1LDK Soshite 2JK (NL)

Volumen 2

Capítulo 4: La Pelea Y Las JK

—Estoy de vuelta.

—Bienvenida a casa, Kanon-chan —con una sonrisa, Himari le da la bienvenida a Kanon, que vuelve del colegio.

Hoy era día de trabajo para Himari, pero al parecer ha regresado a casa primero.

—Oye, Kanon-chan, hay algo de lo que quiero hablar…

—¿Hm?

Cuando Himari le comenta eso de manera tímida, Kanon ladea la cabeza en confusión.

Se pregunta si es un asunto serio por lo que sugiere la atmósfera. Kanon coloca su bolso en la sala de estar y se sienta en el sofá junto a Himari.

—¿De qué?

—Hmm, verás… Estaba pensando en qué hacer para el cumpleaños de Komamura-san.

—Ah… —involuntariamente, Kanon eleva una voz.

Cuando Yuuri vino el otro día, preguntaron implícitamente cuándo era el cumpleaños de Kazuki. La respuesta que obtuvieron fue el 7 de junio.

Es una fecha que está a la vuelta de la esquina.

Tienen la premonición de que Yuuri probablemente preparará el pastel.

Kanon siente que Yuuri también tiene sentimientos por Kazuki. De lo contrario, cuando se enteró de lo del asunto de Himari, habría condenado a Kazuki con más fuerza.

Además, la expresión en el rostro de Yuuri cuando habla con Kazuki dice más de sus sentimientos que cualquier otra cosa.

Ligeramente avergonzada, con una sonrisa de profunda felicidad; como si los latidos de su corazón entusiasmado se manifestaran. Es era la expresión de una persona enamorada.

Himari también tiene una expresión similar, así que Kanon la conoce muy bien.

Y, tal vez, sin siquiera darse cuenta, la misma Kanon…

—¿Kanon-chan?

Kanon vuelve a sus sentidos rápidamente ante el llamado de Himari. De repente se termina avergonzando por el solo hecho de pensar en ello.

—Ah, lo siento. El cumpleaños de Kazu-nii, ¿verdad? Hmmm. En serio,

¿qué hacemos? —como para encubrir el asunto, Kanon responde enérgicamente, tal vez un poco de manera exagerada.

Sin embargo, Himari no lo percibe, y, al igual que Kanon, solo hace

«hmmm…». Kanon se siente aliviada en el interior y luego camba su atención al cumpleaños de Kazuki.

—Será imposible comprarle un regalo ¿sabes?…

—Cierto… El día de paga en mi trabajo a tiempo parcial es el 15, por lo que no podré tenerlo a tiempo…

—Para comenzar, ni siquiera sé qué podría ponerle feliz.

Llevan casi un mes viviendo juntos, pero Kazuki no tiene ningún deseo material en particular… Eso es lo que ambas sienten.

Tal vez un reloj o un aparato electrónico le gustaría, pero por supuesto que ninguna de las dos tiene el efectivo a mano para comprar tales cosas.

Pero ahora que se han enterado de su cumpleaños, no pueden dejarlo pasar. Quieren que celebre como es debido.

Y, por encima de todo, ellas mismas lo quieren celebrar.

—Suponiendo que Yuuri comprará el pastel…, no nos queda más que hacer lo que podamos, creo, ¿no?…

—En ese caso…, ¿qué piensas de unas decoraciones para la habitación?

—¿Decoraciones? ¿Del tipo que haces con el origami? ¿Como las que se hacen en las reuniones de clase de la escuela primaria?

—¡Eso es! Algo como aros encadenados y eso, ya sabes. Bueno, ciertamente podrían poner el ambiente de una fiesta.

Además, si se trata de origami, pueden comprarlo cuando hacen las compras usuales y, sobre todo, es barato.

Es un poco de carácter infantil, pero tal vez por eso mismo puede lograr cierto agrado.

—¿Por qué no preparar comida que le guste a Kazu-nii?

—Ah… Sobre eso, ¿estaría bien si yo también ayudo?

—Sí, está bien. Vamos a cocinar juntas. —A pesar de que ha aceptado, el corazón de Kanon siente ligeramente sensaciones en conflicto. Pensaba que, si se trataba de cocinar, tenía la oportunidad de acercarse un poco por su cuenta. Pero también tuvo miedo de negarse, ya que podía entender muy bien la voluntad de Himari de hacer feliz a Kazuki.

Como sea, se ha decidido el plan de acción para el cumpleaños.

—Tenemos que empezar las preparaciones inmediatamente desde mañana. Hay que tener cuidado de que Komamura-san no lo descubra.

Probablemente no será un problema ocultar las decoraciones. Si las esconden en el estante superior del baño, Kazuki no las notará. Kanon sabe que Kazuki rara vez lo abre, porque es simplemente un lugar donde guardan las reservas de cera de afeitar y vasos de plástico sin usar.

—Mañana pensaré en el menú de comida mientras hago las compras.

—¡Gracias!

Sin embargo, considerando las preferencias de Kazuki, hay una alta probabilidad de que esté compuesto de carne.

«Cumpleaños, ¿eh?… Me pregunto cuándo es el cumpleaños de Himari. Quiero decir, ¿hasta cuándo estará ella aquí? Ni siquiera sé su verdadero nombre…», de repente, surgen cuestionamientos en la cabeza de Kanon.

Esos cuestionamientos rápidamente se apoderan de su mente.

—Oye…

—¿Hmm?

—Himari…, ¿qué vas a hacer a partir de ahora?

—¿Eh?

—Lo enviaste para el premio, ¿verdad? ¿Cuándo saldrán los resultados?

—Err… Después de cinco meses… —como si le costara decirlo, Himari responde.

Kanon no tiene ningún conocimiento acerca de concursos abiertos al público. Sin embargo, se sorprende de que sea un período de tiempo tan distante al que había imaginado.

—Cinco meses, dices… En otoño, ¿no? ¿Qué vas a hacer en ese lapso?

¿Cuánto tiempo vas a estar aquí?

—Eso… —Himari permanece en silencio.

Kanon juzga que probablemente ella no había pensado hasta ese punto todavía. Por eso, termina molestándose ligeramente por esa forma de pensar tan relajada.

—Son casi las vacaciones de verano, ¿no? Estaría bien que tomaras una decisión para enton…

—Lo sé, lo sé, pero yo aún… —la respuesta de Himari es vaga.

El silencio se extiende entre las dos. Himari está nerviosa y parece querer huir del asunto.

—… Himari, demandas mucho.

Himari agacha la cabeza en aparente sorpresa por el breve murmullo de Kanon.

No, está mal. Está desahogando su enojo.

La otra es una chica que escapó de casa, consiguió un trabajo a tiempo parcial, dibuja… Le deslumbró la capacidad de Himari para actuar así, y la envidia por tener algo que ella misma no tiene. No hay forma de que no desahogue su enojo hasta el punto en que resulta repulsivo.

Aun así, Kanon no puede detener las palabras que ya se le han subido hasta la garganta:

—Himari, tienes un hogar al que volver y también a tus padres, ¿no? Creo que es cruel lo que te hicieron, supongo que debe ser doloroso estar en desacuerdo con la opinión de tus padres y que no apoyen tu sueño. ¡Pero…!

¡Pero…! —el tono de Kanon se va fortaleciendo gradualmente.

«Está mal. Si sigo…», en la cabeza de Kanon, su otro yo sereno le advierte.

«No puedes decirlo. Debes controlarte».

Pero no puede detenerse. Una impetuosa y turbia emoción mueve la boca de Kanon:

—¡Desde que nací, no tuve a ambos padres! ¡Solo conocí a mi madre, e incluso ella se largó por su cuenta! ¡No tengo algo así como unos padres que se preocupen por mi futuro!

Termina por decirlo, por sincerarse. Lágrimas salen de los ojos de Kanon.

Envidia a Himari, alguien que tiene las cosas que ella no.

Himari, que tiene problemas con esas cosas, ha terminado por parecerle a Kanon una persona demandante. Está frustrada y envidiosa de que ella no puede permitirse pensar en esas cosas…

Varias emociones se mezclan en el corazón de Kanon.

Como cuando se mezclan todos los colores a la vez en una pintura, las emociones no son bellas.

Himari ha estado con la cabeza agachada todo el tiempo, pero, finalmente…:

—¡P-para mí, no es como si hubiera nacido en ese hogar por decisión propia! —refuta Himari con un fuerte tono de voz. También hay lágrimas en sus ojos.

Parece que incluso la propia Himari es consciente de su comportamiento egoísta. Es por eso por lo que ella siempre mantiene un bajo perfil, Kanon también se ha dado cuenta de ello.

—¡…!

Himari se seca de manera tosca las lágrimas con el brazo y luego se apresura a entrar en la habitación de Kazuki.

Kanon cae sentada en el acto. Terminó diciendo cosas terribles.

Las palabras de Himari la tomaron por sorpresa.

Nadie puede elegir ni el hogar en el que nace ni a sus padres.

No hay punto en lamentarse por ello, y mucho menos se debe descargar con las personas.

La culpa, el arrepentimiento y el desconsuelo la golpean al mismo tiempo. Por un tiempo, Kanon permanece llorando inmóvil en el lugar.

***

—… Gracias por la deliciosa comida.

—…

Himari deja los palillos, y expresa con un susurro el saludo cordial para después de que se termina una comida.

Luego, rápidamente pone la vajilla en el fregadero y se retira de la cocina. Kanon no muestra respuesta y sigue consumiendo la sopa de miso.

La atmósfera es pesada…

Ambas han estado así desde que llegué a casa del trabajo.

Sé que deben haber tenido una pelea, pero desconozco el motivo.

No puedo incurrir por descuido; si termino picoteando torpemente, podría

hacer que la situación vaya a peor.

Pero esta atmósfera es muy incómoda…

—Ah, hmm… Las almejas de la sopa de miso están suavejas, ¿sabes?

—…

No pude soportar más la atmósfera incómoda, y, por alguna razón, un mal juego de palabras salió de mi boca.

No, no es como si hubiera apuntado a ello, para nada. No sabía qué debería decir, así que eso fue lo que salió de improviso.

Kanon me mira por un momento con unos ojos fríos como el hielo.

—Las hice como siempre —murmura la respuesta, y esta vez se lleva el arroz a la boca.

… Qué fría.

Puedo entender los sentimientos amargos del comediante cuando le falla una broma. La próxima vez que vea a un comediante fallando en la televisión, podré verlo con un poco de amabilidad.

Sin embargo, estas dos también tienen sus peleas, ¿eh? Es sorprendente porque hasta ahora tenían una buena relación.

Eso me pone un poco preocupado.

¿Hasta cuándo durará esta situación?…

—Kazu-nii, los palillos están inmóviles.

—¿Oh? Ahhh.

Kanon murmura un breve «gracias por la comida», y deja el asiento.

También me apresuro a comer el arroz.

Este día, hasta que llega la hora a dormir, la atmósfera alrededor de las dos no cambia.

¿Será bueno preguntar a detalle cuando regrese del trabajo mañana?

***

Habitualmente, las dos duermen con los futones uno al lado del otro en el suelo de la sala de estar.

Sin embargo, ambos futones están separados.

Kanon espera el momento adecuado para disculparse, pero Himari ni hace contacto visual ni intenta hablarle desde entonces.

«Ciertamente obré mal…, pero…». Cree que no estuvo equivocada al preguntar por el plazo cuando dijo «¿cuánto tiempo vas a estar aquí?».

Aunque fue ella la que hizo que Himari permaneciera en esta casa, eso es algo en lo que todos tienen que pensar eventualmente.

Pero Kanon se arrepiente porque no debió haberlo mencionado ahora.

Porque unos instantes antes de eso estaban discutiendo felizmente sobre el cumpleaños de Kazuki.

«Cierto, el cumpleaños de Kazu-nii…». Tiene que pensar en algo.

Pero ahora no se siente para nada con el humor para ello. Primero que nada, planea irse a dormir por ahora…

Kanon se cubre la cabeza. Es para no escuchar la respiración de Himari.

A la mañana siguiente, ambas terminan el desayuno sin dirigirse la palabra. Himari no sale de la habitación cuando Kanon parte para la escuela, ni siquiera cuando Kazuki sale a la oficina.

En la tarde…

Kanon se detiene frente a la entrada principal sosteniendo las llaves. La idea de encontrarse cara a cara con Himari es amarga.

Terminó pensando en el asunto de Himari continuamente en la escuela. Hasta sus amigos le dijeron «Kanon, hoy pareces un poco despistada,

¿sabes?».

Pero no puede no entrar en casa. Kanon da un profundo respiro, se decide, y gira la llave.

—Estoy de vuelta…

No hay respuesta desde el interior de la casa. Los zapatos de Himari no están en la entrada.

«Eso me recuerda que hoy trabaja…». Después de pensar hasta ese punto, Kanon de repente se siente intranquila.

¿Qué hará si no regresa? No puede decir que sea imposible.

Después de todo, Himari es una persona que en serio se escapó de su casa.

También tuvo la capacidad suficiente para conseguir un trabajo a tiempo parcial en tal situación.

Y, con lo de ayer, probablemente se amplificaron los sentimientos de incomodidad de Himari de estar en esta casa.

Y, sobre todo, podría estar odiando a Kanon.

Kanon se apresura a echar una mirada a la habitación de Kazuki. Las pertenencias personales y la ropa de Himari están todavía ahí.

Sin embargo, en este caso, no se puede sentir segura en absoluto solo porque sus pertenencias estén ahí.

Ya que Himari se había fugado sin siquiera llevar ropa de recambio.

Ella podría dejar todo como estaba e irse por su cuenta.

En este momento, todo lo que le cruza por la mente a Kanon es el vacío de la casa a la que su madre no regresa…

—Ah, ¿qué hago?…

Kanon permanece en la sala de estar sin tener ningún propósito. En este momento, la llave de la puerta principal suena.

—¡…!

Kanon de inmediato se dirige allí.

Pero no es Himari quien regresa, es Kazuki.

—Estoy de vuelt… ¿Qué pasa, Kanon? Haciendo esa cara de tristeza.

—Kazu-nii… ¿Qué hago?… —con una cara que parece va a llorar en cualquier momento, Kanon habla con Kazuki.

***

—Ya veo…

Cuando Kanon me cuenta lo de ayer, no puedo evitar respirar profundamente mientras me reclino en el sofá.

—Pensé que los problemas de Himari eran una extravagancia. Después de todo, mis padres me han abandonado… Pero los problemas de cada persona son diferentes, ¿verdad?…

—Kanon…

Kanon tiene la cabeza agachada mientras está sentada en el sofá. Parece lamentar sinceramente lo que dijo.

—Además, es cierto que pienso que Himari no estaba pensando en nada en el futuro… Pero yo tampoco había pensado en ello… Fui yo la que le dijo a Himari que quería que ella se quedara aquí. En cambio, terminé descargando mi rabia con ella…

—No, lo de Himari es mi responsabilidad. No había pensado nada en concreto en el futuro. Es inexcusable…

—Kazu-nii…

Debimos haber sabido que había problemas con esta forma de vida, pero no nos atrevimos a pensar en ello.

Lo estaba posponiendo. Escapando de ello. Pero es hora de tomarlo en serio.

Ya Himari ha enviado su trabajo al concurso. Sin embargo, los resultados no estarán disponibles hasta dentro de cinco meses, ¿eh?

Como es lógico, no puedo tener a Himari en casa tanto tiempo. En serio, tengo que pensarlo adecuadamente…

—¿Qué haré si Himari no regresa?… —murmura débilmente Kanon.

—Probablemente esté bien, ¿verdad?

—Sin embargo, Himari tampoco tiene a dónde ir. Esa chica puede… Probablemente no tiene la intención de volver a su casa aún… —Kanon agacha la cabeza.

No hay nada que yo pueda decir.

Una parte de mí piensa que no tengo derecho a detenerla, pero también hay una parte de mí que piensa que fue irresponsable mantenerla en la casa hasta ahora.

Pero, por encima de todo, es poco probable que la próxima vez Himari se pueda encontrar a personas que le ayuden como nosotros.

—Ya no está bien guardar silencio… —Quedo sorprendido ante las palabras susurradas por Kanon.

Ya veo… Esos deben ser los verdaderos sentimientos de Kanon.

En la superficie, Kanon pretendía estar tranquila, pero la desaparición de mi tía le ha hecho más heridas a su corazón de las que yo puedo imaginar…

—… Yo no me iré a ningún lado.

Kanon, que ha estado con la cabeza agachada, levanta el rostro.

—Kazu-nii…

—No iré a ningún lado. Es una promesa… Bueno, aunque no es que tenga otro lugar a dónde ir.

Por un momento, Kanon me mira fijamente a la cara…

Luego de que asiente en voz baja con un «okey», se ríe brevemente con un «puff». Siento que la atmósfera pesada que había rodeado a Kanon hasta ahora se desvanece.

Cuando me siento aliviado de que está bien por ahora… Se abre la puerta de la entrada principal.

—¡…! —Kanon de inmediato se levanta y se dirige a la entrada.

Posteriormente, yo también la sigo.

—¡Himari! —Entonces Kanon abraza vigorosamente a Himari, que se estaba quitando los zapatos.

—¿Ka-Kanon-chan?

—Himari, lo siento. Lo siento… No debí haber dicho esas cosas horribles. De veras lo siento… —con la cara enterrada en el cuello de Himari, Kanon apela con voz llorosa.

—Kanon-chan…

Himari queda perpleja por un momento, pero finalmente toca suavemente el hombro de Kanon.

—Está bien. Soy yo quien lo lamenta… Ciertamente, lo que dijiste es correcto, Kanon-chan. Estoy siendo increíblemente egoísta.

—Eso no es…

—Así que, mientras trabajaba hoy, estaba pensando en lo que haré a partir de ahora.

Kanon levanta la cara, pareciendo preocupada ante las palabras de Himari.

Luego, mientras mira en mi dirección, Himari dice:

—Komamura-san, no tengo la intención de quedarme aquí para siempre. Pero, por ahora, por favor, permítame ahorrar un dinero. Una vez ahorre dinero de mi trabajo a tiempo parcial, me iré.

—Himari…

—Tengo la intención de volver a mi casa una vez hecho. Pero quiero reunir para comprar las herramientas que mis padres tiraron. Komamura-san, me compró la tableta gráfica, pero… hay otras cosas que yo también quiero. Quiero comprarlas con el dinero que gano. Entonces, mis padres entenderán lo que yo quiero hacer…

—… Ya veo.

—Voy a tener que confrontar a mis padres por una vez. Pero, para eso, deme un poco más de tiempo, por favor… Una vez que haya ahorrado suficiente dinero, creo que tendré el valor de volver a casa…

—Si eso es lo que has decidido, te apoyaré.

—Muchas gracias… —Himari inclina profundamente la cabeza.

—Cuando ahorres el dinero… —calmadamente, Kanon reflexiona las palabras que ha dicho Himari.

—Sí. Estoy pensando a mediados de las vacaciones de verano, pero… me pregunto si eso es mucho tiempo…

Kanon niega con la cabeza.

Dos meses más o menos… Una vez que se fijó el plazo, de repente me parece corto.

—Por eso, Komamura-san, Kanon-chan, estaré bajo su cuidado un poco más de tiempo.

—Entendido.

—Mm-hmm.

Respecto a este incidente, ya está arreglado por ahora, ¿no? Parece que ambas han podido reconciliarse.

Sin embargo, tendré que asegurarme de que otros no se enteren de la existencia de Himari por dos meses.

Me he acostumbrado últimamente, y me he relajado un poco, pero tengo que enfocarme.

—Ahora, vamos a comer. Supongo que las dos tienen hambre.

—Pero yo aún no he hecho la comida…

—Relájate, haré un pedido a domicilio. Lamento hacer que Kanon cocine siempre.

Saco el smartphone de inmediato, y busco una tienda de domicilios en el vecindario.

Hasta ahora dependía de los volantes para los domicilios, pero aprendí que podía ordenar desde el smartphone.

—Hoy quiero algo que no sea pizza. Si es posible, un bento o un donburi.²

—Ah, yo quiero arroz frito chino.

—A mí me gustaría una hamburguesa.

—Ustedes no están cooperando en absoluto.

No puedo evitar reírme al recordar una escena que vi en la zona de restaurantes el otro día.

Entonces, unas noches después…

Me puse a pensar en algo mientras jugaba con el teléfono en la cama.

Ambas han estado actuando raro últimamente.

No en la misma atmósfera como cuando pelearon el otro día. No me dicen nada en concreto, lo que es un problema. Peor aún, a menudo las veo hablando a susurros.

Además, tengo la sensación de que me desvían la mirada más a menudo…

¿He terminado haciendo algo sin siquiera darme cuenta? Ahora se me vienen a la mente un sinfín de posibilidades.

Por ejemplo, algo como que a medida que hace más calor empiezo a apestar a sudor. O, no solo eso, sino que además puedo tener una apariencia desagradable por el sofoco por el calor.

O dije algo insensible por descuido.

O, como era de esperarse, se han hartado de vivir con un sujeto de mediana edad.

Ahora que lo pienso, me he acostumbrado un poco más a este estilo de vida, y he terminado por lavar la loza hasta después de dejarla acumular un poco en el fregadero.

² Donburi: plato típico de Japón. Consiste en un cuenco que contiene pescado, carne, verduras u otros ingredientes cocinados juntos y servidos sobre arroz.

Dependen exclusivamente de los cosméticos y artículos de uso general de Yuuri, y a la vez yo no les he comprado nada a las dos.

Bueno, esto es en parte porque tengo que economizar, así que no me queda de otra.

Pero probablemente no sea bueno que las cosas continúen así. Si algo debe ser cambiado, entonces, no queda de otra que cambiarlo.

La naturaleza humana sale a relucir cuando estás acostumbrado. Tal vez mi propia existencia está empezando a ser un poco molesta.

Siento una alarma de advertencia, y prometo reexaminar este estilo de vida desde mañana.

En tiempos como estos, es importante volver al principio.

A la mañana siguiente, me desperté antes que cualquiera.

Hice huevos fritos, tocino y pan para tres personas. También preparé sopa de consomé.

En lo que a mi concierne, este desayuno es una extravagancia.

Cuando vivía solo, nunca llegué a preparar algo como esto por la mañana.

—¿Eh, Kazu-nii? ¿Ya te has levantado? —Kanon se acerca mientras se frota los somnolientos ojos.

Tal vez porque siempre está haciendo el desayuno, Kanon es más madrugadora que Himari.

—O, mejor, ¡uguah! Ya está el desayuno. ¿Por qué tan de repente?

—Pensé que debería hacerlo yo de vez en cuando. Ahora ve a lavarte la cara.

—V-vale…

Con una expresión de confusión, Kanon se dirige al baño.

Como si hubieran intercambiado lugares, esta vez es Himari la que se levanta.

—Buenos días… ¿Komamura-san? Eh, ¿qué es lo que pasa?

—No reacciones de la misma manera que Kanon. Bueno, está bien que lo haga de vez en cuando. Originalmente, es mi casa.

—C-ciertamente, es así…

—Comerás luego de que te arregles esos pelos.

Himari también se dirige al baño mientras, avergonzada, se cubre el cabello desordenado.

Ambas parecen estar sorprendidas, pero ese no era el propósito original.

Tengo que hacer que mejoren su opinión de mí como adulto; al pensar en

eso, me doy cuenta de algo.

En primer lugar, ¿por qué es que estoy actuando como si tratara de enmendar las cosas con las dos? ¿Tal vez tengo miedo de que les desagrade?

A pesar de que, como adulto, decidí no darme cuenta de los sentimientos de ellas.

Así que tengo que actuar de acuerdo con ello, pero…, de alguna manera, termino tomando acciones contradictorias.

¿No hará esto que el afecto de las dos se incremente más y más?

… Un momento.

Como le dije a Himari; originalmente, es mi casa. Este soy yo siendo un adulto.

En otras palabras, en sí mismo no es inusual que actúe por el bien de ellas.

Aunque me quedan dudas sobre la respuesta que se me ocurrió, por ahora esperaré la llegada de las dos a la mesa.

—Estoy de vuelta —cuando vuelvo del trabajo, digo las palabras correspondientes para el momento cuando se llega a casa. Ya es costumbre.

Normalmente, Kanon y Himari me reciben con un «bienvenido a casa», pero hoy no hay respuesta.

¿Eh? ¿Es que no están en casa?

Pero los zapatos de ambas están en la entrada.

Voy a la sala de estar, y escucho sus voces proviniendo de mi habitación.

¿En mi habitación?… Tal vez estén viendo algo en el computador.

Creo que borré todos los enlaces a sitios de videos sucios desde el día en que Himari tocó la computadora por primera vez, pero… No puede ser, ¿habré dejado alguno?

Me asomo a la habitación y, como lo supuse, están sentadas una al lado de la otra frente a la computadora.

Mi espalda se sacude involuntariamente, pero, por la armoniosa atmósfera, no parece ser lo que había imaginado que estaba sucediendo. Qué alivio.

—¿Y qué tal este?

—Hmmmm, ese no sería problema. Hace un…

—Estoy de vuelta.

—¡¿Uhya?! —ante mi llamada, ambas hacen una voz graciosa y de un salto sus hombros se sacuden.

—Ah… Komamura-san, bienvenido a casa.

—Bienvenido a casa, Kazu-nii. Lo siento, no nos dimos cuenta.

—Parece que están entretenidas. ¿Qué es lo que están mirando?

—Secreto, cosas de chicas.

Tengo mucha curiosidad, pero no puedo profundizar más si lo ponen de esa manera.

—Ya veo… Entonces, no vayan a entrar al baño.

—Entendido.

Me dirijo al baño mientras me aflojo la corbata.

Sin embargo, me queda la pregunta de qué estaban mirando en realidad. Me siento algo excluido, ya que parece que se estaban divirtiendo… No, no, no. Sería muy extraño que un tío de mi edad indagase con persistencia en asuntos que chicas de instituto quieren mantener en secreto.

Pero, por la forma en que se han comportado últimamente, todavía estoy un poco preocupado.

Hmm…

No, no hay forma de que no piense en ello. Me voy a despejar de esta incertidumbre al mismo tiempo que del sudor con este baño.

Cierto, mañana podría comprarme unos dulces, ¿no?

Me pasaré por la tienda en donde Yuuri compró los pasteles de crema el otro día.

… Por lo tanto, regreso a casa llevando una caja con un pastel adentro. Pensé que no habría mucha gente, ya que era tarde, pero había bastantes mujeres que, al igual que yo, parecían haberse dicho «pasaré por aquí de camino a casa desde el trabajo», por lo que me sentí un poco nervioso dentro de la estrecha tienda.

Bueno, escogí un pastel que se ve lo suficientemente rico como para que haya valido la pena ese esfuerzo, y me muero de ganas por probarlo.

—Estoy de vuelta.

Y, en el momento en que abro la puerta principal, me echo para atrás. El interior de la casa está totalmente oscuro. Por no mencionar la entrada, no hay iluminación ni en la cocina ni más allá en el interior de la sala de estar.

¿Qué demonios?…

¿No hay luz?

Decido comenzar revisando el interruptor… Me quito los zapatos y entro a la casa, y en este momento:

De repente, las luces se encienden.

—¡¿Ahhh?!

—Kazu-nii, ¡feliz cumpleaños!

—¡Felicitaciones, Komamura-san!

—¡Felicitaciones, Kazuki-kun!

Con un «pop-pop-pop», unos party poppers estallan en mi dirección. Por un momento me quedo en shock con el cuerpo bañado con confeti en la entrada.

—Cumpleaños…

Oh… Ahora que lo pienso, en efecto.

Los últimos días he estado con la cabeza llena con los asuntos de las dos, así que se me había olvidado por completo.

En especial porque no he hecho nada así para mi cumpleaños en los últimos años, lo cual es extraordinariamente raro.

—Sí. De hecho, se lo preguntamos a Yuuri-san, y hemos estado haciendo las preparaciones desde hace días.

—Je, je. Así es. ¡Ahora, celebremos de inmediato, Komamura-san! —dice Himari mientras sonríe y tira de mi mano hasta llevarme a la mesa de la cocina.

Sobre la mesa hay un pastel de crema para cumpleaños. En la placa de chocolate está escrito «Feliz cumpleaños, Kazuki-kun». ¿Qué rayos?… Qué vergüenza…

No habían escrito mi nombre sobre un pastel de esta manera desde que asistía en la escuela primaria…

Además, al mirar en la cocina de nuevo, me doy cuenta de que hay adornos hechos de origami pegados en las paredes y el techo. Incluso globos.

—Ah, ¿la decoración? De hecho, buscamos en Internet como referencia.

Una decoración muy de festividad, ¿verdad?

Ya veo…

Para esto es que miraban en el computador, ¿eh?

—Por cierto, Kazuki-kun, ¿y eso? Te quedaste con ganas de ir a la tienda donde compré los pasteles de crema el otro día, ¿verdad? —Yuuri se da cuenta de la caja que yo traje.

—No, en realidad solo pensé en traer un pastel de camino a casa… Olvidé por completo que era mi cumpleaños, eh…

Imposible, quién imaginaría una situación en la que se repite el pastel. Qué experiencia más rara…

—¡Entonces, voy a comer pastel hasta la saciedad! ¡Fu, fu, lo estoy esperando!

—Además. Himari y yo también hicimos comida frita. ¡Quedó superdeliciosa! Cómetela después.

—¿Es así? Kanon, Himari, gracias.

—Je, je. Me esforcé al máximo aprendiendo de Kanon-chan —Himari responde con una sonrisa mientras aprieta el puño.

A ningún hombre le molestaría que una chica de instituto le dijera de frente que se esforzó mucho por el bien de uno.

… Intento fingir indiferencia en mi corazón, pero, después de todo, estoy feliz.

Sin embargo, ¿torta y fritos?…

Esperen, sería una falta de respeto ponerme a pensar en la combinación de comidas ahora.

Cada uno es delicioso. ¿No es eso bueno? Puedo permitirme pensar que es igual que en Navidad.

—Bien. Entonces, encenderé las velas. Ah, ¿estarás bien con solo una? Asiento con la cabeza a las palabras de Kanon.

Desde siempre, no me ha gustado mucho eso de poner velas, ya que deja huecos en el pastel.

Kanon enciende una vela directamente con el fuego de la estufa, y la introduce en el pastel.

A decir verdad, no tenemos fósforos ni encendedores en casa, pero fue una forma bastante salvaje…

—Okey, Kazuki-kun, has «fuuu» —con una sonrisa, Yuuri me anima.

¿Acaso soy un niño de guardería?

Pero antes de apagar las velas del pastel me siento tan avergonzado, eh… Las miradas de las tres hacen que mi corazón se sienta más y más

avergonzado.

Pero no puedo continuar sentado sin hacer nada.

Me decido, inhalo aire, y apago la vela. Al instante, vuelan aplausos desde las tres.

—Bien, una vez más: ¡Kazu-nii, feliz cumpleaños número veintisiete!

—¡Felicitaciones!

—¡Felicitaciones!

Es la primera vez en mi adultez que me celebran un cumpleaños. Me siento avergonzado de alguna manera, pero también estoy disfrutando de la atmósfera. Es un cumpleaños que recordaré para siempre.

Convencido de eso, les doy las gracias a las tres.