Kimi to Boku no Saigo no Senjo, Aruiha Sekai ga Hajimaru Seisen

Volumen 11

Recuerdo Iluminado 4: Plan Para Huir Del Imperio

Parte 1

Había transcurrido medio año.

El término contaminador del poder astral casi había desaparecido del vocabulario del Imperio en la televisión y en los periódicos, e incluso en las calles. Ahora sólo utilizaban las palabras bruja y hechicero. Los poseídos por poderes astrales ocultaban voluntariamente sus crestas con vendas y habían aprendido a evitar las zonas concurridas.

Eso también le incluía a él.

―Crossweil Gate Nebulis, ¿verdad?

―…

Se había detenido bajo una farola. Eran las nueve de la noche, cuando poca gente estaba fuera. Acababa de comprar víveres en una vieja tienda de un callejón, evitando el supermercado de la calle principal. Soldados imperiales lo esperaban, como si quisieran impedir que Crossweil llegara a su destino.

No la policía, sino soldados.

A medida que habían aumentado los encuentros violentos con brujas y hechiceros, la asamblea imperial respondió del mismo modo, reprimiéndolos con las fuerzas imperiales.

―Cuatro brujas capturadas por las fuerzas imperiales escaparon. Sólo más de la destrucción de la Gran Bruja Nebulis.

―No sé nada de eso…

―Es tu hermana adoptiva Eve. Viviste con ella hace medio año.

―Eso fue hace mucho tiempo. Alice y yo no sabemos dónde está ni qué hace. Ya destrozaron nuestra casa cuatro días antes y no encontraron nada.

―…

Los dos soldados guardaron silencio. Crossweil les hizo un pequeño gesto con la cabeza y pasó de largo.

Estaba acostumbrado a esto. Los interrogadores de la calle simplemente habían pasado de la policía militar a las fuerzas imperiales. Su papel consistía en responder con calma a todas sus preguntas. Si se ponía nervioso, lo utilizarían como pretexto para arrestarlo. Así era la vida en el Imperio.

…Por eso todo el mundo lo aguanta. Ya casi llegamos.

…Cuatro días para salir del Imperio.

Apretó los puños mientras seguía caminando por la oscura calle que conducía a su casa.

―Ya estoy en casa ―gritó.

―¡Crow, bienvenido a casa! ―Alicerose lo estaba esperando. Llevaba un delantal y estaba preparando la cena. Llevaba recogido su sedoso y dorado cabello, lo que la hacía parecer aún más encantadora.

En el último medio año, Alicerose había cumplido dieciséis años y empezaba a parecer aún más hermosa y madura.

No sólo había madurado su aspecto exterior. Era una presencia tranquilizadora que podía detener los conflictos mejor que nadie. Era la persona menos bruja que podía existir, a pesar de las burlas de las fuerzas imperiales.

―Eve también acaba de volver ―le dijo.

―¿Qué? Oh, ella realmente ha…

Eve estaba tirada en el suelo. No se había dado cuenta por lo callada que estaba. Estaba profundamente dormida. Aunque los líderes imperiales la llamaban la “Gran Bruja” y la designaban como la más peligrosa de su lista negra, parecía indefensa mientras dormía.

―Unos soldados acaban de detenerme. Querían saber si he visto a Eve. Y dónde se esconde.

Las fuerzas imperiales probablemente ni siquiera podrían imaginar que Eve vivía en un subespacio.

Aunque la mayoría de las veces se escondía en la misma cortina negra en la que Crossweil había entrado una vez, en ocasiones regresaba a su hogar.

…Es como una base secreta.

…Utiliza ese espacio para ir y venir y así poder rescatar a personas que han sido arrestadas acusadas de ser brujas.

Eve ya había salvado a cientos. Todos habían huido al subespacio y se preparaban para escapar del Imperio.

“Todos están agradecidos por haber sido salvados por Eve. Y dicen que deberíamos poder salir del Imperio sin preocupaciones con ella aquí”. Alicerose acarició cariñosamente el pelo de su hermana mayor, que dormía.

Parecía como si hubieran intercambiado sus posiciones. Parecía la hermana mayor que cuidaba cariñosamente de su hermana pequeña. Alicerose siempre había parecido más madura, y la diferencia no había hecho más que aumentar en los últimos seis meses.

…Eve parece que no ha cambiado.

…Es casi como si el tiempo se hubiera detenido para ella.