Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 24

Capítulo 7: El Genio

Parte 2

Ruijerd y los demás se quedaron dormidos después de tomar el Té Sokas mezclado con las bayas rojas. Ellos al menos no murieron en el instante que lo tomaron.

Conoceríamos los resultados mañana… aparentemente. Yo obviamente no esperaba que el Té Sokas lo resolviera todo, pero quería que mejoraran, incluso si era solo un poco. Pero, ahora mismo, el sol se había ocultado. Decidí dar el día por terminado. Me quedé a pasar la noche en la casa de Ruijerd. Por alguna razón, mis pies me llevaron ahí por sí solos. Ruijerd no me había dado su permiso para dormir en su casa, pero era ahí donde quería estar.

“…”

Podía darme cuenta de que Norn quería quedarse al lado de Ruijerd, pero ella no podía hacer nada mientras él estaba dormido, así que vino conmigo.

Norn y yo estábamos sentados junto al fuego. Había solo dos sonidos: los crujidos de los troncos ardiendo y el burbujeo del agua hirviendo dentro de la olla sobre el brasero. Lo que estaba hirviendo eran papas y carne traídas por el equipo médico. Cliff dijo que probablemente estaba bien, pero como pueden esperar, yo no estaba muy feliz de comer comida que podría haberlos envenenado a todos.

“Rudeus, Ruijerd va a estar bien, ¿cierto?” preguntó repentinamente Norn. Ella debe haber estado preocupada. Yo estaba preocupado.

“Sí, estará bien.” “¿De verdad?”

“Nunca he visto fallar a Cliff después de que ha decidido algo. Él podría no ser capaz de lograrlo mañana, pero al final los curará.”

“¿Ruijerd todavía estará con vida para ese momento?”

“No te preocupes. Ya conoces la historia de Ruijerd en la Guerra de Laplace. Él sobrevivió incluso aunque estaba rodeado por más de mil soldados. No va a morir en un lugar como este.”

No podía permitirme decir más.

“Estoy preocupada…” Norn abrazó sus rodillas y enterró su rostro en ellas. El ambiente era sombrío.

El estofado necesitaba hervir un poco más. No era crucial que yo relajara el ambiente, pero sentirse deprimido no era de ayuda.

Todo lo que quedaba por hacer el día de hoy era comer e ir a dormir. Yo quería relajarme, para que así al menos pudiéramos comer algo y tener una buena noche de sueño.

“Por cierto, Norn, ¿la universidad está bien con esto?” pregunté.

Norn miró hacia arriba, hasta que solo la mitad de su rostro era visible. “… Ya me gradué,” dijo ella.

“Sobre eso, yo quería… um, disculparme por no haber podido estar ahí.”

Me lo había perdido. Nadie me dijo. Ahora que lo pienso, Sylphie había tenido al bebé… sí, en ese momento ya era la temporada de graduación.

Roxy al menos pudo habérmelo dicho… No, bueno, si ella me lo hubiese recordado y yo no hubiese podido ir, solo me habría sentido culpable.

“No era necesario que fueras. Todo está bien,” dijo Norn.

Yo no estaba feliz con eso—¡estábamos hablando de la ceremonia de graduación de Norn! ¿Cómo pude haberme perdido un evento tan importante? ¿Qué se supone que le diga a Paul en el cielo?

“Ni siquiera estuve dentro de los primeros lugares de mi clase…”

“Pero eras la presidenta del consejo estudiantil. Al menos debiste haber dado un discurso.”

“Abrí la ceremonia, pero me trabé en medio. Casi me caí cuando bajaba del escenario.

Fue horrible.”

Podía imaginarlo. Norn trabándose durante su discurso, entrando en pánico internamente mientras trataba de arreglarlo. Luego tratando al menos de salir sin problemas, pero tropezando—y de alguna forma evitando caerse. Desearía haber podido verlo. Norn se veía molesta, pero yo desearía haber podido grabar un vídeo para colocarlo sobre la tumba de Paul como una ofrenda.

“Por cierto, dijiste que hubo alguna clase de evento antes de tu graduación, ¿cierto? ¿Qué terminaste haciendo?”

“El año que Cliff se graduó, tú terminaste batiéndote a duelo con un montón de personas,

¿cierto? Te copiamos y realizamos un torneo de combates.”

“¡Un torneo de combates! Eso suena genial. ¿No fue peligroso?”

“Tratamos de minimizar lo más posible los riesgos. Las reglas decían que no se podía matar, y pedimos prestados los círculos de magia de sanación de nivel Santo y tuvimos a un mago sanador cerca. Los profesores nos dibujaron muchos pergaminos de magia de sanación. También hicimos que todos los participantes firmaran un compromiso. Hubo algunos heridos, pero no muertes.”

Eso era impresionante. Al nivel de los estudiantes graduados de la Universidad de Magia, ambos competidores serían capaces de usar magia letal. ¿Ningún muerto bajo esas condiciones? La suerte probablemente tuvo algo que ver, pero que no hubiese ninguna baja se debía al sólido sistema que habían establecido.

“Desearía haber podido estar ahí.”

“Habría sido como un juego de niños para alguien con tus habilidades.” “¡Pero fue un torneo! Eso siempre es emocionante.”

Cuando yo era un aislado en mi vida anterior, había sido parte de algunos torneos en línea. Por desgracia, nunca logré mucho, pero con ese calibre de participantes, era emocionante el solo hecho de mirar.

“Por cierto, ¿tuvieron un premio o algo así?”

“… Lo… tuvimos…” dijo Norn, para luego hacer un puchero. “Todos en el consejo estudiantil pusieron dinero y compramos un ramo, un certificado, y una vara mágica.”

Habría dependido del rango de la vara mágica lo costoso que fue todo el premio, pero parecía ser que ellos lo habían hecho bien con su presupuesto limitado.

“En el momento que Rimi vio que los competidores eran en su mayoría hombres, ella anunció, ¡El ganador recibirá un beso apasionado de la Presidenta Norn!”

“¿¡Qué!?”

“Todos estaban muy emocionados. Quería rechazarlo, pero no pude.”

¿Qué mierda? ¿Un torneo para ganar un beso de Norn? No podías hacer eso. Era malvado. Escandaloso. Si yo hubiese estado ahí, me habría puesto una máscara, competido en el torneo, y pateado todos sus trase… Olviden eso. Estaba exagerando un poco.

“Y dime… ¿lo hiciste?”

Hubo una larga pausa. “En la mejilla.”

Bueno, no había ningún problema con eso. Norn se había puesto roja y enterrado su rostro en sus rodillas, gimiendo de la vergüenza. Supongo que para ella había sido demasiado. Después de unos momentos, ella se desplomó sobre el suelo.

“Dijeron que recordaré al ganador toda mi vida… Desearía poder olvidarlo de una vez.”

“¿Sí? ¿Cuál es su nombre? Dame su dirección y número de teléfono. Un mago misterioso enmascarado podría borrarlo de la faz de la tierra, junto con todos los rastros de que alguna vez nació.”

“¿Qué es un teléfono?” “Olvídalo.”

Norn se incorporó, para luego volver a sentarse en el suelo. Ella esta vez dobló sus piernas a su lado en vez de abrazar sus rodillas.

“En fin, parece que el torneo fue un gran éxito.”

“No lo sé. Creí que lo habíamos hecho bien, pero hubo varias partes malas… Siento que lo arruiné todo.”

“Esto es lo que llamamos un rotundo éxito,” le dije. “Estoy feliz.”

Norn se puso un poco roja, pero asintió. “Gracias,” dijo ella. Su expresión se había alegrado un poco.

“Bueno, las papas deberían estar listas pronto. Norn, ¿quieres un poco?”

“Sí, por favor.” Saqué un poco de carne y papas con una cuchara y las deposité dentro de un pocillo, para finalmente entregárselo a Norn y servirme una porción. No había comido nada en todo el día, y sentía que estaba a punto de morirme de hambre. Norn miró dentro del pocillo hacia su contenido, para luego comenzar a comer. Después de un momento, ella volvió a hablar. “¿Nii-san?”

“¿Mm?”

“Muchas gracias.” “De nada.”

“Pero esto sabe horrible.”

Lamento eso.

***

Al día siguiente, Norn y yo salimos al amanecer hacia la enfermería improvisada en la casa del jefe de la aldea.

Mi cabeza estaba llena de preocupación por Ruijerd. Gracias a la desagradable sopa de papas llenando mi estómago, al menos había tenido una buena noche de sueño. Incluso si las cosas no iban bien, yo tenía la energía necesaria para cuidar a los enfermos. Preparándome para un escenario terrible, yo abrí la puerta hacia la enfermería y jadeé.

Fui recibido por mucha actividad. Anoche la enfermería se había sentido como un velorio, pero ahora estaba rebosante de energía. Bueno, estaba exagerando un poco. No había tanto vigor. Pero todos se veían más animados que ayer.

“¡Rudeus-sama!” me habló uno de los doctores. Él me vio y vino corriendo. “¡Mírelos!

¡Mire todo lo que han mejorado!”

Estaba funcionando. El Té Sokas estaba funcionando.

“Anoche, todos los que bebieron la infusión medicinal repentinamente dijeron que necesitaban ir a defecar. Las enfermeras los escoltaron hacia el baño. Todos ellos presentaron una diarrea azul pálido. Un poco después de que sucedió, ellos comenzaron a mejorar rápidamente. ¡Aquellos que tenían casos graves aún no pueden ponerse de pie, pero estoy seguro de que lo estarán dentro de poco!”

Hablar de caca a primera hora de la mañana… Esperen, ¿qué fue eso de una diarrea azul pálido?

“Estamos en proceso de administrarla a todos, ajustando la infusión a medida que lo hacemos. ¡Vaya, fuimos idiotas por dudar de él! Es decir, esto es obra de un genio. ¡Cliff Grimoire, el destructor de maldiciones! Ah, santo cielo, no puedo quedarme aquí conversando. Todavía tengo trabajo que hacer. ¡Es mejor que me vaya!” Después de este anuncio unilateral, el doctor salió corriendo de vuelta hacia sus pacientes.

Yo no recordaba haber mencionado nada sobre maldiciones. Supongo que Cliff se había presentado a sí mismo.

En fin, ¿diarrea azul pálido? Eso me recordaba algo. ¿Qué era? Azul pálido… Azul pálido…

“Rudeus.” Me di cuenta de que había una figura oscura de pie frente a mí. Un hombre vestido de blanco usando un casco negro.

“Ah, Orsted-sama.”

“¿Viste su excremento?” “Eh, todavía no.”

Orsted se inclinó un poco para susurrar en mi oído. “Esas eran las ramificaciones del Rey Abismal Vita.”

El Rey Abismal Vita. Ese nombre evocó un pensamiento extraño. ¿Qué tal si—esto es

solo una teoría—la plaga no era el Síndrome de la Escasez?

El Rey Abismal Vita había esparcido sus ramificaciones a través de la aldea, y al hacerlo, él había ralentizado el progreso de la enfermedad. Yo había creído que él solo estaba suprimiendo los síntomas, dejando de lado la enfermedad… ¿Qué tal si Vita había curado la plaga hace mucho? Él luego había usado sus ramificaciones para enfermar a los aldeanos, solo para asustarlos. Cuando murió, Vita invocó lo último de su poder para hacer que las ramificaciones siguieran usando su veneno. Las bayas rojas y el Té Sokas las habían destruido dentro de los intestinos de los pacientes o donde sea que hubiesen estado y las expulsaron… Tal vez. Bueno, todo eso solo era una conjetura.

“Simplemente teníamos que ser persistentes. Tal como dijiste.” “Tal como dije,” respondí.

Bueno, como sea. Por ahora, la crisis estaba superada. El Rey Abismal Vita había sido derrotado completamente. Así era como iba a tomarlo.

“¿Qué está haciendo Cliff?”

“Él estuvo toda la noche observando a los pacientes, pero se quedó dormido alrededor del amanecer. Está dentro de la casa vacía cercana con Elinalise Dragonroad.”

¿No me digas? Cliff de verdad lo dio todo. Dejemos que descanse. Incluso si estaba destinado a ir directo a trabajar en el segundo hijo con Elinalise cuando despierte, él necesitaría esa energía.

“Ruijerd Superdia también acaba de despertar,” continuó Orsted. “¿¡De verdad!?”

“Así es. Deberías ir a verlo.”

“¡Con su permiso!” bajé mi cabeza, para luego dirigirme hacia la parte trasera de la enfermería, yendo directamente hacia donde Ruijerd había dormido anoche. Ahí estaba. Él estaba sentado en la cama, el tono de su rostro era saludable, y estaba comiendo.

“¡Ruijerd!” Norn corrió hacia él y lo abrazó por la cintura en el momento que llegó a él. “Gracias a dios… Ah, estoy tan feliz…” Ella estaba llorando. Norn sí que era llorona. Ruijerd se veía perplejo, pero él limpió su boca, coloco su pocillo de comida a un costado, y acarició la cabeza de Norn. Yo solo los observé por un tiempo, sin decir nada. También sentía ganas de llorar.

Después de un tiempo, Ruijerd miró hacia arriba y dijo, “Rudeus.” “Ruijerd, ya… ¿ya estás mejor?”

“Sí. Aún no puedo balancear una lanza, pero estoy mejor.”

Entiendo. Gracias a dios… Estoy tan feliz… No estaba imitando a Norn—eso era todo lo que podía pensar.

“Vuelvo a estar en deuda contigo.”

“Ni lo menciones. Además, aún no sabemos si estás totalmente curado. No te descuides.” “Tienes razón.”

Cuando Ruijerd y yo comenzamos a hablar, Norn se separó de la cintura de Ruijerd, llorando, y luego cubrió su rostro con sus manos y comenzó a sollozar. Ella estaba totalmente roja hasta las puntas de sus orejas.

“Pero primero tengo algo que decir, Rudeus,” continuó Ruijerd.

“¿De qué se trata?” Él se veía serio en una forma que me ponía un poco ansioso. ¿Había algo más? ¿Acaso la impactante verdad estaba a punto de ser revelada? Me preparé.

“Cuando esté completamente recuperado, lucharé a tu lado.”

Me quedé sin palabras. ¿Qué era esta sensación que estaba sintiendo dentro de mi pecho?

Ruijerd y yo volveríamos a trabajar juntos. Acaso esto era… ¿euforia?

Sí. Yo estaba feliz. Simplemente feliz.

“Gracias, yo… estaré feliz de tenerte a mi lado.” Me tragué lo que sea que estaba subiendo por mi garganta y suprimí las lágrimas amenazando con llenar mis ojos. Estiré una mano hacia él.

“Estaré feliz de estar ahí,” dijo Ruijerd, estrechando mi mano. Su agarre fue cálido y firme.