Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 14

Capítulo 3: Saludos, Y Luego Un Incidente

Parte 4

◇   Touta Magaoka

“¿No estaban esas dos mirándose la una a la otra? ¿Están bien?” Preguntó Touta.

“Está bien, está bien; debemos dejar que esas viejas amigas charlen juntas.” Yol caminó con paso firme hacia delante, aun sosteniendo la mano de Touta.

Sus dedos eran suaves, tersos, fríos y helados, pero poco a poco se iban calentando. Cuando Touta se dio cuenta de que era porque los estaba calentando, apartó la mano. Yol se volvió hacia él con una expresión como de “Vaya”, y le devolvió la sonrisa. Delante de donde ella indicó con un “Adelante” había una puerta abierta, y Touta se dio cuenta de que habían llegado a su habitación.

El interior era mucho más grande de lo que esperaba. Había un sofá más pequeño que en el que habían estado sentados antes, una mesa larga, una especie de armario con alcohol y copas de vino, y dos puertas más en el otro lado de la habitación. Tal vez era allí donde se cambiaba y dormía y demás. Las palabras que imaginó por su cuenta

—“cambiarse” y “dormir”— hicieron que Touta se sonrojara, y se apresuró a entrar en la habitación.

Yol movió su capa a un lado para sentarse, mientras Touta se sentaba en el asiento de enfrente, y la chica mágica con gafas que se llamaba Rareko fue a colocarse detrás de Yol.

“Entonces, comencemos.” Dijo Yol.

“¿Empezar… qué?” Preguntó Touta.

“Tee-jee, ¿por qué no dejamos de fingir que no sabemos?” Ella estaba actuando de forma extraña, de alguna manera diferente de antes. Parecía más atrevida o algo así, como un personaje rival de anime o manga. “He estado investigando cómo se trata la magia en otros mundos que no son el Reino Mágico; cómo se ha recibido y crecido culturalmente la existencia de la tecnología que llamamos magia, que ni siquiera debería conocerse.”

“Ah, sí.”

De repente, Yol se puso en pie de un salto, con la capa ondeando. En el interior de su capa brillaban innumerables cosas… Touta entrecerró los ojos y examinó lo que fuera. Mirando de cerca, los reconoció. “La reina quemada por el fuego del infierno”, “El sueño del extremo”, “La angustia de la dama caballero”, “Los ángeles gemelos diabólicos”, “El tesoro del robot”, “Serafín anónimo”… En su capa había tarjetas del popular juego de cartas intercambiables Magical Battlers. Estaba repleta de hileras de cartas promocionales difíciles de adquirir o de cartas raras que eran demasiado caras para él.

“Touta Magaoka.” Dijo Yol. “Reconocí inmediatamente ese nombre. Tú también eres duelista, ¿no? Ganaste el tercer puesto en el quinto torneo nacional de escuelas primarias de Battlers.”

“¿Eh? ¿Cómo sabes…?” Se preguntó Touta. “Oh, ¿es porque mi nombre salió en una revista?”

“Es un nombre inusual. En mi búsqueda de otras culturas, caí en la tentación del duelo…”

“Oh, ya veo.”

“¡Ahora ven, Touta! ¡Elige el reglamento que más se te da! ¡Ahora, que se levante el telón del juego de la oscuridad!”

“Lo siento, no he traído mi baraja.”

“¿Eh?” Los ojos de Yol se abrieron de par en par. Se quedó mirando a Touta con la boca entreabierta. “¿Por qué no?”

“Miss Marguerite me dijo que no empacara nada que pudiera estorbar…”

“¡Dios mío…! ¡Pero la baraja podría llamarse el alma de un duelista…!” Gritó Yol, tirando su sombrero al suelo. Rareko se tambaleó, sin poder hacer nada, pero tampoco era que Touta pudiera hacer nada, ya que Yol pisoteaba el sombrero una y otra vez. “¡Pero si pensaba presumir de mi Satacon!”

“¿Eh? ¿Satacon? ¿Te refieres a General Satan Control?”

“Así es. Por supuesto que debes conocerlo. Usando el mazo de control típico en Battlers, aguantas como puedas usando contrataques y rebotes hasta que puedas jugar el demonio de alto coste General Satan—”

“No, ya lo sé… Pero ahora no puedes jugar a Satacon, ¿verdad?”

“¿Por qué no? Mi querido Satan puede salir en cualquier momento…”

“Pues ahora el General Satan es una carta prohibida.” “¡¿Eh, en serio?!”

“La semana pasada, hubo algunas revisiones especiales aparte de las revisiones regulares, surgieron un montón de erratas, y anunciaron como una ocurrencia posterior que el General Satan ha sido convertido en una carta prohibida… He oído que todas las cartas relacionadas con el General Satan han bajado de precio en general, y las tiendas de cartas no están haciendo recompras.”

“Esto no puede ser… ¡Qué absurdo!” Yol cayó de rodillas. El juego de cartas atado al interior de su capa cayó al suelo con un golpe, y su cabello, en un estado increíble, se agitó junto con él. “Sólo puedo adquirir información del TCG Mensual… Así que si ocurrió la semana pasada… No… ¿Podría ser… que haya un trastorno en la escena…?”

“Sí.”

“Espantoso… Esto es simplemente demasiado espantoso… Pero mi Satacon… ¡Estaba tan afinado! Leí cada parte del meta, así como todas sus sinergias…” Yol estaba de rodillas en el suelo, con los hombros temblando. Estaba en estado de shock.

Touta miró a Rareko y vio que seguía completamente alterada. No parecía que fuera a ser útil. En otras palabras, tenía que ser él quien hiciera algo. “Sin embargo, ¿no es esta una oportunidad?”

Yol levantó la vista. Reveló su rostro, que había estado oculto bajo su cabello. Había lágrimas en sus ojos. “Oportunidad… ¿para qué? Ahora mi querido Satan se ha ido…”

“Eventualmente eso iba a pasar. Han estado diciendo que el noventa por ciento de los torneos de primera categoría eran enfrentamientos entre Satacon similares… Pero ya sabes, ahora que se ha prohibido, pueden entrar en juego nuevos mazos… ¿no? He oído que, ahora, famosos constructores de mazos están ideando los mazos que dominarán la nueva escena.”

Yol se enderezó para arrodillarse formalmente en el suelo. En algún momento, había dejado de llorar y se lo había tragado. “En otras palabras, ¿quieres decir que… esta es una oportunidad para presentar la nueva baraja más fuerte y grabar mi nombre en la historia de los Battlers…?”

“¿Eh? Sí. Bueno, tal vez.”

Yol se levantó con el sombrero en la mano, barrió el polvo, lo enderezó y se lo puso en la cabeza. Apretó la mano derecha frente a su pecho. Con los ojos fijos en el techo, gritó: “¡La verdadera oportunidad está en los tiempos de crisis!”

“Ah, ese es el eslogan que el Dios-Emperador Iizuka usaba mucho en la segunda temporada del anime.”

“Ahora que está decidido, es el momento de construir una mazo.

Tú también ayudas.”

“Oh, claro. ¿Las cartas que no están en tu baraja también están sujetas a tu capa? ¿No es difícil de usar?”

“Pero es genial.”

“Es cierto, es genial.”

“La mandé a hacer especialmente.”

“Awww, qué bien.” Se limpió el sudor de la frente con alivio y miró a Rareko.