Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 14

Capítulo 9: Luchemos, Levantémonos, Resistamos

Parte 2

“Una cosa sería si sólo vinieras aquí de excursión por placer, pero el tipo de persona dura que buscaría cooperadores nada más llegar a la isla nunca dejaría de traer el máximo número de chicas mágicas.”

No importaba dónde escuchara Nephilia a Agri, su voz era fácil de captar. No se parecía en nada a su propia voz.

Sentada en una roca, Nephilia apretó su oreja derecha, presionando firmemente sus auriculares con los dedos. El teléfono mágico que le había dado Agri no tenía problemas para captar el sonido. Pudo escuchar toda la conversación entre los magos, que estaban cara a cara en los árboles alejados de la zona rocosa para no ser escuchados. Era un problema que no pudiera enviar una señal a Agri o que estuviera demasiado lejos para que se apresurara a ir con Chelsea, pero Nephilia lo ignoraría esta vez.

Pero lo que no podía ignorar era un problema diferente. El audio estaba demasiado alto. Nephilia se metió los auriculares más adentro. Mary y Chelsea estaban allí coqueteando, así que si hablaban de cosas que las dos no debían escuchar y ese sonido se filtraba por sus auriculares, seguramente causaría una crisis.

“Bueno, estoy seguro de que así es como te lo imaginas.” La voz de Navi Ru era baja y un poco difícil de escuchar. Probablemente no era sólo por su calidad vocal natural, sino también por las emociones que salían de su voz. Nephilia había fallado al hacer su investigación sobre Navi. No sólo era un personaje obstinado, sino un conocido y consumado investigador. Sataborn había estado trabajando durante un tiempo ridículamente largo, por lo que muchos podían llamarse sus antiguos alumnos, pero no se podía decir que Navi estuviera en lo alto del ranking de prioridades. Su tiempo como alumno había sido corto, y su relación había sido tenue. ¿Por qué había puesto a Navi en su testamento? Nephilia pensó que tal vez no había sido convocado como alumno. ‘El Laboratorio’ para el que Navi trabajaba se refería al núcleo de la Facción Osk. Tal vez venir como antiguo alumno era, en definitiva, una pretensión, y en realidad habían tenido una relación de cooperación, una relación de poder dentro de la facción. Pero aunque se le ocurriera investigar eso, estaba más allá de lo que podía descubrir en un día o dos. Y si metía la pata, podía hacer que la mataran.

“Estaba escondida en el estanque, ¿no es así?” Preguntó Agri.

El lugar donde se habían encontrado con Navi había sido el borde del estanque. Pero, ¿no había dicho Agri que la mirada significativa de Navi hacia el estanque había sido una bravata?

“Oh, yo también supuse que eso debía ser una bravata.” Dijo Agri, quizá dirigido menos a Navi y más a Ren-Ren, a su lado. “Pero si vas a esconder a una chica mágica que has traído, me parece que ese sería el mejor lugar. Hay chicas mágicas que podrían esconderse bajo el agua, ¿no? Como una sirena, una rana o un delfín… bueno, no importa de qué tipo.”

“Ya veo.” Comentó Navi. “Entonces, ¿por qué iba a matar a Maiya?

No hay ninguna razón.”

“Esa cosa que hizo que todos los magos colapsaran y las transformaciones de las chicas mágicas se agotaran. No fuiste capaz de predecirlo, ¿verdad? ¿Me equivoco?”

“Vamos, no hay manera de que pueda saber que eso va a pasar.”

“Ajá. Tú también te desmayaste y la transformación de Clarissa se deshizo. Tampoco me pareció que estuvieras fingiendo ser una víctima que quedó atrapada. Bueno, las cosas funcionaron para ti y Clarissa porque el resto de nosotros estábamos allí.”

“Sí, básicamente.”

“Pero las cosas eran totalmente diferentes para la chica mágica A, a la que ordenaste esconderse y esperar. Ella no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Y encima, si estaba en el fondo del estanque, vomitaría burbujas y se ahogaría. Así que se arrastró de alguna manera, buscó la fruta gris y se transformó de nuevo. Pero mira, aunque hubiera salido del problema inmediato, no era como si eso lo resolviera todo. Si volvía al estanque y su transformación se deshacía de nuevo, sería un desastre. Creo que acabaría pensando en todo tipo de cosas, como

¿hubo un ataque? o ¿algo más causó esto? ¿Sigue ocurriendo o ya se ha acabado? intentando tímidamente sondear la zona. Y fue entonces cuando, por desgracia, se topó con Maiya… y la mató.”

Hubo una pausa. Nephilia oyó que Navi se aclaraba la garganta varias veces y luego suspiraba profundamente. “Tiene usted mucha imaginación, señora.” Su voz no temblaba ni nada parecido. Pero no era un tono que sonara feliz. Agri, en cambio, charlaba con bastante alegría. Incluso parecía que intentaba animar las cosas.

Agri tenía la tendencia de jugar al villano a veces y actuar peor de lo que realmente era más de lo necesario. Nephilia podía entender sus valores, al ver a la gente mala como genial, pero alguien que era realmente malo no jugaría a ello. La persona con la que Agri estaba hablando era un mago que trabajaba en el notorio Laboratorio.

Se decía que el Laboratorio de la Facción Osk era el destino final de las chicas mágicas. Un conocido de Nephilia que estaba versado en estos asuntos dijo que diseccionaban inocentes chicas mágicas como algo normal. Aunque pareciera sólo un tipo de mediana edad de aspecto rudo, no se tenía idea de la cantidad de trabajos sucios a los que se había dedicado. Aunque fueran rumores a medias, o rumores al 99%, debía considerarlo un auténtico villano. Cuanto más control tuvieras, más deberías evitar agitar las cosas, era lo que pensaba Nephilia, pero no tenía forma de decírselo a Agri.

“Bueno, puedes pensar eso si quieres. Al fin y al cabo, eso es lo que yo creo que está pasando. Pero no creo que esté tan equivocada. Llegaste aquí buscándome, ¿no es así, viejo? Probablemente usando la magia de Clarissa.”

“Esto es una especulación, básicamente una fantasía.”

“Quieres terminar las cosas tan pacíficamente como puedas. Por eso hiciste que Clarissa fuera con ese grupo a ver el cuerpo de Maiya.”

“¿Ah, sí?”

“A sigue preocupada por si la atacan. Ahora es como un ratón asustado con habilidades de combate muy poderosas, y no sabes a quién podría morder. ¿No es eso lo que estabas pensando? Entonces, si tú o Clarissa estuvieran con el grupo, A sería capaz de decir que no debería atacarlos. Por eso hiciste que Clarissa se uniera al grupo que fue enviado al cuerpo de Maiya.”

“Eso es un razonamiento bastante tortuoso.” Había un tinte burlón en la voz de Navi. “Si sigues lanzando acusaciones sobre cada pequeña cosa, puedes hacer que cualquier argumento suene legítimo.”

“Fue extraño que tomaras la decisión de desplegar a Clarissa tan a la ligera, cuando ella podría ser la única persona aquí que te protegería, y teníamos a un misterioso asesino dando vueltas. Aunque eso sería diferente si supieras que no te iban a atacar.”

“Ajá.”

Ese ‘ajá’ sonaba completamente apático, pero eso era lo que hacía sentir que había dado con algo. Nadie podría ofrecer una respuesta tan apática a alguien que tiene delante escarbando con sospechas infundadas, argumentando obstinadamente y lanzando más inferencias sobre ti por mucho que las negaras. Esto podría tomarse básicamente como un reconocimiento implícito de que era algo cierto, y Navi también debería saberlo.

“No voy a exigirte que lo admitas.” Dijo Agri. “Estoy segura de que no quieres hacerlo, y de todos modos no puedo estar segura de que mis deducciones sean correctas. Pero, viendo la situación, creo que no está tan lejos… Oh, esto no es una amenaza. Ya que amenazarte sería ir en contra de nuestro contrato.”

Lo que había llevado a Nephilia a convertirse en una chica mágica había sido, naturalmente, su magia, pero sea como fuere, no le gustaba usarla. Su reticencia a tocar a los muertos directamente con la mano iba más allá del asco, y el placer de llegar a escuchar las palabras de alguien que no podía hablar aparte, se sentía más culpable que curiosa por hacer públicas esas palabras. En realidad, fue a través de la búsqueda de los trabajos más interesantes que no requerían magia que Nephilia había aprendido sobre el Reino Mágico, sumergiéndose en el estudio de los contratos entre magos, las ceremonias que venían con los contratos, y las leyes que tenía que obedecer con tal entusiasmo que la gente la buscaba más a menudo por esas habilidades ahora. Ella no cometería errores cuando se tratara de contratos.

“Así que mientras sea en un futuro cercano, todavía tenemos un contrato activo entre nosotros, ¿verdad?”

Su contrato era con lo que más contaba Agri. Por muy astuta que fuera Navi, si hacía del contrato su escudo, su seguridad estaba garantizada. Cada una de las cláusulas había sido establecida en detalle, y si Navi violaba alguna de ellas, perdería todos sus bienes.

En primer lugar, había una diferencia entre Navi y Agri que hacía difícil calificar el contrato de justo. Era un trato igualitario en el sentido de que ambos ponían sus activos en un lado de la balanza para equilibrarlos, pero Agri estaba en la indigencia, y Navi estaba en el núcleo de la Facción Osk: sus activos estaban en niveles totalmente diferentes. Era algo así como si alguien con una sola moneda y alguien con cien monedas dijeran: “Vamos a apostar todas nuestras monedas restantes en este juego.”

Nephilia había movilizado todos sus conocimientos y su experiencia para insertar falsedades y engaños con el más fino matiz, haciendo el contrato tan difícil de leer como era legalmente posible. Si Navi lo había hojeado o leído mal, eso era una prueba de que tenía prisa por ganar aliados. Nephilia había planeado sacar algo más en caso de que se quejara, pero al final, no había expresado ninguna queja.

“Por lo menos, no pueden hacernos nada.” Argumentó Agri. “Entonces no nos van a matar. En el peor de los casos, incluso si hubieras fallado en el control de A por completo, entonces puedes decir que estamos un poco a salvo si podemos estar cerca de ti.”

Nephilia escuchó un carraspeo amargo. Navi estaba irritado, y no trataba de ocultarlo. “Mire, señora. Todo lo que has estado diciendo hasta ahora ha sido sólo admite esto, dame aquello, usando el contrato como escudo para decir lo que quieras. El contrato que hicimos, de acuerdo, era un contrato en el que todos ganaban, al cincuenta por ciento. Debes tener algo que ofrecerme.”

“He recogido fruta gris. Te daré exactamente la mitad.”

Comprometerse con alguien a la mitad de algo también significaba acercarse a dicha persona. Aunque Agri se dejara llevar por el placer de jugar al villano, tenía agallas. Nephilia ya no oía a Navi carraspear.

“Huh, la mitad… hmm. Eso depende de cuánto sea.”

“Puedes suponer que la fruta que se almacenaba en el edificio principal se ha duplicado.”

“¿Eh?”

“Dreamy✰Chelsea y Pastel Mary también están trabajando conmigo. Chelsea es una especialista en violencia, y las ovejas de Mary pueden explorar y buscar enemigos.”

“Maldita sea… perra. ¿Tú fuiste la que hizo que Pastel Mary robara las frutas?”

Nephilia miró a las dos chicas mágicas que estaban sentadas una al lado de la otra detrás de la gran roca. Chelsea se acercaba más, mientras que Mary sacudía la cabeza con expresión preocupada. Las dos eran elementos realmente inestables: Chelsea bien podía dirigir su violencia hacia ellas en cualquier momento, y Mary no podía controlar completamente las ovejas que hacía, pero no tenían la obligación de ofrecer esos detalles.

“Con Nephy, Ren-Ren, Mary y Chelsea, son cuatro. Al sumar las tuyas nos da seis personas. Clarissa y la señorita A son fuertes,

¿verdad? Entonces básicamente tenemos un control en esta isla.”

“Ajá.” Comparado con su anterior ‘ajá’, este tenía un sentimiento ligeramente más positivo.

“Trabajaré contigo todo lo posible. También te conseguiré lo que quieres.” Dijo Agri.

“Quiero toda la información sobre esta isla que ustedes tienen.”

“Claro.”

“Y muéstrame todo sobre los contratos que piensas usar en esta isla, formato y contenido incluidos. Los contratos que has hecho son realmente difíciles de entender. Voy a revisarlos bien.”

“Sí, sí.”

“No le pongas la mano encima al viejo abuelo Ragi o a Yol. Aunque puedes negociar con ellos.”

“No voy a ser violenta con nadie, ¿de acuerdo? Más importante, si destruiste la puerta, eso significa que aseguraste una ruta de escape,

¿no? Tienes que hablarme de eso.”

“No sé nada sobre la destrucción de las puertas. Probablemente hubo algún tipo de accidente… Alguien lo hizo a su criterio. Y no hace falta decirlo, pero no tengo ni idea de quién.”

“Un accidente, hecho a su propio juicio, ¿eh? Pero aun así, no es que no puedas escapar. No pareces tan desesperado por ello.”

“Me gustaría que dejaras de intentar leerme.”

“Estoy acostumbrada a preocuparme por lo que piensan los demás.” Dijo Agri. Su comentario era autodespectivo, pero no tenía nada de lamentable. El aire entre los dos magos se había aligerado un poco.

“Sobre las puertas… Estábamos hablando de que no se pueden reparar porque les faltan piezas, cierto. Así que eso significa que quien rompió las puertas tiene las piezas. Aunque no es que sepa quién las rompió. Si podemos obtener las piezas de esa persona y entregarlas a Rareko, deberíamos poder usar las puertas sin problemas.”

“Ya veo. Gracias por el consejo.”

La negociación estaba completa. “Muy bien.” Murmuró Nephilia en voz baja, apretando el puño derecho. El acto reflejo salió con más intensidad de la esperada, y no pudo evitar reírse; miró a Chelsea y a Mary, pero ellas estaban coqueteando y no la miraban.

La negociación avanzó sin problemas hacia una discusión con un pacífico ir y venir. En otras palabras, había ido bien. Agri lo había conseguido.

Nephilia se dio cuenta tardíamente de que estaba apoyando a su empleadora más de lo que había sido consciente. Era fácil para ella simpatizar con el motivo del dinero por el dinero, no porque quisiera dinero para hacer algo, en parte porque no había muchas chicas mágicas así. En general, Nephilia tenía una opinión favorable sobre los magos y las chicas mágicas de esta isla, pero le gustaba especialmente Ren-Ren, y Agri era la segunda que más le gustaba.

Agri intentaba ascender en el mundo. Tenía conciencia y sentido de la ética, pero decidió ignorarlos para aprovecharse de las debilidades de los demás. A pesar de su propia reticencia, se hacía la villana y fingía que no le molestaba.

Ren-Ren parecería pasiva, a simple vista. Si Agri le pidiera que hiciera algo, no sería capaz de decir que no, incluso sabiendo que estaba mal, o eso parecía. Pero Nephilia pensó que había algo más. Ren-Ren era del tipo que se mentía a sí misma, pero seguía manteniendo la vista fija en el premio.

Ambas eran justo el tipo de personas desagradables que le gustaban a Nephilia. Eran un dúo formado por una chica mágica que no quería quedarse atrás y una maga que quería ascender. Encajaban como piezas que llenaban las partes que faltaban de la otra, pero también eran precarias, como si una de ellas pudiera causar la muerte de la otra. Una sola habría sido divertida por sí sola, pero la combinación de las dos las hacía el doble o el triple de divertidas.

Nephilia ahogó la risa que brotaba de su garganta dentro de su boca y luego hojeó los formularios de los contratos y el contenido que iba a utilizar para poder repasarlos a fondo. Cuando abrió las palmas de las manos, descubrió que había dejado profundas marcas de uñas y se sintió conmovida a pesar de sí misma por mostrar una emoción tan sorprendentemente fuerte.