Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 9

Capítulo 2: Con Frecuencia, Solo Te Das Cuenta De Lo Importante Que Eran Tus Compañeros Una Vez Que Dejaron El Equipo

Parte 1

Después de la escuela, en el aula de costura #2.

—Según escuché, ¿van a aceptar las “insignias del destino”?; Era inusual que Hinami me estuviera preguntando por algo distinto a sus tareas.

—Siempre te enteras rápido de las cosas…

Estaba un poco sorprendido de que se haya molestado en sacar el tema conmigo. Me explico, yo había asumido que Hinami diría algo como, Son solo supersticiones, es tonto creer en ellas.

—El consejo estudiantil también está involucrado; Explicó. —No sabía que eras del tipo de que los que creen en tradiciones románticas.

—Bueno, simplemente pasó. Es un poco emocionante ser parte de una tradición de diez años, y Kikuchi-san parecía también estar entusiasmada; Le respondí, aunque recordaba lo que Mizusawa me había dicho por la mañana.

Habíamos tenido esa pelea con Kikuchi-san Tenía que preguntarle a Hinami sobre ello.

—… Entonces, um. ¿Puedo preguntarte algo?

—¿Hmm? ¿Qué pasa?

Lo vi más como un simple chequeo que como una gran cuestión. —Hinami, ¿te habías dado

cuenta… qué mi relación con Kikuchi-san se estaba yendo a pique?; Pregunté con cautela. Después de cierto silencio, Hinami dijo gruñona. —… En realidad no entiendo a qué te refieres.

—Me refiero exactamente a lo que dije. Te tuve al tanto varias veces sobre la situación, ¿verdad? Me estaba preguntando si nunca se te había ocurrido cuando sacaba el tema.

Era lo que Mizusawa había dicho y las dudas que me había dejado.

Tenía la sensación de estar tratando de mirar a través de un agujero hacia algo que se me había escapado. —Quisiera que me dieras una respuesta honesta.

Estaba determinado a nadar en aguas profundas si tenía que hacerlo.

Pero por alguna razón, ella solo suspiró y frunció el ceño como si fuera algo tedioso.

—… Ugh; Y luego dijo, indiferente, como si fuera obvio. —Por supuesto que me di cuenta. Sabía que definitivamente ibas a arruinarlo si seguías así.

—¡…!; Era algo molesto de oír.

No quería culparla por los problemas en mi relación. Pero me punzaba algo parecido a enojo, o tristeza.  incluso creo que una parte de mí lo había estado esperando.

—¿Entonces por qué no me lo dijiste?; Era como si quisiera hacer brillar una luz a través de ese agujero, y su respuesta me hubiera dado una pista.

Hinami parecía molesta por la perspectiva de tener que explicarse. —Incluso si están saliendo, no hay garantías de nada. Eventualmente, iban a terminar peleándose de todos modos.

Era la misma Aoi que ya conocía, construyendo sus excusas con correctísimo rigor.

—Pero aun así, deliberadamente no hiciste nada para prevenirlo…; La interrumpí. Estaba poniendo mis esperanzas en esto.

Pero ella siguió explicando. Su expresión no había cambiado en nada. —Lo que más querrías evitar es que las cosas se arruinen hasta un punto de que la relación se rompiera. Tu primera pelea es de práctica, en algún sentido. Habían motivos claros, era fácil de resolver, y era mejor si fuera en realidad un malentendido en donde no hiciste en verdad nada malo, ¿cierto? Así que imaginé que sería más eficiente que tuvieras tu primera práctica con algo fácil. Es decir, preferí no hacer nada.

Hinami como siempre, alineó su razonamiento claro y bien pensado. Ahora que la estaba escuchando, no buscaba hacer daño. Solo eran los pasos para alcanzar la meta por el camino más corto.

—Y luego hablaron y lo arreglaron. ¿No crees que eso les permite cultivar una relación donde pueden ser abiertos el uno con el otro? Además, Yuzu les preguntó si querían heredar las viejas insignias de la escuela, ¿no? Tu relación ha progresado un montón en estos últimos días.

Era cierto que desde entonces, Kikuchi-san y yo habíamos logrado comunicar nuestros sentimientos, e Izumi había pensado lo del evento, preocupada por nuestra pelea.

Si solo miras la cadena de eventos, explicaba con lujo de detalles nuestro progreso.

—Entiendo lo que estás tratando de decir, pero…; Había tanta falta de consideración por nuestros sentimientos…

Todo lo que había en su interior era su habitual lógica, fría y dura.

—Por favor nunca hagas de nuevo algo así; Estaba casi a punto de perder control de mí mismo, y mi voz temblaba un poco. Pero no estaba enojado por el percance.

Lo que era frustrante y triste es que Aoi Hinami fuera así, después de todo.

—Escucha; Me dijo. —Conseguir una novia era a fin de cuentas solo un objetivo a mediano plazo.

Si lo que quieres es cumplir con eficiencia una meta aún mayor……

—Hinami; La detuve. —… Lo siento. Solo detente; No podía soportar más esta discusión. Se parecía mucho a lo de las vacaciones de verano  ese “adiós” en la estación Kitayono.

—… ¿Qué quieres decir?; Los ojos de Hinami eran fríos.

—No es que esté rechazando tus valores; Esta vez… era más como una autodefensa.

—¿Entonces qué es?

No era como si tratara de invalidarla. Después de aquella despedida en la estación Kitayono, había decidido también soportar su parte testaruda y fría cuando estuviera con ella. Por mi propia voluntad, había declarado que le enseñaría como disfrutar la vida.

En algún sentido, era inevitable que ella también aplicara su precisa exactitud a mi relación con Kikuchi-san. Había aceptado que esos eran sus valores en ese instante.

Pero…

—Si te sigo escuchando, podría llegar a empezar a odiar la forma en que haces las cosas y la manera en que las piensas… Así que no quisiera escuchar más por el momento. Solo le dije lo que estaba pensado.

Entiendo que Hinami tenga su perspectiva. Entiendo sus puntos de vista.

Y tuve personalmente varias veces la experiencia, que desde ciertos ángulos, esta forma de pensar siempre acertaba.

Pero…

—Incluso sabiendo que tu forma de hacer las cosas es correcta, me preocupaba llegar a odiar tus métodos, por cómo me hacen sentir; Me expliqué con cierta dificultad.

Quería conocerla. De verdad, en serio quería entenderla. Pero si yo me seguía empapando en su fría precisión, si seguía aplicándolo a cómo actuaba con las personas que me importaban…

…… Sabía que llegar a entenderla estaría fuera de cuestión si mi corazón no la alcanzaba en el

camino. Iba a terminar odiándola.

Para las personas, hay más que la lógica.

—Así que necesito proteger esa parte de mí mismo. No quiero escucharte decir nada más. Al menos no ahora, cuando me sentía al borde de la cornisa desde el asunto con Kikuchi-san.

—… Hmm; Como se esperaba, Hinami respondió sin ningún cambio en su expresión. Le había dicho mis sentimientos en un intento de exponer todo lo que había en mi corazón, y no podía ni siquiera saber cómo se había tomado lo que le había dicho.

Eso me pareció desequilibrado. Ahora que en verdad lo pienso, tal vez siempre haya sido así.

—Hey, Hinami; Proseguí, tratando de acercarme un poco más a ella. Esto no era un rechazo, en absoluto.

Pero tal vez no era lo que tenía que priorizar justo ahora.

—¿Qué te parece si suspendemos nuestras reuniones por un tiempo?; Sugerí.

Los ojos de Hinami, solo por un instante, se abrieron mucho. —… ¿Por qué?; Era raro de su parte

preguntarme por mis motivos.

Así que le conté como me sentía, tratando de ser honesto. —Una razón es que tengo miedo de llegar a odiarte si te sigo escuchando. Y la otra es que…… ; La cara triste de mi novia pasó por mi mente; —Quiero pasar más tiempo con Kikuchi-san.

Ahora que lo pienso, tenía reuniones con Hinami a la mañana y después de la escuela, y en los fines de semana íbamos a las reuniones fuera de línea juntos.   podía estar aterrado de pasar

más tiempo con ella que con Kikuchi-san.

Por supuesto, no creo que la cantidad de tiempo pasado con alguien se relacione directamente con la profundidad de la relación, pero aun así, si estoy saliendo con una chica. si quiero estar

bien con Kikuchi-san…

Si voy a estar listo para que heredemos las viejas insignias de una tradición de diez años…

Todavía no estaba lo bastante preparado como para dejar algo por ello, como había hablado con Mizusawa, y tal vez solo le estaba restando importancia. Pero al menos necesitaba ordenar mis prioridades.

Después de escucharme, Hinami estuvo en silencio durante un tiempo antes de darme un leve asentimiento. —Muy bien…

Su expresión era tan dura como el hierro, como ya esperaba, y yo ni siquiera podía adivinar que emociones estaba tratando de esconder. O si siquiera sentía algo.

Ella nunca hablaba sobre sus emociones…… ella nunca dejaba pistas que te permitieran ver su interior.

—Entonces a partir de ahora, nuestras reuniones serán irregulares. Te dejaré manejar las tareas que te doy, y solo vendremos aquí cuando ambos queramos. ¿Estás bien con eso?; Dijo ella sin vacilación y yo asentí en silencio.

—Okay. Avísame si pasa algo más; El tono de voz de Hinami no mostraba la menor reticencia por separarnos. Me chocó un poco la forma en que no se resistió de ninguna forma a mi propuesta, pero no era más que por mi propio ego.

—Sí, entonces… Nos vemos.

Vi a Hinami irse sin mostrar dudas, e incluso aunque yo era el que lo había sugerido, sentí como si fuera era ella la que me estuviera dejando.

Pensé en que me sentía cómodo aquí, en el ambiente del viejo edificio.

Pero en aquel mismo momento, ese ambiente era irremediablemente solitario.

***

El cielo se había puesto naranja, radiante sobre los estudiantes que regresaban a casa.

El viento que soplaba traía el mismo viejo olor a pasto seco y tierra sobre los siete que caminábamos hacia la estación.

Hinami iba en diagonal delante de mí, su anterior expresión dura no se veía por ninguna parte mientras se burlaba de Takei y se reía con Tama-chan. Un poco delante de ellos estaba Mizusawa, con el que había hablado ese día durante el descanso sobre mis sentimientos. Él hablaba casualmente sobre su actual cacería de citas, mientras Tachibana y Mimimi se divertían a sus expensas.

Cuanto más miraba, más se veía todo como puras formalidades. Hasta donde podía decirlo, nadie allí estaba expresando nada substancial o sincero.

Llené los momentos vacíos con sonrisas normies y comentarios sobre lo que decían, ahora podía hacerlo de forma completamente automática. Pero me sentí abandonado, completamente solo. Cuanto más me adaptaba a este lugar, más lejos sentía que iba a ser arrastrado a algún lugar lejano.

—¡Heeey, Chico Antebrazo, atento!

Junto con el sobrenombre —con el que nunca estuve de acuerdo— de repente algo voló hacia mí. Lo vi venir, pero mi cuerpo no se movió.

—¡Wow!

La mochila me dio en la cara, y luego cayó pesadamente al suelo. Todos los que caminaban conmigo y que lo vieron se echaron a reír, ¿pero cuánto de eso era verdadera emoción? Con torpeza, puse una sonrisa, diciendo. —Lo siento, lo siento; Mientras levantaba la mochila del suelo. Parecía ser la de Tachibana.

—¡La atrapaste de frente!; Ese era Takei, sonaba divertido. Era siempre ruidoso y molesto, pero la gracia obvia que le había causado de alguna forma me tranquilizó.

—¿Cómo es que se atrapa así?; Mi respuesta animada hizo reír a todos. En estos días, puedo pretender ser un normie por simple costumbre. Es exactamente eso lo que me hace sentir vacío.

Le devolví la mochila a Tachibana y volteé la cara al frente. Mis músculos faciales se han vuelto mucho más fuertes, así que sonreír ya no duele. Pero si sigo sonriendo así, algo más empezará a doler.

—¡Hey! Dale un respiro, ¿okay?

—¡El siguiente turno es para Takei, ja!

Las voces estaban cerca, pero sonaban lejanas. Me quedé mirando a algún vago lugar entre la tierra y el cielo, uniéndome a todos con sentimientos encontrados. Todavía tenía esa sonrisa, y un cierto tono de voz. Cuanto más miraba, más notaba que la resolución del mundo disminuía.

¿Seguía viendo un mundo lleno de color en ese instante?

—… ¡Cerebro!; La voz que alcanzó mis oídos era infinitamente brillante, tan nítida como el cielo azul.

—… ¿Eh?

—¿Lento para captarlo como siempre, eh, Cerebro?; Su tono era burlón y travieso, pero también amable.

Cuando volteé la vista, Mimimi estaba moviendo las cejas y mirando de cerca mi cara mientras yo me frotaba la nariz, donde me golpeó la mochila.

—… ¡C-Cállate!; Respondí a su ataque sorpresa. Mi extensa práctica lo había vuelto un reflejo, y mi cuerpo reaccionaba tanto independiente de si realmente lo quería o no. Eso es importante en juegos de pelea, pero en la vida real, se sentía como si fuese controlado por alguien más.

Mimimi se rió entre dientes mientras se levantaba de su postura encorvada. —¡Ajaja!

¡Realmente tienes la cabeza en las nubes!

—¿Eh? ¿Es así?; Pensé que había manejado las cosas como siempre, así que estaba sorprendido.

¿Había metido la pata en algún sitio?

—Sip. ¡Desde que hicimos la rutina de comedia, puedo decirlo! ¡Tus reacciones son un poooooooco lentas!

—… Ajaja, me tienes; Aunque mi sonrisa estaba tensa, me alegré un poco. Había alguien que se daría cuenta de cualquier cambio leve en mí. Eso debía ser algo bueno.

—¿Qué pasó? ¿Tuviste una pelea con Fuuka-chan? ¿O tienes hambre?; Ella me presionó con bromas, haciéndome encoger de miedo.

—Umm… Bueno…

—¿”Bueno” qué?

—Bueno, um… uhh…

—¡Basta de bueeeeenooo! Y entonces el conocido Cachetazo Mimimi vino volando hacia mi hombro. Era tan predecible que podía haberlo esquivado, pero Mimimi estaba en lo cierto…… debería parar. Decidí recibirlo.

Pero pasó algo inesperado. El ángulo de su mano no era perpendicular al suelo como siempre, y lo que golpeó mi hombro no fue la palma de su mano   Este no era el Cachetazo Mimimi, era

un Puñetazo Mimimi.

—Ah ¡¡Auch!! Dolió cinco veces más de lo que esperaba, y aullé diez veces más de lo esperado.

Por supuesto, ya que todos caminábamos juntos como grupo, se giraron hacia mí. Deténganse, no miren.

Mimimi se rió. —¡Ajaja! ¡Ohhh!

—¡Tú de verdad parece que tienes músculo en lugar de cerebro!

Me dio otra risa penetrante. —¡Está bien! ¡Ahora conseguimos que el Cerebro de siempre volviera!; Ella tomó mi queja como broma y se carcajeó alegremente. Mimimi es tan Mimimi… y a veces, quedo atrapado en el fuego cruzado.

—Agh…; A pesar de que estaba suspirado exasperado, parecía ser gracioso. Mimimi siempre logra llevarme a donde quiere. Pero es lo que ella hace.   Hace tonterías hasta que no puede

evitar que tu humor mejore.

—¿Y entonces qué pasó, qué pasó?; Me preguntó. —¿Una pelea?

—Agh, sí, tuvimos una pelea; Hablé sin cuidado.

—Ahora sí nos estamos comunicando. Muy bien; Mimimi hinchó el pecho con una risa presumida, seguida de una genuinamente satisfecha carcajada sh-sh-sh entre dientes.

—¿Cómo lo sabías?

—¿Eh? Bueno, Cerebro, ¡tienes un carácter de “problema con chicas” escrito en toda tu cara!

—¿En serio ?

—Además, ¿No tuviste algún tipo de conversación profunda con Takahiro hoy?

—E-Entonces nos estabas mirando…

Es cierto que hablamos en un rincón del aula como si tuviéramos una reunión súper secreta. Y

esta vez no solo era de problemas de pareja, sino de un amplio abanico de puntos sobre las relaciones, que también incluían a Hinami.

—¿Entonces qué le pasa a nuestra estrella Tomozaki? ¡Compártelo con tu Onee-chan!; Dijo Mimimi, mientras usaba ese llavero raro como micrófono. Yo todavía tengo el mismo en mi bolso, de diferente color.  Y también los accesorios a juego que compramos con Kikuchi-san.

Aunque sentí una espina de culpa, le dije. —Umm Tuvimos una pelea, o algo así como una

discusión. Traté de hacer lo mejor para hacer las paces, más o menos. pero siento que no

arreglamos lo que la causó; Busqué las palabras mientras hablaba, mientras Mimimi escuchaba atentamente.

—Umm, y está lo de las viejas insignias de la escuela; Continué.

—¡Ohhh, sí, sí! ¡Ya era tiempo, eh!; Ella inmediatamente supo de que estaba hablando. Supongo que yo era el único desinformado…

—Izumi me preguntó si Kikuchi-san y yo las llevaríamos…

—¡¿Eh?! ¡¿Están metidos en eso, Cerebro? ¡N-No es justo!

Ahh, así que podría ser injusto, después de todo. Ahora estoy aún más inseguro. 

—Pero me preguntaba si las deberíamos aceptar cuando ni siquiera hemos resuelto nuestros conflictos.

—Lo entiendo… ¿pero entonces, qué es lo que causó tu pelea?

Ahora que lo pregunta, es un poco difícil ponerlo en palabras, pensé, pero traté de explicarlo. — Es como que… ¿Kikuchi-san y yo podemos ser totalmente opuestos, cierto?; La historia de Poppol y los firelings me vino a la mente.

—Totalmente opuestos…; Mimimi lo consideró un poco, luego asintió. —¡Oh! ¡Ya veo! ¡¿Te refieres a como tú tratas de llevarte bien con todos, pero Kikuchi-san no es así, verdad?!

—Ohh… me entendiste.

—¡Lo hice! ¡Ochenta puntos!

—No sé, ¿No es mucho saltar directamente a ochenta puntos?; Mimimi estaba consiguiendo un puntaje alto sin motivos, pero no está haciendo desastres en la conversación. Se lo dejaré pasar. Al menos entendió mi punto   Estoy impresionado de que lo entendieras enseguida.

—¿Eh, estás impresionado?

—Quiero decir, Kikuchi-san y yo somos del tipo nerds introvertidos. La mayoría probablemente

no nos ve como opuestos.

Mimimi resopló con un engreído hmph. —Bueno, ¡eso significa que tengo buena vista para la gente!

—Ajaja, ¿así es?; Le dije, pero estaba algo contento. A lo que voy, ella había visto una parte de mí que había estado un poco escondida, y también me había dicho como se sentía.

—Hmm. Cuanto más lo pienso, más veo que son en realidad totalmente opuestos.

—¿Cuánto más lo piensas?; Repetí, desconcertado.

—Tú quieres expandir tu mundo, mientras que Kikuchi-san, quiere. observar los mundos de

otras personas.

—… Ohhh; Al escucharla señalar eso, no pude evitar sentirme impresionado. Alguien que expande su mundo, y alguien que observa el mundo. Había usado una expresión imprecisa–

-”totalmente opuestos”—pero cuando lo pones de esa forma…

—Es cierto, estamos en los extremos del espectro en ese sentido.

—¡¿No es así?!; Dijo Mimimi impaciente. —Hmm y entonces, ¿eso causó la pelea?

—Bueno, sí, en líneas generales…

Mimimi se hizo tap tap en la barbilla con el dedo índice y abrió los labios. —Pero, es cómo que… ¿Eso no implica que son compatibles? Cada uno tiene algo que el otro no tiene. Te hace sentir,

¡Sí! Esa es la pareja que tendría que llevar las insignias. 

—Bien, seguro, pero aun así…; En realidad estaba de acuerdo. La máscara y la verdad tras ella. Los ideales y los sentimientos.

Kikuchi-san y yo nos habíamos preocupado por esas cosas desde direcciones completamente opuestas, y resolvimos el problema del otro con las palabras propias de la perspectiva opuesta.

Eso era exactamente lo que me había convencido de que había encontrado la “razón especial”

al por qué elegí a Kikuchi-san. Cuando compartimos nuestras emociones en la biblioteca. Ese momento fue único.

El problema es que la situación y los sentimientos también pueden cambiarlo todo.

—Pero eso es lo que en realidad ha estado creando, um, celos y conflictos; Continué.

— Celos, eh; Murmuró Mimimi, sonando sorprendida, pero ella era lo bastante amable como para no entrometerse mucho.

Me empezó a preocupar que tal vez estuviera compartiendo demasiados secretos de Kikuchi-san, así que desvié un poco el tema. —Ahh, umm La principal razón fue algo, como, um, yo yendo a reuniones fuera de línea de Atafami, y saliendo mucho sin ella…

Mimimi frunció el ceño. —Ahh ; Dijo en un tono que sugería que ella también estaba implicada.

—Pero quiero ir a las reuniones, y también hay otras cosas que quiero hacer. Estaba pensando en que, si siempre estoy lastimando a Kikuchi-san, tal vez solo hablarlo no sea suficiente…

—Bueno, sí. Solo la estás animando después de haberla dejado sola.

—Urk…; Ella golpeó justo donde dolía, y casi me desplomo. Mizusawa me había dicho algo similar.

Mi pierna se balanceó en una patada mientras caminaba, tirando una roca al suelo en la cuneta de la calle. Como si escapara de mí.

Dejé caer la cabeza y solté un suspiro. No tenía idea de qué hacer.

—Mm-hmm, entonces si entendí bien, ¿pensaste que ser opuestos era justamente lo que los hacía compatibles, pero en realidad es lo que causó la pelea?; Mimimi parecía un detective revelando la verdad, y yo era como el culpable confesando el crimen.

—Eso es exactamente…

—Pero entiendo cómo se siente Kikuchi-san. Las chicas tienden a ponerse ansiosas fácilmente. ;

Mimimi fingió sollozar, luego se estiró haciendo boing como un resorte. —Bien, ¡es solo la eterna canción de amor entre chicos y chicas!

—O-Oh, ¿Eso crees ?

Después de escuchar esto, todo empezaba a parecer demasiado difícil. ¿Podría un chico de nivel uno en romance como yo siquiera resolver esto? Pero si no quiero poner triste a

Kikuchi-san, tengo que arreglar este asunto.

—Hmm… ¿Qué opinas de esto, bateadora estrella Tama?; De pronto, Mimimi se dio vuelta para consultar con Tama, que caminaba detrás de nosotros. Tama-chan y Hinami habían estado bromeando con Takei, que charlaba feliz. Pero cuando Mimimi se volteó hacia ella, Tama-chan se acercó enseguida, dejando a Takei con los ojos llorosos, y vigilando su espalda. Poder escuchar el punto de vista de Tama-chan mientras al mismo tiempo la protegía de las garras de Takei…… Dos pájaros de un tiro.

—¿Qué pienso de qué?; Preguntó sin rodeos Tama-chan.

Mimimi se colgó de su brazo. —¡¿Cómo tú y yo pudimos estar juntas todo este tiempo cuando somos totalmente opuestas?!

Escuché perplejo la pregunta de Mimimi, pero luego lo entendí. —¡Oh! Tienes razón… Quisiera saberlo; Ahora que lo pensaba, Mimimi y Tama-chan también tenían como personas atributos totalmente opuestos.

Una chica no tenía confianza en sí misma, pero era genial en las situaciones sociales y encajando con los demás, mientras la otra chica tenía una autoconfianza exagerada, pero era torpe y mala para adaptarse a los grupos.

Tama-chan había ganado algunas habilidades con el incidente de Erika Konno, y había cambiado su propia situación bastante, pero era fundamentalmente la misma. Ella y Mimimi todavía tenían una relación donde cada una compensaba las debilidades de la otra.

Pero no solo no se peleaban, sino que incluso se enamoraban cada día más… Está bien, okay, estoy confundiendo las cosas, pero podría decirse que continúan manteniendo su relación como un dúo ampliamente reconocido.

¿Cuál era la diferencia entre su relación, siendo tan opuestas entre sí, y la mía?

Tama-chan hizo un hmm y eventualmente di una respuesta despreocupada. —¿No será porque eres tan pegajosa, Minmi?

—¡Gagh!; La bala despiadada atravesó el corazón de Mimimi.

Adiós Mimimi, que te vaya bien. Déjame el resto a mí.

—Nhg… Aun a salvo.

Mimimi era tan fuerte que podía soportar perder uno o dos corazones. Enderezó su tambaleo y dijo con acento valeroso. —No puedo creerlo… Si no fuera tan pegajosa, Tama-chan me dejaría…

—Hmm. Yo no diría eso; Dijo Tama-chan sin rodeos. —Pero me das muchas oportunidades…

—Tama… la mejor de mis mejores amigas; Con solo ese comentario, la expresión de Mimimi dio un giro de 180 grados. Miró con ojos brillantes a Tama-chan, que la ignoraba.

—Sí, sí.

—… Pero parece que cada una de ustedes compensa los puntos débiles de la otra; Lo mencioné de pasada.

—¡¿Verdad, no?!; Mimimi me apuntó con el dedo contenta. —En otras palabras, ¡es el amor incondicional de Tama!

—Eres tan molesta.

—¡¿Gagh?!

Esta vez, Tama-chan la dejó sin cabeza, pero Mimimi la miraba contenta. El amor toma muchas formas.

—Esperen, en principio, ¿por qué estamos hablando de esto?; Preguntó Tama-chan.

—¡Oh, sí! Okay, tú respondes esa, Cerebro; Mimimi me tiró todo encima, como siempre.