Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 7

Capítulo 13: El Asesino Busca A Su Amigo

Hoy era festivo, es decir, no teníamos clases. Aproveché el tiempo libre quedándome en mi habitación y analizando todos los rastros de Naoise que recogía mi red de información. Esperaba desesperadamente encontrarlo.

Naoise era el heredero de uno de los cuatro grandes ducados, por lo que su desaparición se convirtió en todo un escándalo. Ya se había esfumado antes, pero siempre se las había arreglado para que nadie se preocupara por su ausencia. Esta vez no se molestó. Deduje que eso significaba que no pensaba volver.

“Espero que la Casa Romalung tenga alguna información…”

Nevan había seguido mi consejo y había empezado a buscar a Naoise utilizando a los agentes de la Casa Romalung. Papá había sido enviado con el mismo propósito. Era uno de los mejores asesinos del país; nadie estaba más cualificado que él para el trabajo.

Una paloma mensajera llegó justo cuando llegaba a un punto de parada. “Una carta de papá…”

El ave era una raza especial sirvienta por el clan Tuatha Dé. Era más resistente y volaba más rápido que las palomas mensajeras normales. Cogí la carta y descifré el mensaje codificado.

“… Hablando de siniestro.”

El mensaje de papá sonaba como un testamento. Me decía dónde se guardaban los documentos importantes para la Casa Tuatha Dé y que había estampado su sello en los necesarios para que yo le sucediera. También compartía el paradero de un libro que contenía secretos Tuatha Dé que aún no me había enseñado, me instruía sobre la herencia de los deberes de un señor feudal y me pedía que cuidara de mi madre y de mi hermana nonata. Y por último…

“Me sorprende que papá bromee así… No, habla en serio”.

…dijo que si mamá intentaba volver a casarse después de su muerte, quería que yo me opusiera como su hijo y obstaculizara meticulosamente a cualquier posible pretendiente. Una parte de mí pensaba que sería mejor que papá le deseara felicidad a mamá, pero supongo que eso era lo mucho que la quería. Quería conservarla para sí, incluso en la muerte. Entendía de dónde venía: la idea de que Dia volviera a casarse me dolía en el alma.

“Enviar esta carta significa que siente que puede morir en este trabajo”.

Yo era la razón por la que tenía este encargo. En caso de que ocurriera algo, juraría cumplir el contenido de este testamento al pie de la letra. No tenía que preocuparme de que mi madre volviera a casarse. Conociéndola, nunca aceptaría otro marido.

Terminé de analizar la información.

“Es inútil. Todavía no tengo ni idea de dónde está Naoise. Aunque hay una cosa que me preocupa. La escritura de mi agente de inteligencia en Gephis se siente un poco diferente “.

Mis agentes se grababan leyendo informes escritos cuando se ponían en contacto conmigo a través de la red de telecomunicaciones. Reuní estos registros de audio y los escuché. La voz pertenecía sin duda al agente desplegado en el dominio de Gephis, pero había algo raro en su redacción… Casi como si le estuvieran obligando a leer un documento preparado por otra persona.

Confiaba en mis agentes de inteligencia, pero era consciente de que un enemigo podía capturarlos. Por eso me aseguré de memorizar sus voces y sus hábitos de escritura.

La familia de Naoise gobierna el dominio Gephis. Es imposible que esta irregularidad sea una coincidencia.

¿Y si Mina capturó a mi operativo y le obligó a leer informes falsos?

Le di a cada uno de mis agentes un dispositivo de comunicación portátil, pero ninguno de ellos delataría la ubicación de una unidad base… Mi red de telecomunicaciones debería estar a salvo. Aun así, es mejor asumir que toda la información compartida en la red, especialmente en canales abiertos, será escuchada por el enemigo.

Me pregunté si debía dirigirme a Gephis, pero decidí no hacerlo. La información era la prioridad. Aquel dominio era ahora territorio peligroso, y tenía que estar preparada. Nevan seguramente lo comprendía tan bien como yo, lo que significaba que la Casa Romalung probablemente ya había realizado una investigación exhaustiva.

***

Cuando visité a Nevan, me sugirió que nos instaláramos en una terraza del patio, ofreciéndonos té a nuestra llegada. Vivía en la residencia de la clase S, igual que yo, así que podía pasarme cuando quisiera. La Alam Karla había sido finalmente considerado seguro el otro día, lo que permitió a Nevan regresar a la academia.

“Me halaga la visita, Sir Lugh, pero ¿no es un poco pronto para colarse en el dormitorio de una chica?”.

“No es momento para bromas… Mi agente de inteligencia en el dominio Gephis asignado a la red de telecomunicaciones ha sido capturado”.

“Interesante… Me pregunto cómo ha ocurrido”.

“¿Qué está pasando en Gephis? Dime todo lo que sepas”. “Podría hacerlo, pero no tengo obligación de contarte nada gratis”.

“Sospecho que la Casa Romalung tiene la culpa de que se filtre información sobre mis agentes de inteligencia”.

“Es posible. ¿Pero tienes pruebas?”

Prometí dejar que el Duque Romalung utilizara mi red de telecomunicaciones como parte de nuestro trato, y le pasé información sobre mis agentes para que pudiera acceder a ella. Dudaba que mi agente hubiera sido descubierto de otra forma.

“No, pero… tiene bastante valor saber que le ha pasado algo a uno de los míos. Quiero una compensación”.

“Supongo que tienes razón. Pues muy bien. Veamos, ¿por dónde empiezo? Famosos caballeros del dominio de Gephis han estado desapareciendo últimamente. Los primeros en desvanecerse fueron los de la Guardia Ducal de Gephis. Cada uno de ellos es una élite, como cabría esperar de caballeros al servicio de uno de los cuatro grandes ducados. Son la orden más fuerte de este reino y más allá, excluida la Casa Romalung, por supuesto. Su desaparición es preocupante”.

Los caballeros de la Guardia Ducal de Gephis eran fuertes. Incluso yo lucharía contra ellos en un combate uno contra uno con espadas. Eran una de las tres grandes órdenes de Alvan.

“…no he oído nada al respecto. Debo suponer que mi agente es una marioneta desde hace tiempo”.

“Ese debe ser el caso. Incluso la Casa Romalung sólo se enteró de esto ayer en un informe de tu padre”.

“No seas absurdo. Estoy seguro de que hay agentes de Romalung en Gephis. Sin duda, enviaron una paloma mensajera inmediatamente después de enterarse de la desaparición de los caballeros”.

“Tienes razón. Sin embargo, nuestros agentes también se han convertido en marionetas del enemigo. Nos han tomado el pelo a todos”.

No podía creer lo que oía. La captura de mi agente fue impactante, pero no me sorprendió del todo. El uso de la red de telecomunicaciones daba a mis agentes una enorme ventaja, y los elegí entre un cualificado grupo de caballeros que me idolatraban: el espionaje no era su especialidad. Sin embargo, no era el caso de los agentes de la Casa Romalung. Estaban altamente entrenados, con aptitudes para la inteligencia. Era difícil imaginar que los atraparan.

“Estoy seguro de que la Casa Romalung envió a varios de sus agentes de élite. ¿Estás sugiriendo que todos ellos fueron acorralados sin tiempo para informar de su secuestro? ¿Y que no se suicidaron, permitiendo que el enemigo los utilizara para enviar información falsa? No me lo creo. ¿Está seguro de esto?”

“Yo también lo dudé al principio, pero por desgracia, hemos encontrado pruebas que confirman el informe de tu padre. Le ofrezco mis más sinceras disculpas. Desafié tu acusación, pero considerando la situación y el momento de la captura de tu agente, es probable que la Casa Romalung sea la culpable de la fuga de información.”

Nevan hizo una reverencia, grácil incluso para disculparse. La situación era aún peor de lo que pensaba.

“Alguien ha conquistado el dominio de Gephis. Su control total de la información demuestra que han tomado el poder. Gephis no es un simple escondite del enemigo: toda la región debe considerarse sometida a sus caprichos. Tenemos que tomar medidas inmediatas…”

Dejé de hablar cuando Nevan y yo percibimos una presencia. Nos pusimos en pie, nos fortalecimos con todo nuestro maná y cogimos nuestras armas.

“Ha-ha-ha, vosotros dos nunca dejáis de impresionar. Ya veo por qué ese chico está tan celoso. Estoy tentado de comeros a los dos y añadiros a mi colección”.

Apareció una mujer voluptuosa. Tenía la piel oscura e iris verticales como los de una serpiente. Era Mina, la serpiente demonio amante de la cultura humana, mi supuesta aliada.

“…Veo que has abandonado el acto humano”, dije.

Mina se disfrazó de noble para infiltrarse en la sociedad aristocrática, y siempre mantuvo la forma humana para mantener el engaño. Ahora, sin embargo, dejaba al descubierto sus ojos de serpiente y su cola, haciendo alarde de su abrumador poder. No es apta para el combate, mi trasero. Es más fuerte que cualquier demonio con el que haya luchado.

“Ya no tengo necesidad de ocultarme. Vosotros dos habéis acertado: voy a utilizar lo que he conquistado para hacer mío este país”, respondió Mina.

“¿Estás hablando del dominio Gephis? ¿Los caballeros desaparecidos ya son monstruos, entonces?”

“Hee-hee, acabo de empezar. Mi pequeño Naoise va a liderar a mis adorables hijos y a conquistar los dominios de esta nación uno por uno. Vosotros, los humanos, no podréis resistiros”.

La Casa Gephis era la única familia del reino lo suficientemente poderosa como para desafiar a la Casa Romalung. Si Mina había capturado a sus caballeros de élite y aumentado su fuerza convirtiéndolos en gente serpiente, realmente tenía una oportunidad de hacerse con el poder.

“¿Qué ha pasado con disfrutar de la cultura humana?”

“Oh, Lugh. Puedo disfrutar de la cultura humana perfectamente después de conquistar el mundo. Me convertiré en el Rey Demonio y gobernaré el mundo, no lo destruiré. No mataré a nadie que se rinda ante mí”.

Algo había cambiado para Mina. Me había hecho eliminar a los otros demonios que competían por convertirse en el Rey Demonio porque supuestamente su fuerza palidecía en comparación con la de ellos. Todavía quedaban otros demonios, pero algo había sucedido para hacerla cambiar de opinión.

“¿Has venido a decirnos eso?”

“Sí. Puede que ya se haya acabado, pero teníamos una alianza. Me sentí obligado a informarte de que sigo adelante. Muchas gracias por eliminar a esos molestos rivales míos. Has hecho un gran trabajo para mí”, dijo Mina.

“De nada”, respondí con una sonrisa, preparándome para matarla. Podía reducir al mínimo los daños si acababa con ella ahora. El problema era que había traído un armamento mínimo para no poner en apuros a Nevan. La ausencia de Dia también lo convertía en un desafío. Las probabilidades de que acertara a Mina con el Demonkiller y le infligiera una herida mortal eran muy bajas.

“Tengo otro motivo para visitarte. Pensé en hacerle saber la petición de mi adorable pequeña Naoise”.

Mina desapareció. No se había movido tan rápido que mis ojos no pudieran seguirla. Más bien, su presencia se desvaneció por completo, como si se hubiera teletransportado. Luego apareció ante Nevan. Debía de ser una habilidad especial suya.

Mina puso un dedo bajo la barbilla de Nevan y le levantó la cara. “Hee-hee, ese chico tuvo el descaro de ponerme una condición… Me dijo que te dejara viva. Sería muy divertido atormentar a una chica tan hermosa”.

Nevan contraatacó en silencio con una patada alta. Fue un ataque impresionante, lo bastante fuerte como para romperle el cuello a un caballero experimentado, pero Mina encajó el golpe con facilidad.

“Oh querido, es impropio de una chica levantar las piernas así… Prometí no hacerte daño, pero esto es defensa propia. No es culpa mía”.

“¡Gah!”

Nevan intentó liberar su miembro capturado retorciéndolo, pero Mina la arrojó antes de que pudiera. Nevan chocó contra una pared de ladrillo y cayó al suelo sin fuerzas.

“Esa fuerza… No serás ya el Rey Demonio, ¿verdad?”. Pregunté.

Mina se rio. “Hmm-hmm-hmm, estás muy equivocado. Simplemente obtuve el forraje que encontraste para mí”.

“No puede ser… ¿Comiste la Fruta de la Vida…?”

“Está claro que te esforzaste mucho por ocultarlo y sellarlo, pero tus esfuerzos fueron en vano. No puedes ocultarme nada. Tengo más que monstruos a mi servicio, también comparto los sentidos de todas las serpientes del mundo. Eres un asesino, ¿verdad? Haces lo mejor que puedes como humano, pero las serpientes son asesinas de nacimiento. Es imposible superarlas”.

Las serpientes pueden considerarse asesinas de la naturaleza. En lugar de confiar en la vista, observaban el mundo con órganos en forma de fosa en la cabeza que detectaban la radiación infrarroja de los cuerpos calientes. Nadie podía eliminar el calor corporal, por muy hábil que fuera para evitar ser detectado. Deslizarse también era mucho más silencioso que caminar, y su bajo punto de visión les ayudaba a sorprender a las presas. Además, su alta adaptabilidad significaba que podían vivir en cualquier lugar. Si Mina realmente compartía la visión de todas las serpientes, sería imposible conseguir algo de ella.

“Bueno, felicidades por dar un paso para convertirte en el Rey Demonio. Pero necesitas al menos tres Frutos de la Vida, ¿verdad? ¿Has encontrado la manera de conseguir las otras dos?”

Una sola Fruta de la Vida le otorgaba una fuerza astronómica. Si pretendía convertirse en el Rey Demonio, no tenía más remedio que matarla ahora.

“Sí, el segundo será cosechado en breve. El chico está usando a sus caballeros para reunir a sus propios ciudadanos y hacer uno para mí. Obtendré el tercero poco después. Hmm- hmm-hmm, ¡ha-ha-ha!”

No me lo podía creer. Yo iba a ser el señor de los dominios Tuatha Dé algún día, así que sabía lo que era tener súbditos. ¿Cómo podía un señor, que se suponía debía proteger a su pueblo, sacrificarlo a un demonio? No podía permitirlo.

Traté de recuperar la compostura y, en un intento de matar a Mina inmediatamente, desenfundé mi pistola y disparé tres veces. Las tres balas rebotaron en su piel. La visión me hizo recordar mi reciente duelo con Epona. Derrotar a Mina sería igual de difícil.

“¿Es esa forma de tratar a una dama? No tengo intención de atacarte. Sin embargo, sólo perdoné a la niña porque la pequeña Naoise insistió. No quiero matarte, Lugh. Has trabajado muy duro para mí. ¿No crees que podríamos seguir haciendo un gran equipo?” Preguntó Mina.

“No tienes vergüenza. Tu intención fue traicionarme desde el principio, una vez que obtuviste el poder que buscabas”, respondí.

“Podría decir lo mismo de ti”.

Ella tenía razón. Fue culpa mía por dejar que me traicionara primero.

“Tengo una advertencia para ti. No te metas en mi camino si valoras tu vida. Te dejaré en paz si te mantienes al margen. Corre y nunca mires atrás, y no tendrás que morir”.

“¿Y si me interpongo en tu camino?”

“Te capturaré y te haré mi mascota. A los dos. Serán mucho mejores juguetes que el chico”. Mina desapareció.

Esto era malo. Realmente malo. Aun así, tenía opciones. De ninguna manera podía huir. Si lo hacía, Mina conquistaría el reino, lo que significaba la ruina del dominio Tuatha Dé. No abandonaría el lugar que amaba.