras de sus propios valores… y si eso no era maldad, no sabía qué lo era.

Con eso en mente…

“Babylonian Battlegroup, ¡ataquen!”

… usó su comunicador para enviar una orden.

Un momento después, los miembros del Babylonian Battlegroup que rodeaban la plaza de la fuente se dejaron ver y cargaron hacia Regina. Habían asumido sus posiciones y se preparaban para una emboscada mientras Riser y las tres chicas distraían a la reina abeja.

Doce Maestros atacaron a Regina desde todas las direcciones.

Por muy modificada que estuviera, ni siquiera un trabajo superior podría resistir la fuerza combinada de tantos trabajos superiores y habilidades de Embryos. Y la propia Regina había admitido que no estaba todo lo mejorada que podría estar.

Ella se defendió con su escuadrón de Apis Ideas, pero los Maestros del Babylonian Battlegroup, experimentados como eran, se abrieron paso fácilmente… y dirigieron todo su asalto directamente hacia Regina.

Múltiples Maestros jugaron todos sus cartas más poderosas en su intento de derrotarla.

… Y un momento después, resonaron explosiones por toda la ciudad.

Algunos de ellos estaban cerca: varios de la Queen’s Guard habían volado por los aires, llevándose consigo a varios de los Maestros atacantes.

“Oh, qué sorpresa. Ahí van cien de ellos.” Dijo Regina, que, a diferencia de los Maestros, resultó completamente ilesa.

Era como si el daño que debería haber sufrido se hubiera ido a otra parte.

“¿Qué? Esto es…” Riser comprendió al instante lo que acababa de pasar, y era aterrador.

“… ¡Lifelink!”

“No exactamente, pero casi.” Dijo Regina.

La habilidad que usaba se llamaba “Colony for One”.

Era la habilidad pasiva del Insect General, y hacía que cualquier daño que sufriera se transfiriera a los insectoides bajo su mando que estuvieran a su alcance. Tenía un alcance mucho mayor que Lifelink y no restringía tanto los tipos de esbirros con los que funcionaba.

Mientras hubiera Apis Ideas a su alcance, Regina no recibiría ni un solo punto de daño.

Y como cualquier daño a ella se transmitía directamente a sus secuaces esparcidos por toda la capital…

“Pero eso… eso significa que…”

“¡¿Si la atacamos, sólo causaremos más explosiones en la ciudad?!”

… Significaba que cualquier ataque a Regina podría resultar en un desastre.

“¡Ohohoh! Entonces, ¿qué van a hacer ahora? No me importaría que siguieran luchando contra mí como hasta ahora. Nadie puede mancillar mi belleza.” Regina se rio e invocó más Apis Ideas, que al instante prepararon sus aguijones envenenados y apuntaron a los Maestros.

Regina no podía sufrir daños: tenía la capital como rehén y podía aumentar el tamaño de su ejército a su antojo.

Esos hechos hicieron que Riser se diera cuenta de que, Gloria aparte, se enfrentaba a su enemigo más temible hasta el momento.