Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 23

Extra Historias Cortas 1: Hora Del Té Con Una Amiga

En los cielos del reino de Beltrum, Celia regresaba al reino de Galarc en la aeronave que había partido del territorio de Claire. Estaba sentada en el sofá de un camarote frente a Aria, que la había acompañado en su viaje como su guardia.

“Ya debería estar listo. Aquí tienes”. Aria sirvió té en una taza y se lo ofreció a Celia.

“Gracias. Huele muy bien”.

Celia cogió la taza con la mano derecha y respiró hondo para disfrutar del aroma. Luego inclinó la taza para verterlo con elegancia en su boca.

“Maravilloso como siempre”, dijo feliz.

“Muchas gracias. Si he impresionado a una entusiasta del té como tú, entonces puedo tener confianza en mí misma”. Aria se sirvió una taza con una sonrisa de satisfacción.

“Incluso sin impresionarme a mí, impresionas a Liselotte todos los días,

¿no?” dijo Celia con timidez.

“No negaré que mi amo es tan entusiasta como tú. Mencionó que quería volver a tomar el té contigo alguna vez”.

“¿De verdad? Me encantaría”.

“Por favor, síguele la corriente cuando tengas tiempo”.

“Por supuesto”. Celia asintió feliz y tomó otro sorbo de su té.

“…” Aria comenzó a beber su té en silencio. Así, los dos se relajaron de su viaje disfrutando de su té durante un rato. Hubo pausas en la conversación, pero el silencio nunca fue incómodo. El tiempo pasaba tranquilamente.

“Esto es la felicidad.” “En efecto”.

Ésas fueron las únicas palabras que intercambiaron, hasta que Celia soltó una risita.

“He-he.”

“¿Pasa algo?” preguntó Aria con curiosidad.

“No. Pasar tiempo contigo así me hace recordar nuestra época en la academia. Me hace feliz recordar aquellos días”.

“Ya veo. La verdad es que fue un gran momento”. “Solíamos estudiar juntos por aquel entonces”.

Celia miró a lo lejos, recordando en silencio el pasado.

“Lo hicimos. No puedo creer que hayan pasado más de doce años desde entonces”.

“¡¿Eh?! Vaya, tienes razón. Realmente ha pasado tanto tiempo”.

“La idea de envejecer con cada año que pasa es desagradable”, se lamentó Aria con un suspiro.

“¿De verdad? Creo que te has vuelto más guapa con el tiempo. Ya eras guapa antes, pero ahora lo eres aún más”. Celia elogió a Aria con una risita divertida.

“No ganas nada adulándome”.

“No pasa nada. Lo digo porque quiero”, dijo Celia con una sonrisa.

“Ya veo…” Aria sonrió con una pizca de timidez, luego observó a Celia de cerca. “Mientras tanto, tú no has cambiado nada”, dijo.

“¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¡He cambiado mucho! ¡Debo de haber crecido más desde que tenía doce años!”. Celia se levantó alterada y utilizó su mano para mostrar lo alta que solía ser en comparación.

“Oh, no sé nada de eso. Pero en cualquier caso, siempre has sido extremadamente adorable. Por fuera y por dentro también”, dijo Aria con tono suave mientras la imagen de la Celia del pasado se superponía a la persona que tenía delante.