Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 13

Capítulo 99: El Regreso A Casa De Wonder Trio.

Parte 1

“¡Muy bien! Hemos probado almacenar plantas, animales y monstruos muertos, así como animales y monstruos vivos. Todos los resultados son positivos”.

“Según la cantidad de agua que queda en esta botella, podemos confirmar de manera segura que el tiempo no pasa en su interior”.

“No hay problemas con Aureana extrayendo objetos que yo he almacenado y viceversa”.

“Y hemos confirmado que es posible almacenar incluso un árbol caído entero. Podemos guardar objetos de al menos ese volumen sin efectos adversos…”.

“¡Es tal como explicó Miss Adele!”

A lo largo del camino de regreso a casa, mientras pasaban por partes inhabitadas del bosque, Wonder Trio llevaba a cabo diversos experimentos. Aunque habían comprendido bien la explicación de Mile, las tres no iban a intentar usar ninguna nueva magia sin un poco de práctica, o más bien, una cantidad suficiente de pruebas. En casos como este, su modus operandi era explorar minuciosamente cada aspecto de una técnica y asegurarse de que no hubiera fallos o puntos ciegos inesperados.

Era mejor dejar unos días entre la carta que habían enviado a Morena y su llegada, así que planeaban tomarse el tiempo para practicar a fondo las otras nuevas magias que Mile les había enseñado, para hacer realmente suyos los hechizos. No podrían practicar dentro de la capital, bajo los ojos de tantos otros.

Ahora que habían confirmado varias cosas sobre la

magia de “inventario”, una pregunta persistía. “Todo lo que explicó era correcto”.

“Sí, ella es buena enseñando a la gente y sus explicaciones siempre son impecables, lo que significa…”.

“No hubo errores en absoluto, pero…”. “…En efecto”.

“¡¡¡Aquí hay un gran, gran problema!!!”, exclamaron las tres.

“Si almacenaras una gran cantidad de mercancías en este espacio…”, comenzó Marcela.

“El sistema de transporte colapsaría. Sería un golpe crítico para cada faceta de la economía: compañías de transporte, posadas, establos, las personas empleadas en la fabricación de carros, conductores, cazadores guardaespaldas, las tiendas donde todas esas personas gastan su dinero, ¡y así sucesivamente!”, terminó Monika, frunciendo el ceño.

La expresión de Aureana estaba aún más preocupada. “¡Eso no es todo! Imagina que una de nosotras está en un castillo o fortaleza que está siendo asediada y otra de  nosotras  está  en  una  ciudad  con  abundantes suministros de comida. Y si la que está afuera sigue cargando esos suministros en el inventario, mientras que la que está en la fortaleza sigue sacándolos…”.

“Nunca se quedarían sin comida ni agua, ¡y el asedio

podría durar para siempre!”.

Monika palideció ante las palabras de Aureana. Su reino nunca ignoraría la existencia de un arma nuclear así, hablando en términos militares.

Pero eso no era todo. Marcela señaló algo aún más escandaloso.

“¡No solo comida! Imagina si pudieras meter a soldados enteros allí y sacarlos como refuerzos… Un ejército que nunca disminuiría, sin importar cuánto tiempo batallaras. Podrías luchar y luchar, sin que los soldados dentro de la fortaleza se reduzcan nunca. Aunque, por supuesto, cada vez que pelearan, morirían más y más soldados… ¡El bando atacante nunca podría resistir tal asedio! Pero el bando defensor tendría una gran ventaja”.

En efecto. Si tal cosa fuera posible y el reino se enterara…

La corona. La nobleza. El ejército…

Nunca podrían mantener esto en secreto.

“¡¡¡No podemos decírselo a nadie más!!!”.

Sí, si algo así llegara a ser conocido, las tres nunca tendrían paz en sus vidas.

“¡Miss Adele nos ha dejado un detonador muy volátil en nuestras manos! ¡Quiero decir, es algo maravilloso, por supuesto! Es maravilloso que podamos llevar nuestras cosas sin problemas y mantenernos limpias y bien arregladas. ¡¡Pero esta gran bomba es simplemente demasiado peligrosa!!”, aulló Marcela. Las otras dos parecían resignadas por completo.

“Bueno, no esperaba menos de Miss Adele”. “Esa es nuestra Adele…”.

***

“¡Finalmente! Esas tres son demasiado indisciplinadas con la correspondencia. No solo escriben en muy raras ocasiones, sino que cuando finalmente llegan sus cartas, solo dicen: ‘Nada que informar. Todavía de servicio. Todas están bien’. ¡Será mejor que esta vez sea diferente!” La princesa Morena, o más bien, Moren, la cazadora de rango F y la miembro más nueva de Wonder Trio, murmuró amargamente para sí misma. Acababa de recoger la carta de Wonder Trio de un empleado en la sucursal de la capital del Gremio de Cazadores.

“De todos modos, veamos esto… Si esto tiene solo tres líneas otra vez, me pondré bastante enfadada. Ahora, veamos, veamos…”. Rompiendo el sello, “Moren” pasó sus ojos por el contenido de la nota. “Veamos aquí…

¿Qué? ¡¿Regresan?! ¿Darán un informe a su regreso?

¿Qué podría significar eso?”

Mor–digo, Moren refunfuñó para sí mientras regresaba al palacio, maldiciendo la carta de Trio y arrugando el inútil papel que no decía ni la razón de su regreso repentino ni nada sobre sus resultados.

“Si regresan aquí, habrá una multitud de personas que evitarán que vuelvan a escapar: padre, madre, mis hermanos y muchos otros… Tendré que tratar de descubrir exactamente qué están planeando todos”.

En efecto, había mucho en qué pensar.

***

“¡Por fin estamos en casa!”.

Wonder Trio había regresado a la capital de su país natal, Brandel. Habían enviado una carta desde una ciudad donde se habían detenido tres días antes, la cual debió haber llegado el día anterior y debió haber sido entregada directamente a la princesa Morena. Habían enviado esta carta no a través del gremio, sino en una carroza de pasajeros que se dirigía a la ciudad. A menos que hubiera un ataque de bandidos u otro evento, era raro que estos paquetes no fueran entregados. Además, era raro ver a bandidos activos en las principales carreteras tan cerca de la ciudad, donde serían rápidamente capturados. Siguiendo esa misma carretera, Trio no había escuchado informes de actividad de bandidos, lo que significaba que la carta seguramente había llegado sin retraso.

“Bueno, como habíamos acordado, nos tomaremos el día con calma en la posada elegida hasta que Su Alteza pueda venir a vernos en secreto. ¿Por qué no tomamos una siesta hasta que llegue?”, propuso Marcela.

“Sí, salimos muy temprano esta mañana”, dijo Monika.

“Hace mucho que no descansamos bien”, aceptó Aureana.

Habría sido una gran molestia para ellas llegar a la posada que habían indicado a la princesa Morena y descubrir que todas las habitaciones estaban reservadas, así que las tres se apresuraron hacia la capital y aseguraron su habitación tan pronto como llegaron.

***

“Una joven ha venido preguntando por ustedes”.

“Sí, debe ser una conocida nuestra. Por favor, déjala pasar”.

Esa noche, después de la cena, Morena llegó, habiendo salido del palacio sin ser detectada. Podría haber estado viajando de incógnito, pero todavía tenía un guardaespaldas secreto con ella, y uno podía estar seguro de que el perímetro de la posada estaba muy seguro.

“Chicas, las felicito por su arduo trabajo en esta misión especial extendida. Lo más importante es que estén ilesas y en buen estado de salud. Ahora, ¡cuéntenme todo!”

Y así, Wonder Trio habló. Confirmaron que la vizcondesa Adele von Ascham todavía estaba viva y que llevaba una vida bastante feliz… Sin embargo, no dieron ni una pista sobre su paradero actual, el hecho de que había asumido un nombre diferente o que había una posibilidad de que regresara al país en unos pocos años. Si siquiera mencionaran la posibilidad de su regreso pronto, los príncipes podrían esperar y dejar vacantes los puestos de primeras esposas, y si revelaran su paradero o su nombre actual, no había duda de que se enviarían unidades especializadas para recuperarla.

“Se nos ha prohibido revelar su paradero a nadie sin su permiso. Si violáramos esas instrucciones, entonces la ‘ya sabes quién’ que reside en ella…”.

“¡Ay!”.

Obviamente, Morena no podía discutir esto.

“Pero ¿le hicieron saber que todos los asuntos de su familia han sido resueltos y que ahora es la legítima sucesora de la propiedad de Ascham?”.

“Sí, se lo dijimos. Pero ella dijo que hay otras cosas que necesita hacer ahora”.

“Ya veo… Bueno, mientras ella esté a salvo y feliz…”.

Las miembros de Wonder Trio se sintieron aliviadas al ver que Morena parecía no tener intención de arrastrar a Adele de vuelta por la fuerza.

“¿Han renunciado a traerla de vuelta al reino? En ese caso, desde ahora en adelante…”.

“Sí, bueno, el hecho es que tomamos una licencia extendida de nuestras posiciones poco después de nuestro nombramiento, y aunque pudo haber sido por órdenes de Su Alteza, también hemos fallado en nuestros deberes hacia ti. Para asumir la responsabilidad de estos errores, nos gustaría presentar nuestra renuncia a la guardia imperial”.

“¿Qué?!”. Morena gritó como si Marcela acabara de soltar una bomba.

“¡Shh! ¡Por favor, mantén la calma!”, Marcela presionó frenéticamente una mano sobre la boca de la princesa. Esto era irrespetuoso, pero no tenían muchas opciones. Además, la princesa era una buena amiga de ellas, por lo que sus acciones podrían ser perdonables.

En cualquier caso, si alguien gritara en una posada tranquila como esa, se escucharía en todo el lugar. Y en particular, el grito de una joven…

“¡¿Qué está pasando?!”

Obviamente, todo el personal y los jóvenes huéspedes masculinos vendrían corriendo, con motivos nobles y otros menos nobles.

“Por favor, perdónenos”, dijeron las cuatro chicas,

inclinando la cabeza ante la multitud reunida.

“Lo siento…”, se disculpó Morena, con expresión de remordimiento en su rostro.

Al menos no era media noche.

“En serio, Miss Marcela, ¡esto es culpa tuya por decir algo así! Esta fue una misión a la que yo las envié… aunque fueron ustedes quienes la idearon…”.

Esta princesa parecía saber, hasta cierto punto, que Trio la había usado como excusa para buscar a su amiga. Sin embargo, no la habían engañado. El plan había servido a sus motivos y cada una había interpretado su propio papel. En realidad, no había nada malo en ello, habían actuado tanto como socios comerciales como amigas. Ambas partes eran plenamente cómplices en esta conspiración.

Dicho esto, aunque no habían logrado su objetivo, había algo bastante traicionero en el plan de Trio de llevarse a Adele y dejar a la princesa sin saber lo que había sucedido…

“No hay motivo para que renuncien a sus posiciones en mi guardia personal femenina. Ya he sido reprendida de manera exhaustiva por este incidente por parte de mi padre y prácticamente todos los demás miembros de la casa real, por lo que ese asunto está resuelto. He recibido suficientes castigos: una reducción en mi mesada, estar castigada, aumentar mis horas de estudio… Tantos castigos horribles, horribles, horribles…”, Morena apretó los dientes, con los ojos enrojecidos.

Wonder Trio observó la expresión en su rostro con terror.

“Pero es extraño. Por alguna razón, todo este incidente parece haberle dado a la gente una opinión más favorable de mí…”.

“¿Eh?”.

De hecho, quienes rodeaban a la princesa habían notado su destreza al establecer la unidad de guardia imperial exclusivamente femenina, y su interés solo había crecido al descubrir que incluso eso no había sido más que una fachada para una misión más secreta. El hecho de que hubiera logrado llevarla a cabo sin que nadie se diera cuenta era prueba de una astucia temible y una planificación admirable, por lo que el respeto hacia la tercera princesa había aumentado enormemente. De hecho, sin que Morena lo supiera, ahora la llamaban la “Princesa de las Estratagemas”.

“De todos modos, esa es la situación actual, por lo que la prueba de la unidad femenina va a continuar. Como no tienen faltas en su contra, no hay nada malo en que regresen a sus puestos iniciales. Mañana, pueden regresar al palacio, habiendo completado la tarea que les encomendé…”.

Claramente, la princesa deseaba que continuaran como guardias. Sin embargo, para Trio, esto era bastante inconveniente. Su plan todo este tiempo había sido usar las órdenes de Morena como su justificación para salir del país legítima e ininterrumpidamente, con el fin de buscar a Adele. Ahora que eso había terminado, no tenían intención de seguir trabajando como soldados. En verdad, las tres no eran adecuadas para ese trabajo, de ahí su deseo de una baja rápida. Sin embargo, Morena no permitiría que eso sucediera. Sus queridas y verdaderas amigas, en torno a las cuales siempre podía ser ella misma, finalmente habían regresado a su lado, y no tenía intenciones de perderlas.

Además, Morena aún pretendía que Marcela se casara con uno de sus hermanos. Esto era algo que ambos príncipes también parecían desear fervientemente, por lo que la idea no era tan descabellada. Simplemente, Morena no estaba teniendo en cuenta los deseos de Marcela… Esto no era sorprendente. Morena podía ver que tanto su hermano mayor, Adalbert, como su hermano menor, Vince, eran hombres jóvenes atractivos, además de ser el príncipe heredero y el segundo príncipe. Ni en las fantasías más locas de Morena, podía suponer que alguna joven se negaría a una propuesta de tales caballeros.

Sí, en lo que a Morena respectaba, esta era la mejor manera de cumplir los deseos tanto de ella como de sus hermanos, y lograr la felicidad de Marcela.

Y así, con la esperanza de cambiar la opinión de Marcela, lo dijo. Sí, realmente lo dijo.

“Tanto mi hermano mayor como mi hermano menor han esperado que vengas a vivir al palacio… Creo que uno de ellos podría comenzar a hablar de matrimonio pronto. Mi padre también parece estar considerando la posibilidad de que tú, Miss Monika, te cases con la familia de cierto barón, y existe la posibilidad de que tú, Miss Aureana, seas acogida en una familia noble como hija adoptiva. A partir de ahí, estoy segura de que encontrarías una pareja maravillosa…”.

“Gy…”

“¿Gy?”

“¡¡¡Gyaaaaaah!!!”.

Afortunadamente, esta vez nadie del personal de la posada ni otros huéspedes acudió corriendo o les hizo callar violentamente. Ya estaban acostumbrados a escuchar ruidos fuertes de este grupo.