Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 15

Capítulo 22: Ha Llegado El Final

Parte 2

◇   Touta Magaoka

“¡He encontrado una raíz! ¡Se extiende por ahí!” “¡Rápido! ¡Date prisa!”

Cada uno hacía lo que podía. Impulsados por el olor a quemado, la fuerte luz del sol, el balanceo ocasional del suelo y los fuertes sonidos que golpeaban sus oídos, se movían, llevaban cosas, daban instrucciones, discutían y hacían dibujos.

Todos estaban haciendo el trabajo que sólo ellos podían hacer: Pastel Mary garabateaba con sus pasteles para seguir creando ovejas, 7753 se encargaba del trabajo pesado con una fuerza inimaginable por su aspecto, y el viejo mago Ragi daba a Yol una conferencia sobre la ceremonia.

Como no era un mago ni una chica mágica, sino sólo un niño de primaria, Touta no tenía que hacer ningún trabajo especial. Pero no podía enfurruñarse ni lamentarse por ello. A estas alturas, le bastaba con poder hacer trabajos esporádicos. Realmente no tenían tiempo.

Había tantas cosas que quería preguntar a los demás sobre lo que había pasado, y también tenía una montaña de cosas de las que quería hablar, pero ni siquiera tenían tiempo para ese tipo de intercambio de información.

Una oveja pasó por delante de Touta. Era aproximadamente media talla más grande que las demás, con una musculatura general gruesa y abultada. La oveja transportaba sin rechistar un gran armario metálico que parecía que a Touta le costaría incluso levantar.

Si no se presta mucha atención al mirarlas, todas las ovejas parecen clones, pero tienen rasgos únicos. Algunas eran sencillas, como un armazón grande, mientras que otras diferencias eran sutiles, como colmillos afilados que asomaban por la boca de una oveja, o lana que brillaba a la luz, o rasgos faciales que parecían inteligentes, o resoplar mucho.

Touta estaba trabajando con las ovejas. No identificaba sus rasgos porque sí. Daba a las ovejas instrucciones que se ajustaban a su tamaño y temperamento, como “Trae eso aquí” o “Lleva esto allí”; básicamente, trabajaba como líder del pelotón de ovejas, así que tenía que mirar a las ovejas. Su ama, Pastel Mary, estaba ocupada creando más, pero le preocupaba que las ovejas trabajaran solas. Así que, básicamente, era un perro pastor.

“Oh, lleva eso allí. Parece que tienen que abrir un poco de espacio en ese lugar.”

La oveja de colmillos afilados hizo un pequeño gesto con la cabeza y arrastró un recipiente de plástico más grande que ella.

Entendían bien las palabras y escuchaban lo que se les decía. Al parecer, las ovejas que iban en contra de las órdenes o que no entendían simplemente sea iban solas al bosque. O mejor dicho, como nueve de cada diez ovejas creadas por Pastel Mary hacían lo que les daba la gana, sólo las ovejas buenas y competentes se quedaban para ayudar en estas tareas.

Trabajando junto a las ovejas, Touta se dio cuenta de repente de que una oveja se acercaba desde el bosque. No parecía que fuera a ayudar, y observaba a las demás trabajando diligentemente como si fueran tontas. Llevaba gafas en la cabeza.

Touta había estado mirando hacia allí, pero ahora sus ojos se fijaron en las gafas. Entrecerrando los ojos, miró a 7753. No estaba mirando a las ovejas, y estaba haciendo un montón de ruidos al separar un armario en partes.

Si la memoria de Touta era correcta, esas gafas eran las de 7753. Pero si 7753 no estaba mencionando eso por sí misma, entonces tal vez sólo se parecían y en realidad eran otra cosa.

Sin detenerse en su tarea, Touta miró repetidamente a la oveja y a 7753. Nunca se lo diría a la propia mujer, pero 7753 parecía bastante desatenta. Parecía plausible que simplemente no se hubiera dado cuenta de que sus gafas estaban a su alcance.

Y Pastel Mary parecía aún más desconsiderada que 7753. ¿Y si se había olvidado de que había estado sujetando las gafas de 7753, se había olvidado de que las había puesto en la cabeza de una oveja y las había dejado así? Parecía probable.

Cuanto más lo pensaba, más probable le parecía que su falta de atención se hubiera combinado aquí. Aunque acababa de conocer a estas chicas mágicas al llegar a esta isla, y no había hablado mucho con ellas, eran lo suficientemente malas como para que a él le pareciera así, por lo que seguramente no sería extraño que ocurriera algo así.

Touta se golpeó la rodilla con un “Muy bien” y se dirigió hacia 7753 al trote, esquivando a las ovejas que iban y venían mientras avanzaba. 7753 no se volvió para verle acercarse, sino que miró las cosas que había en el armario.

Aunque Touta se pusiera delante de ella y le dijera: “Perdón”, 7753 no se detuvo, así que gritó un poco más alto: “Perdón”, y cuando le puso una mano en el hombro, ella por fin le miró.

Touta señaló a esa oveja. “Esa oveja de allí…”

7753 abrió los ojos y la boca de par en par, y gritó: “¡Ahh!” Con una voz sorprendentemente alta. Ragi y Yol la miraron. Pastel Mary no levantó la cabeza de su cuaderno de dibujo.

7753 se acercó a la oveja con las gafas. La oveja levantó las patas traseras, pero a 7753 no le importó el comportamiento de la oveja y volvió a gritar “¡Ahh!” Fue incluso más fuerte que la primera vez.

“Me preguntaba adónde se habían ido…” 7753 se acercó un paso, y la oveja se alejó un paso, y 7753 se acercó un paso, y la oveja se alejó un paso, y Touta pensó que a este paso se escaparía, pero justo cuando estaba a punto de decirlo, 7753 se asomó frente a la oveja, con las gafas ya en la mano. Las chicas mágicas se movían rápido. Era pan comido para ella moverse demasiado rápido para que Touta o la oveja la vieran.

Con manos temblorosas, 7753 se puso las gafas. La oveja que tenía delante baló y echó a correr, pero ella la ignoró por completo. A continuación, más balido siguió desde el bosque, y así un grupo de ovejas se precipitó hacia fuera. Les siguieron otras ovejas que se dispersaron en todas direcciones a gran velocidad, y entonces apareció una figura.

“¿La que se te cayó es el hacha de oro?”

Alguien jadeó. Ragi, Mary, 7753, y probablemente también Touta, todos allí estaban mirando en la misma dirección con expresiones congeladas.

Era una chica mágica como una diosa. Le habían cortado el cabello y se lo habían retorcido, su ropa estaba hecha jirones y su cuerpo estaba tan maltrecho y manchado de sangre que apenas se podía creer que siguiera viva.

Clavada en su clavícula había algo parecido a la hoja de las sierras circulares utilizadas en la construcción, y clavada profundamente en su hombro opuesto había una espada que él nunca había visto antes, y un hacha le atravesaba el pecho, latiendo al compás. Y luego estaba la espada que sobresalía de la herida de la sierra. Cuando vio la empuñadura de esa espada, el corazón de Touta se estremeció. Conocía esa espada. Era el estoque que Miss Marguerite había estado usando.

Si la diosa había venido aquí, básicamente significaba eso. El corazón de Touta latía aún más fuerte en su pecho. Aunque la diosa estaba tan malherida que era un milagro que estuviera en pie y caminando, en su rostro se dibujaba una sonrisa despreocupada. La frialdad y el calor se desbordaron del interior de Touta al mismo tiempo, y apretó los puños que amenazaban con temblar mientras miraba fijamente a la diosa. Ella no le miró en absoluto, avanzando con paso lento, pero con pasos firmes a medida que se acercaba.

Ragi empezó a cantar algo y, uno o dos segundos después, Yol le siguió.

“¿O es el hacha de plata?”

Con un ruido sordo, la diosa dio un gran paso adelante.

***

◇   Pastel Mary

La diosa dio un gran paso adelante y, casi al mismo tiempo, todas las ovejas salieron corriendo. En dirección opuesta, las ovejas que habían huido del bosque se reunieron en torno a la diosa. Se movían tan bruscamente como una navaja, y el sonido de sus pezuñas era tan potente como el de la maquinaria pesada. Al fin y al cabo, se trataba de la élite de las ovejas de élite que Pastel Mary había creado. Tenían un alto nivel en todas las áreas, con el intelecto para entender el lenguaje humano, la amabilidad para considerar a los demás, altas capacidades físicas, valentía que iba en contra de la imagen de una oveja, sensibilidad como la de un psíquico, lana esponjosa como el algodón de azúcar… y por eso actuaban inmediatamente para matar al enemigo en cuanto lo veían.

Y fueron arrojadas en todas direcciones.

La oponente ya no tenía su hacha. Las armas que sí llevaba encima estaban clavadas en ella, por lo que no podía blandirlas. En otras palabras, su único medio de ataque eran sus manos desnudas, pero derribó a las ovejas con tanta violencia, que era como si las hiciera volar por los aires con explosivos. Una, dos fueron destruidas como papel rasgado, y aunque las otras ovejas no se desanimaron y se lanzaron al ataque, el futuro que les esperaba no cambió.

No servía de nada sólo con ovejas. Aunque estuviera tan herida y debilitada que pareciera que iba a caer, la enemiga seguía siendo una chica mágica, y una monstruosamente fuerte. Para ir contra ella, había que lanzarle una chica mágica.

Pastel Mary era una enclenque sin experiencia en la lucha, y aunque luchara, no sería nada buena. Pero seguía siendo una chica mágica. Si fuera Dreamy✰Chelsea, aunque hubiera sido tan débil como Pastel Mary, habría actuado antes de que su cabeza pudiera pensar. Y entonces, después de haberlo hecho, habría sacado pecho con orgullo. Habría dicho: “Si no actúas aquí, no eres una chica mágica.”

Pastel Mary avanzó medio paso detrás de sus ovejas. No es que fuera lenta por miedo o vacilación, sino porque un momento antes había estado mirando su bloc de dibujo, dibujando con pasteles.

Ante ella, las ovejas explotaban una tras otra, convirtiéndose en restos de color rojo brillante que se desvanecían, y con una lluvia literal de sangre cayendo a su alrededor, no se detuvo, de hecho aceleró, y justo antes de que hubiera golpeado a la diosa con un golpe en el cuerpo desde el hombro, tropezó. Ya no podía detenerse. Perdió el equilibrio y cayó de cabeza.

Cuanto más se apresuraba, más probabilidades tenía de caerse. Lo sabía insoportablemente bien, pero aun así maldijo esa tendencia por aparecer en un momento así. Empezó a desesperarse, pero luego pensó: “No”, y apretó los dientes. Recordando a Shepherdspie y a Chelsea, pensó firmemente que nunca se rendiría y empujó los brazos hacia delante.

Una terrible ráfaga de viento desprendió árboles e hizo que el sombrero de Pastel Mary saliera volando. Por esa repentina caída, apenas había esquivado el puño del enemigo, y antes de que pudiera darse cuenta, la cintura de la diosa estaba justo delante de ella.

***

◇   Ragi Zwe Nento

Una vez que Ragi vio lo que había sido de Francisca Francesca, la ira se apoderó de él de golpe. Su rabia fue lo suficientemente intensa como para que se le erizara cada uno de los pelos de la barba.

Los tontos habían querido sellar al Sabio dentro de esto. Esta forma, creada sólo para causar daño, probablemente encajaba en su concepto de diseño. Los investigadores se habían descontrolado, pensando que mientras fuera fuerte, mientras ganara, no les importaba nada más, lo que los había llevado a esto. Les faltaba su buena dosis de respeto por su gran y divino precursor.

Ragi estaba lo suficientemente enfadado como para que su sombrero triangular flotara hacia arriba, pero no dejó que eso interrumpiera su planificación. Ragi estaba acostumbrado a su propia ira. Desde que lo habían trasladado al Departamento de Gestión de Chicas Mágicas, era raro que no estuviera enfadado.

No había más remedio que volver a empezar. La existencia que intentaban evitar estaba justo delante de ellos, así que tardarían demasiado en abrir una puerta para escapar. Ahora destruirían al homúnculo. Sería más difícil que abrir una puerta, pero también más ventajoso. Deberían gastar el poder que habían reunido en eso.

Mientras miraba a las ovejas que se arrojaban a la diosa y eran masacradas por ello, Ragi blandió su bastón y lanzó un hechizo. Era primitivo y bárbaro, lejos de lo que un mago debería usar, pero no tenía tiempo para el autodesprecio o la burla. Ragi canturreó y Yol también empezó a lanzar un hechizo. Se había dado cuenta de lo que estaba haciendo y, sabiendo que ella misma no tenía suficiente poder, se comprometía a apoyarlo. No había que subestimar las artes de la fina joven; esto era bastante admirable, mucho más allá del engendro de un aristócrata medio.

Aunque le impresionó la forma en que Yol actuó, la ira de Ragi nunca se calmó. La ira era su combustible. Si podía seguir echándola al fuego, podría continuar hasta que lo mataran, por lo menos.

Muchas ovejas habían sido aplastadas, pero su sacrificio no había sido en vano, ya que ahora Pastel Mary se aferraba a Francesca. Ella la sujetaba con firmeza, ambos brazos alrededor de su cintura. Mary parecía desesperada, decidida a no soltarla nunca. Sus ovejas saltaban una tras otra, intentando derribar a la enemiga con su peso, pero Francesca resistía la presión y ni siquiera se tambaleaba. A pesar de estar tan malherida que parecía que se iba a caer con el empuje de un dedo, sus piernas seguían firmes.

Pero había dejado de andar. Se paró firmemente sobre ambas piernas, braceando para no caerse.

Francesca apartó de un puñetazo una oveja, luego otra. Caía una lluvia de sangre y Francesca empezó a moverse poco a poco. Puso una mano en el brazo de Pastel Mary y se apoyó en ella, pero eso seguía sin ser suficiente; la estaban abrumando.

Normalmente, un mago no tendría la oportunidad de intervenir en un combate entre chicas mágicas. Se necesitaban minuciosos preparativos preliminares para compensar la velocidad de las chicas mágicas y, sin eso, no podrías seguirles el ritmo y la pelea habría terminado. Pero si estaban en un punto muerto mientras se empujaban, eso era otra cosa.

Un resplandor rojo cubrió a Pastel Mary y a las ovejas. En esta situación, el apoyo era mejor que los ataques directos. Si disparaba una bola de fuego en la lucha, las posibilidades de fuego amigo eran altas, e incluso si le daba a la base de la encarnación, no tenía ni idea de cuánto daño haría.

Era sólo una ligera ayuda, pero Pastel Mary apretó los dientes como si éste fuera su momento. Tendría que hacer acopio de toda la fuerza que normalmente no utilizaba.

El plan actual era bárbaro y violento. Abandonaban el método humano de dar prioridad a los niños y hacerles escapar por la puerta, y en su lugar reunían todas sus fuerzas para aplastar a Francesca.

Por un momento, sus fuerzas estuvieron igualadas, pero Francesca retrocedió rápidamente, apartando a una oveja para levantar el puño. Inmediatamente, 7753 saltó sobre ella. Se agarró al brazo de la diosa y no la dejó levantarse.

Ragi movió su lengua seca como una pequeña rata para añadir más hechizos.