Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 15

Capítulo 23: Dados Volteados

Parte 1

◇   Clantail

Un intenso dolor hizo que todo su cuerpo se acalambrara, despertándola con una sacudida. Clantail —Nene Ono— gimió y apretó los dientes, pero de algún modo volvió a relajar el cuerpo. Asfixiada por el olor a tierra, levantó el torso con los codos. Se aferró al grueso tronco de un árbol y se le escapó un ruido cuando levantó el cuerpo para caer sobre su trasero y levantar polvo. Se apoyó en el tronco y exhaló una bocanada de aire.

Le dolía todo el cuerpo. Sobre todo le palpitaba la cabeza. No llevaba gafas, por lo que su campo de visión era borroso, su ropa estaba hecha jirones, estaba embadurnada de barro, tenía el cabello arrancado por partes y la sangre le corría por los brazos hasta gotear por las yemas de los dedos. Nene Ono volvió a gemir, sacudió la cabeza y luego empezó a gritar de dolor, sofocándolo en el fondo de la garganta.

Estaba digiriendo la situación, aunque sólo un poco. Su cabeza seguía funcionando. El dolor era un gran inconveniente, pero estar alerta era una ventaja.

Sus recuerdos volvieron a ella. Su poder se había agotado y su transformación se había deshecho justo delante de la diosa. No tenía muy claro lo que había ocurrido después. Incapaz de mantener la velocidad de una chica mágica una vez que volvió a ser Nene Ono, pasó de ser una participante en la batalla a una simple víctima y salió volando por los aires. Eso normalmente la habría matado. Pero alguien la había ayudado, así que seguía viva. Cuando recobró el conocimiento, estaba tumbada bajo un árbol. Eso era. Alguien la había tumbado.

¿Había sido la Miss Marguerite? Nene dudaba de que hubiera habido tiempo suficiente para ello. Si ya había derrotado a la diosa, no habría sido extraño que hubiera venido aquí.

De repente, el suelo se sacudió. Nene se agarró al tronco del árbol con la mano derecha, soportando el dolor mientras sostenía su cuerpo.

El sonido y las vibraciones continuaron. La lucha aún no había terminado. Soportando el dolor, se levantó lentamente apoyándose en el tronco del árbol. Ella no iba a dejar que terminara así. Tenía que hacerlo. El fuego de su corazón no se había convertido en brasas. Seguía ardiendo tanto como antes. Su alma seguía gritando que no dejaré que se apague, arderá como si fuera el infierno. No podía permitir que los rostros de sus viejas amistades, rostros enfadados, rostros sonrientes, rostros asustados, se convirtieran en simples recuerdos.

Pero si seguía así, volvería a salir volando y se acabaría todo. No tenía sentido. Si ella iba a ir, entonces la transformación era vital, y para eso necesitaba fruta gris. Pero cuando buscó en sus bolsillos, no tenía ninguna.

¿No crecía ninguna en ninguna parte? ¿No había caído ninguna en ninguna parte? Miró alrededor de la zona y por fin se dio cuenta. Ella no era la única que se había tumbado aquí. Había alguien más. Aguantando el dolor, se agachó y miró de cerca. Era una mujer en albornoz.

Aunque su visión era borrosa, logró distinguir quién era. Era Dreamy✰Chelsea en forma humana. Estaba inconsciente y, por alguna razón, posaba de forma extraña allí tumbada. Su albornoz estaba manchado de sangre; en otras palabras, estaba herida.

Nene se puso en cuclillas y tanteó para sujetar la muñeca de Chelsea. Su pulso era débil. Abrió el pecho del albornoz. La herida parecía estar cerrándose, pero era grande.

Nene encontró un color que no debería estar allí entre los pechos de Chelsea y alargó la mano. Era el tallo de una fruta gris. La mayor parte de la fruta había sido arrancada a mordiscos.

No es que Nene tuviera una idea exacta de los beneficios médicos que podría tener, pero al menos la fruta gris había sido útil cuando se la había dado a comer a Marguerite. No sabía lo útil que sería esta cantidad, pero usarla era mejor que nada. Machacó lo que quedaba de la fruta con los dedos y goteó el zumo en la boca de Chelsea. Cuando se llevó la pulpa machacada de la fruta a los labios, la lengua de Chelsea se estiró débilmente y la tomó de tallo y todo para masticarla.

Clantail acercó la boca a la oreja de Chelsea y la llamó animosamente una y otra vez, le frotó el cuerpo para calentarlo y le hizo beber agua de su botella de plástico, luego le tomó el pulso. Era más fuerte y estable que antes. Su calor corporal era leve, pero parecía mejor. Seguía necesitando un tratamiento adecuado, pero había mejorado un poco. Nene dejó escapar un suspiro y luego utilizó el pañuelo que llevaba en el bolsillo para limpiar la cara y el cuerpo de Chelsea.

No se dio cuenta de que había gastado toda la fruta gris que Chelsea tenía, toda la que ella poseía, hasta después de haberle arreglado el albornoz y haberla tumbado en el suelo con un árbol caído como almohada. Antes de que Nene pudiera arrepentirse, retomó su búsqueda de fruta gris, pero no encontró ninguna aparte de la que tenía Chelsea.

***

◇   Dreamy✰Chelsea

Sus recuerdos y pensamientos eran confusos, como si mirara a través de un algodón de azúcar. Su condición física no era buena y sus piernas se tambaleaban como si caminara sobre nubes de pelusa.

El cielo era gris, las nubes lo cubrían todo. Había poca luz a su alrededor y no podía decir si era por la mañana, por la tarde o por la noche. Y delante de ella corría un río que llenaba el aire con el olor del agua. El río era tan grande como los muchos ríos famosos que había visto en los libros de texto de la escuela primaria, como el Ganges y el Río Amarillo. No podía ver la orilla opuesta. Incluso si miraba río arriba, no podía ver el final, y cuando miraba río abajo, el río continuaba hasta el horizonte.

No había rastro de nadie más que de Chelsea. El río y la playa paralela eran increíblemente áridos, sin nada de la belleza que le gustaba a Chelsea. Si había algo bonito, estaba al otro lado del río.

Chelsea tomó unas cuantas rocas de la playa, las agarró, las aplastó, las golpeó, las endureció y les dio forma de estrella. Hizo flotar en el aire una estrella del tamaño de la palma de su mano y montó encima de ella. Ahora sería posible cruzar el río sin mojarse en el agua, y además ahora era más linda. Era matar dos pájaros de un tiro—no había usado sólo una piedra, pero de todos modos eran dos pájaros de un tiro.

No sabía dónde estaba, no recordaba lo que había estado haciendo hasta ahora y todo era vago y confuso, aparte del hecho de que era la chica mágica Dreamy✰Chelsea. Pero no se preocupaba por nada de eso. Todo lo que Chelsea necesitaba ahora era llenarse de belleza, y para eso estaba cruzando el río. Chelsea hizo una pose para decir: “Bien, vamos.” Justo después de volar con su estrella hacia el río, un fuerte sonido golpeó sus oídos, detuvo su estrella y se dio la vuelta.

Había un solo ciervo. Parecía un poco más grande que el tipo de ciervo bonito que se ve en los dibujos animados antiguos.

El ciervo miró al cielo y gritó, con la garganta vibrando. Este grito fue el sonido fuerte que había hecho que Chelsea se detuviera. Era como si la llamara, como si la animara, diciéndole: “No te rindas, puedes hacerlo.”

El ciervo se dio la vuelta ágilmente para apuntarle con su lindo trasero y su cola, y luego echó a correr en dirección opuesta al río, hacia una vasta llanura. La lindura que tenía delante intentaba huir. Chelsea se asustó y ordenó a su estrella que siguiera al ciervo. No era el momento de cruzar el río.

Aumentando la velocidad, alcanzó al ciervo, y una vez estuvo lo bastante cerca como para casi alcanzarlo, éste se evaporó como el humo. Antes de que pudiera sorprenderse, su campo de visión se abrió y se incorporó apresuradamente, y chocó las frentes con la de la chica que la miraba, y ambas gritaron, gimieron y se retorcieron de dolor, acurrucándose con las manos en la frente.

***

◇   Nephilia

Incluso cuando oyeron gritos agudos y balidos de ovejas, Marguerite no se precipitó. Siguió avanzando desapasionadamente, al mismo ritmo. Nephilia percibió que no se movía por impulso, sino por una fuerte voluntad. No estaba ebria de emociones. Lo hacía porque debía hacerlo.

Toda la inquietante información que les transmitían los sonidos inquietó bastante el corazón de Nephilia, pero la forma en que se movía Marguerite la ayudó a recuperar la calma, y avanzaron al ritmo de una carrera de tres piernas.

Una chica mágica era más fuerte que su forma humana tanto en cuerpo como en mente. Incluso Nephilia, que normalmente bromeaba, estaba dotada de suficiente corazón para poder caminar hacia su posible muerte si llegaba el momento. Pero Marguerite no estaba transformada. Los latidos de su corazón indicaban que su calma no provenía de la actuación ni de una fuerte fachada. Nephilia se estremeció por dentro. ¿Eran así los profesionales entre los profesionales, incluso en forma humana?

Independientemente de cómo se sintiera Nephilia al respecto, siguieron adelante, y la poderosa luz del sol que se derramaba más allá de los árboles se acercó. Estaban en el límite del bosque. Una vez que lo atravesaran, llegarían al edificio principal. Y los sonidos eran cada vez más fuertes. A medida que se acercaban, las vistas cambiaban. Había árboles caídos, tierra y cadáveres de ovejas. Pasaron por encima de los horripilantes cadáveres de las ovejas, casi irreconocibles, despedazados y esparcidos.

Los árboles llegaron a su fin. Podían ver a la diosa. Allí también había chicas mágicas. Los latidos de su corazón se hicieron más fuertes y más rápidos.

Era Pastel Mary. Estaba forcejeando con la diosa herida y las ovejas se reunían a su alrededor. La diosa intentó golpear con el puño la espalda de Mary, y 7753 se aferró a su brazo para detenerla. Tanto las chicas como las ovejas brillaban vagamente—¿era un hechizo de Ragi y Yol?

Con la violencia de los números y el fortalecimiento mágico, además de las heridas de la diosa, parecía que de alguna manera habían alcanzado un equilibrio.

Había cadáveres de ovejas, árboles rotos y tierra esparcida por todas partes, además de objetos aleatorios como armarios, estanterías, libros y frascos de medicinas. Había una cosa circular translúcida flotando a unos dos metros de la diosa—¿era algún tipo de magia?

Nephilia realmente no entendía todo lo que estaba pasando, pero era mucho mejor que lo peor que se había imaginado, de hecho, estaba cerca de lo mejor. Marguerite soltó un gran suspiro y Nephilia pudo sentir su alivio. Ella también suspiró. Todos lo estaban haciendo bien, trabajando juntos.

Pero Nephilia sabía que, aunque la ayuda de 7753 apenas había salvado la vida de Mary, eso no era más que ganar tiempo. Aunque la diosa estuviera gravemente herida, el agarre simplón de un aficionado al combate no bastaba para inmovilizarla.

Llegados a este punto, necesitaban más ayuda, es decir, Nephilia y Marguerite. Primero, Nephilia cargó a Marguerite sobre su espalda.

Esta era la mejor idea, con la diosa atrapada en un agarre. Entonces Nephilia blandió su guadaña y saltó fuera del bosque.

Nephilia salió tres pasos de la espesura del bosque donde se había escondido y acercó la guadaña al cuello de la diosa. La diosa ni siquiera se molestó en mirarla, con la postura baja, mientras tiraba de la oveja aferrada y de las dos chicas mágicas para acercarlas a ella. En un instante, sus posiciones cambiaron y, antes de que Nephilia pudiera completar su movimiento, la cabeza de Mary estaba donde había estado el cuello de la diosa. A este paso, acabaría rebanando a Mary.

¡Agh, mierda!

Había sido un error intervenir casualmente en esta pelea. Aunque Nephilia hubiera recibido lecciones de un especialista, distaba mucho de ser una maestra de la guadaña, y no podía girar la hoja ni detenerla justo antes del impacto. Lo más que podía hacer era cambiar ligeramente la trayectoria, ya que había previsto que el enemigo la esquivaría.

Nephilia trató de ajustar la dirección de su guadaña, pero aun así cortó la espalda de Mary más que superficialmente. El traje de Pastel Mary se abrió, la sangre brotó, y un grito difícil de describir salió de ella, pero aun así no relajó su agarre. Pastel Mary era más fuerte de lo que Nephilia había imaginado, y eso evitó que esto causara su derrota.

Mientras se disculpaba mentalmente, Nephilia golpeó con el codo la espalda de la diosa, sin inmutarse ante el entumecimiento que le recorría el codo mientras golpeaba el engranaje con el puño cerrado.

El puño de Nephilia estaba más herido que el engranaje, y sangraba. Pero la diosa tampoco salió ilesa, y chorreó aún más sangre que Nephilia.

Nephilia podía sentir que el enemigo estaba dañado. Levantó el puño para asestar otro golpe, y la enemiga trató de balancear el brazo para cubrirla, y entonces una oveja la embistió, desviando ligeramente la trayectoria del brazo, y el puño de Nephilia alcanzó primero. La sangre brotó y la diosa se tambaleó.

Una vez más, esta vez Nephilia levantó una pata y se escondió bajo el cuerpo de una oveja para pasar desapercibida. Agarró a la diosa por el cabello, tiró de él y, con esa abertura, blandió el puño. 7753 golpeó a la diosa en la barbilla con un cabezazo, y Nephilia volvió a atacar.

El puño derecho de Nephilia se hizo pedazos. La enemiga chorreaba incluso más sangre que ella, pero Nephilia no estaba segura de lo bien que estaba funcionando. Aunque la diosa se tambaleaba un poco, a Nephilia le parecía que estaba invitando a un ataque. Pero incluso si lo estaba, Nephilia definitivamente estaba haciendo que centrara su atención en el equipo.

Nephilia hizo como si fuera a dar otro golpe, y luego metió sigilosamente su mano izquierda, esta vez, alcanzando la espada como un cuchillo de mantequilla clavado en la diosa. Si usaba esto, incluso Nephilia podría acabar con ella.

Justo antes de que la mano de Nephilia alcanzara la espada, la diosa le agarró la muñeca. Con la fuerza de un tornillo de banco, desgarró la piel, destrozó el hueso y aplastó la carne, destruyéndola antes de que Nephilia pudiera siquiera parpadear.

Ahora no tenía tiempo para lamentarse de dolor. Todo iba según lo previsto, así que sonreír era más apropiado que gemir, pero pensó que sería más natural aullar, así que lo hizo. Era importante evitar que la diosa se diera cuenta de lo que buscaba.

La Miss Marguerite, des transformada, estaba a la espalda de Nephilia. Podría alcanzar la espada sin que la diosa la atrapara. Esta vez seguro que atravesarían un punto débil, ya fuera el cerebro o el hacha pulsante, y entonces se acabaría todo. Aunque la diosa se diera cuenta de que Nephilia había estado tratando de hacer que se concentrara en el engranaje y ahora estaba alcanzando silenciosamente su verdadero objetivo, la espada mágica, la diosa no podría percibir a Marguerite, y sólo tendrían que ocultar su verdadero objetivo.

Una mano humana salió de detrás de aquella muñeca aplastada. Era frustrantemente lenta porque era humana, y también porque estaba tan malherida que le costaba caminar por sí misma.

Nephilia aulló. Estaba más que lamentándose de cómo esto no era propio de ella. Incluso las ovejas balaron fuertemente de excitación, y Pastel Mary las siguió con un rugido igual al balido de una oveja. Las ovejas y Mary se habían dado cuenta de la presencia de Miss Marguerite y de lo que intentaba hacer, e intentaban disimularlo todo lo que podían.

La diosa soltó la muñeca aplastada de Nephilia y, a continuación, le acercó la palma a la cara. Nephilia miró fijamente la palma que se dirigía hacia ella y se protegió con su brazo derecho destruido mientras la diosa la golpeaba en la cara.

Pero la diosa se detuvo justo antes de que su mano alcanzara el brazo derecho de Nephilia. El rostro vagamente sonriente de la diosa reveló una leve conmoción, expresada por sus cejas ligeramente juntas.

De repente, la mano de la diosa se volvió en otra dirección, hacia su propio hombro, es decir, en la dirección en la que se encontraba la mano de Miss Marguerite. Tomó el brazo de Marguerite sin vacilar y, antes de que Nephilia pudiera gritar, la arrojó a un lado.

Marguerite salió despedida hacia el bosque, rompiendo ramas mientras volaba, y se detuvo cuando su espalda chocó contra un árbol y cayó a sus raíces. Ni siquiera se podía saber si estaba viva o muerta.