Hell Mode (NL)

Volumen 5

Historia Secundaria 6: Creación de una Ciudad Fortaleza

Poco después de que el grupo de Allen se dirigiera a la mazmorra de rango S, una gran nave mágica atravesó el espacio aéreo de Ciudad Granvelle. Era la nave privada del vizconde Granvelle. La gran mayoría de las naves mágicas se alquilaban a Baukis. Pero no ésta — Allen había adelantado los diez mil oros de una sola vez y se la había comprado al vizconde.

Allen siempre había querido recompensar al vizconde de alguna manera, no sólo por todo lo que había hecho por él durante sus días de sirviente, sino incluso después de ingresar en la Academia, especialmente en lo referente a la restauración de la casa de Keel. No le importaba simplemente entregar el dinero directamente al vizconde, pero cuando intentó pensar en algo especial que sólo él pudiera conseguir, dadas las conexiones y el prestigio que había acumulado en Baukis, se le ocurrió la idea de comprar un barco mágico.

Al regalarle este barco al vizconde, Allen también le había pedido un favor. En concreto, le pidió que permitiera a los habitantes de su reino utilizar también el barco. Esto daría a la gente una mayor movilidad y, en consecuencia, ayudaría a promover el crecimiento económico dentro del reino.

Gracias a que el vizconde accedió a esta condición, el barco mágico transportaba en ese momento a algunos caballeros del reino y a un centenar de hogares. El barco se dirigía a la Aldea Rodin, el asentamiento donde el padre de Allen ejercía de jefe. Las familias a bordo esperaban encontrar trabajo allí.

En una sala privada había dos parejas de pasajeros ancianos. Una pareja, Zohan y Jenica, eran los abuelos paternos de Allen.

“¿Es cierto? ¿Ocurrió de verdad?” preguntó Zohan con incredulidad.

“¡Es verdad, te lo aseguro!” Contestó el Espíritu B que estaba sentado con ellos. “¡Sus esfuerzos salvaron a todo un país!”

“Vaya, vaya. Qué niño tan maravilloso ha criado nuestro Rodin. ¿Es nuestro nieto realmente tan increíble?”

“Por supuesto, Lady Jenica. ¡Lord Allen es más increíble de lo que las palabras pueden expresar!”

Los padres de Theresia también estaban en la sala. Sin embargo, esta era su primera experiencia montando una nave mágica. Estaban tan asombrados que habían estado apretados contra la ventana todo este tiempo.

Estos cuatro ancianos, todos siervos de nacimiento, habían dejado sus tierras a sus hijos para que pudieran hacer este viaje. Hacía ya bastante tiempo que Allen había pagado por cualquiera de su extensa familia que deseara convertirse en plebeyo.

“¡Vaya, oh cielos! Creo que el pueblo está a la vista. ¡Qué grande es!” exclamó Jenica, que se había asomado a una ventana.

Esto incitó a Zohan a hacer lo mismo. “Tienes razón, querida. ¿Es realmente una aldea fronteriza? Parece demasiado grande.”

La pareja tenía una buena vista aérea de la totalidad de la Aldea Rodin. La valla de madera que servía de perímetro delimitaba una superficie más de cuatro veces mayor que la de la aldea Krena, en la que se habían detenido antes. Alrededor de la valla había un amplio foso. El puente levadizo estaba levantado, lo que proporcionaba a la aldea una protección casi perfecta frente a los monstruos del exterior.

Cuando la sombra del barco mágico cayó sobre la aldea, los que estaban a bordo pudieron ver que el foso estaba vacío. Mucha gente y bestias parecidas a jabalíes estaban dentro, todavía trabajando para ampliarlo.

“¡¿Qu-Qué son esos?! ¡¿No son monstruos?!”

“Por favor, cálmese, Lord Zohan. Son Invocaciones de Lord Allen.”

“¡I-Invocaciones! Así que esos también son Invocaciones…”

Tanto Zohan como Jenica miraban incrédulos el trabajo de construcción que tenía lugar abajo.

Allen tenía la felicidad de su familia por encima de todo. Durante la guerra de Rohzenheim, había visto la destrucción que causaba en las vidas de los ciudadanos cuando el Ejército del Señor Demonio se ponía serio. Para proteger a su familia en caso de que él muriera en combate, Allen había puesto en marcha planes para convertir Villa Rodin en una ciudad fortaleza capaz de resistir el ataque de millones de monstruos.

Sus Invocaciones Bestia C estaban haciendo la mayor parte del trabajo pesado cuando se trataba de ampliar el foso, pero no eran buenos con los detalles más finos. Allen necesitaba aldeanos que ayudaran a fortificar la ciudad durante los meses en los que no había caza del gran jabalí. Sin embargo, si lo hacían, entonces no habría nadie para cuidar los campos. Por ello, Allen había consultado al vizconde Granvelle y había recibido permiso para traer cien familias a la aldea Rodin para que se ocuparan de la agricultura.

Detalles del reclutamiento publicados en la ciudad de Granvelle

• Cada familia recibirá un salario mensual de un oro (incluido el tiempo de viaje)
• Toda la familia está exenta de impuestos
• Se proporcionará alojamiento y comida para tres meses.
• La participación en la caza del jabalí es voluntaria (en caso de muerte, se pagarán 300 oros como paga de consolación.)
• Cuando se cacen jabalíes, se prestarán armas y armaduras gratuitamente.
• Periodo de empleo de un año
• Limitado a 100 hogares

La tasa de empleo era baja en este mundo. Naturalmente, un gran número de personas solicitaron la oportunidad. Al final, hubo que celebrar un sorteo para decidir quién era aceptado. Los ganadores estaban ahora mirando a la Villa Rodin desde el barco mágica.

“Maldita sea, impresionante. Así que esta es la Aldea Rodin, donde podemos ganar un oro al mes trabajando.”

“Es mucho más grande de lo que pensaba. ¿Puedes siquiera llamar a esto una aldea? Es más bien una ciudad, ¿no?”

“¿De verdad nos van a dar un lugar donde vivir y comida por un tiempo?”

Los grandes jabalíes que se cazaban durante la temporada de otoño nunca aparecían en las cercanías de Ciudad Granvelle, por lo que habían sido descritos a los inmigrantes como meras “bestias que ensucian los campos de los granjeros”. Durante la caza propiamente dicha, se proporcionaban armas y armaduras, e incluso acudían aprendices de caballero, por lo que el nivel de peligro ya no era tan alto.

Una vez que una persona se unía a la caza, se corría la voz de las ventajas de hacerlo y el número de inmigrantes que solicitaban el puesto se disparaba a partir de la siguiente vez. Además, mantener el periodo de empleo en un año e intercambiar constantemente a las personas resultaba eficaz para elevar el nivel medio de los ciudadanos del reino. Los que volvían a la ciudad lo tendrían mucho más fácil para encontrar un nuevo empleo.

Cuando la nave mágica aterrizó en el embarcadero de la Aldea Rodin, aparecieron unos caballeros para escoltar cortésmente a los abuelos de Allen.

“Por aquí, señores, señoras.”

“¿Hemos llegado? Gracias por ser tan amables.”

Los caballeros también condujeron a los aldeanos recién llegados a la plaza abierta del centro de la aldea. Allí encontraron a Rodin, el jefe de la aldea, esperándoles.

El que dirigía a los caballeros, el vicecapitán Leibrand, saludó a Rodin. “Jefe de la aldea. Espero que se encuentre bien. Aquí está la nueva cuadrilla de los que trabajarían aquí.”

“Bienvenido, Vice-Capitán Leibrand. Gracias por venir hasta aquí.” Rodin se inclinó respetuosamente. “Estamos preparando el habitual banquete de bienvenida. Por favor, descansen mientras tanto.”

La zona residencial para los nuevos inmigrantes estaba situada cerca de la plaza del pueblo.

“Entiendo. Hay muchos alimentos y alcohol cargados en el barco. Siéntanse libres de usarlos para el banquete.”

Todos estos alimentos y alcohol también habían sido pagados por Allen.

***

Cayó la noche y comenzó la fiesta de bienvenida para los nuevos residentes y los caballeros que los escoltaban. Se había montado una enorme hoguera en medio de la plaza del pueblo.

“A todos, gracias por hacer el largo viaje hasta nuestra aldea. Soy Rodin, el jefe de la aldea. Esta es su fiesta de bienvenida. Espero que se diviertan.”

Cuando Rodin terminó de dar su discurso con su mejor voz de jefe de aldea, la fiesta empezó en serio. La carne que se servía era carne fresca de monstruos que Allen había hecho traer a sus invocaciones desde las Montañas del Dragón Blanco. Llamaba especialmente la atención el monstruo lagarto de rango B de cinco metros de altura que habían descuartizado y traído.

“Myulla, querida, ¿dices que esta carne también la trajo una de las Invocaciones de Allen?” preguntó Jenica, acariciando suavemente la cabeza de su nieta.

“¡Sí!” respondió Myulla, con los ojos brillantes. “Era de esteeeee gran tamaño, y cuando la Invocación lo soltó, fue como, ¡booooooooom!” Extendió los brazos, haciendo todo lo posible por recrear la escena de un Dragón B introduciendo en su boca el cadáver de un monstruo.

La anciana se preguntó cuándo había sido la última vez que había podido llenarse el estómago con tanta carne como deseaba.

Cerca de allí, Zohan y Rodin estaban teniendo un momento de padre e hijo. Rodin había fundado Aldea Krena cinco años antes de que naciera Allen, lo que significaba que habían pasado veinte años desde la última vez que se vieron.

“Mírate, siendo un auténtico jefe de aldea y todo eso.” Zohan recordó cuando su hijo se marchó a los quince años, diciendo que quería su propio campo. Había sido un granuja que prefería blandir su lanza y gastar bromas a los demás que ayudar en las tareas del campo.

“Yo tampoco me lo creo. Aunque supongo que, comparado con Allen, no soy diferente a los demás.”

“La noticia del cazador de jabalíes Rodin llegó incluso a nuestro pueblo, ¿sabes? Me hizo feliz.”

“Papá…” Todo lo que había sucedido en los veinte años desde que Rodin llegó a la Aldea Krena pasó por su mente.

Zohan se volvió hacia su nieto. “Mash, ¿crees que Allen es genial?”

“Mm.” Mash asintió tímidamente.

“¿Cuándo crees que va a volver a casa?”

“Ni idea”, Rodin se encogió de hombros. “Se ha ido a otro país. Quizá vuelva después de convertirse en campeón.”

“Un campeón. Eso sí que es algo que esperar.” Zohan esperaba poder conocer a Allen algún día.

“En cualquier caso, ya no tienes que trabajar en el campo, papá, mamá. Ahora puedes tomártelo con calma y vivir como quieras.”

“¿Estás buscando pelea?”

“¡¿Qué quieres decir?! ¡¿Sabes qué edad tienes?!”

Esta casa tenía espacio más que suficiente para acomodar a los padres de Rodin y Theresia. Sin embargo…

“Fuiste y te convertiste en un pez gordo después de convertirte en jefe de la aldea, ¿eh? Granuja. Por supuesto que ayudaré. ¿Cómo no hacerlo después de haber venido hasta aquí?”

La sonrisa de su padre hizo suspirar a Rodin al recordar que así era la personalidad de su padre.

Y así, con la llegada de los nuevos aldeanos y los abuelos de Allen, la aldea Rodin siguió creciendo aún más que antes.