The Tutorial Is Too Hard

Capítulo 281: Tutorial Piso 61 (Parte 4)

╔═══════════════╗ 

[Participantes (2243/50)] 

╚═══════════════╝

“Las sorpresas siguen llegando. No sabía que habría tantos.” Dijo Hochi, rascándose la cabeza. Parecía haber algo de duda en él.

“No es asunto mío, pero ¿no es demasiado obvio traer tantos?”

“Deben haberlo escondido a su manera.”

“¿Escondido? Todo se ve en los números.”

En realidad, sólo yo podía ver la cantidad de personas en esta posición. Por supuesto, Lee Yeon-hee podría comprobar la cantidad de espectadores, pero no podría verlo. Tal vez.

Sólo se vería así:

╔═══════════════╗ 

[Participantes (2/50)] 

╚═══════════════╝

Así como Lee Yeon-hee estaba completamente preparada, yo me preparé para ello.

“¿Estás seguro?”

╔═══════════════╗

 [Comienza el escenario del piso 61.]

 Explicación: Retador que quiera tomar un breve descanso y comenzar un viaje, aquí hay dos caminos. Uno es un sendero donde hay que caminar sobre un desierto ardiente, y el otro es escalar una montaña con tormentas de nieve… 

╚═══════════════╝

Por supuesto, estaba seguro. Estaba usando esto ahora.

Todos los mensajes que aparecieron en los pisos 60 y 61 fueron escritos como deseo, no por el sistema. Solo marqué el número de personas que habrían sido vistas en los ojos de Lee Yeon-hee como dos. Lee Yeon-hee probablemente pensó que aún no me había dado cuenta.

“Ya no puedes hacer eso.”

“¿Qué tiene de difícil poner un mensaje delante de la gente?”

El mayor problema fue bloquear los mensajes del sistema. Por supuesto, ese fue un problema que resolví hace mucho tiempo.

“Venga, vámonos si ya has terminado de preocuparte.”

***

En el piso 61, que estaba dividido en dos caminos, Lee Yeon-hee decidió continuar volando en dirección al volcán. La razón por la que eligió esa dirección fue simple; Era porque a Yong-yong le gustaba la nieve.

“Cada vez, nos reuníamos en este palacio de hielo. Hubiera estado bien encontrarnos en mi salón al menos una vez.”

El gobernante del Volcán y el gobernante de la Gran Montaña, seres que veía por primera vez después de mucho tiempo, estaban llenos de quejas. Refunfuñar era infantil para una existencia que tenía el título de un rey gigante que residía en la lava.

“Por supuesto, mi palacio es mucho mejor que esa sala de lava caliente.”

El gobernante de la Gran Montaña no era diferente de la anciana a su lado, que no paraba de quejarse.

Los jefes del piso 61 no se parecían en nada a los gobernantes dominantes del volcán y la montaña de nieve. Era divertido verlos quejarse, pero yo quería comprobar otra cosa.

“¿Qué pasa con los residentes?”

“Los evacuamos a todos, en caso de que queden atrapados en su acuerdo.”

¿Qué? ¿Estás hablando de Lee Yeon-hee? Espero que no llamen a la gente de esta manera siempre.

“¿De verdad vas a salir ahora? Por extraño que parezca, ya no me parece raro. Se siente como si estuviéramos pasando tiempo juntos como de costumbre.” Dijo la anciana con dulzura.

Después de que Yong-yong creciera un poco, solía venir aquí para hacer picnics. Siempre que eso sucedía, nos reuníamos, conversábamos y jugábamos.

“Ya es hora de que salgamos. No puedo evitarlo incluso si estoy triste.”

“¡Qué pena!” Gritó el viejo.

“¡El volcán y el santuario eran mi orgullo! Ahora es sólo una corbata falsa que nos une aquí por la eternidad. Pero cuando me vaya y las ataduras se rompan, seré libre de los volcanes y pasillos ilusorios. ¡Qué pena!” gritó fuerte el anciano como si no estuviera bien.

Fue un comentario al azar, pero pude entenderlo. Siempre era lo mismo.

“¿Qué pasa contigo?”

Giré mi cabeza hacia Hochi. De hecho, Hochi era quien se sentía más arrepentido. Para él, que nació aquí y no estaba descontento con ello, no sería muy cómodo salir al mundo exterior. Puede que simplemente lo considere un cambio de residencia.

“Esta bien. De hecho, pensé en dejarte ir y quedarme aquí ya que ese era el propósito de mi nacimiento en primer lugar.”

Pero Hochi finalmente decidió que saliéramos juntos. Señaló con la barbilla a Yong-yong, que estaba haciendo un muñeco de nieve solo en un rincón.

“Toda mi familia va a salir, entonces, ¿qué haré yo aquí solo? Iremos juntos.”

Gracias por decir eso. Le agradecí mentalmente a Hochi y miré a la anciana.

“¿Y tú, abuela? ¿Cómo te sientes al salir?”

“¿Cómo me siento? Ya no moriré por tus manos. No he dicho mucho, pero, francamente, ha sido demasiado doloroso. Cada vez.”

Hochi, cuya mirada había sido cálida hace un momento, instantáneamente se volvió fría, como si estuviera mirando basura. Le pedí disculpas a la anciana al no tener otra excusa.

Ella sonrió ampliamente y dijo: “Tendré que agradecerte antes de decirte cómo me siento. Firmé un contrato para ayudarte, pero realmente no creía que fuera posible salir de aquí porque era muy difícil. Sin embargo, no te rendiste. Recuerdo lo adolorido que habías estado durante los últimos años. Sin embargo, gracias de nuevo por no darte por vencido y cumplir tu promesa.”

Junto a él, el anciano dijo: “Gracias.”

Sonreí torpemente.

Entonces, el portal frente al trono del palacio irradió luz. Era un portal para pasar a la última parte del piso 61.

El hecho de que el portal se abriera significaba sólo un hecho. Lee Yeon-hee había despejado todo el salón del volcán.

Finalmente llegó el momento de salir del piso 61.

***

[Lee Yeon-hee]

Era extraño. Hasta donde yo sabía, el escenario del piso 61 no era así.

Las interminables extensiones de arena ardiente y los continuos espejismos eran exactamente como la información que había escuchado antes. Pero no había aparecido nada más.

Todo tipo de monstruos que usaban fuego deberían haber aparecido en este desierto. Los habitantes de la ciudad vivían en el desierto y algunos guerreros se encontraban en el volcán.

Pero no había nadie. Era como si todo el escenario del piso 61 estuviera vacío.

“No se supone que sea este tipo de escenario.”

[Por supuesto que no. Ten cuidado. Algo anda mal.] Susurró uno de los asistentes. Era un retador que ya había superado el piso 61 en el Tutorial de su propio planeta.

Estaba ansiosa. Sentí como si una espada invisible apuntará a mi cuello. Y paso a paso, la espada se acercaba. Estaba caminando sola hacia el borde de la espada, hacia el acantilado.

Si me diera la vuelta y regresara a la zona residencial, aún así estaría muerta.

Los dioses no eran misericordiosos. No porque trataran a los retadores descuidadamente, sino porque simplemente estaban limitados por limitaciones y no podían moverse. Y dentro de este ámbito donde las limitaciones no los atan, actuaron sin pensarlo dos veces. No valoraban la vida humana.

Kirikiri me había advertido. El poder de un dios que no se protege a sí mismo era una espada sin mango.

Podrías apuñalar a alguien con esa espada, pero sangrarías más. Acepté la oferta de los dioses incluso después de escucharla porque esa era la única manera de sobrevivir.

No dudé en aprovechar la única oportunidad que se me presentó, sin importar los riesgos. Eso fue lo que había aprendido del señor.

Mientras caminaba hacia adelante, la tensa situación me hizo sentir como si estuviera jugando a la ruleta rusa. Realmente sentí que me acercaba a la muerte.

¿Cuánto tiempo llevaba caminando así? Miré hacia la pared del pasillo, que parecía estar muy lejos. No había ningún gobernante del volcán, a diferencia de la declaración del sistema de que no podemos garantizar la victoria incluso si 50 retadores del piso 61 pelean a menos que debilitemos al gobernante mediante el sacrificio. Allí sólo había un asiento de jade vacío.

╔═══════════════╗ 

[Primer camino ascético. Has llegado al final del volcán en llamas.] 

Explicación: Estás aquí, después de innumerables sacrificios. El sacrificio es valioso porque pisotea todas las cosas preciosas, incluidas las vidas de las víctimas, sus posibilidades futuras, sus historias pasadas, su vínculo con usted, y coloca su culpa en lo más alto.

 Ahora sólo queda un último obstáculo por delante. Demuestra que eres el vencedor en un duelo llevado a cabo para poner a prueba tu voluntad.

 [Se cambiarán las condiciones de despeje.] 

[Condición de despeje.] 

– Conquistar el primer camino ascético. 

– Conquistar el segundo camino ascético. 

– Ganar. 

╚═══════════════╝

Las condiciones eran fáciles de entender. Pero esa última condición, esa línea pidiendo la victoria, cambió mucho. Me quedé mirando la ventana del mensaje por un momento y luego entré al portal.

El lugar al que me transportó el portal fue un estadio enorme. Celebraría un duelo entre aquellos que despejaron el primer camino ascético y el segundo camino ascético.

╔═══════════════╗ 

[Bienvenidos al campo de batalla de las víctimas.] 

Forzado o no, el verdadero significado del sacrificio no cambia. Ahora tienes que demostrar tu valía. 

El segundo viaje. Están sus colegas que pueden haber resultado heridos en la carretera helada y nevada. Quizás admitan la derrota por ti. Quizás intenten conquistarte. Pero lo más importante es tu elección. Derrotalos y enfadalos. Conviértelos en tu chivo expiatorio. 

╚═══════════════╝

“Ja….” Dejé escapar un profundo suspiro.

Luego comencé con lo que tenía que hacer.

El grupo del Señor aún no había entrado al duelo. Esta era una oportunidad para establecer una barrera de antemano. Todos los retadores que estaban conmigo eran retadores en la dificultad Infierno. Al mismo tiempo, también eran apóstoles de los dioses.

Mientras los dioses estuvieran con ellos, confirmaría mi victoria. Incluso el poder mostrado por el Señor en el Torneo y el poder que convirtió la vida de las personas en muerte definitivamente no tendría sentido frente a los poderes de los dioses. Todo lo que tenía que hacer era ganar tiempo. Si ganaba unos 30 segundos, sería mi victoria. Si no, sería mi derrota.

Construí una serie de barreras. Los retadores que se habían preparado para este momento, se dispersaron por todas partes, esperando su entrada.

En el momento en que realmente sentí que había hecho todos los preparativos que pude, un portal en la esquina del estadio comenzó a brillar. El grupo del señor había llegado.

Pude ver a la cría, a quien conocí por primera vez en el Torneo. No pude evitar estar nerviosa. El clon del Señor sostenía a la cría.

Había dos gigantes detrás del grupo. Los grandes cuerpos de los gigantes, cada uno de los cuales emitían un intenso calor y frío, me hicieron sentir abrumada.

Finalmente, estaba el señor sonriendo agradablemente, de pie frente al grupo. Era un rostro que había visto muchas veces en la televisión y a través de mi yo clonado. Yo misma lo conocí y hablé con él ayer. Sin embargo, el señor que me enfrentaba como un enemigo emitió un sentimiento completamente diferente al anterior.

Había llegado el momento de tomar una decisión. Abrí la boca, con la esperanza de que mi voz no temblara.

***

[Lee Ho Jae]

Fue un sentimiento extraño. Hacía muchísimo tiempo que quería venir aquí.

Me sentí extrañamente contento. Una sensación de logro de que finalmente lo había logrado, mientras una sensación de libertad se apoderaba de mí, indicando que toda mi espera había terminado. Y el orgullo que surgió del hecho de que Lee Yeon-hee finalmente había llegado a este punto.

Lee Yeon-hee estaba sola en medio del enorme estadio.

Incluso con innumerables ayudantes, parecía como si estuviera sola. Ella tampoco se veía bien.

Parecía un fantasma, con esa cara blanca y labios sin sangre. Junto con sus ojos ansiosos, Lee Yeon-hee mostraba la típica imagen de un ser humano confundido. Ojalá pudiera decirle que mostrara más confianza.

“¿Son ustedes los gobernantes del volcán y la montaña nevada del piso 61?” Preguntó Lee Yeon-hee, señalando al anciano y a la anciana detrás de mí.

Miraron a Lee Yeon-hee, como si la estuvieran observando. “Sí.”

¿Por qué preguntó eso?

Lee Yeon-hee permaneció en silencio por un rato.

“Señor…”

“Sí.”

Lee Yeon-hee no pudo decir de inmediato lo que quería.

¿Estás dudando ahora?

Esperaba un ataque de Lee Yeon-hee tan pronto como llegué. Por eso entré al portal un paso más tarde que Lee Yeon-hee. No esperaba que ella me hablara con tanta vacilación.

“Tengo algo que decir…”

Este no era un muy buen desarrollo.

¿Vas a hablar de lo que te ha molestado?

Sentí pena por lo que le hice. También pensé en disculparme por ello. Pero no ahora.

La conversación con Lee Yeon-hee llegará más tarde. Me disculpé, pero ahora era el momento de pelear entre nosotros. En lugar de esperar a que continuara, abrí la boca primero y pronuncié una palabra.

“Barús.”

Barus era el detonante del supresor colocado en el collar de Lee Yeon-hee. Por supuesto, Lee Yeon-hee ya no llevaba el collar, pero sin embargo, tan pronto como me escuchó decir Barus, reaccionó instantáneamente, como si le hubieran salpicado aceite caliente.

Al principio, las barreras que se habían amontonado en el aire parecían como si estuvieran a punto de golpearnos. Los espíritus se aferraron a mi cuerpo por todos lados. Entre ellos había un espíritu que tenía forma de cadena.

Dejé las barreras y los espíritus en paz. Estaba claro que su intención era perder el tiempo en lugar de atacarme. Yong-yong protegería a todos por su cuenta.

Lee Yeon-hee tenía una expresión de sorpresa en su rostro, después de convocar reflexivamente las barreras y los espíritus. ¿Había más formas de atarme?

Los ayudantes de Lee Yeon-hee comenzaron a aparecer a su alrededor. En un instante, el vasto estadio se llenó de gente.

Eran retadores de la dificultad Infierno de diferentes universos. Me di cuenta en el momento en que los vi.

Había más de dos mil apóstoles. Esto no sería considerado simplemente como una reunión de los apóstoles. Si los apóstoles estaban aquí, significaba que sus dioses también estaban aquí.

Pronto, los retadores sintieron una fuerte oleada de poderes en sus cuerpos. Los dioses estaban en camino. Dos mil dioses.

Esto era suficiente. Miré a mi alrededor buscando dioses familiares entre los dioses que estaban aquí.

La mayoría de los dioses del Templo, que solían estar a cargo de los servidores de la Tierra, parecían no haber participado mucho ya que todo lo que vi fueron dioses desconocidos. Pero entre ellos había un poder muy familiar. Desde el apóstol que estaba justo al lado de Lee Yeon-hee, pude sentir el poder de un ser a quien había conocido antes.

“Cuánto tiempo sin verte, hombre con un nombre gracioso.”

Era un dios inesperado. Porque cuando nos conocimos antes, ella definitivamente no era un dios.

“¿Madrina?”