Eiyuu Ou (NL)

“¡Sí! ¡Y de esta manera todavía podré estar junto a ti y Chris cuando todos crezcamos! ” Rafinha se había aferrado a la idea de que Rafael e Inglis estaban destinados a la grandeza. Ella había dicho que quería ser un caballero para quedarse con su familia.

“Así es”, intervino Inglis para tranquilizarlo. Bueno, Rafael probablemente estaba atrapado en ese camino, pero Inglis no tenía ningún apego a la idea de ser un caballero. Luchar contra un montón de bestias mágicas estaría bien, pero cuanta más fama adquiría un caballero, más se alejaba de la línea del frente a la mesa de arena. En su vida pasada, había seguido ese proceso y, de alguna manera, cuando estuvo a la altura de las circunstancias, también se había elevado al trono. Eso no fue un arrepentimiento, por supuesto. Estaba orgullosa de haber logrado no defraudar a quienes la rodeaban, pero tampoco quería volver a tomar ese camino.

Por lo tanto, convertirse en caballero estaría bien, pero si había algún indicio de que iba a ascender en las filas, tendría que tener planes para renunciar y convertirse en mercenaria o comerciante como Rambach. Su título no importaba, lo que importaba era estar en medio del combate. Eso es lo que quería hacer con su vida.

“Y el siguiente es Inglis. Dé un paso adelante, por favor ”, dijo el sacerdote.

“Si padre.”

Era su turno. Inglis dio un paso hacia el tabernáculo bautismal y, después de recomponerse, metió la mano dentro. Como había sucedido con Rafinha, el tabernáculo bautismal brilló y comenzó a tararear en resonancia.

Había comenzado a hacer su trabajo. Y tocándolo, comprendió cuál era ese trabajo. ¿Entonces esto está hecho para cristalizar el flujo de maná en una Runa? La mayoría de la gente de esta nueva era carecía del sentido que les permitiría manipular el maná y controlar la magia, pero eso no se debía a que el maná se hubiera ido por completo. Fue porque se habían olvidado las técnicas para su uso.

Las Runas, inscritas en el tabernáculo bautismal, eran un flujo automático de maná. Si uno agarrara la empuñadura de un Artefacto, el maná fluiría desde la empuñadura hacia él.

Usar maná era, en sí mismo, lanzar magia. Debido a que la gente de esta época carecía del conocimiento de los hechizos, era plausible que la inscripción de una Runa fuera una solución provisional. Pero si eso es correcto… Inglis comenzó a reflexionar sobre las implicaciones. Mientras lo hacía, la luz se desvaneció del tabernáculo.

“Se hace. Inglis, enséñanos tu mano “.

“Por supuesto…” Inglis liberó su mano y miró su parte trasera.

No había ninguna Runa. Era la misma mano delicada a la que estaba acostumbrada.

Eso tiene sentido. Un caballero divino era mitad humano, mitad dios, revestido de la voluntad divina. Éter, no maná, se arremolinaba alrededor del cuerpo de un caballero divino. No había forma de que un dispositivo diseñado para inscribir mero maná pudiera afectarlos. Era más probable que ese tabernáculo se incendiara si se esforzaba lo suficiente. No había maná en un caballero divino con el que trabajar. Al menos no había intentado inscribir una Runa especial.

“… No pasó nada.” Inglis, aliviada, levantó la mano.

“¡¿Qué…?!”

Todos los hombres de la familia se pusieron en pie de un salto.

“¡Imposible! Mi Inglis, ¿uno de los Sin Runa? ¡No puedo creerlo! ” Luke jadeó.

Así se llamaba a aquellos cuyo maná era demasiado débil para ser inscrito como una Runa. En el caso de Inglis, las causas fueron las opuestas, con el poder desbordante de un caballero divino simplemente ignorando cualquier intento de inscribir una Runa. Pero incluso si las causas fueran diferentes, los resultados fueron los mismos. ¿No fue irónico?

“¡Así es! ¡No puedo creer que Chris, de todas las personas, sea una Runeless! ¡Algo debe haber salido mal! ” Rafael intervino.

“¿Está funcionando correctamente el tabernáculo bautismal? ¡Revisalo!” ordenó el duque.

No queriendo aceptar lo que acababa de suceder, se apiñaron alrededor del anciano sacerdote.

“Erm… Simplemente funcionó en Rafinha, ¿no?” dijo el sacerdote.

“Podría haberse roto después de eso, ¿no es así? De todos modos, déjela intentarlo de nuevo —ordenó Duke Bilford.

“Muy bien entonces. Inglis, por favor.

Pensó que también podría seguir intentándolo hasta que su familia lo aceptara.

Lo intentó cuatro o cinco veces más. Los padres de las dos niñas, tan hinchados como comenzaba el día, estaban realmente desinflados. Ella sintió un poco de pena por defraudarlos.

“No puedo creerlo”, dijo Luke. “Sin una Runa, ella nunca podrá ser un caballero. Squire está tan lejos como llegará… Nunca asumirá el cargo de capitana… ”

“Lamento decepcionarlo, padre”.

Luke negó con la cabeza con fervor. “¡No! No lo hiciste… ¡No quise decir eso! ¡No te preocupes por eso, Inglis! ”

Debió estar preocupado de que sus preocupaciones la lastimaran. Estar seguro de corregirse a sí mismo era, supuso, la señal de un buen padre. Aunque dejarlo escapar al principio también era la señal de un hombre apresurado. Para empezar, era mejor no dejar escapar un pío, pensó.

“Hay muchas cosas que puedo hacer incluso sin una Runa”, dijo. “Y planeo lograr esas cosas. Si Rani se convertirá en un gran caballero, necesitará un escudero a su lado. No necesito una espada de artefacto para ser su escudo “. Inglis sonrió, una expresión de verdadero alivio.

Sin Rune, nunca tendría que preocuparse por elevarse por encima del escudero. Esto no fue un revés; fue una ventaja. No tener expectativas de dar órdenes significaba que no había razón para dejar la línea del frente para darlas. Y nunca tener que abandonar la línea del frente para ascender de rango fue una gran oportunidad para concentrarse en dominar la espada.

Sin embargo, la familia que la rodeaba confundió su alivio con un esfuerzo incondicional por seguir soportando el peso de su decepción.

Luke y el duque Bilford asintieron con gravedad.

“Veo. Tienes razón…”

“Cuida bien de mi Rafinha, Inglis”.

Su madre y su tía no pudieron decir nada, solo miraron con lágrimas en los ojos.

¡Chris! Chris, ¡realmente eres una persona increíble! ” Una lágrima corrió por la mejilla de Rafael mientras abrazó a Inglis. Estaba profundamente conmovido.

“Chris, estoy tan feliz. Esto significa que podemos permanecer juntos para siempre “. Solo Rafinha pudo manejar una sonrisa alentadora.

Y así terminó el día del bautismo de Chris, incluso si no terminó felizmente.

Unos días después, Rafael partió hacia la capital y la academia de caballeros.