1LDK Soshite 2JK (NL)

Volumen 2

Capítulo 13: El Festival Cultural Y Las JK

Parte 3

—… Ya… veo… —Himari desvía la mirada, pareciendo triste.

¿Es la conciencia la que me hace doler el pecho?

Tal vez sea una existencia como el príncipe dentro de Himari. Pero yo no soy un príncipe.

Soy un oficinista común y corriente.

Para empezar, no rescaté a Himari cuando la conocí en el tren. Solo le hablé.

Le permití quedarse en casa porque Kanon me lo dijo. Si Kanon no hubiera estado, la habría echado lo antes posible.

No soy la clase de persona que Himari espera. Así que…

—… Son casi las 11:00. Vámonos.

Al darnos cuenta de que ya casi es el momento de descanso de Kanon, salimos del gimnasio.

Himari permanece en silencio durante un tiempo.

Cuando llegamos de nuevo hasta el aula, Kanon acaba de salir al pasillo.

—Oh. Justo a tiempo.

—¿Kanon-chan, sigues con el traje?

—Sí. Es que seguiré después de terminar el descanso. Es un poco vergonzoso, pero hay muchos vestidos de forma similar, así que supuse que está bien.

Ciertamente, he notado a varios andando por ahí todavía con su vestido de presentación, como las chicas del club de baile que vi antes. Al pensarlo, Kanon no resulta muy extravagante.

—No tengo mucho tiempo, así que hagamos un recorrido rápido, ¿vale?

Quiero ir a los estands de comida.

—Supuse que dirías eso.

Se trata de Kanon la glotona. No hay forma de que ignore la comida. Haciendo «mmh», Kanon hace un puchero.

—Ah, yo ya estoy llena, así que no tengo necesidad —Himari levanta la mano tímidamente. Parece que el karaage y el curry de hace un rato todavía están en su estómago.

—Ya veo… Ah, entonces, tomémonos de las manos.

—¡Sí!

Honestamente, no puedo entender cómo llegó a ese curso desde

«entonces». ¿Esa es la diferencia entre una estudiante de instituto actual y un hombre que bordea los treinta?

No… Siento que, incluso si fuera un estudiante de instituto ahora, no podría entender ese curso.

Sin embargo, la sonrisa de Himari, que ha desaparecido desde que dejamos el gimnasio, vuelve, y eso es un alivio.

Yo fui la causa, pero, aun así, quiero que tanto Kanon como Himari sonrían. Me pregunto si es solo mi ego el que quiere eso.

Tan pronto como llegamos al patio donde están los estands, los ojos de Kanon se iluminan. Es realmente fácil de leer, eh.

—Himari, ¿qué comiste antes?

—Karaage y curry.

—Ah, vamos por ello.

Llena de energía, Kanon se alinea en el estand del karaage jumbo. Himari y yo la esperamos desde lejos.

Poco después, Kanon vuelve con el karaage y, luego de pasármelo mientras dice «espera un momento», se va a hacer fila al estand del curry esta vez.

Kanon vuelve con nosotros, y con entusiasmo coloca el karaage encima del curry.

—Ya veo… Debí haber comido así.

—Je, je, je. Las cosas ricas van bien juntas, ya sabes.

—Kanon-chan. Por favor, ten cuidado de no ensuciarte el vestido, ¿vale?

—Hmm. Cierto, el curry es enemigo natural de los vestidos blancos. Ya que lo dijiste, me han entrado nervios…

—Ah. Las aulas son ahora comedores. Vamos a sentarnos a comer.

Por lo tanto, nos trasladamos a las aulas ubicadas al lado del patio. Parece que algunas aulas del primer piso sirven como comedores. Anteriormente estaba tan concentrado viendo los estands que no me di cuenta.

Entramos a un aula, y Himari y yo observamos a Kanon comer su karaage- curry. Kanon termina con el curry a una velocidad sorprendente.

He escuchado la expresión de que el curry es una bebida, tal que termino pensando por un momento «¿el karaage es también una bebida?».

Es probable que Kanon esté controlando su velocidad cuando come en casa…

—Ver la forma en la que come Kanon-chan es refrescante, o, mejor, se siente agradable, ¿verdad?

—En efecto…

Himari estalla en una pequeña risilla.

—¿Qu-qué es lo que quieres decir Himari? Hoy es como siempre, debería estar bien, ¿vale?…

—Lo siento. Es solo que la apariencia de Kanon-chan… Es inevitable que parezcas una novia comiendo con toda el alma la comida en su ceremonia de matrimonio.

—¡¿Bghh?! —Kanon hace un gruñido y se pone roja.

—Hmm. Pero Kanon-chan es realmente como una novia. Es hermosa, bonita y sabe cocinar. Es la esposa ideal. Es excelente.

—¿Qué…, Himari? ¡¿De qué estás hablando?!

Incluso mientras está fuera de sí, Kanon mira en mi dirección por un instante.

Por un lado, pienso que, ciertamente, Kanon con su vestido de novia blanco es hermosa, ya que coexisten la juventud de una chica de instituto y la madurez de una adulta…

«Incluso cuando me gradúe, seguiré cocinando para Kazu-nii»…

Y, por otro lado, termino recordando lo que pasó el otro día.

—Ciertamente, es así. Enséñame a cocinar desde ahora.

Al instante, los hombros de Kanon se sacuden, y su cara queda rígida.

—¿Kanon-chan?…

—…

Probablemente, entendió el significado de mis palabras de ahora.

Kanon responde con un breve «hmm, vale», pero su expresión está cerca al vacío.

Perdóname, Kanon… Pero yo…

—Ah, eh. Ahora que lo pienso, no compré de beber. Tengo sed. Iré por jugo. —Kanon se levanta rápidamente.

Entonces Himari también la sigue, mientras dice «ah, yo también tengo sed».

Yo también salgo del aula detrás de ellas.

… Pienso que Kanon se ajustaría más con un hombre mucho mejor que yo.

No creo que sea bueno atar el corazón de jóvenes chicas con infinitas posibilidades a un tipo mediocre y sin valor.

Por un lado, pienso eso, pero, por otro lado, siento una indescriptible sensación de culpa por haber herido claramente el corazón de Kanon.

Tanto Kanon como Himari, ¿por qué de mí?

Después de eso, Kanon vuelve a sus deberes en el café cosplay.

Al final, el estómago de Himari no ha podido hacer más espacio incluso después de mirar la sección de exhibiciones. Luego de eso, dejamos la escuela mucho antes de que termine el evento.

Bueno, pudimos ir al café cosplay de Kanon, que era nuestro objetivo principal, así que no tengo nada que lamentar.

Himari sí que se lamenta diciendo «las salchichas…, el takoyaki…, las crepes…».

Aunque siempre se pueden comprar salchichas, takoyaki o crepes en un súper o en una tienda de conveniencia… Estoy seguro de que no es por la comida en sí.

Es porque es divertido comerlos en un lugar inusual.

—Oiga, Komamura-san. Es que hay un lugar al que me gustaría pasar…

—estamos de camino a la estación cuando Himari dice esto repentinamente.

—Hmm, ¿qué pasa?

—Verá, eso… Es que quiero comprar un libro. Por supuesto, lo pagaré con mi dinero.

—Ya veo. No veo por qué no ir.

Ciertamente, no he comprado ningún libro desde que Himari llegó a casa.

Bueno, originalmente no es como si comparara tantos.

Pero a Himari parece encantarle el manga, y ciertamente debe ser difícil vivir sin estos durante tanto tiempo. Por lo tanto, decidimos hacer una parada.

A donde Himari me trajo es a un vecindario lleno de «establecimientos otaku», por así llamarlo.

Es un día festivo y hay mucha gente caminando por la calle.

Esto es algo que también había pensado cuando fui al café de maids de Himari, pero, como prácticamente no vengo a lugares llenos de establecimientos como estos, todos los locales que aparecen en mi vista me provocan curiosidad.

Estoy caminando con un ligero ánimo de turista cuando, en este momento, de repente, Himari me agarra del brazo y me lleva al estrecho callejón entre dos edificaciones.

—¡¿…?! ¡¿Qu-qué pasa, Himari?!

Himari no responde y solo me apresura hasta el fondo del oscuro y estrecho callejón.

A partir de su apretado agarre en mi brazo puedo sentir la fuerte impaciencia que tiene.

Hay un fuerte olor a aceite en el aire.

Tal vez es porque esto es detrás de un local de comida china.

—Lo siento, Komamura-san… Por favor, mantengámonos escondidos — finalmente se detiene, y murmura esto con el rostro pálido.

Himari recuesta la espalda contra la pared de la edificación para poder ocultar el rostro con un medidor de electricidad.

Luego aprieta el dobladillo de mi ropa. Sus manos tiemblan un poco.

Es un lugar tan estrecho que no podrían cruzarse dos personas, por lo que estoy en una posición en la que parece como si le estuviera haciendo un kabedon a Himari.

Justo cuando voy a preguntar el motivo, Himari abre la boca:

—Allí… h-hay una persona relacionada con mi familia… No esperé que vinieran a buscarme aquí…

Al instante en que escucho eso, siento como la temperatura de mi cuerpo se enfría de un solo golpe.

—… ¿Cómo es esa persona?

—Es una mujer joven de unos veinte años. Pelo largo negro, y es un poco más alta que yo. Viste camisa blanca…

Echo una mirada de reojo hacia la calle.

Lo que se puedo ver desde el estrecho callejón trasero son muchas mujeres y hombres de todas las edades yendo y viniendo por la calle. No hay nadie centrando su atención en un oscuro y estrecho lugar como este.

Pero, aun así, rodeo el cuerpo de ella suavemente con mis brazos para que nadie pueda verla desde la calle.

Contrario al bullicio que se escucha desde la calle, alrededor de Himari y yo solo hay una tensión dolorosa.

Miro hacia la calle fijamente por un tiempo…

—Ah…

Una mujer con los rasgos que Himari mencionó acaba de pasar. Entonces, por un momento hacemos contacto visual.

Hay un brillo muy agudo en su ojo, como el de un depredador apuntando a su presa.

—¡¿Ji?! —Por reflejo, se me corta la respiración.

«Relájate». No debería poder ver a Himari.

Desde el otro lado, deberíamos parecer un hombre y una mujer coqueteando en un callejón estrecho.

La mujer que ve hacia acá…

Como en un estado de «vi algo que no debería ver», mira hacia al frente, y pasa de largo.

Puedo sentir como mi corazón late al doble de velocidad. Y también siento correr un sudor desagradable bajando por mi espalda.

A pesar de que estoy quieto, mi respiración es un desorden, como si hubiera estado corriendo justo ahora.

No quiero moverme durante un tiempo. No. Más bien, no puedo moverme.

¿Cuánto tiempo hemos estado así?

Simplemente no he podido pensar en nada durante este tiempo.

Ni siquiera puedo pensar en lo que haría si se descubriera que estoy escondiendo a Himari en casa.

Mi mente simplemente está en blanco.

—Errr… Komamura-san…

El llamado de Himari finalmente me devuelve a mis sentidos.

Sé que es algo tarde en este punto, pero mi distancia con Himari es muy cercana… Solo así, ya siento que hay un margen extraño.

—¿Sigue ahí?

—… Iré a echar un ojo.

Me separo de Himari y salgo del callejón a la calle.

Miro deliberadamente en la dirección en la que se dirigió la mujer de antes, pero no hay rastro de ella.

Se lo comunico a Himari haciendo una señal de círculo con las manos. Himari sale del callejón tímidamente.

—Oye, sobre la persona de antes…

—Eso… ¿Le parece mejor si hablamos cuando lleguemos a casa y no mientras caminamos?…

De seguro, lo mejor es alejarnos de aquí lo antes posible. O, mejor dicho, quiero alejarme.

Cancelamos nuestro viaje a la librería y nos dirigimos a paso rápido hacia la estación.

***

Dentro de la escuela, después de terminado el festival cultural, todos están haciendo la limpieza.

Todos en la clase de Kanon ya se han cambiado de ropa y progresivamente están haciendo el trabajo de desmantelar.

—No pensé que viniera tanta gente, ¿sabes?

—Cierto, cierto. Ya que lo mencionas, Kanon-chan, tu prima de aquel día vino, ¿verdad?

—La otra persona, el tío, es tu primo, ¿verdad?

Yuiko y Urara hablan con Kanon mientras arrancan las decoraciones de la pared.

—Ah…, sí. Me alegro de que vinieran los dos. Aunque fue un poco vergonzoso…

—Otra vez con eso. Ese vestido te queda superbién.

—Umm. Aunque creo que se vería bien en cualquiera…

—¿Eso crees?

»Es porque es Kanon, ¿verdad?

—Cierto, cierto. A mí me sería imposible. ¡Largo hasta la rodilla, no hay manera!

Mientras charlan, la limpieza avanza.

«A pesar de que las preparaciones tomaron mucho tiempo, la limpieza avanza al doble de velocidad. Eso es algo triste, eh…», piensa Kanon.

Ha disfrutado mucho el festival cultural de este año. Lo ha disfrutado, pero… también ha dejado una gran incertidumbre en su corazón.

«Me pregunto si fui rechazada por Kazu-nii…».

Porque bien pudieron ser palabras que dijo con el deseo genuino de que le enseñara a cocinar, o pudieron no haberlo sido…

Simplemente pensar en ello hace que sus pensamientos se tornen hacia lo peor rápidamente. Kanon sacude la cabeza para ahuyentar ese algo malo. Por ahora tiene que concentrarse en la limpieza. Por cierto, sabía que su madre no vendría hoy.

Es porque la foto con la entrada que le envió no tenía la palabra de «leído» esta mañana. Pero, ya que su madre no había podido venir el año pasado por el trabajo, no se siente particularmente deprimida por eso.

Es un «hecho usual» que ha experimentado muchas veces en los día de visita de padres desde que estaba en la escuela primaria.

—Ah… Lo siento. Iré un momento al baño.

—Okey. Te veo luego.

Kanon sale de la sala y se dirige al baño en un trotecito.

No hay nadie en el baño. Entra de inmediato a la caseta más cercana y cierra la puerta, en este momento vibra su smartphone, que está en el bolsillo de su falda.

Kanon se saca el smartphone del bolsillo y revisa la pantalla.

—Eh… —se le congela la voz.

En la columna de notificaciones del smartphone, hay un ícono de la red social y el nombre «Mamá».

… De ninguna manera esperaba que le enviara una respuesta ahora. No había recibido respuesta de nada de lo que le había enviado antes.

Se pregunta qué rayos podría haber escrito… Kanon toca esa notificación con un dedo tembloroso. La pantalla de la red social se abre, y están escritas dos cortas frases en esta.

«Estoy un poco cansada.

»Lo lamento».

—…

Por un tiempo, Kanon mira fijamente esas dos líneas.

Eventualmente, las lágrimas comienzan a desbordarse desde los ojos de Kanon.

¿Qué es lo que significan esas palabras? No puede saber lo que verdaderamente significan solo con eso.

Lo único que se expande en el pecho de Kanon son emociones de gran infelicidad y desconsuelo.

***

Himari y yo regresamos a casa y bebimos té, luego nos quedamos en la cocina sin dirigirnos la palabra.

—Komamura-san…

Por reflejo, me pongo en guardia ante el llamado de Himari.

Es porque espero escuchar la continuación de lo de hace un rato.

Himari suelta un suspiro pesado como el plomo y de nuevo inhala… Entonces, finalmente comienza a hablar:

—Mi familia… ha estado manejando un dojo de kendo desde la generación de mi abuelo… Ha producido muchas personas que han ido a competiciones nacionales, por lo que es bastante famoso en el negocio… —Himari toma un respiro y luego continúa—: la persona de hace un rato ha sido miembro del dojo desde que yo era niña… De mi parte, frecuentemente hacía que jugara conmigo. Entonces, sabe muy bien sobre mi pasatiempo. ¿Qué hago, Komamura-san? Es probable que terminen por encontrarme…

No puedo responder nada a Himari, que apela a mí con un rostro al borde de las lágrimas.

No hay nada más que una intensa sensación de intranquilidad expandiéndose por mi pecho.

-FIN DEL VOLUMEN 2-