Kenja no Deshi wo Nanoru Kenja (NL)

Volumen 7

Capitulo 17: La trampa

A la una de la tarde, todos los que habían recorrido la ciudad en busca de información volvieron a reunirse en la habitación de Cyril.

Mira y Emella fueron las primeras en llegar, pero se detuvieron en el patio de comidas y compraron comida para diez personas, de modo que los demás tuvieran suficiente cuando llegaran.

Al final, todos se reunieron y comenzó un almuerzo de trabajo.

Aaron fue el primero en hacer su informe. Había preguntado a sus amigos aventureros y a los empleados de la Unión de Gremios si había algún lugar en los alrededores que pareciera sospechoso o criminal. Hizo bien en dejar vagas sus preguntas; si se extendía el rumor de que estaba buscando el cuartel general de Quimera Clausen, el enemigo probablemente se daría cuenta.

Pero un simple interrogatorio no arrojaría luz sobre una organización que llevaba años acechando en la sombra. Razonó que si las organizaciones sospechosas eran lo bastante conocidas como para ser nombradas con tanta facilidad, no podían estar relacionadas con la astuta Quimera Clausen. Por lo tanto, sus preguntas en realidad estaban destinadas a eliminar a estas entidades de la búsqueda, bajo el supuesto de que no estaban relacionadas.

“Esta tarde, registraré el puerto como estaba previsto. Es todo lo que tengo por ahora.” Aaron estiró un brazo para tomar una jugosa hamburguesa, que se metió en la boca, con la salsa chorreando por los lados. “Mm, esto sí que sabe bien.”

Nadie había tocado la comida durante su informe. Sólo Mira había sorbido un au lait de caramelo. Pero la jugada de Aaron había dado lugar al nacimiento de una nueva regla: los que habían terminado sus informes podían comer. Todos competían por ser el siguiente en dar la noticia.

Asval y Flicker habían peinado los terrenos baldíos de los alrededores, mientras que Zef había observado el flujo del tráfico. Pero por el momento, no tenían ninguna información especialmente útil.

No tardó en llegar el turno de Mira. Observó a la gente que disfrutaba de su abundante almuerzo y empezó a compartir la información que había recibido de Gregor. Parecía seguro que el miembro de élite de Quimera Clausen que había blandido la espada era hijo de Gregor. Y aunque una vez había sido vicecapitán de la escolta del Grupo de Investigación Arqueológica, esa organización ya no existía.

“Las ruinas que investigaron sí me suenan. Pienso investigarlas esta tarde.” Mira terminó su informe y tomó el pollo frito.

Mientras Mira masticaba, Zef arrancó una patata frita y preguntó: “Esas ruinas no serán por casualidad el Cementerio Desgarrado por la Guerra, ¿verdad?”

“¿Lo conoces?” Mira regó su pollo con el au lait de caramelo y se inclinó hacia Zef expectante.

“Bueno, sí. A todo el mundo le gusta la arqueología.” Zef se echó una patata frita a la boca, cruzó los brazos sobre la mesa y sonrió como un niño pequeño antes de lanzarse a una improvisada conferencia.

Ozstein estaba en la parte occidental del continente, cubierta en su mayor parte por páramos… pero los páramos albergaban en realidad muchas ruinas ocultas. El Grupo de Investigación Arqueológica era un equipo arqueológico de élite formado para excavar e investigar esos yacimientos.

Sus resultados fueron asombrosos: el grupo había descubierto diez ruinas en sólo unos años.

Pero seis años después de su fundación, mientras investigaban su décimo yacimiento, el grupo y sus guardaespaldas habían desaparecido repentinamente de la noche a la mañana. Las ruinas que habían estado investigando en el Ducado de Roslein se llamaban Cementerio Desgarrado por la Guerra.

“Nadie sabe por qué ocurrió. El mundo académico cree que los secuestraron, pero yo soy más del tipo conspiranoico. Creo que allí encontraron unas armas antiguas muy locas y que los desaparecieron para encubrirlo. Incluso encontraron sangre que pensaron que podría ser del grupo de investigación.”

Después de contar la historia, Zef tomó otro puñado de patatas fritas y se sentó en su silla.

Emella se inclinó sobre la mesa. “¡¿Quieres decir… como una antigua espada demoníaca?!”

Si a “todo el mundo” le gustaban las ruinas antiguas, a Emella le gustaban las espadas antiguas.

“Algunos piensan que sí. La teoría pública es que todos fueron asesinados por trampas. Roslein afirma que el grupo fue eliminado de un solo golpe por alguna trampa colocada en el Cementerio Desgarrado por la Guerra.”

Emella se desplomó con tristeza. “Aww, ¿en serio…?”

“Entonces, ¿aquí es donde entra Roslein? Huele mal…” Murmuró Mira y apoyó la barbilla en la mano. Comercio Melville, el siguiente en la línea de sucesión al trono y que se creía emparentado con Quimera Clausen, operaba en el Ducado de Roslein. Y Mira acababa de conocer al segundo al mando del mismo grupo de investigación que había sido “asesinado con trampas” en el territorio del ducado.

“Sí. Cuando escuché tu informe, se me aceleró la sangre. Si un miembro de ese grupo sigue vivo, entonces…” Los ojos de Zef brillaron. Se lanzó a una explicación de la situación actual en el Cementerio Desgarrado por la Guerra.

El lugar estaba bajo estricto bloqueo por parte del Ducado de Roslein. La razón era, aparentemente, tanto evitar el robo de valiosos artefactos como evitar más muertes por trampas. Pero según los amigos de Zef con intereses similares, había mucha seguridad alrededor del lugar, como si ocultaran algún secreto mayor.

Estaba claro que allí se ocultaba algo. Al menos ahora todas las señales apuntaban a un solo lugar.

“Creo que debería investigar esto.” Decidió Mira, ofreciéndose voluntaria con naturalidad. ¿Cómo no iba a hacerlo?

“Sí. Es más fácil para ti ya que puedes volar, ¿eh?” Aaron estuvo de acuerdo mientras comía la comida que le quedaba.

Llegar al Ducado de Roslein llevaría dos días completos por tierra. Pero por aire, sólo sería medio día. Cuanto más tardara la búsqueda, mayor sería el riesgo de que el enemigo se fijara en ellos. El tiempo era esencial.

Zef observó a Mira. “Puedes llegar rápido si vuelas… pero el problema es entrar. Destacas demasiado.”

Era tan adorable como una niña, pero tenía el porte de una adulta. Con un largo y ondeante cabello plateado que parecían hilos de luz entretejidos, Mira parecía un ángel. Incluso entre la multitud, destacaba. Había aprendido a ignorar las miradas, pero el hecho seguía ahí.

“No te preocupes por eso. Resulta que tengo un truco en la manga.” Dijo Mira con orgullo. Acababa de adquirirlo, pero estaba deseando ponerlo a prueba de inmediato. Hinchó el pecho con una sonrisa de suficiencia.

“A mí me parece que estará bien.” Asval se rio.

“¿Cuán omnipotente puedes ser?” Zef suspiró con una sonrisa. “Mira, tus sonrisas de suficiencia son adorables.” Flicker —que

había estado aguantando admirablemente— se desmayó de repente por el éxtasis.

“Una vez más, me disculpo por ella.” Dijo Cyril.

***

Mientras todos charlaban, Emella miró un mapa de Roslein antes de fruncir el ceño y volverse hacia Zef.

“¿Dónde está este Cementerio Desgarrado por la Guerra? No está en mi mapa.” Parecía que no había renunciado a la teoría de la antigua espada demoníaca.

“Oh, eh… Está en el noroeste de Roslein, pero no se puede entrar desde el nivel del suelo.” Dijo Zef. Explicó que se trataba de una catacumba sin entrada directa: la enorme estructura estaba completamente cerrada y enterrada.

Para llegar a él, hay que atravesar el túnel excavado por el grupo de investigación. En todos los puestos de control anteriores al túnel había personal de seguridad. Su único punto de entrada no ofrecía ningún lugar donde esconderse; incluso los especialistas en operaciones encubiertas tendrían dificultades para entrar.

“Hrmm, ya veo. ¿Y dónde está ese túnel?” Sondeó Mira.

“Ellos… no me lo dijeron.” Zef se reclinó en la silla y miró al techo, decepcionado. Sin embargo, dado que el Ducado de Roslein gestionaba el Cementerio Desgarrado por la Guerra, probablemente podría obtener los detalles investigando allí.

“Bueno, tendré que buscar cuando llegue.” Decidió Mira, como si eso no fuera un obstáculo.

“De todos modos, allí tenemos aliados.” Convino Aaron.

Scorpion y Snake. Si Mira se reunía con ellos, probablemente no sería difícil encontrar la entrada.

“Partiré hacia Roslein esta tarde.” Anunció. “Eso significa que todos ustedes tendrán que buscar la base de Quimera Clausen solos, pero confío en que puedan manejarlo.”

Todos los miembros de Carillón Escarlata asintieron y respondieron que sí.

La reunión prosiguió con una discusión de detalles mientras comían las diez raciones que Mira había comprado. Tras terminar las últimas migajas, se dispersaron.

***

Después de que los demás miembros se hubieran dispersado por la ciudad, Mira se detuvo junto al comerciante de la cuarta planta del edificio de la Unión de Gremios para comprar un mapa de los alrededores de Sentopoli y Roslein.

Subió desde el primer piso, echó un vistazo a todos los aventureros y al instante le recordó a la estación de tren. Al igual que la estación de tren y Exceso Epicúreo, el cuarto piso de la Unión del Gremio de Aventureros estaba repleto de tiendas que los aventureros adoraban.

Me sorprende la estética del lugar…

Mira esperaba que fuera una tienda sindical. Pero en lugar de eso, estaba lleno de vendedores especializados. Parecía que sólo la cuarta planta podía satisfacer todas y cada una de las necesidades de los aventureros. Con el corazón acelerado ante la animada escena, Mira olvidó su objetivo inicial y se dirigió hacia la tienda más cercana.

Hrmm. He oído hablar de este vendedor antes.

A pesar de ser sólo una tienda, ocupaba el 40% de la planta. Mira se quedó mirando el cartel y ladeó la cabeza. Tras devanarse los sesos durante diez segundos, por fin recordó un encuentro casual en la estación de tren unas semanas antes.

Cedric Dinoire había recibido a Mira en el andén el primer día de su viaje en tren. La tienda que tenía delante era Comercio Dinoire, sucursal de Sentopoli. Era un establecimiento muy conocido que comercializaba productos manufacturados a los aventureros.

***

Paredes blancas y suelos de madera: las estanterías de la tienda estaban perfectamente organizadas y en ellas se exponían diversos productos. Mira echó un rápido vistazo a su alrededor, sonrió entusiasmada y empezó a examinar sistemáticamente todas las estanterías de un extremo a otro.

Comercio Dinoire tenía todo tipo de artículos aptos para el hombre o la bestia. Había dispositivos de seguridad que podían detectar a los monstruos que se acercaban cuando los colocabas alrededor de tu campamento, linternas que funcionaban con tecnomancia, sartenes que podían calentarse solas, hornillos portátiles que funcionaban con tecnomancia, kits fáciles de montar para ahumar comida e incluso productos básicos como repelentes de insectos y bloqueadores de olores. Cuanto más buscaba Mira, más segura estaba de que la comodidad a la hora de comprar había avanzado muchísimo en los últimos treinta años.

No pudo evitar tomar una cesta y echar un vistazo a la mercancía.

Oho. ¿Así que esto es lo que llaman una pila mágica?

Un estante cerca del mostrador del cajero contenía una gran cantidad de artículos azules que se parecían terriblemente a las pilas

3. En la estantería había carteles que decían ¡Sólo 3.000 ducados por pila mágica! Compre una y llévese dos piedras de movilidad media. Estas pilas mágicas eran los artículos óptimos para los productos de tecnomancia.

Tres mil ducados, ¿eh? En ese caso…

Al ver el precio, Mira da media vuelta y vuelve a la estantería por la que había pasado antes. Miró la etiqueta de otro producto.

Era un purificador de agua que funcionaba con tecnomancia. Este popular artículo de Comercio Dinoire podía filtrar el agua de ríos, lagos, estanques, el océano e incluso la orina para potabilizarla. Requería pilas mágicas o piedras de movilidad para funcionar, pero la descripción afirmaba que podía filtrar hasta cien litros de agua con una sola pila mágica.

Tres mil ducados por cien litros, así que… treinta ducados por litro. Hrmm, puedo ver por qué es un éxito de ventas.

Mientras uno tuviera una fuente de agua, dispondría de agua potable pase lo que pase. Esto era esencial para los aventureros, y el agua en sí era incómoda de transportar en grandes cantidades. El purificador tecnomántico reduciría enormemente esa carga. Mientras Mira leía la etiqueta, tres aventureros se habían acercado a comprarlo.

Estoy segura de que lo necesitaré en algún momento.

Mira echó uno en su cesta. Luego volvió al mostrador y tomó tres pilas mágicas. Pero no se detuvo ahí, sino que siguió recorriendo la tienda. Después de comprar artículos por valor de cien mil ducados — incluidos, naturalmente, bloqueadores de olores y similares—, finalmente hizo cola ante el mostrador.

“¡Bienvenida!”

Pronto le llegó a Mira el turno de pagar, así que colocó su cesta sobre el mostrador. Justo entonces, se acordó de algo. Rebuscó en su bolsa para recuperar su adorable tarjetero y mostró la tarjeta que había recibido de Cedric Dinoire a la cajera.

“Creo que tengo un cupón. ¿Aceptaría esto?”

La cajera asintió. Pero cuando miró el reverso de la tarjeta, sus ojos se abrieron de par en par por un momento. La colocó sobre una especie de dispositivo.

¿Va a ser un problema? Mira empezó a preocuparse.

“Será un descuento del veinte por ciento del total de su pedido.” Dijo y reanudó la suma de los productos. Sonaba prometedor.

Mira pagó así su cuenta de 80.000 ducados y sonrió tanto por el cambio como por la tarjeta que le habían devuelto. Parecía que podía usarla más de una vez.

Qué agradable viaje de compras. Quizá vuelva a visitar Comercio Dinoire cuando necesite algo más.

Tras caer en la trampa de Cedric, Mira abandonó alegremente el edificio de la Unión de Gremios.

… Sólo para volver corriendo presa del pánico a comprar el mapa por el que había venido en un principio.