Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 16

Capítulo 6: Kusama

Ohh, vaya.

¿Por qué las cosas tenían que salir así?

Para ser totalmente honesto, el destino del mundo y toda esa basura siento que es un poco exagerado. En plan, desearía que simplemente arreglaran las cosas sin tener que arrastrarnos a ellas.

Por otra parte, supongo que fuimos arrastrados desde el momento en que reencarnamos en este mundo. Así que tal vez esto sea lo normal…

Especialmente cuando eres una reencarnación que nació trabajando para la religión de la Palabra de Dios.

Resulta que mi padre era alguien importante entre las operaciones especiales de la iglesia.

Para bien o para mal, eso significa que descubrieron que era una reencarnación cuando aún era un bebé, y el viejo pontífice me tomó bajo su ala muy rápido después de eso.

No puedo decirte cuántas veces me he quejado de que me obligaran a hacer un entrenamiento de agente especial debido a eso.

Su entrenamiento apesta, ¡maldita sea!

Pero después de escuchar por lo que pasaron algunas de las otras reencarnaciones, supongo que tal vez debería estar agradecido de no haberlo pasado peor.

Si no hubiera estado bajo la protección de la iglesia, los elfos podrían haberme capturado, ¿verdad?

Paso.

“Así que sí, le debo una al viejo por todo eso. Y realmente no quiero mezclarme con todo ese asunto del destino del mundo, pero me imagino que no puedo irme sin devolverle el favor y esas cosas, ¿sabes?”

“¿Es por eso?”

“Sí, totalmente. Así que no puedo dejar que vayas tras él, ¿me entiendes?” “Bueno, entonces tendré que hacerlo por la fuerza.”

Con eso, la chica de túnica blanca lanza una cosa de cuchillas redonda, se llama chakram, creo, directamente a mi cara.

Jolines, ¿por qué tiene que ser así?

Vale, supongo que ya sé por qué el viejo eligió luchar en el bando de Wakaba.

Es por eso que estoy aquí atacando a sus secuaces.

Es genial que me hayan dado un paseo en esta enorme cosa con aspecto de OVNI desde la aldea de los elfos hasta el continente de Daztrudia o lo que sea, ¿verdad?

Pero entonces, justo mientras estaba intentando averiguar qué hacer a continuación, algunas caras conocidas de las operaciones encubiertas me llamaron y, por supuesto, las seguiré.

Especialmente porque mis compañeros de reencarnación son todos muuuuuuy malos conmigo.

Quiero decir, supongo que como no estuve atrapado en la aldea de los elfos ya no soy parte de su grupito, lo cual entiendo y eso. Pero es un fastidio total cuando personas con las que era un poco cercano en nuestras vidas anteriores ahora comienzan a tratarme como si fuera un extraño, ¿sabes?

Entonces ¿realmente puedes culparme por sentirme tan incómodo que me fui y me puse del lado de las operaciones encubiertas?

Entonces, lo siguiente que se sabe es que están reuniendo a todo un ejército para atacar el Gran Laberinto de Elroe.

Y ahora muchos de estos tipos vestidos de blanco vienen a por el cuartel general improvisado del pontífice, básicamente, en la retaguardia de nuestro pequeño ejército.

Esquivo el chakram que vuela hacia mí.

Puede que no lo parezca, pero me entrené para ser un agente secreto, y además tengo la habilidad Trampas como habilidad característica de mi reencarnación.

Estoy bastante seguro de que no perderé contra un mindundi promedio, incluso aunque mi habilidad secreta no sea tan impresionante como las que tienen Wakaba o Kyou.

El problema es que mis oponentes actuales no son unos mindundis.

Son los subordinados personales de Wakaba, el Décimo Ejército Demonio.

Demonios de élite seleccionados y entrenados por la propia Wakaba.

También conocidos como un montón de raritos que visten túnicas blancas a juego.

Probablemente estén atacando nuestro cuartel general porque saben que el viejo, el pontífice de la Palabra de Dios, está dentro.

¿No estaba el bando de Wakaba a la defensiva?

Entonces ¿cómo es que nos están invadiendo?

La única razón por la que me ofrecí voluntario para proteger la sede es porque no quería participar en la fatídica guerra en el Gran Laberinto de Elroe.

Maldita sea, apuesto a que el viejo también sabía que esto iba a pasar, ¿no? No es de extrañar que haya accedido tan rápido a tenerme aquí como guardia.

Fue tan fácil, que sabía que debía haber alguna razón, y ahora aquí la tenemos.

La mayoría de nuestras fuerzas ya están de camino al laberinto.

Las únicas personas que se han quedado en la sede son básicamente algunos peces gordos de algunas naciones que no piensan ir al frente y sus guardias.

Y los otros que se quedaron atrás, como yo.

Ese grupo también incluye una parte decente del escuadrón de operaciones encubiertas, como mi padre.

Ahora, los agentes de operaciones encubiertas y los guardias de los peces gordos están trabajando juntos para luchar contra los invasores vestidos de blanco.

En cuanto a cómo va, preferiría que no preguntaras…

Ya, no hay manera de que podamos ganar esta.

Cada uno de los de las túnicas blanca es demasiado estúpidamente fuerte.

Los agentes secretos de la Palabra de Dios son luchadores de élite, ferozmente entrenados desde una tierna edad.

Y los de las túnicas blancas están a la altura de esas élites, si no son más fuertes.

Además de eso, nos superan en número totalmente.

Puede que seamos capaces de manejarlos uno a uno, pero como también son más, básicamente estamos jodidos.

Además, los guardias de los peces gordos que están luchando con nosotros no son de mucha ayuda. Incluso los que son más o menos fuertes, tienen que preocuparse por proteger a sus empleadores primero…

Quiero decir, lo están haciendo lo mejor que pueden. Pero solo es cuestión de tiempo. Ja-ja. Supongo que esto es a lo que llaman perder la batalla, ¿eh?… Nah, sé que esto no es una broma.

¡Es hora de que use mi súper habilidad tramposa para cambiar las tornas! Claro, si fuera tan fácil…

Pero la chica contra la que estoy luchando, que parece ser la líder de los de las túnicas blancas, es demasiado fuerte.

El chakram choca contra el shuriken que lacé para contrarrestarlo.

Al mismo tiempo, intento acercarme y atacar con mi espada ninja, solo para ser bloqueado por el chakram que tiene en su brazo.

Incluso cuando uso una jutsu de fuego para disparar llamas de mi boca, las cancela con algún tipo de Magia oscura.

Hasta ahora, parece que estamos al mismo nivel de fuerza.

Au, mi orgullo.

Quiero decir, en serio, he pasado por todo tipo de entrenamientos extra desde que era un bebé, por ser una reencarnación.

Pensé que era bastante fuerte, incluso aunque no pudiera competir con gente como Wakaba y Kyou, que han estado luchando por sobrevivir y haciéndose fuertes durante toda su vida.

Supongo que es cierto lo que dicen sobre el orgullo y la caída que lo precede y todo eso.

“Eres una reencarnación. Si nos dices dónde está el pontífice, no te haremos daño.”

La chica me vigila de cerca mientras habla.

Ella y yo estamos bastante igualados.

Si realmente vamos a por todas, no se sabe quién ganaría.

Por no mencionar, que no hay garantía de que el ganador salga ileso, no hablemos del perdedor.

Su bando tiene la sartén por el mango.

Si tardamos demasiado, apuesto a que también llegarán sus refuerzos.

Por lo que ella realmente no necesita presionar demasiado.

Probablemente sea por eso por lo que está siendo más cautelosa de lo necesario, sabe que van a ganar a no ser que ella la cague estrepitosamente.

Desde su punto de vista, tiene sentido que nos rindamos.

“Sí, realmente me encantaría aceptar eso, peeeero…”

Miro a un lado.

No muy lejos, mi padre está luchando con tres túnicas blancas a la vez.

Antes de que la batalla empezara, me dijo esto: “Si quieres huir, está bien.” Después de todo, el viejo ni siquiera está aquí.

Lo siento, túnicas blancas, pero estáis perdiendo el tiempo.

Pero al retenerlos aquí, podemos mantener a las fuerzas de Wakaba dispersas. Cuanto más tiempo ganemos, más tiempo tardarán en llegar a las líneas del frente.

Por otra parte, mantenerlos lo suficientemente distraídos es suficiente como para ganar tiempo, aunque no los ralenticemos mucho.

Por lo que no necesitamos poner nuestras vidas en riesgo en esta lucha.

Me sé todo eso, excepto…

“No sé, imagino que al menos debo luchar lo suficiente como para compensar lo que han hecho por mí o me veré super poco guay.”

No puedo darles la espalda y correr mientras mi padre está luchando con todas sus fuerzas.

Y la religión de la Palabra de Dios me ha mantenido y alimentado todo este tiempo, ¿sabes? “Trátame con cariño, ¿vale, mi lady?”

“Ya veo. Entonces trataré de que tu muerte sea rápida e indolora.”

“¡¿En qué mundo es eso ‘tratar con cariño’?!”

Awww, vaya.

¿Por qué tiene que ser así…?