Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

¿Qué demonios ha pasado? Ayaka preguntó en silencio a las unidades en su cabeza. Salvo la posibilidad de que fuera un fantasma o algo así, parecía que seguía viva. Pero no podía ver nada, apenas podía sentir nada, y no tenía ni idea de en qué estado se encontraba.

Parece haber sido un arma nuclear. A juzgar por su forma, probablemente un Fat Man. Un diseño bastante anticuado, pero bastante potente.

¡¿Por qué no dijiste nada?!

Incluso si te lo hubiera dicho, no podrías haber hecho nada para esquivarlo. Esto es lo que pasa cuando juegas con tus víctimas en lugar de matarlas.

¿Qué me ha pasado?

No podía saber qué estaba pasando. No tenía forma de evaluar su propio estado. No podía ver nada, no podía oír nada, no podía oler nada. No podía mover los brazos ni las piernas, así que no podía comprobar los daños de esa manera. Todo lo que podía sentir era un dolor sordo que cubría su cuerpo. Estaba aterrorizada.

¡¿Qué quieres decir con un arma nuclear?! ¿Qué me ha pasado? Recordando las imágenes que había visto de las víctimas de ataques nucleares en el pasado, no pudo evitar llenarse de temor.

Tranquilízate. En primer lugar, no tienes que preocuparte por la radiación. Como la siguiente generación de la humanidad, fuimos diseñados para sobrevivir en un mundo arruinado por la guerra nuclear.

Sin embargo, la gran cantidad de radiación ha excitado las partículas de la atmósfera, creando un aumento significativo de la temperatura. La amenaza de esto es grave.

Un sesenta por ciento de nuestro cuerpo fue destruido.

El sesenta por ciento. Ayaka no quería ni imaginar lo que eso significaba.

Todavía estamos vivos, pero totalmente incapaces de movernos.

¿Qué hay de ella? ¿Qué le pasó a Kiyoko Takekura?

No hay manera de que un humano ordinario pueda sobrevivir a una explosión así a quemarropa. Eso fue simplemente un ataque kamikaze.

La gran mayoría de los sentidos de Ayaka habían sido despojados de ella. Incluso si Kiyoko hubiera estado acortando la distancia para acabar con ella en ese momento, no habría tenido forma de saberlo.

Entonces, ¡¿qué se supone que debo hacer ahora?!

Primero, deberíamos regenerarnos.

Normalmente algo así sería imposible, pero por suerte tenemos el poder del dragón a nuestra disposición.

Hagamos uso de él.

Podemos utilizar la magia del dragón, Sanación del Dragón.

Si tenemos algo tan conveniente, ¡¿por qué no lo has usado ya?!

Hay algunas cosas que debemos tener en cuenta.

Si se utiliza este poder, vamos a sufrir un cambio irreversible.

Se requiere la aprobación de la Unidad de Personalidad para activarlo.

Al escuchar su designación oficial por primera vez en mucho tiempo, Ayaka recordó que no era más que una parte de una inteligencia artificial.

¿Qué me pasará?

Es la capacidad de curación de un dragón, así que, naturalmente, nos curará en forma de dragón.

No vamos a ser poseídos por él o algo así, ¿verdad?

Hemos examinado a fondo esa posibilidad. Entre los materiales biológicos que hemos consumido, no hay evidencia de ni siquiera una pizca de la mente de la criatura original. Como tal, la posibilidad de posesión es efectivamente cero.

Pero tomar la forma de un dragón nos llevará bastante lejos de nuestro objetivo original. Nos llevaría algún tiempo, pero también tenemos la opción de utilizar nuestra capacidad natural de curación para recuperarnos lentamente.

No podemos permitirnos tomarnos las cosas con tanta calma.

Se decidió al instante. No tenía ni idea de cuánto tiempo tardaría en recuperarse usando su curación natural. Durante ese tiempo, estaría atrapada en este estado incierto, ciega al mundo. No podría soportarlo.

Aprobación adquirida.

Por favor, pronuncia el conjuro.

¡Sanación del Dragón!

Su cuerpo inmediatamente comenzó a deformarse. La carne explotó desde su interior, atravesando su piel quemada. Sus ojos se regeneraron rápidamente, permitiéndole ver de nuevo. No había nada a su alrededor. El muro y el bosque que había encerrado habían desaparecido por completo. En su lugar había una tormenta abrasadora, un torbellino que recorría la superficie estéril y que había nacido del repentino aumento de la temperatura.

Ayaka absorbió el calor para ayudar a su regeneración. No sabía cómo estaba construido el cuerpo de un dragón, pero ciertamente no era sólo un gran reptil. Le salieron patas enormes. De sus pies surgieron garras como cuchillas, que se hundieron en el cristal que ahora cubría el suelo. Donde habrían estado sus brazos, crecieron en su lugar unas alas. Este tipo particular de dragón no tenía brazos, sólo dos piernas y enormes alas. Las escamas verdes la cubrían de pies a cabeza y los cuernos brotaban a lo largo de su columna vertebral. No tardó en recuperarse del todo.

“Estoy sorprendida. Pensé que me sentiría mucho peor”.

Había supuesto que sería difícil que la composición básica de su cuerpo se transformara completamente de esa manera, pero no le costó acostumbrarse rápidamente a su nueva forma. Bajando el pie, batió las alas. Moviendo su cola, abrió sus mandíbulas de par en par. Todo se movía tal y como ella deseaba.

“Ahora bien, creo que tengo que seguir trabajando en mi venganza”.

¿No ves lo que pasó aquí? ¿No crees que esa explosión acabó con todos?

“Confirmar que todos se han ido es suficiente.”

Pero no podemos usar nuestro Sentido del Dragón aquí… en realidad, con este cuerpo, podría haber algo que podamos hacer.

“¿Qué es?”

Guerreros Dragón. Puedes hacerlos con tus colmillos.

Ayaka abrió su boca y dejó caer varios dientes. Volvieron a crecer inmediatamente, así que no fue difícil sacarlos. Cuando los dientes caídos golpearon el suelo, algo comenzó a retorcerse de ellos.

Eran ayakas. Una tras otra, figuras que se parecían exactamente a Ayaka antes de su transformación surgieron de la tierra quemada. Todos llevaban armadura y casco, además de lanzas en las manos.

Puedes enviarlos a hacer tu voluntad. Podemos ver y oír todo lo que hacen, y todo lo que encuentren y sea capaz de derrotar podemos dejárselo a ellos.

“Casi parece que estás harto de todo esto”.

Creo que es bastante innecesario. Es difícil creer que alguien haya podido sobrevivir a la explosión.

Los Guerreros Dragón se separaron en todas las direcciones. Ayaka había encontrado a Kiyoko dentro del muro cercano. Era probable que sus otros compañeros hubieran estado cerca, y ahora que todos los obstáculos habían sido destruidos, no les quedaba ningún lugar donde esconderse.

No tardó en encontrar algunos supervivientes. Tres chicas y un chico que llevaba a otro hombre caminaban por el apocalíptico paisaje infernal.

Tomochika Dannoura, Ryouko Ninomiya, Carol S Lane y Daimon Hanakawa. Habían visto a los Guerreros Dragón, y muy posiblemente conocían a la propia Ayaka. Ahora era enorme, por lo que sin duda la notarían desde muy lejos. Decidió dejarlos en manos de sus guerreros. Creía que era apropiado que sus guerreros fueran los que llevaran a cabo su venganza, ya que habían asumido su aspecto anterior.

Los Guerreros Dragón se reunieron en una formación cerrada. Se abalanzaron sobre los demás con sus lanzas. El grupo enemigo probablemente tenía algunas habilidades propias, así que probablemente serían capaces de defenderse, pero eso estaba bien. Si al menos podía averiguar cuáles eran esas habilidades, el intento valdría la pena.

“Vamos.”

A su orden, los Guerreros Dragón levantaron sus lanzas y cargaron. Pero entonces se detuvieron, cayendo todos al suelo sin previo aviso.

“¿Qué ha pasado?”

No parecía que ninguno de sus compañeros hubiera hecho nada especial. Simplemente estaban caminando. Pero los guerreros cercanos a ellos se habían desplomado y ahora yacían inmóviles. Ayaka alcanzó a los Guerreros Dragón que habían ido en otra dirección, ordenándoles que se reunieran y atacaran al grupo superviviente, pero el resultado fue el mismo. En el momento en que se acercaron a las formas del grupo, murieron.

¡Espera! ¡Algo va mal! ¡Deja de enviar a los Guerreros!

Este… este fenómeno…

¿ΑΩ… ¿está aquí?

“¿De qué estás hablando?” Tan confundida como estaba, parecía que las unidades en su cabeza sabían lo que estaba pasando.

Es hora de renunciar a su venganza.

Debemos retirarnos de inmediato.

“¿Qué? ¿De qué estás hablando?”

No hay manera de que podamos derrotarlo. No podemos luchar contra él, ni siquiera debemos entrar en contacto.

Con su poder desatado, ni siquiera podemos percibirlo. No hay manera de que podamos enfrentarnos a él.

“¡Entonces explica! ¡¿De qué estás hablando?! ¡No entiendo lo que estás tratando de decir!”

Te dijimos que somos un prototipo para una nueva generación de la humanidad, ¿correcto?

“Sí. Decíais que fui construido para sobrevivir en un mundo después de un apocalipsis nuclear”.

Efectivamente, esa es una de las amenazas que nuestros diseñadores consideraron, pero en realidad tenían en mente un peligro más urgente.

Una amenaza mucho más probable que la guerra nuclear. En resumen, estaban diseñando una nueva generación de personas para vivir en un mundo en el que el individuo conocido como ΑΩ había acabado con la raza humana.

Una vez que Yogiri Takatou ha cesado sus pretensiones humanas, ya no podemos percibirlo. Incluso reconocer su existencia es peligroso para nosotros.

“¿Qué?” Estaba confundida por la repentina mención del nombre de Yogiri. Era uno de sus compañeros menos interesantes, conocido por dormir todo el tiempo. Estaba cada vez más frustrada y confundida.

“¡Deja de decir tonterías! ¡¿Quieres que me retire?! ¡Adopté esta forma para poder vengarme! ¡Mi objetivo está ahí mismo! Si voy a dejar que se vayan, ¿qué sentido tiene que viva en primer lugar?”

Las llamas salieron de la boca de Ayaka. Estiró la boca de par en par, con el fuego hirviendo en su interior. Las llamas eran como una manifestación física de su ira, la verdadera forma de Aliento de Dragón. Su poder ahora era incomparable con el que tenía cuando lo usaba en su forma humana. Más que una imitación abstracta del concepto, éste era el verdadero y auténtico aliento de un dragón.

Pero no podía utilizarlo. En el momento en que pensó en hacerlo, desapareció.

La unidad de personalidad ha desaparecido.

Ya veo. El hecho de que el resto de nosotros pueda seguir funcionando significa que la construcción de múltiples unidades autónomas parece haber sido una contramedida exitosa contra su poder.

Qué pena que no podamos compartir los resultados de este descubrimiento con nadie.

Al final, la Unidad de Personalidad había sido el único factor unificador de la persona conocida como Ayaka Shinozaki. Ahora que había desaparecido, no tenía forma de mantener esa cohesión.

Las unidades restantes cesaron silenciosamente sus propias funciones.

◇ ◇ ◇

Las masas semitransparentes estaban absorbiendo a los monstruos del Inframundo. Parecían no poseer más instinto que el de consumir lo que estaba cerca y reaccionar a las cosas que se movían cerca de ellos. Difícilmente se podía hablar de “inteligencia”. De vez en cuando, percibían a Haruto flotando en el aire y extendían sus apéndices en forma de tentáculos hacia él. No había forma de que lo alcanzaran, pero para estar seguros, voló más alto.

“Esto es malo. Supongo que debo asumir que la situación ha cambiado”.

Si las manchas seguían creciendo en número, toda su clase sería eliminada. Toda la Batalla de Selección perdería su significado. Sin embargo, el Sabio puede haber entendido eso y estaba considerando todo como parte de la prueba. Por suerte, aquí arriba en el aire, podía evitar la amenaza. Pero si la batalla iba a continuar, pronto sería asesinado por Sion, ya que aún no había matado a nadie durante la primera hora.

Tratando de comprender la situación, miró hacia el gran agujero en el centro del Inframundo. Al ritmo que estaban apareciendo, las manchas acabarían con todo en poco tiempo. Si se quedaba en el aire, donde no pudieran alcanzarle, probablemente sería el único superviviente.

La velocidad a la que aparecían no cambiaba, pero el propio agujero sí. Los bordes se estaban volviendo de un negro rojizo, retorciéndose como una masa de insectos. Empezaba a tomar la apariencia de la carne, lo que hacía que las manchas parecieran glóbulos blancos, diseñados para eliminar todos los cuerpos extraños.

Haruto fue golpeado por una horrible premonición. Ni siquiera podían luchar contra las manchas individuales. ¿Qué clase de criatura era el cuerpo al que servían? Tendría que ser algún monstruo extraordinario, capaz de convertir todo el Inframundo en una extensión de su propio ser. Si ese ser estaba ahora despertando, este cambio sólo era una señal de lo que estaba por venir.

Haruto tomó una decisión. Abandonaría el Inframundo inmediatamente. Si era probable que muriera de cualquier manera, prefería arriesgarse y tratar de escapar.

Voló más arriba. Para él, llegar al primer nivel del Inframundo no sería especialmente difícil. El problema sería lo que guardara el corazón del Inframundo. Cualquiera podría idear un plan como atravesar volando. La razón por la que nadie había sido capaz de utilizar ese plan para alcanzar el séptimo nivel era que algo derribaba a cualquiera que lo intentara. Los candidatos a sabios habían resuelto ese problema creando pequeñas y fuertes chozas y dejándolas caer desde los acantilados, utilizando una habilidad para teletransportarse a la puerta de la estructura una vez que aterrizara. Pero, ¿qué pasaría si Haruto intentara volar directamente al primer nivel?

Una vez decidido, continuó ascendiendo. Al cabo de un rato, parecía que nada aparecía para detenerlo. No sabía por qué, pero pronto perdió la oportunidad de pensar en ello. Al notar un destello de luz detrás de él, se giró justo a tiempo para ver la onda expansiva retardada que le siguió.

Una ráfaga de aire abrasador le lanzó más arriba, quemando todo su cuerpo mientras era acribillado por una ola de escombros. Y entonces chocó contra el techo. La distancia entre el sexto nivel y el primero era de seis kilómetros. La fuerza de la explosión le había hecho atravesar esa distancia en un abrir y cerrar de ojos. Con el dolor de su cuerpo chamuscado y destrozado, se deslizó inestablemente en la corriente ascendente.

Aunque no podía mover bien las alas, la corriente de aire constante lo mantenía a flote de algún modo. Pero era sólo cuestión de tiempo que el viento se calmara. Tendría que encontrar un lugar para aterrizar antes de eso.

Haruto reconoció que se encontraba en una situación increíblemente peligrosa.

◇ ◇ ◇

“Esa era Shinozaki, ¿verdad?”

Carol se quedó mirando las formas desplomadas de las chicas que habían aparecido de repente para atacarlas. Habían cargado contra su grupo con lanzas, y luego murieron repentinamente. Aunque estaba sorprendida por el repentino giro de los acontecimientos, no era difícil concluir que era el resultado del poder de Yogiri. ¿De verdad murieron sin previo aviso? se preguntó. Incluso habiéndolo visto pasar delante de ella, no podía creerlo. Si el proceso fuera un poco más obvio, habría podido aceptarlo, pero sin ninguna acción observable por parte de Yogiri, sus enemigos simplemente caían muertos. Incluso sabiendo la verdad, le resultaba casi imposible.

“Sí, es Shinozaki”, dijo Ryouko con indiferencia. También debía ser la primera vez que veía el poder de Yogiri de primera mano, pero su creencia en él era tan fuerte que era el resultado obvio para ella.

“Sin embargo, no es sólo Shinozaki. ¿Cuántos como ella crees que hay?” preguntó Hanakawa.

“¿Una veintena?” preguntó Yogiri.

“¡No te estoy pidiendo que los cuentes! Estoy diciendo que es raro que haya más de una”.

“No tiene sentido analizarlo”, dijo Tomochika. “Probablemente sea su habilidad especial. Eso me preocupa más, a decir verdad”.

Señaló hacia delante y a la izquierda. Un dragón de tipo wyvern yacía en el suelo delante de ellos. No era de extrañar que estuviera muerto debido a la explosión nuclear, pero parecía estar en una condición extrañamente perfecta.

“Oye, ¿no se parece a la cosa que nos atacó en el autobús cuando llegamos a este mundo?”

“¡Oh! ¡El dragón que tiene sexo con el coche!” Yogiri dio una palmada al recordarlo.

“¡¿Puedes no decir cosas que podrían ser tomadas como acoso sexual como si fuera totalmente normal?!”

“¿Tú también hiciste eso, Takatou?” preguntó Ryouko. Realmente parecía encontrarlo perfectamente natural.

“Sí, iba a matarnos”.

“Bueno, ahora que está muerto, no tenemos que preocuparnos por ello, ¿verdad? Sin embargo, tengo un poco de curiosidad por algo”. Tal vez ahora no era el momento para las preguntas, pero Carol tenía que preguntar.

“¿Qué es?”

“Puedes saber que te están apuntando y luego matarlos antes de que te ataquen, ¿verdad?”

“Sí.”

“¿Entonces qué pasa con la bomba que acaba de estallar? ¿No podrías haberla detenido antes de que explotara?”

Incluso ahora, Yogiri estaba matando los elementos peligrosos que los rodeaban. Estaba apagando eficazmente la radiación, el calor y el viento de la explosión. Era una habilidad realmente notable. Pero si ese fuera el caso, debería haber sido capaz de detener el desastre incluso antes de que ocurriera. Eso hizo que Carol sintiera curiosidad.

“Oh, eso. Realmente no sé cómo explicarlo. Tal vez no sea una buena descripción, pero probablemente se trataba del último esfuerzo desesperado de alguien, así que no quería entrometerme en su camino.”

Carol sintió una clara sensación de malestar ante la respuesta. Una sensación de extrañeza, como si estuviera hablando con un ser de otro mundo cuya ética fuera completamente incomparable a la suya.

“¡De todos modos!” Hanakawa interrumpió: “¡No creo que sea prudente que nos quedemos aquí! Ya hemos decidido irnos, así que ¿por qué no nos damos prisa y nos ponemos en marcha? Creo que el tiempo se está acabando”.

“¿El tiempo? ¿Qué quieres decir?”

“Oh, uhh, bueno… creo que deberíamos darnos prisa, ¡eso es todo!” Por alguna razón, se estaba poniendo bastante nervioso. Era un poco extraño, pero tenía razón en que no debían pasar más tiempo del necesario allí abajo.

Hanakawa dejó a David en el suelo. Al final habían decidido que él y Yogiri saldrían juntos. Carol volvió a comprobar el mapa en la ventana de su sistema. Aunque el muro había sido aniquilado por la explosión, el límite de la batalla seguía siendo visible como una línea roja. Estaba a sólo unos metros más allá de donde se encontraban.

“Muy bien, vamos”. Agarrando la mano de Hanakawa, Yogiri comenzó a caminar casualmente hacia adelante.

“Urgh… Me alegro de que no me lancen allí solo, pero aún así…” Sin oponer especial resistencia, Hanakawa se dejó llevar más allá de los límites de la zona de combate. “¿Hm? Parece que no pasa nada. En realidad, teniendo en cuenta la situación, ¿crees que el Sabio también ha perdido la noción de las cosas?” A pesar de sus palabras, Hanakawa no pareció creerlo ni por un momento.

“No, no, todavía lo tengo controlado. Un acontecimiento como éste está dentro de los límites de una batalla ordinaria entre candidatos a Sabio”.

Una mujer vestida de blanco, el Sabio Sion, se encontraba de repente frente a ellos. Carol no podía saber de dónde había aparecido. La tierra que los rodeaba era un páramo estéril a causa de la explosión, así que no había ningún lugar donde pudiera estar escondida, y sin embargo había aparecido sin que se dieran cuenta.

“Entonces, ¿tú eres Sion?”

“¡Eh! ¿No crees que deberías hablarle con un poco más de educación?” Gritó Hanakawa en respuesta al saludo despreocupado de Yogiri.

“Sí, si preguntas eso, debe significar que eres Yogiri Takatou. Creo recordar haber oído que ya te habían matado…”

Sion cayó abruptamente. Como un borracho que no puede mantenerse en pie o como alguien que se ha torcido el tobillo de repente, cayó de espaldas. Una expresión de auténtica conmoción apareció en su rostro. Parecía totalmente incapaz de creer lo que estaba sucediendo.

Carol tampoco podía creerlo. La Sion que ella conocía era un verdadero monstruo, al que no habrían podido resistirse ni un momento mientras jugaba con sus vidas. Pero ahora la habían tirado al suelo como si nada, y Yogiri la estaba mirando.

“No tengo intención de mantener una conversación agradable contigo. Limítate a responder a las preguntas que te hago”.

Aparte de Yogiri, todos se habían quedado en silencio. Nadie estaba seguro todavía de lo que estaba pasando.

“Hey, ¡¿Qué está pasando?!” Hanakawa era el único que no había sucumbido totalmente al shock.

“He matado su tobillo derecho, tal y como he estado practicando”.

Yogiri parecía algo orgulloso de sí mismo.