Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Hornet, líder del Vínculo Carmesí, estaba en una reunión de control habitual. El viaje se desarrollaba sin problemas, sin que hubiera que informar de ningún problema. No había nada que pudiera servirles de obstáculo, y estaban en medio del océano abierto. Si surgía algo, tenían mucho espacio para solucionarlo. Así que, por ahora, no había mucho trabajo que hacer para Hornet.

Ya tenía a sus subordinados vigilando y patrullando el barco. Era, por así decirlo, un invitado especial. Tener un héroe como él a bordo era efectivamente una garantía de un viaje seguro. Se le utilizaba casi como una pieza publicitaria. No estaba seguro de que eso fuera del todo aceptable, pero realmente no estaba en posición de elegir sus trabajos.

A medida que los héroes se hacían más y más famosos, acababan teniendo cada vez menos trabajo. Hornet habría estado encantado de aceptar cualquier trabajo pequeño, pero sus clientes no le hacían tales peticiones. Consideraban que si iban a solicitar la ayuda de un héroe, necesitaban una tarea digna de uno. Y como los incidentes que requerían absolutamente un héroe eran escasos, Hornet y su grupo se aburrían bastante.

Mientras se lamentaba de su situación, la reunión llegó a su fin. Levantándose de su asiento, Hornet se dirigió a su habitación entre los camarotes de primera clase en el nivel superior de la sección de alojamiento. Subiendo en el ascensor, bajó en su planta, donde se encontró inmediatamente con dos chicas en traje de baño.

“Vamos, Diane… no puedes estar haciendo esto…”, refunfuñó.

Alegremente se abrían paso por el pasillo su hermana mayor, Diane, y su hermana menor, Miliana. Diane sostenía una gran pelota mientras Miliana llevaba un anillo de flotación. Todavía estaban bastante lejos de la piscina, pero parecía que ya se estaban metiendo en ella.

“Está bien, ¿no? De todas formas no tenemos nada que hacer!” protestó Diane.

“Eso no es exactamente cierto”.

Salvo una emergencia repentina, no había nada en particular que pudieran hacer en este momento, y eran conscientes de que no se esperaba que actuaran como la fuerza de seguridad habitual de la nave. Pero Hornet pensó que sería mejor que estuvieran en guardia, por si acaso.

“Sin embargo, no estamos aflojando. Sí, esto es parte de nuestra misión”, insistió.

“¿Ir a la piscina?”

“¿Quién sabe lo que puede pasar allí? Y de todos modos, mira, ¡tengo mi arma conmigo!”

Un cinturón rodeaba la espalda expuesta de Diane, y su bastón colgaba de él. El atuendo de Miliana era el mismo, aunque en su caso el arma en cuestión era una espada corta.

“Bien. Pero no te desmelenes. Tenemos que pensar en nuestra reputación”.

“¡Lo sé, lo sé!”

Las dos chicas subieron al ascensor con mucho ánimo.

“Todavía no estoy seguro de que sea una buena idea…”

Albergando dudas, Hornet volvió a su habitación.

“Ya he vuelto”.

“Oh, bienvenido de nuevo, Hou”.

“He visto a mis hermanas de camino aquí”.

Su madre estaba sorbiendo elegantemente un poco de té. Sinceramente, se alegró de que no se hubiera puesto el bañador y se hubiera ido con ellas.

“Insistieron mucho en ir a la piscina”, dijo, “sobre todo después de haberse tomado la molestia de traer sus trajes de baño”.

“Eso es raro. ¿Estaban tratando esto como unas vacaciones todo el tiempo? Esperar en nuestra habitación es parte del trabajo…” Se sentó en la mesa mientras refunfuñaba.

“No te preocupes. Si pasa algo, te tenemos a ti”.

“Hay muchos problemas que no sería capaz de manejar por mi cuenta”.

“Si aparecen piratas, no tendrás que hacer nada, ¿verdad?”

“Sí, hay otra unidad preparada para enfrentarse a ellos”.

Uno podría preguntarse por qué Hornet estaba allí en primer lugar, pero su presencia era más para algo que los soldados ordinarios no podían esperar manejar en lugar de amenazas mundanas.

Hornet del Vínculo Carmesí era un nombre conocido en todas partes. Héroe, Espada Imperial, Alto Mago y Maestro de Harén. Cada una era una clase del más alto nivel, y él poseía las cuatro, lo que le daba un valor asombrosamente alto a los ojos de los demás.

“Sin témpanos, no tenemos mucho que hacer”.

“Mamá, no te metas en las conversaciones de la gente al azar, ¿vale?” Hornet recordó el incidente en el puerto. Por alguna razón, una chica se había preocupado por los icebergs a pesar de que su ruta estaba tan al sur.

“¡Parece que era su primera vez en un crucero! Parecía que se sentían muy incómodos”.

“Tal vez. Ella también era muy linda, ¿no?” Mientras pensaba en su encuentro, su ritmo cardíaco se aceleró ligeramente.

“Hou… tu lado malo está empezando a mostrarse de nuevo”.

“¡No es eso en absoluto!”

“Simplemente ser un Héroe y una Espada Imperial debería haber sido suficiente, ¿pero un Maestro de Harem también? Es tan vergonzoso para mí”.

“¡No me convertí en un Maestro del Harem porque lo deseaba!”

Hornet tenía muchas amantes. Sin ningún esfuerzo especial por su parte, acabó atrayendo a todo tipo de mujeres. Y como no quería rechazarlas, mantenía relaciones con todas ellas. Normalmente, una situación así podría derivar fácilmente en una guerra abierta, pero ahí era donde entraba en juego la clase de Maestro de Harén. Hacía que las mujeres se sintieran satisfechas de ser una más entre su multitud de amantes.

“Entonces dejarás a esa chica en paz, ¿verdad?”

“Bueno…”

No se atrevió a decirlo. Ahora que había tomado conciencia de ella, era difícil ignorarla. Eso era bastante raro. Normalmente, las mujeres venían directamente a él sin que hubiera hecho nada especial, por lo que apenas era consciente de sus propios apetitos sexuales. Pero esta vez era diferente. Podía notar que su cuerpo anhelaba a esa chica. Por supuesto, eso no era algo que pudiera decir claramente a su propia madre.

Mientras se preguntaba cómo expresar sus sentimientos con palabras, el barco empezó a temblar.

“¿Qué ha sido eso?”, gritó su madre cuando un sonido inquietante y chirriante les rodeó.

Al cabo de un rato, el temblor cesó.

“Parece que hay problemas. Voy a echar un vistazo”. Agradecido por su suerte, Hornet se levantó de su asiento.

“Pareces muy aliviado, ¿verdad? Ya hablaremos de esto más tarde”.

Fingiendo que no la había oído, se dirigió a la puerta, pero antes de llegar, el pomo empezó a girar por sí solo.

“¿Han vuelto las chicas?”, preguntó su madre.

Si hubieran sido sus hermanas, habrían abierto la puerta y habrían entrado enseguida. Pero quienquiera que fuera estaba girando el pomo de la puerta sólo ligeramente. En resumen, alguien estaba tramando algo malo.

“¡Mamá, ten cuidado!”

Hornet instó a su madre a retroceder y se puso delante de ella. Después de un momento, la puerta se abrió, revelando a dos hombres que no conocía. Uno era un hombre joven, bien cuidado, de unos veinte años. El otro era mucho más viejo, envuelto en harapos y de pie detrás del más joven.

“Esa cerradura era difícil de forzar, lo que tiene sentido para un camarote de primera clase”, dijo el joven, claramente impresionado.

“¿Quién eres tú?”

“¿No podías pensar en algo un poco más inteligente que decir? Así son los NPCs, supongo”.

El primer pensamiento de Hornet fue que estaban allí para robarle, pero el joven parecía demasiado relajado para eso. Usando su habilidad de discernimiento, supo que el nombre del intruso era Yousuke Hiiragi. Poseía el Don, y su clase era Jugador de VRRPG.

Eso no le dijo mucho a Hornet. “Jugador” probablemente significaba algo así como “participante” o “concursante”, pero no tenía ni idea de qué podía significar VRRPG.

El desconocido era de nivel noventa y nueve, el límite superior para un humano ordinario que había obtenido el Don. Sus estadísticas eran apropiadas para su nivel, y no parecía poseer ninguna habilidad especialmente destacable. No tendría ninguna oportunidad contra un héroe.

Pero, ¿podía Hornet considerarlo como algo insignificante? A juzgar por su nombre, existía la posibilidad de que viniera de un mundo diferente. Hornet no podía bajar la guardia. Los visitantes de otros mundos suelen tener habilidades únicas.

“Espera, ¿eres un pirata?” Sacó su espada pero no atacó inmediatamente. Incluso contra un intruso, fue cauteloso, esperando a ver cómo se desarrollaba la situación.

“No, en absoluto”.

“¿Entonces qué haces entrando en la habitación de alguien?”

“Oh, supongo que estoy más cerca de un pirata de lo que pensaba. Al fin y al cabo, me voy a llevar sus objetos de valor”, dijo el otro hombre a su compañero.

“¡He preguntado por qué estás aquí!”

“Eres un héroe, ¿verdad? Quería ver cómo era un héroe”.

“¡Podrías haberme visitado normalmente!”

“Nunca había visto una cerradura como esa, así que quería ver si podía abrirla”.

“¿Te estás metiendo conmigo? Estás entrando sin permiso. No puedes quejarte si te atacamos”.

“Así es. Quería intentar luchar contra ti. Si quieres atacar primero, está bien”.

“¡Muy bien, entonces sólo eres un ladrón!” Hornet no pudo evitar pensar que el comportamiento de Yousuke era ilógico. Tal vez el tipo había perdido la cabeza, pero en cualquier caso, no estaba tramando nada bueno.

Sin moverse de su sitio, blandió su espada. A partir de cierto nivel, el alcance no significaba nada para un espadachín. Para alguien como Hornet, que tenía las clases de Héroe y Espada Imperial, una distancia de unos pocos metros no era nada. El destello de su espada debería haber cortado fácilmente el brazo de Yousuke.

“¡Caramba, este tipo es muy fuerte! Supongo que es un héroe para ti”.

“¡¿Qué?!”

Yousuke había bloqueado el tajo con una maceta. Había sido colocada dentro de la habitación como decoración, y aunque ciertamente era una pieza de alta calidad, no debía ser ni de lejos tan resistente. Sin embargo, el objeto delicadamente elaborado bloqueó por completo el ataque de Hornet. Ni siquiera le había visto recogerlo. De repente, Yousuke lo sostenía delante de él.

“Sí, todo el mundo se sorprende la primera vez que lo ve”, comentó el intruso. “Los espectadores probablemente ya se lo imaginaron, pero usé el Tiempo Bala del Sistema de Apoyo Táctico para agarrar la maceta, y luego la bloqueé para hacerla indestructible”.

Hornet se dio cuenta de que su oponente debía haber reforzado el objeto de alguna manera, pero seguía siendo sólo una pequeña maceta que podía sostener con una mano. Había un límite para que alguien pudiera defenderse con ella, por muy resistente que fuera. Había algún otro poder en juego que él desconocía.

Así que dejó de contenerse.

“¡Mil tajos asesinos!”

Si el otro hombre podía bloquear un solo ataque, Hornet simplemente necesitaba usar una técnica que no pudiera ser bloqueada o esquivada. Desplegaría innumerables golpes superpuestos y abrumaría por completo a su enemigo.

Lanzó su espada en todas las direcciones. Si Yousuke recibía el ataque de frente, sería cortado tan finamente que no quedaría nada de él. Pero algo se sentía mal. La espada sagrada que siempre le había servido bien, de repente se sentía extremadamente pesada en sus manos. El retroceso de sus golpes era tan severo que parecía que podía arrancarle los brazos, y le costaba una fuerza desmesurada controlar la trayectoria de la espada.

Sin embargo, la sensación sólo duró un momento. Al terminar su rutina, Hornet miró a Yousuke con la respiración entrecortada. El intruso permanecía ileso. Frente al joven despreocupado, su compañero mayor, que había estado de pie detrás de él hasta ese momento, se había desplomado en el suelo.

“Esto se está poniendo peligroso”, comentó Yousuke. “¿Puedo realmente vencer a este tipo? Supongo que debería explicarlo. Este tipo quería entregar una medicina a su nieto. Mientras la búsqueda está en curso, él es inmortal. Así que eso lo convierte en un muy buen escudo. Y hasta que termines la búsqueda, puedes sacarle mucho provecho llevándolo contigo”.

Aunque el anciano estaba tirado en el suelo, no parecía tener ninguna herida. Incluso después de recibir toda la fuerza del Tajo de las Mil Muertes, seguía de una pieza.

“De todos modos, lo llamaste el Tajo de las Mil Muertes, pero sólo fueron unas cien, ¿verdad?”.

“¿Qué has hecho?” Hornet no pudo evitar cuestionarlo al escuchar las palabras del otro hombre. Era demasiado extraño. No podía ignorar lo que había visto.

“Bajé la dificultad a Muy Fácil. De todos modos, ¡ahora me toca a mí!”

Yousuke lanzó un cuchillo. Era un ataque razonablemente fuerte con una velocidad considerable. Hornet lo esquivó y se movió para contraatacar, pero el cuchillo se incrustó en su hombro derecho.

Definitivamente lo había esquivado, y un simple cuchillo no debería haber sido capaz de atravesar la ropa de un héroe de todos modos. Ante el extraño suceso, Hornet se detuvo. No había recibido ningún daño significativo, así que se dispuso a continuar su ataque con sólo un momento de retraso, pero una vez más fue detenido por un repentino e intenso dolor.

“¡Hou!”, gritó su madre.

Un ataque había llegado desde su flanco. Un hombre de mediana edad había aparecido de la nada, clavando una espada en su costado. Este golpe no se parecía en nada al de Yousuke. Hornet se movió para ocuparse primero del recién llegado, pero en el momento en que lo hizo, el hombre desapareció.

“Vaya, eso es un héroe para ti. Incluso en el modo Muy Fácil, no muere de un solo golpe”.

Hornet no podía ser derrotado de esta manera. Incluso con sus órganos internos perforados, podía seguir luchando, pero dudó. Este hombre era completamente diferente a todos los que había combatido. No tenía ni idea de cómo tratar con él.

“Supongo que yo también lo explicaré”, ofreció Yousuke. “El hombre que acaba de aparecer es por una habilidad que tengo. Siempre que ataco, existe la posibilidad de que un tipo misterioso aparezca de la nada para ayudarme. Ni siquiera yo sé cuándo va a ocurrir, así que por mucho que me observes, nunca serás capaz de verlo venir”.

Debe haber sido algún tipo de magia de invocación. Pero incluso sabiendo eso, sin ninguna advertencia, no había forma de enfrentarse a ello.

“El cuchillo era un ataque crítico normal. Los críticos siempre golpean e ignoran las estadísticas de defensa. Puedes pensar que no son fiables, pero hay una habilidad que te permite acumularlos. Así que si los acumulas de antemano, puedes desencadenar un crítico cuando te apetezca”.

Incluso con la explicación de Yousuke, Hornet estaba totalmente perdido. Había gente que llamaba “golpes críticos” a los ataques excepcionalmente bien colocados, pero nunca había oído nada de que cayeran sobre un objetivo que ya hubiera esquivado, o que penetraran en el equipo de grado legendario de un héroe.

Hornet estaba siendo dominado. Era tan fuerte que parecía imposible que perdiera, pero parecía que no podía hacer nada. Por supuesto, si iba a por todas, debería ser capaz de ganar. Pero si lo hacía, era poco probable que la nave, y no digamos los demás pasajeros, salieran ilesos. No estaba dispuesto a arriesgar la vida de todos ellos.

“Qué interesante…”, murmuró, sorprendiéndose a sí mismo.

Pero no había nada interesante en ello. La idea ni siquiera se le había pasado por la cabeza, y sin embargo su boca había hablado por sí sola.

“Muy bien. Yo me encargo a partir de aquí”.

La conciencia de Hornet se apagó abruptamente.