Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 17

Capítulo 1: Los Productos Especiales Son lo Que Uno Hace de Ellos

Parte 2

Mientras tanto, en el Reino de Friedonia, Souma estaba tan ocupado con el trabajo que pensaba que podría matarlo.

Esto no era nada nuevo, pero la cantidad de trabajo que le traían últimamente iba en aumento. Esto se debe a que, al retirarse María de su papel de emperatriz y casarse con Souma, Hakuya, el Primer Ministro de la Túnica Negra, había ido a casarse con la nueva reina, Jeanne. La adopción de un sistema de “dos países, una nación” en el Reino de Friedonia y en el Reino de Euphoria estaba exigiendo muchos cambios.

Así que, una vez más, Souma estaba trabajando junto a su esposa, Liscia. Era más o menos la hora en que empezaba a oscurecer en el exterior.

“Disculpe, Su Majestad.”

Entró Ichiha, que ejercía de primer ministro en funciones mientras Hakuya estaba en el Reino de la Euphoria.

“¿Ichiha? ¿Qué pasa?” preguntó Souma, e Ichiha se puso de pie mientras daba su informe.

“Sir Poncho regreso. Está esperando en el comedor personal de su familia, mi señor.”

Ichiha estaba haciendo un buen trabajo manteniendo la compostura con los ojos de la pareja real y sus burócratas sobre él. Se notaba que era el sucesor de Hakuya. Realmente se había asentado en su papel de primer ministro en funciones.

Souma asintió y dejó de hacer el papeleo. “Vamos hacer un descanso.

¿Vendrás tú también, Liscia?”

“Sí. Parece que puede haber algo interesante.”

Liscia, que parecía saber a dónde habían enviado a Poncho, sonrió tranquilamente mientras dejaba un fajo de papeles sobre el escritorio. Produjo un fuerte golpe , haciendo que Souma hiciera una mueca.

¿Aún queda tanto…? Bueno, puede esperar. Souma sacudió la cabeza,

cambiando de marcha, y salió del despacho con Liscia e Ichiha para ir a ver a Poncho.

Cuando llegaron al comedor, Poncho ya había dispuesto los frutos de su viaje en una larga y amplia mesa. Al ver a Souma y a los demás, se inclinó repetidamente.

“Vaya, Sus Majestades. Es un placer verlos a los dos. Yo, Poncho Ishizuka Panacotta, regrese, sí.”

“Gracias por las molestias, Poncho.”

Mientras Souma agradecía al hombre, Liscia lo miró, un poco confundida. “¿Hm? Sir Poncho… ¿Ha vuelto a perder peso?”

“Ahora que lo mencionas, lo ha hecho…” Souma estuvo de acuerdo, asintiendo.

No era como la repentina e intensa pérdida de peso que había sufrido antes, pero había perdido su habitual redondez de forma.

Poncho sonrió torpemente, rascándose la mejilla. “Um… La señorita Serina y la señorita Komain quieren ‘otro’, ya ves… Sí.”

“”Ah…”” Souma y Liscia comprendieron al instante. Esto ya había ocurrido antes. Debía de estar esforzándose mucho, a altas horas de la noche, con sus dos esposas.

Ichiha, que estaba al lado de ellos, escuchando, se puso de un tono rojo intenso al darse cuenta también.

“Eso es… más de lo que necesitaba saber”, dijo.

“No, no, estás en la edad en la que tienes que empezar a pensar en ese tipo de cosas también, ¿sabes?”

“¿T-Tú crees?”

“Bueno, podemos dejar esa charla para más adelante. Esto es más importante.” Souma dio una palmada mientras intentaba alejar las cosas de este incómodo tema. “Entonces, ¿cómo fue el Reino Espiritual de Garlan?”

“Oh, sí. Pensar que pude ir al Reino Espiritual, encargarme de mi misión y volver en una semana. Es un momento increíble para estar vivo, sí”, dijo Poncho con una sonrisa irónica.

Liscia miró a Souma. “Has hecho una petición al Reino de los Caballeros Dragón de Nothung, ¿verdad?”

“Sí, lo hice. Le pedí a la reina Sill que enviara caballeros dragón para dejar a Poncho y recogerlo. Hombre, su transición de ser el Reino de los Caballeros Dragón a un ‘Reino de Correo’ es muy conveniente. Pueden manejar el tipo de envío de alta velocidad y larga distancia que antes sólo Naden y Ruby podían hacer por nosotros, permitiéndonos mover hombres y suministros libremente.”

Era especialmente tentador como medio para trasladar a los vasallos. Si quisiera, Souma podría traer a Hakuya desde el Reino de Euphoria en

aproximadamente un día, y también era fácil enviar gente y suministros allí desde el Reino de Friedonia.

“Actualmente limitan sus servicios a las solicitudes que presentamos como nación, pero con el avance de la globalización, el Reino de los Caballeros del Dragón se volverá indispensable para el mundo.”

“Se están convirtiendo en un país increíble… La reina Sill también debe estar trabajando duro”, dijo Liscia, sonando impresionada.

A continuación, Poncho señaló las cosas colocadas sobre la mesa. “Tal y

como me pidieron, he traído muestras de posibles productos comerciales del Reino de los Espíritus, sí. El rey Garula ve con buenos ojos el comercio con nuestro país.”

Souma había enviado a Poncho al Reino de los Espíritus para investigar qué bienes comerciales tenían. El gobierno independiente de la Isla Padre era la única parte del Reino Espiritual que estaba en deuda con Fuuga. La Isla

Madre aún mantenía su independencia de él.

Durante el Incidente de la Maldición del Rey Espíritu (o Incidente de la Enfermedad del Bicho Mágico), los altos elfos de la Isla Madre aprendieron que había algunos problemas que no podían afrontar solos. Incapaces de permanecer como estaban, se abrieron más al comercio. El Reino de los Espíritus se abría ahora al mundo exterior. Estaban comerciando con el

Reino del Gran Tigre de Fuuga, utilizando como mediadora a la princesa Elulu, que era la representante del gobierno independiente de la Isla Madre, y también querían comerciar con la Alianza Marítima.

Sin embargo, mientras que el Reino de Friedonia tenía muchas cosas que ofrecer, como productos médicos y alimentos, Souma se preguntaba si el Reino de los Espíritus tenía alguna mercancía atractiva propia. Si el

comercio era unilateral, corría el riesgo de ser visto como una explotación económica. Para evitar roces, el Reino de los Espíritus debía tener algunos productos estrella propios. Como gastrónomo profesional, Poncho fue

enviado a investigar precisamente eso.

Por muy viajero que fuera, ni siquiera Poncho podría haber entrado en el Reino de los Espíritus cuando estaba cerrado al mundo exterior, así que se había interesado por su cocina local.

Poncho sonrió ampliamente mientras recogía la caja que había traído consigo.

“Oh, la cocina del Reino de los Espíritus era realmente fascinante, sí. Pensaba que vivirían exclusivamente de las bondades del bosque, como los elfos oscuros del Bosque Protegido por Dios, pero parece que comen casi

cualquier cosa. El clima cálido y húmedo ha dado lugar a una cultura

alimentaria que utiliza especias para compensar la dificultad de conservar los alimentos, sí.”

“Especias, ¿eh? Ahora que lo pienso, recuerdo que Merula lo mencionó.” Algo sobre que cultivaban el tipo de especias que podrían usarse para hacer polvo de curry.

“Así es, sí”, dijo Poncho, asintiendo con alegría. “Había muchas especias que no he visto en el continente, y creo que serán un buen producto

comercial, sí. Me he traído varias, así que estoy deseando ver cómo las puedo utilizar en mi propia cocina. Ah… creo que primero probaré el pollo. Me pregunto cómo sabrá marinado en cada uno de ellos…”

Poncho tenía una sonrisa tonta en la cara, sin duda imaginando todos los diferentes platos que iba a hacer. Verlo así hizo que los demás presentes sintieran hambre. Especialmente a Souma, que todavía tenía recuerdos vibrantes del curry de su antiguo mundo.

El Archipiélago del Dragón de Nueve Cabezas tenía condimentos que el continente no tenía, así que espero poder combinarlos para hacer algo parecido al curry al estilo japonés. Eso ampliaría nuestro repertorio de

platos, y… lo que es más importante, quiero comer algo de curry. No lo he probado en años… Suspiro…

“Souma, estás babeando…” Liscia le advirtió.

“Uy”, dijo Souma, limpiándose la boca. “Entonces, ¿tenían algo más que especias?”

“Oh, sí. Había una serie de cultivos con los que no estaba familiarizado, pero el que me llamó la atención fue el ‘té de frijoles’. También se bebe en varios lugares del continente, pero no hay mucha oferta. Sin embargo, parecía que el Reino Espiritual podía cultivarlo en abundancia.”

“¿Té de frijoles’?” Preguntó Souma. “Este es, sí.”

Poncho le entregó a Souma una botella llena de judías marrones. Espera, son estas… pensó antes de abrir la botella para olerlas. Sí, definitivamente lo son.

“¿Esto es café? Oh… entiendo. Ustedes lo llamón té de frijoles’, ¿eh?” “Como usted dice, señor, esto es una variedad de café, sí.”

“¡Ah, sí!”

Souma bombeó su brazo con entusiasmo, lo que le valió una mirada perdida de Liscia.

“Ya habías tomado café en casa de Genia, ¿no? ¿Es algo por lo que estar tan contento?”

“Bueno, en parte es porque soy más de café que de té, pero al parecer es más una especialidad del norte, no es algo de lo que tengamos una gran oferta.

Creo que Genia también obtuvo el suyo de los refugiados del norte. Eso lo hace más un lujo que algo que la gente pueda beber regularmente.”

“Sí. Eso suena bien”, dijo Liscia, asintiendo. Así era como lo veía la gente en este país.

Souma cogió un grano y lo olió. “La cafeína de este grano te despertará

enseguida. Me imagino que la gente lo bebe cuando trabaja hasta tarde o se queda despierta para estudiar.”

“Ya veo por qué lo necesitas, entonces, Souma…”

Trabajar en el palacio era una batalla de perseverancia. Para Souma, trabajaba en casa, y aún así tenía que hacer muchas horas extras y trasnochar. No era tan malo como después de haber sido convocado por primera vez, pero todavía le quitaba tiempo para dormir. Souma había estado compensando bebiendo algo de té bien empapado hasta ahora, pero si pudiera tomar café a diario, el grano sería un poderoso aliado.

“Esto es bueno. Si podemos comerciar con grandes cantidades, le enviaré

algunas a Hakuya, ya que su carga de trabajo le está matando también… Me gustaría importar una gran cantidad tanto del café como de las especias de una sola vez.”

“Creo que el Reino de los Espíritus se alegrará de oír eso, sí.”

“Ah… Pero tanto las especias como el café son cultivos comerciales…” Dijo Souma, rascándose la cabeza. Liscia dio una palmada.

“ Ohh. Como lo que causó nuestra crisis alimentaria.” Parecía que se acordaba.

“Si cultivas demasiados cultivos comerciales para la exportación, eso reduce tu tasa de autosuficiencia alimentaria, y los acontecimientos adversos pueden provocar una crisis alimentaria. Puedes usar el dinero para importar cultivos alimentarios de otros lugares, pero no es bueno depender demasiado de eso… Supongo que tendremos que hablarlo con el rey Garula y ver si podemos encontrar un equilibrio saludable… Bueno, hay algo más que hacer primero.”

“¿Hm?”

“Ya que tenemos algo aquí, ¿por qué no lo probamos todos?”

Souma decidió preparar café para sus amigos y familiares de inmediato.

El resultado fue que a Juna y Roroa les gustó, mientras que Aisha y Naden no eran fans. Liscia y María estaban en un punto intermedio (podían beberlo con leche y azúcar). Sorprendentemente, a Tomoe, Ichiha y Yuriga les gustaba. Dijeron que si se generalizaba su disponibilidad, querrían introducirlo en el salón de la familia de Lucy. No tardaría en haber dulces

con sabor a café.

Mientras Souma observaba la reacción de todos ellos, pensó: Hemos

encontrado un aliado fiable en un lugar sorprendente, y dio un sorbo a una taza de café sólo con leche.